15 de Frebrero
Se despierta luego de dos años (claro, el no sabe que ha pasado tanto) en un callejón, apenas y recordando de relieve a su hermano, pero ahora ya no era el mismo, habían hecho alteraciones genéticas en él. Se levanta atontado, y frunce el ceño, podía captar el olor de su hermano (del cual no recordaba el nombre, solo sabia que tenía alguna relación sanguínea con el). Algo le decía que lo mejor era ir hacia donde estaba el chico, no porque le interesara, a decir verdad ni lo recordaba, sólo quería respuestas.
Caminaba desconcertado por la calle, sus gafas ocultaban sus ojos, lo que en cierto modo le aportaba seguridad. Mientras caminaba, un auto se acercaba a toda velocidad, giró su cabeza para ver al conductor de frente, el cual intentaba frenar el auto. Se fijó con indiferencia en el vehículo, e hizo que este se estrujara al punto de casi matar al hombre, haciendo que finalmente se frenara. Sonrió de medio lado, y siguió con su camino, estaba a un par de cuadras de la casa donde se centraba el olor del niño.
_______________________________________________________
Ya habían pasado dos años desde que su hermano desapareció sin dejar rastro, y se encontró con aquel chico un año menor que el (el tiene 18), el cual lo acogió sin pensárselo dos veces... aunque no suene muy cool, le debe una a este sujeto-¡Dave apúrate, que vamos a llegar tarde a clase~! - Le canturreaba su mejor amigo John, el cual le tenía agarrado de un brazo y le intentaba sacar de la cama, se veía tan adorable, su fuerza apenas daba para moverlo unos cuantos milímetros. Su compañero ya estaba vestido para salir a la escuela, llevaba converse verdes, jeans negros y una camisa blanca con un gusano verde en medio, no entiende mucho sus gustos, su ropa para ir a la escuela es mucho mas guay que la suya.
-si, si, ya voy...- murmuraba estirándose, al chico se el iluminaron los ojos, el otro esbozó una sonrisa maliciosa- Pero primero... -le haló del brazo y lo lanzó a la cama poniéndose sobre el chico, el otro temblaba un poco.
-D-Dave… que planeas- Articulaba mientras que le veía con timidez y vergüenza. Maldita sea, estaba poniéndose duro con esa carita frente a el. “Controla tus hormonas, Strider" se recordaba, y comenzó a hacerle cosquillas en el estómago como si no hubiera un mañana. Hace tiempo que le gustaba, pero no sabía como decírselo, por lo que simplemente lo callaba, pero hoy estaba seguro, por la noche iba a decirselo, el le iba a corresponder, y tendría sexo con el ojiazul como un ganador. El pequeño bajo el reía y se retocría intentando alejarse -D-Dave... ¡Para! Vamos a llegar tar....-no logro acabar de articular, las carcajadas no se lo permitían. Luego de unos minutos, el chico estaba rojo de la euforia, por lo que se detuvo y se posicionó junto al menor.
El chico tomaba bocanadas d aire como si en segundos fuera a acabarse, y una vez mas calmado se sento en la cama y ladeó la cabeza. -Dave... ¿Por qué incluso duermes con esas gafas? ¡Quitatelas y déjame ver tus ojos de una buena vez!- Le chillaba mientras que lo sacudía. El otro se pasó una mano por el cabello -Lo haré si me das un beso- Le dijo sin pensarlo, y cuando se dió cuenta de lo que había dicho tomó algo de color. El menor estaba totalmente rojo, no aguantaba mucho su vergüenza. -Era una broma Dude- Le acabó diciendo, porque por mucho que le encantaría, no podía.
El menor se inclinó y le dió un dulce y suave beso a pesar de todo. Dave estaba perplejo, ¿acaso el también lo amaba...?, no... solamente era para ver sus ojos. -...Un trato es un trato- Le dice sin dejar su lado cool y deja que le quite las gafas. -Rojos...- murmuraba el otro perplejo, y tomó algo de color. Dave le arrebató las gafas casi en seguida y se los volvió a poner, levantándose de la cama y quitándose la camisa, para ponerse una igual, sólo que limpia.
-D-Dave...- El otro se aferraba a las sábanas con la mirada baja y las mejillas rojas, ahogando las frases cada vez que intentaba hablar.
-Escúpelo, Egbert- Le dijo Dave, el chico al parecer se estaba armando de valor, que mono.
-T-Tu... ¡T-Tú me...!- -
-¡Hey, se les va a hacer tarde para la escuela!- Gritó Jake, el hermano de John desde el piso de abajo, interrumpiendo lo que el chico iba a decir.
-M-Mejor te lo cuento luego, ehehehehe~-John reía nervioso, y Dave aunque no quisiera admitirlo tenia una curiosidad de coña, ¿El que? ¿El le caía mal, o algo así?, o tal vez era un: ¿"tu me gustas"?, maldición, perfecto momento para interrumpir.
-Sup Dude- Le dijo y salió de la habitación, seguido por John. Antes que de diera cuenta, John lo halaba por las escaleras. -Oh Dios son las 7:45, ¡Es muy tarde!-
-John, Dave, no corran por las escaleras- Les decía Jake desde la cocina, le lanzó una bolsa grande de papel a Dave y como reflejo el la atrapó, no era la primera vez que iban tarde.
-¡Adios~!- Se despidió John, y por su rapidez apenas y le dió tiempo a Dave para cerrar la puerta de la casa y alcanzaron el autobús.
_______________________________________________________
Estaba frente a la casa, el olor a su hermano inundaba sus fosas nasales, seguro aquí residía. Mientras caminaba a la casa azotó la puerta mentalmente. Entró al lugar, era una casa normal, algo sonaba en la cocina.
Jake estaba en la cocina lavando los platos mientras que tarareaba una canción que le había escuchado a Jane con una suave sonrisa, era bonita y serena, la combinación perfecta para no estar tenso todo el tiempo, aunque su hermano y él creyeran que no hacía la gran cosa, estaba metido en algo grande, algunas veces llegaba muy tarde a casa.
Dirk entra sigiloso a la cocina, esperando encontrar a su hermano, y en lugar de eso encuentra a aquel chico de ojos esmeralda con un delantal blanco un poco manchado, y toma algo de color, ese chico lo atraía, y no quería, ahora.
Jake mira a el rubio con el ceño fruncido, y cierra el grifo del fregadero sin quitarle la vista de encima, no sentía buenas intenciones en él. -Quien eres, que haces aquí- Pregunta con semblante serio, y disimuladamente toma un cuchillo del fregadero.