How It Ends.
Capitulo Uno. “Skin and Bones”
“Cuando la esperanza se fue, tu fuiste mi espíritu.
Me trajiste de la oscuridad a la luz”
-Skin and Bones. Beth Crowley.
Como comenzar, posiblemente tendría que ser desde el principio y terminar en el final, pero esto no tenía un solo principio, tenía varios.
Cuando soñé con él.
Cuando lo vi por primer vez.
Cuando me beso.
Cuando lo hicimos.
Cuando me dejó.
Cuando volvió.
Cuando me mostro su verdadero yo…
Había tantos comienzos pero solo un final y aquí es donde yo estoy…
-12-10-07-
Eran las 9:30 y yo sentía la necesidad de llegar pronto a casa, comencé a aumentar la velocidad de mi caminar y fue cuando por fin me di cuenta que alguien me estaba siguiendo, seguí, como si no hubiera notado nada.
-Elizabeth-. Soltó de repente y fue cuando me di cuenta que no era yo que estaba en el cuerpo de alguien…-. Te dije que te encontraría y encontraría a los dos mocosos contigo.
Algo ardió en mi interior y supe que habla de mí y Elle, mi mano salió disparada dándole una cachetada.
-No te atrevas a tocarlos-. Sisee.
-Oh, no te preocupes, no seré yo…
Mis ojos se abrieron de par, no, no podría ser él, todos menos él.
-Ah, veo que lo recuerdas-. Una carcajada salió de su boca poniéndome los pelos de punta.
-Por favor, no, no les hagas nada-. Las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas.
Aquel señor se acercó a mí y me abrazo, comencé a forcejear pero fue inútil.
-Si tan solo me hubieras escogido a mí-. Susurro en mi oído, sentí como algo se clavaba en mi interior y comenzaba a amenazar con quitarme el aire.
Voltee mi mirada hacia arriba y una de sonrisa de suficiencia se comenzaba a formar en su rostro.
-Te amo-. Deposito un beso en mi frente, varias arcadas comenzaron a hacerse presentes pero no eran porque estaba a punto de morir, eran por el asco que le tenía aquel sujeto.
Cerré los ojos, si moría, moriría pensando en las personas que más amo en el mundo y curiosamente pensé una vez más en mí y en Elle.
Y me di cuenta que estaba en el cuerpo de...
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Abrí los ojos pero supe que aún seguía soñando.
-¡Elle! ¡Mello! ¡Near!-. Grite.
Una luz resplandeciente salió alumbrando todo el lugar y pude ver a mi mamá.
-¡Mamá!-. Grite y sentí las lágrimas de alegría salían de mis ojos-. ¡Mamá!
Me abrace a ella pero sentí que su agarre iba aumentando con mayor fuerza.
-Mamá, me lastimas-. Subí mi mirada y descubrí que no era ella, era él. Al ver sus ojos un terror profundo me invadió.
-¡Suéltame!-. Grite, comencé a revolverme en sus brazos, las lágrimas volvían a salir pero esta vez eran lágrimas de terror puro-. ¡Suéltame!
-Tranquilo, no voy a hacerte daño-. Me detuve y volví una vez más mi mirada hacia arriba y me encontré con unos ojos color rojo, una de sus manos se dirigió hacia mi mejilla-. Yo jamás voy a hacerte daño.
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Desperté, con el pijama pegada a mi piel gracias al sudor, con los ojos llorosos y el golpeteo de mi corazón contra mi pecho.
El sueño que había tenido ese día había sido tan realista que me desperté con un alarido, solo rogaba porque Elle no me hubiera escuchado.
Rápidamente pegue las rodillas a mi pecho y comencé a mecerme como un niño pequeño. Las lagrimas seguían rodando por mis mejillas y aun sentía el calor en mi abdomen, ahí donde había sido herido en el sueño.
Esto había sucedido hacía mucho tiempo, hace 8 años para ser precisos.
Pero en el sueño yo no era yo, era mi mamá.
Ese día lo recordaba con tanta presión a pesar de que cuando había sucedido apenas tenía nueve años.
Me pare rumbo al baño, mala idea, una sensación de mareo me embargo y tuve que recargarme en la pared para no caer al suelo. Comencé a caminar cuando sentí un pequeño martilleo en mi cabeza y caí de bruces a mi cama, cerrando los ojos mientras me sumergía en la oscuridad.
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-¡Matt!-. Me levante de golpe sintiendo una pequeña sensación de mareo y mi cabeza explotar.
-Ahg-. Un lee quejido salido de mi boca.
-¿Qué paso?-. Pregunto Elle alarmado, eso me hizo sonreír-. ¿Por qué sonríes?
-Nada-. El me miro extrañado.
-Vamos, se te ara tarde-. Me tomo de la mano como si fuera un niño pequeño-. Ya te hice el desayuno.
-¿Crees que puede faltar hoy?
Me tomo de la mejillas y acerco su frente a la mía.
-Sí, definitivamente-. Me soltó y fue al baño de mi habitación para después salir con el botiquín, saco el termómetro y me lo puso en la boca-. ¿Qué estabas soñando pequeño Jeevas?-. Dijo con una sonrisa pícara, pero eso me bajo el ánimo, Elle lo noto y me abrazo-. Puedes contármelo ¿Quieres?-. Yo asentí.
-Primero, deja voy a traer una tanda de hot cakes con chocolate caliente, llamo a la escuela y mientras tu desayunas me cuentas que sucedió-. Yo asentí, Elle ya iba rumbo a la salida cuando regreso y deposito un pequeño beso en mi cabeza, me sorprendí.
-Ven, te diré un secreto-. Él se acero y yo lo abrace del cuello, me acurruque y después le susurre al oído-. Te quiero.
-Yo también te quiero, pequeño Jeevas-. Me dio otro beso pero esta vez en la frente.
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-Listo-. Elle regreso con una bandeja que contenía hot cakes y una taza de chocolate caliente-. Llame a la escuela y tu desayuno está servido.
Me hice a un lado y él se sentó en la cama.
Dejo que comiera sin hacer una pregunta, poco a poco hasta que termine con el último bocado de hot cake y el último sorbo de chocolate.
-Bueno… ¿Qué paso?
-Soñé… soñé con mamá-. Dije y sentí que se me formaba un nudo en la garganta, eso no era buena señal-. Soñé que era ella, vi cómo murió
Guardamos silencio.
-¡Matt!-. Grito una voz en el piso de abajo.
-Iré a ver quién es-. Le tome la mano a Elle.
-No, de seguro es Mello, ¿Quién más si no?
Esperamos unos minutos y Mello hizo su aparición.
-¡Matt!-. Corrió hacia mí y me abrazo, le devolví el abrazo
-¿Por qué no fuiste?-. Pregunto Near.
-Tuve un pequeño percance-. Le sonreí.
-¿Algo nuevo que reportar?-. Les pregunte.
-Oh, cierto, ahí un chico nuevo-. Dijo Near-. Sus ojos.
-¿Qué tienen sus ojos?
-Son rojos-. Mis ojos se abrieron como platos… ¿Rojos?
-Lo sé, es sorprendente…
Y me di cuenta que esto iba a comenzar una vez más…