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¡Hazme callar! por SoundlessSorrow

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Notas del fanfic:

Pues un oneshot de una pareja original mía, Seth y Sam. Son parte de una novela que estoy escribiendo, pero en ella no son pareja (y no lo serán :C) Y yo misma hago fanservice. Así que eso, espero lo disfruten. Es cortito pero es para subir algo ~ !

 

   

Notas del capitulo:

Disfruten!

   

¡Hazme callar!

 

Tenía ojeras, le dolía la cabeza, había un mal olor y tenía la garganta seca. Para poder agregarle algo a su puto día, estaba Samuel. Quién no se callaba nunca. Aunque le pidió muchas veces, que por favor bajase la voz, el aludido ni atención le prestaba. Pasó de ser amable a fulminarlo con la mirada, a ver si entendía que de verdad se sentía fatal. Pero el otro seguía gritando.

Intentó concentrarse en su libro, en seguir la lectura. Pero Sam estaba discutiendo con Derek por quién sabe qué. Comenzó a contar hasta cien, para poder calmarse. O eso intentaba. Luego pensó en contar hasta mil, quizá eso ayudaría a que su enojo disminuyera un poco.

—¡Es qué no lo entiendo! ¿Cómo es posible qué… —un golpe en la mesa hizo que Samuel callara abruptamente. Buscó el emisor de aquél ruido, y se encontró con un rubio que le miraba amenazador, Seth se levantó de su asiento y se posicionó delante suyo —¿Qué? —Le preguntó al rubio, algo cohibido por la intensa mirada y por los centímetros que le sacaba. Era como media cabeza más alto o algo así. Desvió la mirada avergonzado y su boca se enredó, iba a decir algo de nuevo, pero fue interrumpido antes de poder articular palabra.

—Cállate —Seth rugió. El de ojos grises abrió la boca para protestar pero el rubio se le adelantó —¿Puedes callarte, maldita sea? ¡Tu voz me molesta! —terminó gritando.

Y es que sólo la voz de Samuel le exasperaba tanto. El aludido perdió la vergüenza que había sido remplazada por el dolor (Sí, había dolido comoSeth le había tratado) frunció el ceño furioso —¡Cállate tú! ¿Por qué tendría yo qué hacerlo? —lo desafió. Pensó que el otro retrocedería y pediría disculpas, pues Seth es alguien tranquilo que no tiene interés en pelear con la gente, alguien tranquilo que cede para evitar enfrentamientos, pero que en ocasiones se ponía iracundo y terminaba así.

Seth volvió a darle una de esas miradas que mataban, se sintió nervioso, dio un paso hacia atrás dispuesto a darse la vuelta e ignorarle y seguir hablando con el otro imbécil, cuando el rubio carraspeó para llamar nuevamente la atención del pelinegro —Sam, cállate por favor —pidió más calmado.

Tan calmado que Sam perdió los nervios. Se sentía desprotegido ante la mirada de su amigo, apretó los puños y rugió —Hazme callar, pues. A ver si tienes los cojones para hacerlo.

Seth sintió el reto en su mirada y sus palabras, y sin pensar mucho, sin pensar en su dolor de cabeza y que tenía una muy buena “amiga” que sin duda lo mataría por eso, tomó a Sam de la muñeca la cual alzó para darse un espacio, con la otra mano agarró fuertemente la cintura del de ojos grises y chocó sus labios con los del contrario.

Este a su vez, abrió los ojos sorprendido e intentó empujar a Seth. Pero no podía negárselo más, anhelaba eso desde hace meses. Desde que el más alto aparecía en sus sueños y lo tocaba tal como lo estaba haciendo ahora. Correspondió el beso gustoso y pasó sus brazos alrededor del cuello de Seth, acercándolo tanto que sus cuerpos se tocaban.

El joven más alto acarició la cintura del otro, disminuyendo la fuerza sobre ella, siendo suave y haciéndole una leve caricia, pidió acceso a la boca contraria para encontrarse con una lengua tímida, pero que atacó de igual forma. Le dio un par de lametazos, la enrolló con la suya, mordió los labios delgados del muchacho más bajo, los chupó, lamió y mordisqueó dejándolos hinchados, besó las comisuras ajenas y le mordió la nariz para besársela.

Sam se alejó un poco para gemir bajito, con las mejillas rojas y un calor muy asfixiante en su vientre, con los ojos brillosos en placer. Iba a volver a los labios ajenos, pero un carraspeo de alguien muy incómodo, los hizo volver a la realidad. Derek abandonó el salón que estaba vacío (pues estaban en receso) y los dos restantes se miraron.

Seth volvió a darle un pequeño beso, inocente. Contrastando con el tipo de beso que habían compartido unos segundos antes. Volvió a tomar su cintura pero con suavidad —¿Te has callado ya? —le preguntó con burla. Sam suspiró en respuesta y asintió, pasó sus brazos detrás del cuello del otro y tocó nuevamente los labios contrarios.

Sí, se había quedado callado. Y a Seth ya no le dolía la cabeza.

   
Notas finales:

Espero que les haya gustado ! ^^

 

   

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