Otra vez solo, paz y tranquilidad o al menos hasta que me desmorone, siento como el viento sopla, mueve un poco la capucha de mi chaqueta gris, la cual cubre mi cabello tan negro como la noche, haciendo un tipo de sombra sobre mis ojos y no dejando que se vean, llevo el pantalón del uniforme, pero me molesta llevar la camiseta. Hace un tiempo he sentido que alguien me observa en las extrañas ocasiones en las que voy a clase, se que todos me observan con odio y furia, pero eh sentido una mirada que es totalmente diferente, una llena de calor, preocupación, cariño, me siento extraño cuando la recibo, pero por alguna razón después de unos instantes me acostumbro a ella y me empieza a agradar, no sé quién o que sea lo que me mira así, pero es la segunda vez que alguien me mira así, la primera vez fue mi primer y ultima mejor amiga que en este momento esta difunta, me dolió en el momento en el que supe de du muerte en un accidente, creí que también sería mi fin y así fue, me aleje de todos , no permití a nadie consolarme, solo permití que el dolor y la tristeza se mantuvieran dentro de mí y crecieran cada día mas. Me siento solo a veces, pero no quiero que las personas me llenen de falsas esperanzas, nunca más. Siento una presencia hay alguien detrás de la puerta, pero que hace alguien aquí, la directora le tiene prohibido a cada estudiante de este colegio a excepción de mi subir aquí, que está haciendo aquí alguien?. La puerta detrás de mí se abrió, el que entro es un chico alto, tal vez un poco más alto que yo por unos centímetros, de cabello algo largo y despeinado de color café oscuro, con unas gafas de metal rectangulares redondeadas en los bordes, con ojos color rojo carmesí opaco y con el uniforme de la escuela
- Oye tu
- Que quieres
- Hay algo en ti que me agrada
- ¿A sí? ¿Qué es?
- No lo sé, solo sé que algo en ti me agrada
- Piénsalo y me avisas- me gire, empecé a caminar en dirección a la puerta, estoy en mi limite, no puedo resistir mas estas lagrimas debo irme lo más rápido posible antes de que
- ¿Oye me escuchas?- él se paro frente a mi- ¿qué sucede?, ¿por qué lloras?
- Eh?- no puede ser, ya empezó, otra vez rompí en llanto sin darme cuenta y ¿cómo es que pudo ver mis ojos? – no, no se de que hablas- puse mi brazo en mis ojos, no me gusta que las personas vean mi debilidad
- O-oye que pasa?- se acerco a mi
- ¡NO TE HACERQUES!- otra vez, otra vez coloque una barrera entre las personas de mi alrededor y yo – por favor……no te acerques mas- se que sucede si empiezo a llorar y alguien intenta ayudarme, me desmorono completamente, y seré una presa fácil para los demonios
- Como que no me acerque?- quito mi brazo de mis ojos, me tomo de los hombros y me miro cálidamente y preocupado
- No……….no- mi voz empezó a ser más baja, como un susurro, las lagrimas empezaron a salir de nuevo, no las podía frenar
- No llores……..porque lloras?- su voz, una voz dulce pero a la vez firme, no, no lo puedo permitir, por favor, déjame solo, mi dolor no es tu problema
- Aléjate……suéltame, no, no, SUELTAME!!- mi voz se reconforto, logre liberarme de su agarre, sentí como las lagrimas seguían saliendo de mis ojos, pero también podía sentir como el odio y la furia querían dominarme, mire mis manos, de estas empezaron a salir garras, sentí como mis colmillos salían, ¿qué debo hacer?, ya, detente, no lo hagas, no me transformes. Caí de rodillas al suelo, miraba mis manos, era………terrorífico esos pequeños colmillos que acababan de salir, esas garras que también aparecieron, sentí como un pequeño brillo paso rodeando todo él iris de mi ojo derecho, se torno morado
- Que sucede?- él se acerco, no, no lo permitiré, lo alejare de mi lo antes posible, sé que mi cabello se torno plateado, tome el dije que se encontraba en mi cuello, el pequeño dije, el regalo de mi mejor amiga, la única persona que de verdad me apoyo en mi vida y ahora fallecida – contrólate, contrólate- una ventisca poderosa empezó a soplara, el viento me rodeo aumentando el ritmo, trayendo consigo pétalos de cerezo, lastimosamente…..sé que si pasaba esto otra vez, mi cabello se quedaría así y mis ojos también, pero con que solo los colmillos y las garras desaparezcan está bien
- ¡¡OYE!! ¡¿¿ESTAS BIEN??! AKI!!!- eh? Mi nombre, nunca nadie me ha llamado así, ni siquiera mi propia familia, siempre he sido llamado monstruo, demonio, la única persona que me había llamado así era ella, mi mejor amiga difunta – ¡¡OYE!! ¡¡RESPONDE!!- su voz, logre escuchar la voz de aquel chico que me busco aquí en la azotea, me llamaba, podía escuchar su voz acercándose.
De repente sentí unos brazos que me rodearon, cálidos, llenos de algo que ya había olvidado, “amor”, sentía como esos brazos buscaban reconfortarme, el viento empezó a bajar la velocidad, hasta que quedo una pequeña briza, la capucha que cubría ya mi antiguo cabello negro como la noche se había caído, mostrando mi ahora cabello plateado un poco opaco, mi olfato como siempre el de un demonio perro era bueno y muy funcional, me permitió percibir el aroma de la persona que me abrazo y también sentir algo de miedo pero a la vez confianza y esperanza.
- Aki, te encuentras bien?- su voz, esa dulce voz, no lo puedo creer
- Sí, creo que si- mi voz continuaba algo temblorosa y algo asustada
- No tiembles, no te hare daño- eh?, esas palabras hace mucho que no las escucho, mi corazón simplemente dio un vuelco al escucharlas – todo estará bien, cálmate- esos brazos me apretaron mas, pude escuchar su corazón, estaba agitado, pero con unos segundos después este volvió al pulso normal, pero mi corazón no, sentía como si se fuera a salir de mi pecho, por favor que no sienta mis latidos – no estés asustado, cálmate o tu corazón probablemente estallara- maldición, lo supo
- N-no sé de qué me hablas, ¿podrías soltarme por favor?
- Claro
Me soltó, o mejor dicho me libero de su agarre, sentí su mirada sobre mí, se que dirá, me llamara monstruo, todos lo hacen, algunos ni siquiera saben porque me dicen así y aun así me llaman monstruo, por favor, no lo grites, lo único que me falta es que la persona que me acaba de consolar me llame así y me lo grite
- Eres más tierno cuando estas calmado, aunque no puedo evitar agregar que también te ves muy lindo cando lloras
- Eh?- q-que clase de cometario es ese?, siento que mi rostro arde, me he sonrojado tal vez?, que debería hacer, si me ve sonrojado probablemente lo malinterprete y me insulte
- Espera- tomo mi barbilla – te vez aun más tierno sonrojado- me sonrió, que hago, mi corazón va a explotar
- A que te…- no puede ser, lo que acaba de pasar debe ser un sueño, me está besando, porque hace eso?, - esper…- intente separarme pero me agarro de la cintura y me acerco mas a él, mi aliento, me estoy quedando sin aliento – ah…- se separo, puedo recuperar el aliento
- Lo- lo lamento, me deje llevar y hice eso, perdóname- dijo alejándome un poco empujándome de los hombros – lamento haberme aprovechado del momento- no, no lo hiciste, se sintió bien
- N-no pasa nada- dije desviando la mirada y girando mi rostro
- Pero qué?- tomo mi barbilla de nuevo y giro mi rostro – no lo había notado pero….tu ojo derecho, esta morado- lo había olvidado, cerré los ojos lo más rápido que pude – oye, no tienes de que preocuparte, no me importa que seas, yo…- se acerco a mi oído –te amo- esas palabras, esas pequeñas y simples palabras mostraron dentro de mí un montón de sentimientos que nunca pensé volver a sentir, mi corazón volvió a dar un vuelco
- En-enserio no te da miedo?- sentí como si estuviera a punto de romper mi corazón al preguntar eso
- No, no me da miedo- sentí una alegría inmensa en mi interior, aun pensaba que era un sueño – no me da miedo porque, yo te amo, no me importa que seas, siempre te a mare- esas palabras, sentía que me llenaba de amor con cada una de ellas
- Pe-pero somos dos hombres- ese es el problema, una relación de dos hombres no prosperaría en ningún momento
- El que te ama soy yo, no la sociedad- no pude evitar verlo a los ojos, me sentía completamente lleno de alegría, no pude evitar sonreír, le di un abrazo, me aferre a él no quería dejarlo ir, pude sentir como lenta mente me abrazaba con sus brazos
- Gracias por amarme, Fuyu, de verdad, gracias- no puedo creerlo, alguien que me ama