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Silent Words[Palabras Mudas/silenciosas] por YoyoKookieMonster

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Notas del fanfic:

Hola. Cx.

Notas del capitulo: Hola Este es mi primer yaoi aquí. Y bueno esto lo hice por unnie ShaRMYbee. Unnie si ve esto, Hola *^*/ kkk dije que me haría una cuanta sólo para subirlo,xD igual y tenía ganas de hace tiempo.

Espeto no les aburra y les guste. Sé suponía que sólo seria una parte, pero decidí dividirla en cuatro.

Disfruten del Sukook :33
Silent words [Palabras mudas]

Sin palabras. Jungkook.

~"-Hola pequeño, ¿Qué es lo que tienes? -preguntó el contrario acercándose al menor pero este se alejó rápidamente de él"~

En el año de 1997 Busán recibió con los brazos abiertos a muchos bebés. Entre uno de ellos uno fue especial, diferente. La familia del pequeño,también era especial, llena de problemas de disgustos y distracciones. Siempre vivían encerrados en las deudas y problemas. Guerras sin fin entre ellos.
Cuándo la Señora Jeon llegó a embarazarse todos los demás temieron por el bebé. Afortunadamente el bebé había nacido completamente sano, a pesar de los malos cuidados y en ocasiones hasta golpes que su esposo le aportaba en momentos de frustración y enojó.

MiNyu siempre fue una mujer descuidada y aferrada. Se había casado con el señor Jeon por interés y claro por unas cuantas noches de pasión, pero nunca llegó a sentir amor verdadero.
JungHee tampoco la amo, sólo se caso con ella porque estaba desesperado por querer tener una familia, por tener hijos. Quería poner su empresa al nombre de su primer hijo que esperaba y fuera varón, era lo que más soñaba mas también era un hombre vicioso y algo vanidoso.

Entre ellos dos las cosas no real del todo bien, JungHee pasaba casi todo el día en el trabajo o en el juego mientras que su atractiva esposa, (porque claro era hermosa) disfrutaba de los resultados del trabajo de él y lo gastaba a su antojo. Era por las mañanas y pocas noches que se veían o hablan, y cuándo lo hacían terminan casi por matarse uno al otro para que al final lo resolvieran con un poco de sexo.

Vivieron así durante dos años y medio, y a finales de Junio de 1996 la empresa del Sr. Jeon decayó, fue a la quiebra y no pudo hacer más que venderla. Cuándo esto ocurrió todo lo demás se vino encima, deudas, deudas y más deudas. MiNyu a eso ya se había vuelto una drogadicta en todos los sentidos, tomaba, fumaba e incluso llegó a inyectarse droga. Todo porque su vida de rica se desvanecía y las peleas con su marido habían aumentado de una manera un poco más salvaje. …l estrés, del no poder conseguí trabajo, dinero, de no poder salir del hoyo, también le había afectado a JungHee, el estrés y frustración se volvió parte de su vida diaria.

En una de sus múltiples peleas, habían vuelto a caer en la pasión del deseo y está vez JungHee dejo su semilla bien plantada. Cuándo se enteraron de la noticia hubo una gran problema. Sí. Más aún.

MiNyu lo que menos necesitaba era una noticia cómo esa, intentó inventar escusas y conclusiones estúpidas en los primeros días que comenzó a sentir los síntomas así cómo el mareo, sueño, dolor de pecho, cambio de color en sus tetillas, asco o aborrecimiento repentino de algo que solía consumir con frecuencia, entre otros síntomas obvios de un embarazo.

JungHee por su parte se sentía bien ¡Al fin su primer hijo!… pero no estaba del todo contento, el pequeño hombrecillo había llegado en un mal momento, por lo que el maldito estrés, la frustración, no lo dejo prestar mucha atención en el embarazo de su esposa así olvidando en varias ocasiones su estado.

~"-Vamos Jungkook, dime algo. -pidió el mayor de manera tierna, pero por dentro sentía la desesperación carcomerle."~

Para ya no hacerla más larga, el bebé no tan deseado nació y conoció al mundo el primero de septiembre del año de 1997. "Jungkook" ese había sido el hombre que le habían asignado, y no sus padres, sino incluso una de las enfermeras que lo atendió mientras él estaba en la incubadora. Había estado en observación ya que el bebé extrañamente no había llorado al nacer, mas no encontraron nada malo en él. La Señora MiNyu le dejo ese nombre ya que no estaba cómo para ponerse a pensar en uno.

~"-Eish no digas nada entonces. -Bufó el pelirrojo y se dio media vuelta para así regresar a su pieza. "~

La vida del pequeño no fue ni tan buena ni tan mala. Su madre no lo pudo amamantar cuándo era pequeño, debido a la droga que se metía. Entonces desde que nació vivió alimentado de biberón hasta que la edad lo hizo dejarlo. Jungkook había tenido la suerte de que una de sus tías lo estuviera ayudando para sus consumos diarios, así como alimento y vestimenta. La hermana de JungHee se había encargado de cuidarlo de una u otra manera aunque no pudo hacer mucho, sólo se aseguraba de que el dinero que le mandaba no se lo quitara su madre para su maldito alcohol y tabaco.

"- ¿Qué haces aquí? -preguntó él mayor de ambos. Se levanto de su cama y lo miro algo extraño. - ¿Qué te ocurre? Sólo dime no te haré daño -ya se había desesperado. Se acerco lo más que pudo a el pequeño y lo tomo por la muñeca. - ¿no piensas hablarme? -bufó y lo soltó. Decidió ignorarlo y regreso a su cómoda cama. Pero su presencia lo incomodaba"

Jungkook desde sus tres años ya había sido expuesto a las peleas de sus padres. Se escondía debajo de la cama o los espiaba desde el umbral de la puerta. Los miraba con aquella inocencia tan impregnaba y se quedaba ahí hasta que ellos dejaran de discutir.
Desde pequeño fue muy inteligente, aprendió por su cuenta a ir al baño, a eso de los dos años y medio y a esa misma edad podía comer sólo sin ensuciarse mucho. Guardaba los pocos juguetes que tenía y a la edad de cuatro, ya cepillaba sus dientes y se bañaba sin ayuda y se vestía. Sin embargo, nunca fue cercano a sus padres cómo muchos pequeños niños solían ser, pegarse a ellos y llorarle por una cosa u otra, hacerles berrinche y buscar amor. No. Definitivamente Jungkook era demasiado diferente.

~"-Si no me dices lo que quieres ¿Cómo podre conseguirlo? -Dijo y espero alguna reacción o algo. Pero parecía que estuviera sordo o mudo o ambos. "~

Más haya de su inteligencia y de su agridulce comportamiento. Jungkook tenía algo realmente muy extraño y eso era la incapacidad para poder comunicarse con palabras, desde que nació nunca se le escuchó llorar, tal vez en algunas pocas ocasiones cuando tenía hambre. Pero a eso de su año, no hacía ni por querer copiar los sonidos de su entorno o intentar imitar las palabras de los demás. Sólo se quedaba callado, no decía nada. Absolutamente nada. Su tia en una de sus visitas al ver aquella situación, decidió llevar a su sobrino a un doctor, pensando en que algo malo pasaba. Pero no, las pruebas que le hicieron no fueron de ayuda para entender su estado. Sus cuerdas vocales estaban bien. El problema no era su garganta si no él. Por alguna razón no quería o no podía hablar. Era cómo si aún no pudiera aprender. No hablaba con nadie en su entorno sólo observaba a los demas hablar y en ocasiones los ignoraba.

Jungkook vivió así por muchos años. MiNyu se desesperaba cada día más y el efecto de la droga, del alcohol y todo eso dañino que aportaba a su cuerpo, todo eso termino por matarla cuando apenas Jungkook acababa de cumplir sus siete años.
Al funeral no fueron tantos. Sólo alguna cuanta familia, todas vestidos de negro incluso él. Algunos lloraban otros miraban con lastima y él sólo los miraba sin ningún sentimiento de por medio. El día del entierro había dejado caer una flor amarilla en el hoyo el cual después fue sellado.

La vida para Jungkook fue la misma, con el tiempo parecía empeorar. Y cuando Jungkook hubo cumplido los ocho años…JungHee se suicidio. No podía más con su vida, además igual morirá (eso era lo que él había pensado) ya lo habían amenazado de muerte en uno de los bares a los que iba jugar, debía una suma increíble a un sujeto de no muy buen aspecto. Entre otros problemas igual lo desesperaron y en una de esas decidió saltar de un puente, sin abordarse de la criatura que había dejado desamparada.

~"-Yo no le he hecho nada. …l solito se metió ahí y se pego por tonto.-se defendió el cabellos tintos, mirando de mala manera al pequeño pelinegro"~

Una vez más Jungkook se vistió de negro y otra rosa pero está vez amarilla había caído en el hoyo en el que estaba el ataúd de su padre.

El día del papeleo para ver lo de la custodia del pequeño había comenzado. La única que están capacitada para poder mantenerlo y hacerse cargo de él, era Jeon JiYoung, la única hermana de JungHee, la que se había encargado de cuidar a su pequeño de su madre. Al fin podría tenerlo con ella y cuidar adecuadamente de él.
JiYoung era una buena madre, dulce y tierna pero con firmeza. A sus cincuenta y cinco años aún le gustaban los niños, había tenido dos hijos pero ellos ya pasaban la edad de veinte años y ambos se habían ido a los estados Unidos a cumplir sus sueños. Su esposo no hace mucho había dejado este mundo, pero siempre lo llevo en su corazón.

Con la llegada de Jungkook, su alma vivió alegre. Le enseño cosas y lo cuido y trato con el amor que su madre no se preocupo en darle, pudo notarse un cambio a la edad de diez. Jungkook seguía sin pronunciar palabra, pero ya era menos distante hacía los demás y muchas sonrisas adornaban su rostro.
…l no iba a la escuela como otros, desde pequeño, a parir de los cinco para ser exactos, JiYoung le había pagado clases en casa, clases especiales claro era. Jungkook, como ya se había mencionado era inteligente. Parecía una criatura indefensa e ingenua pero no lo era. Tal vez lo de indefensa de sí.

~"-ah entonces era por eso. -el chico miro a su menor algo confuso. No entendía mucho de lo que le habían contado a sus padres pero con lo poco que llegó a entender se sentía avergonzado, más bien estúpido. "~

JiYoung lo cuido como toda una madre ejemplar, le dio mucho en tan poco tiempo y no sólo hablando de lo material. Amor y cuidados que Jungkook tuvo en cuenta y llegó a sentir aquel amor maternal por primera vez. Eso le causa un gran bien.

Desafortunadamente a principios del año de 2011 a JiYoung le habían pronosticado cáncer. Fue una noticia repentina que dejo sorprendido a muchas personas. JiYoung estaba segura de que ya no podría cuidar a Jungkook por lo que se preocupo demasiado. El doctor le había dicho que el cáncer estaba desde hace un año y medio desarrollado en ella, era como si hubiera sido una enfermedad silenciosa, aunque también JiYoung desde hace tiempo había comenzado a sentir molestias que no se preocupo por tratar.

No se podía hacer ya nada para evitarlo, el cáncer ya la había alcanzado en su casi totalidad y en un año más posiblemente terminaría matándola.

~"-Yo lo lamento Jungkook. Por gritarte.… fue porque me desespere. -él pelirrojo suspiro. Y pudo notar como él adverso bajaba la mirada y sonreía de lado. Una sonrisa débil que a su vez causo algo confuso en él. "~

JiYoung durante él año que le quedaba, se dedico a pensar en su pequeño. En que hacer con él, no quería dejarlo sólo, sabía que si lo hacía estaría desprotegido. Nadie podría cuidar tan bien de él mas que ella. Bueno JiYoung sólo conocía a dos personas de las cuales eran dignas (Según ella) de ser sus padres. Los Min, eran los esposos perfectos, dos seres que se daban amor mutuo y los cuales nunca pudieron tener bebés, por lo que ellos habían adoptado a suprimer hijo. JiYoung estaba admirada de ellos, del como había sabido sobrellevar lo de la adopción y de como hasta ese entonces estaban viviendo. Sabía que ellos eran los adecuados por lo que no dudo en llamarles y pedirles una ayuda que ya tenía por supuesto asegurada.

Ante todo esto, JiYoung no dejo descuidado a Jungkook, su cuerpo ya dolía un poco más que antes y se mareaba con frecuencia, pero eso no le impidió estar a su lado y explicarle todo lo que ocurría. Porque Jungkook no era tonto, y JiYoung lo sabía, por eso había decidió contarle todo, no debía mentirle y nunca lo había hecho y nunca lo haría.
Jungkook ante la noticia que había recibido, se desvaneció un poco pero por dentro, por fuera no lo demostró. Su corazón dolía pero sabía que su omma (ya que era como si lo fuera) lo hacía para su bien. Nadie podía saber en realidad los pensamientos de aquel chiquillo ya de catorce años, nadie más que JiYoung.

A partir del momento en que JiYoung había hablado con Jungkook, a parir de ahí, Jungkook, comenzó a cuidar ahora de ella, le llevaba él desayuno a la cama y se acostaba a su lado mientras ella le contaba una de sus múltiples historias. También la ayudaba un poco con la casa, a pesar de que hubiera empleadas para esas labores, él igual ayudaba, igual con el jardín, del cual sólo JiYoung sabía cuidar mas Jungkook había aprendido cada detalle. Hacía con ella manualidades y cocinaban juntos.
Entre los nueve y diez meses pasados, JiYoung ya no pudo con más, ya no podía estar haciendo tantos esfuerzos y había recaído. El doctor le recomendó que aguardará en cama, en ese momento JiYoung había llamado a los Min, era hora de que su pequeño se separara de ella.

Jungkook durante los pocos días que le quedaba en esa casa, se mantuvo más tiempo cerca de su tutora. Le llevaba el desayuno, comida y cena, se acostaba con ella y veían películas juntos, aveces se quedaban dormidos juntos.
JiYoung lloraba por las noches cuando Jungkook supuestamente dormía. Lloraba por su pequeño, no quería dejarlo, se había encariñado bastante. Lo amaba con todo su corazón cómo sí fuera su verdadero hijo, pero sabía que no se podría hacer más nada. Había apresurado a los Min para que vinieran por él, ya no soportaba más los cuidados de Jungkook que la hacían preocuparse. No quería tampoco que Jungkook estuviera cuando él cáncer la atacara de peor forma. No quería simplemente no lo quería, aún así le resultará dolorosa su lejanía por los últimos meses.

~"-Ven te llevare por un helado ¿Te parece? -preguntó con una sonrisa, estaba nervioso ante su "respuesta" Jungkook había asentido levemente y había tomado su mano. El pelirrojo se había sorprendido ante su acto pero de igual forma sonrió y salieron juntos de casa."~

Al fin de cuentas, los Min llegaron a fin de año, en finales de noviembre y se presentaron a Jungkook a los pocos días para la Noche buena. JiYoung había decidido que quería pasar su última navidad con Jungkook y sus otros dos hijos; SeokJin y HoSeok. Ellos habían llegado días antes para ahora ser ellos el que la cuidaran. Apenas y se les había comunicado dos meses antes el estado de su madre y en cuanto pudieron tomaron el primer avión a Corea del Sur.
Busán a ahora para ellos era triste con aquella noticia.

La noche buena había llegado y ellos la habían sabido aprovechar; JiYoung, Jungkook, SeokJin, HoSeok y los Min eran como una gran familia. La habían pasado muy bien, incluso tanto como los Min y los hijos biológicos de JiYoung se habían podido ganar la confianza del pequeño de cabellos negros, Jungkook. Había sido sin duda una Navidad inolvidable. Le habían cantado villancicos a Jungkook, comieron pavo, pastel y hubo un intercambio de regalos, contaron historias y se acercaron a la chimenea para calentarse un poco y dormir todos juntos.

Al los tres días después de eso, era tiempo de que Jungkook se fuera con sus ahora tutores. Se había metido al cuarto de su omma, la esencia de pastillas y medicamentos habían llegado hasta su cerebro guardándose como una fragancia triste que hacía parte del recuerdo. JiYoung se había quedado dormida, no había podido soportar los dolores por lo que tuvieron que sedarla. Jungkook inspecciono cada rincón de la habitación, cada uno le recordaba algo. Llevaba consigo una rosa roja en las manos. Pasó sus ojos por la colcha dorada se detuvo al llevar al rostro de su omma. Tan frágil, y desgastada. JiYoung ya tenía 59 años el cinco de enero cumpliría los sesenta. A pesar de su edad antes de su enfermedad ella se veía hermosa, no parecía de cincuenta años sino un poco más joven. Se veía cómo una mujer fuerte y saludable por lo mismo sorprendió a muchos con su repentina enfermedad. Ahora en ese estado ya se presenciaba más gastada.

~"-Quieres de chocolate, no…de fresa, no…de vainilla, no… Galleta… ¿Si? -El pelirrojo sonrió a al fin acertar y despeinó los cabellos de su menor para luego pedir los helados a la Ajumma que les atendía. -Creo que mamá nos matara si se entera de que te he traído a comer helados a estas horas y en este tiempo. -comentó para luego reír por lo bajo, sin darse cuenta de la mirada atenta de Jungkook. "~

El pequeño de cabellos negros se acerco a JiYoung y acaricio su mejilla para luego plantar un beso en ésta. Observo el pañuelo que llevaba en la cabeza y miro el suero que le habían puesto en su brazo. Salio del cuarto y se dirigió a la cocina, buscó un pequeño y delgado jarrón y lo lleno con agua hasta la mitad, buscó en el refrigerador un poco de cheseecake, corto una rebanada y lo puso en un plato, enseguida hizo un poco de café con leche y lo puso todo en una bandeja. Aquello solía ser el desayuno perfecto de JiYoung.
Jungkook regreso al cuarto, su omma aún no despertaba. Puso la bandeja por un lado y coloco la rosa roja en el jarrón. Miro por última vez a su amada omma e hizo una reverencia para así con una sonrisa salir del lugar y no volver a verla nunca más.

Daegu era un lugar hermoso, con lugares sorprendentes, los Min no dudaron en darle un tur a Jungkook cuando estos había llegado al fin al que seria el nuevo hogar de Jungkook. El pequeño le había fascinado, pero seguía extrañando a Busán.
Habían llegado aún para las festividades, pronto seria el año nuevo. La Sra. Min SooYoung había llevado a Jungkook al mercado de Daegu y habían comprado varía comida y algo de ropa y lindos artefactos, Jungkook había pedido a ceñas un pequeño globo de cristal que tenía una rosa blanca en su interior y que al agitar ésta varias virutas rojas la hacían cambiar de color.

~"-Te vez muy lindo así Kookie -el mayor carcajeo y tomo un poco más de helado con su dedo para manchar las mejillas del menor. Jungkook parpadeó repentinas veces y e intentó limpiar el helado con las mangas de su suéter de rayas-no hagas eso, te ensuciaras-le reprendió aún entre risas y detuvo su brazo para él limpiar el exceso con su pulgar. Sus rostros estaban algo cerca. Jungkook sintió sus mejillas arder."~

Al llegar a su nueva casa, una casa doméstica, muy diferente a las grandes y espaciosas casas en las que llegó a vivir. Era una casa de dos pisos con un espacio cómodo, no muy grande no muy chica y con un jardín algo pequeño pero fresco. Jungkook se sintió raro los primeros días no lograba adaptarse. Pero a eso de año nuevo se fue sintiendo más cómodo. Aunque seguía sin ser tan cercano a sus nuevos padres. Ellos con toda compresión no se desesperaron o afligieron, tomaron su paciencia y fueron mostrándole cosas sobre ellos así como sus sentimientos.

El Sr. Min SeokHyung le había hablado a Jungkook acerca de un hermano mayor, que desde que escuchó mencionar, Jungkook sintió una extraña sensación de curiosidad y ansiedad por conocerlo. "Vendrá después de Año nuevo" le había comunicado con una sonrisa paternal que lo hacía sentir bien.

Así el año nuevo llegó, hubo uvas para comer y un paseo a la ciudad, había sido una celebración diferente. Jungkook en año nuevo, se la pasaba en casa con JiYoung y hacían decoraciones para el festejo, organizaban una comida y compartían con los empleados y al dar las doce de la noche todos se abrazaban y daban buenos deseos. …sta vez fue diferente, por la mañana sólo habían comido uvas y agua y en la tarde habían salido para visitar cada hermoso lugar de Daegu aunque fuera por algunos minutos. Ni siquiera se habían detenido a comer, y cuando estuvo apunto se ser las doce. Habían visitado un último lugar, un parque con una pequeña colina que daba una vista asombrosa. Ahí habían estado a las once y treinta minutos y por fin habían comido en un restaurante al aire libre, comieron hasta llenarse y terminaron justo para las doce para finalmente abrazarse bajo la luna. Los Min habían envuelto a Jungkook en sus brazos, aportándole un cálido y amoroso abrazo. Jungkook se sentía protegido nuevamente, aunque aún un poco extraño. Ese mismo día a esa misma hora, recibió una llamada de JiYoung, claro Jungkook aún no hablaba por lo que él sólo escuchó sus buenos deseos, queriendo también desearle algo pero sin poder pronunciarlo.

La noche prosiguió con una ligera charla, a Jungkook le gustaba escuchar a los demás, aunque en ocasiones pareciese que no prestaba atención.

A la hora de dormir había tenido un hermoso sueño y en la mañana había estado esperando como por algún instinto. Desayuno unos delicioso panques con mermelada y subió a su recamara y siguió esperando en la ventana, atento a cualquier movimiento que se presentase en el exterior. Entonces observo cómo un coche blanco se estacionaba enfrente de su hogar. Espero más y mantuvo su mirada en la persona que iba saliendo de este. Le resulto alguien hermoso desde la ventana, sintió ansiedad y se retiro de la ventana y apoyo su oído en la puerta de su pieza.

Se escuchó el timbre y enseguida la puerta de la entrada abrirse.
Notas finales: Si es un poco corto, perdón. Pero así es como quedo, esto es más bien como para explicar un poco toda la situación. Igual el capítulo que sigue, es ahora la narración de la historia de Suga. Subo este lunes el siguiente. Espero le guste unnie cx igual por si más personas leen esto. Igual espero les guste. : no creo que eso pase pero en fin.

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