Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hechos el uno para el otro por TokiitaNaruLoveBK

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este fic lo hice para un festival literario pero decidí guardarlo para el 23 de Octubre, día del SasuNaru, por los examenes no pudo publicarlo ayer pero aquí lo tenemos hoy con mucho gusto. 

No es la gran cosa pero espero que les guste, aunque la historia es rápida y breve, me gustó y espero que a ustedes también les guste. 

 

www.facebook.com/UchihaNaruYaoi 

 

Aquí les dejo mi fic Irreal, el cual actualizo los miércoles pero que esta semana no pude por examenes, este fin de semana espero tener un capitulo para el miércoles de la próxima y espero más que nada tener tiempo para subirlo pues, la siguiente semana también es de examenes. 

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=122539

Hechos el uno para el otro
UchihaNaru

 

"Toda la vida. Y muchas más"

 

 

Fue el sonido ensordecedor que hizo el arma al ser disparada lo que lo empujó a proteger al pequeño cuerpo que tenía a su lado. Con su cuerpo entero rodeando al ojiazul en sus brazos, presionando su cabeza contra su pecho y dándole la espalda al agresor recibió directamente el disparo a quemarropa, sintió el dolor creciendo desde uno de sus costados y, para no gritar, se mordió el labio inferior con fuerza para no asustar a su pequeño hermano.

 

El hombre detrás de él dejó caer el arma al suelo y escuchó como murmuraba cosas inteligibles que no le importó saber, el mareo repentino le advirtió que no tenía mucho tiempo y separó a su hermano pequeño para que lo mirara directamente a los ojos.

 

-Corre -La orden fue clara, su hermano lloró con más fuerza cuando le dio la vuelta con fuerza y lo empujó a la puerta principal, el pequeño se negaba a dejarlo ahí -¡LARGATE, AHORA! -Los ojos azules de su hermano lo miraron por última vez antes de salir corriendo, el mayor tosió y una pequeña mancha de sangre se esparció en el suelo, su vista se oscureció y, antes de caer inconsciente, miró a su espalda para encontrarse con su agresor sentado en el suelo, abrazando sus piernas, llorando y pidiéndole perdón.

 

Después de eso, su cuerpo cayó.

 

 

-----

Era una mañana tranquila en la universidad, Deidara e Itachi, aunque no gustaran de la compañía del otro, caminaban codo a codo hacia el estacionamiento para ir a la primaria de sus hermanitos, ya que, la semana pasada, Deidara había tenido que ingresar su coche al taller y, aunque se negó, el pequeño de la familia junto al menor de los Uchiha pidieron ir y venir juntos hasta que el dichoso auto saliera de mantenimiento.

 

La mirada azulina de su hermanito y el ceño fruncido del de Itachi eran demasiado para los dos, negarles algo era imposible por lo que, inevitablemente, desde ese mismo lunes, tenían que pasar tiempo juntos en y después de la universidad sólo para mantener a los pequeños felices.

 

-¿Te parece si los llevamos a comer helado? Es viernes, seguro querrán que los llevemos por ahí -Deidara sonrió y asintió con la mirada fija al frente al tiempo que Itachi se quedaba embobado durante algunos segundos mirándolo antes de encender el auto, el camino hacia la primaria fue en silencio pero no uno incomodo, al llegar y salir del Ferrari negro no pasaron ni dos segundos antes de que Deidara escuchara su nombre ser gritado desde la entrada por un pequeño pelirrojo con ojos azules, el rubio sonrió y cerró la puerta para caminar hacía Luckei, su hermano menor.

 

-¡Dei-nichan! -La profesora que se encontraba en la entrada lo buscó con la mirada antes de dejar salir a Luckei, el pequeño seguramente hubiera salido corriendo si no fuera porque venía tomado de la mano de un chico pelinegro con ojos del mismo color, era Sora, el hermano menor de Itachi.

 

-¿Ustedes dos no se cansan de estar juntos, verdad? -Sora fulminó con la mirada a Itachi, Deidara sonrió y evitó reírse ante la mirada indignada del chico ojeroso, el rubio se agachó y saludó a su hermano con un abrazo, a Sora le revolvió el cabello y, aunque sólo consiguió un puchero por parte del susodicho, se quedó conforme, aparte de Luckei, nadie lograba sacarle un gesto o sonrisa a Sora.

 

-Lu' ¿Qué te parece si vamos a comer un helado? -El pequeño sonrió y miró a Sora esperanzado, el pelinegro le dio una pequeña sonrisa afirmativa antes de revolverle el cabello para comenzar a caminar a la heladería favorita de Lu y la cual se encontraba a la vuelta de ese lugar. Itachi y Deidara caminaban detrás de ellos, escuchando la plática que mantenían esos dos sobre las tareas que tenían para ese fin de semana.

 

-Son tan parecidos-desu - Deidara miró de reojo a Itachi solo para ver una sonrisa en su cara antes de escuchar un pequeño si  de su parte, Sora y Luckei les recordaban a sus otros dos hermanos, quienes cuando eran unos niños  eran iguales a los niños que caminaban frente a ellos, eran sin duda inseparables; con el tiempo fueron madurando y, tal vez ya no eran tan expresivos y cariñosos entre ellos pero, sin importar que la mayor parte del tiempo se la pasaban peleados, seguían siendo los mejores amigos y, lo que más gracia les daba es que, sin ser consientes, esos dos siempre iban uno detrás del otro.

 

-Ne, Itachi ¿Que no es nichan ese de ahí? -Habían entrado en la heladería, Deidara había tomado momentos atrás la mano de Luckei mientras que Sora se acomodaba al otro lado, quedando en medio de Itachi y el rubio. El Uchiha mayor miró a su hermano de reojo, quién miraba directamente a una mesa al fondo, Itachi alzó la vista sorprendiéndose al instante.

 

-Esta solo - Itachi estaba confundido, a su hermano no le gustaban las cosas dulces y el único helado que gustaba comer era el de menta y, según tenía entendido, en esa heladería no lo vendían, la risa de Deidara lo sacó de su ensoñación y, al ver que veía a alguien que salía del baño, dirigió su mirada hacia ese lugar solo para encontrarse a un rubio muy parecido al que tenía al lado, dicho rubio caminaba directamente a la mesa de su Ototo y al darse cuenta no pudo evitar sonreír con un poco de malicia comprimida.  

 

-Parece que los hemos agarrado en una cita-desu -A Deidara le parecía graciosa la situación, los dos mayores miraron como el rubio llegaba al lado del pelinegro en la mesa y, antes de sentarse a su lado, le besaba la mejilla juguetonamente, Itachi se dio cuenta del pequeño sonrojo del ojinegro y de la pequeña sonrisa fugaz en su rostro.

 

-Definitivamente una cita -Como hermano mayor que era, su responsabilidad de arruinar los momentos románticos de su hermano no iban a cambiar solo por tratarse de Namikaze Naruto, quien era  el hermano menor de Deidara y el hermano mayor de Luckei. Itachi comenzó su andar hacía la pareja, el rubio mayor no pudo detenerlo a tiempo antes de que llegara hasta la mesa en donde un mesero se iba con la orden del ojiazul, Itachi miró como Sasuke pasaba un brazo detrás de la espalda del menor y acercó sugerentemente su rostro a la mejilla del chico en su costado, Naruto se sonrojo y rozó sus narices incapaz de negarse a la insinuación, Deidara maldijo internamente a Itachi cuando, justo en el momento en que estaban a punto de juntar sus labios, dio un golpe seco en la mesa que hizo chillar graciosamente al menor antes de separarse rápidamente de Sasuke, el último mencionado gruñó antes de mirar a Itachi con claras intenciones de matarlo y se paró de su lugar, fue ese momento en el que Deidara decidió intervenir.

 

-Luckei, mira quien está por ahí -El menor se había estado distrayendo con Sora, quien después de avisar a su hermano sobre la presencia de Sasuke sacó su celular para enseñarle a Lu algunos videos graciosos, cuando Deidara llamó su atención y le señaló a Naruto, el pelirrojo no esperó mucho para salir corriendo directamente hacía su hermano mayor.

 

-¡Nichan!- Naruto miró a todos lados cuando escuchó aquella vocecita, cuando sus ojos azules se encontraron con un pequeño corriendo hacía él sonrió y se paró rápidamente para tomar entre sus brazos al pelirrojo de 6 años con cabello alborotado que se lanzó directamente hacía él.

 

-¡Lu! ¿Qué haces aquí, eh? -El pelirrojo río cuando Naruto le alborotó el cabello, Deidara caminó con una sonrisa hasta ellos y, una vez en frente, Naruto le sonrió nerviosamente con un pequeño sonrojo en las mejillas -Hey... Aniki -Deidara negó divertido, su hermano y Sasuke, aunque tenían años de conocerse, hasta principios de ese año tenía entendido que estaban dando un paso más en su relación, al principio las cosas no habían avanzado mucho, según palabras de Naruto se habían estancado en la parte del jugueteo sin salir oficialmente hasta algunos meses atrás cuando fue Sasuke quien pidió salir con él oficialmente, Deidara estaba al corriente de que ese día iban a tener una cita pero nunca pensó encontrarlos en ese lugar.

 

-¡Arg! ¡Suéltame, entrometido! -Naruto miró a su espalda para encontrarse a Sasuke siendo molestado por Itachi, quien lo abrazaba por detrás para torcerle graciosamente la cabeza, el rubio sonrió y miró a Deidara, quien reprimía una pequeña risa, Naruto desvió la mirada a Lu y, solo en ese momento se dio cuenta de la presencia de alguien más. Ahí, al lado de Deidara, estaba el mini Sasuke, el pequeño Sora.

 

-Hola, Sora-kun -Naruto recibió como contestación un movimiento de cabeza por parte del pequeño Uchiha, soltó a Luckei y este se colocó al instante al lado de su amigo. Naruto no pudo evitar pensar en Sasuke y en él a esa edad y, justo estaba por decírselo a su Uchiha cuando algo más llamó su atención, Itachi seguía con sus niñerías y evidentemente un alboroto más grande se formó detrás de él. Sasuke estaba sumamente enojado -Teme-ttebayo -El mencionado, que se preparaba para golpear a Itachi lo volteó a ver al instante -¿Te parece posponer esto, no sé, para mañana en la noche? -Al día siguiente habría una fiesta en casa de los Haruno, ninguno de los dos tenía planeado ir pero eso no quería decir que no pudieran tomarlo como excusa para verse y salir a otro lado, la proposición fue suficiente para calmarlo.

 

-Vaya, te tienen bien controlado -Un puntapié por parte de Sasuke lo hizo callar, Deidara lo vio con pena al instante en que se acariciaba la zona lesionada, Itachi insultó a su hermano por lo bajo al tiempo que este iba con Sora para saludarlo con un golpe en el hombro y a Lu con una pequeña sonrisa, en ese momento el mesero llegó para dejar el helado de vainilla de Naruto.

 

-Traiga dos helados de chocolate y uno más de vainilla, por favor -Sasuke tomó la mano de Naruto con la mirada de todos sobre ellos y, aunque se mostró apenado, el rubio no se negó y se sentó de nuevo con él, los pequeños tomaron lugar al lado del rubio y Deidara e Itachi al lado de Sasuke, la mesa era redonda y lo suficientemente grande para todos, el mesero se fue con las nuevas órdenes y Naruto le dio su helado al pequeño Sora.

 

El vainilla también era el sabor favorito del pequeño.

 

-Gracias -Sora desvió la mirada levemente sonrojado, Lu sonrió y esperó por su helado de chocolate al igual que Deidara, a Itachi solo le gustaba el helado de menta. Después de eso la tarde se fue rápida y tranquila, al anochecer fue Sasuke quien se ofreció a llevar a la familia Namikaze mientras que Itachi regresaba a la mansión al tener que terminar un reporte para la universidad que tenía que enviar por correo a un profesor antes de media noche, Sora fue con él y se acomodó en los asientos traseros entre Lu y Deidara, el camino fue rápido y para nada silencioso con Naruto y Lu hablando y riendo de todo. Deidara se mantenía en silencio, observando como Sora no soltaba la mano de su hermano menor y, por el retrovisor, miraba como Sasuke sonreía cada vez que Naruto reía por las ocurrencias de Lu.

 

Al llegar frente a la casa no pudo evitar fijarse que, antes de salir del auto, Naruto cruzaba miradas con Sasuke, le sonreía y lo besaba rápidamente en los labios para salir no sin antes prometerle llamarlo antes de media noche, Sora y Lu se despidieron y prometieron quedar para jugar videojuegos en casa del Uchiha menor al día siguiente.

 

Deidara rió.
Definitivamente eran parecidos.

 

Sasuke se fue una vez que los vio entrar a casa, Deidara llevó a Lu a su habitación para jugar un rato con él mientras Naruto iba a la cocina a preparar la cena, el ojiazul sacó huevos, queso, nopales, tomate y cebollas, comenzó a cocer los tres últimos ingredientes, rompió los huevos en un plato hondo y movió el contenido con una cuchara, Naruto podía escuchar las risas de sus hermanos e inevitablemente sonrió para sus adentros, una vez listo lo demás, el rubio estaba por esparcir el huevo en la sartén junto a los nopales cuando el sonido de la puerta principal siendo azotada lo detuvo al instante.

 

Naruto tembló ligeramente.

 

-¿Naruto? ¡Naruto! -El mencionado escuchó como las risas paraban, seguramente Deidara también había escuchado la puerta y el grito, él por otro lado decidió ignorar todo llamado y concentrarse en lo que hacía -¡Naruto! -Escuchó pasos acercándose -¿Qué no tienes boca? ¿No me escuchas, pequeño inútil? -Naruto siguió sin responder o voltearse puesto que detrás de él se encontraba Minato Namikaze, su padre, seguramente ebrio y sumamente enojado -¡Te estoy hablando! -Naruto reprimió un grito cuando sintió un jalón en su cabello, llevó sus manos a la del mayor y se dejó guiar hasta la sala, su padre lo tiró sobre el sofá y, justo cuando alzaba la mano, tal vez para golpearle, Deidara lo llamó.

 

-¡Oye! -Su padre lo miró y sonrió embelesado -¿Qué rayos estás haciendo? ¿Y cómo entraste aquí? -Minato caminó hasta Deidara con intención de abrazarlo, el rubio dio un paso hacia atrás cuando su padre se acercó aun sin responder -Te estoy haciendo una pregunta, Minato - El mayor lo miró apenado.

 

-Deidara, hijo -Volvió a intentar acercarse, Deidara alzó una mano en señal de alejamiento -Cariño, no te he visto desde hace años ¿Por qué te pones así? -Naruto se quedó callado mientras se tragaba las lágrimas y miraba de reojo  la puerta de la habitación de Lu abierta, esperaba que su hermano no estuviera escuchando nada de lo que Minato estuviera diciendo.

 

- Te lo preguntaré por última vez ¿Cómo entraste? -Minato le enseñó una llave -¿Quién...? -Deidara miró a Naruto encogerse -¿Naruto? ¿¡Pero en qué estabas pensando?! ¡Este...Infeliz te lastima y tú...! -- ¡Es nuestro padre Deidara! Y él no quiere lastimarme, yo tuve la culpa, siempre es mi culpa -Deidara miró a Naruto suplicante, habían pasado tres años, se suponía que durante ese tiempo jamás lo había vuelto a ver y sin embargo su hermano seguía siendo el juguete de su padre y, aunque lo había alejado lo más que pudo, eso no había cambiado en lo absoluto.

 

-Lárgate, ahora -Minato quiso alegar algo, pidió ver a Luckei, Deidara se enojó aun más -¿Verlo? ¡¿Y desde cuándo te importa verlo?! -Minato miró de reojo a Naruto buscando apoyo, Deidara miró impotente la mirada suplicante de Naruto y el leve temblor de su cuerpo -No lo repetiré de nuevo Minato, o te vas o llamaré a la policía para que te saque de aquí -Minato endureció la mirada y salió de ahí no sin antes despedirse con una sonrisa del rubio menor, el ojiazul se despidió en un susurro de él  y, después de esto, salió sin decir algo más. Luckei salió con paso lento hacía el rubio mayor cuando escuchó la puerta principal abriéndose y cerrándose.

 

-¿Era papá? -Deidara asintió. Luckei, aunque aun era un niño, sabía que su padre no era bienvenido a su hogar y que lastimaba a su hermano Naruto, para el pequeño aquel hombre solo era un desconocido y lo odiaba. Cuando tenía tres años aun vivían con Minato, un día llegó y estaba lo suficientemente ebrio como para gritarle que él había matado a su madre, quien había fallecido al darle a luz, desde entonces supo que ese hombre era malo, más cuando, ese mismo día, miró como golpeaba a Naruto cuando intentó separarlo de él, segundos después Deidara llegó y los sacó ese mismo día de ahí, el pequeño decidió nunca dirigirle la palabra al que decía ser su padre -¿Estás bien, nichan? -Naruto sintió a Lu a su lado, alzó la vista y la mirada preocupada que le lanzó fue el detonante para comenzar a llorar.

 

-Sí, lo estoy, no te preocupes Lu, lo estoy - Naruto abrazó al pequeño y Deidara fue hasta ellos para sentarse al lado de Naruto, le puso una mano en la rodilla para mostrar su apoyo y, cuando estuvo más tranquilo, Lu se subió a sus piernas; dos horas después se quedó dormido y fue entonces cuando Deidara pidió la atención de su hermano menor.

 

-Cambiaré las cerraduras mañana mismo, no hagas que decida no darte una llave -Naruto asintió y se levantó con su hermano en brazos, estuvo por llevarlo cuando Deidara decidió hacerlo el mismo , le quitó a Lu de sus brazos y le pidió a Naruto que lo esperara sentado, aun no terminaban de hablar. Naruto se sentó y, una vez solo, su celular comenzó a sonar con el tono de Sasuke, el rubio limpió su cara rápidamente, respiró hondo y contestó.

 

-Hey, te dije que yo llamaría... Si, si, ¿Te parece si vamos al cine y a cenar?... ¿Raro? No, no, claro que no he estado llorando, ¿Pero qué dices? -Naruto se mostró nervioso, a veces odiaba que Sasuke supiera con tan solo escuchar su voz cómo se sentía en realidad -Basta Sasuke, ¿No puedes ignorar por única vez tus sospechas?... Si, hablo muy en seri... ¿¡Qué?! ¿De verdad vas a reprocharme de nuevo esto? No... ¡Déjame habla...! ¡BIEN-TTEBAYO! Espero que disfrutes la cena de mañana tú solo -Deidara había salido y había escuchado un poco más de la mitad de la conversación, escuchar de nuevo los sollozos de su hermano le dijo que lo mejor era dejarlo solo por esa noche, al día siguiente ya tendrían tiempo de hablar y no solo sobre su padre, sino también de Sasuke.

 

Durante toda la noche no pudo dormir, Deidara se la pasó escuchando los sollozos y los movimientos en la cocina  y sala durante horas, cuando pararon miró el reloj a su lado, eran las 3 de la madrugada, pensó que no podría dormir pero, pocos minutos después, por fin se quedó dormido.

 

 

 

-----

Al día siguiente Deidara estaba en la universidad, no había podido hablar con Naruto porque esto lo evitó durante el poco tiempo que estuvo ahí, el rubio suspiró incapaz de saber qué hacer con su hermano. Era la hora del almuerzo pero no tenía ánimos para comer, Deidara llevaba más de media hora mirando su comida en silencio, Itachi lo vio desde lejos y aunque no lo iba a aceptar, estaba preocupado, el semblante de Deidara era cansado y se mostraba muy preocupado.

 

Se sentó frente a él para sacarlo de su ensoñación.

 

-A  ti te pasa algo -Deidara desvió la mirada -Oye, puedes confiar en mí y lo sabes ¿no? -Si no se llevaban bien no era porque no se agradaran, esa era su manera de relacionarse, Dei tenía un carácter explosivo e Itachi lo desesperaba seguidamente, aun así Deidara sabía que el mayor tenía razón, fue por eso que decidió hablar, lo necesitaba, ya no podía más con todo eso él solo.

 

-Es Naruto -Itachi se tensó por la mirada preocupada de Deidara sobre él -Tú conociste a mis padres pero, después de la muerte de mamá, Minato decayó, la razón por la que me fui de casa no fue porque su trabajo ya no le permitía hacerse cargo de mis hermanos, fue porque se volvió alcohólico -Itachi frunció el ceño sin interrumpir al rubio -Minato se volvía violento cuando tomaba y, cuando Lu tenía tres años estuvo a punto de lastimarlo, Naruto se interpuso y él lo golpeo, cuando yo llegué lo tenía contra el suelo y ya le había pegado dos veces en el rostro, tenía el labio partido y el ojo hinchado, Naruto lloró y dijo que había sido su culpa, que cuando llegó a casa y llevó rápidamente a Lu a su habitación para que no lo viera así, papá pidió verlo y Naruto se lo negó, comenzó a gritar y Lu salió, le gritó y lo culpó de la muerte de mamá, se tiró sobre él y lo zarandeó con fuerza, Naruto lo empujó para separarlos y fue cuando Minato le aventó el primer puñetazo en el estomago, lo puso contra el suelo y siguió -Deidara no supo en qué momento comenzó a llorar pero era inevitable, había aguantado lo suficiente -No sé cuántas veces ha visto a Naruto después de eso pero él le dio una copia de la llave de nuestro apartamento, anoche llegó y si no hubiera estado ahí lo hubiera golpeado de nuevo ¡Lo tenía contra el sofá! Tenía el puño en el aire y Naruto de nuevo se echó la culpa del comportamiento violento de papá -Itachi se paró y se acomodó al lado de Deidara para abrazarlo, el rubio correspondió y escondió su rostro en el pecho del mayor sin parar de hablar -Él no ve que papá ha cambiado, Naruto aun cree que Minato puede llegar a ser el mismo de antes y no es así, sigue tratándolo con cariño, le muestra lo mejor de él y lo único que recibe a cambio son insultos y golpes, ese hombre ni siquiera lo quiere y Naruto no hace más que verse a sí mismo como el problema, como si el que comete los errores fuese él y no... -Itachi acarició los cabellos de Deidara cuando las lágrimas no lo dejaron seguir, el rubio respiró hondo y trató de calmarse un poco para continuar- Mi pequeño ha llorado, sigue sonriendo pero poco a poco se rompe frente a mis ojos, él se encargó de destrozar a Naruto y, durante estos tres años, que lo alejara de él no ha servido de nada, sigue con esa noción de que todo es su culpa y, aunque parece fuerte no lo es Itachi, Minato lo ha sometido a un maldito infierno y he hecho de todo pero él se niega a poner de su parte, sigue viéndolo como el padre amoroso que le contaba Alicia en el País de las Maravillas antes de dormir y no comprende que ese hombre ya no existe, que jamás va a regresar y que lo único que hace es hacerle daño -Algunos alumnos que pasaban por ahí los miraban con curiosidad, ninguno se paró a husmear pero Itachi sabía que ese no era el mejor lugar para seguir hablando de ese tipo de cosas, cuando supo que Deidara ya estaba más tranquilo le pidió ir a su auto, una vez ahí, Deidara volvió a hablar -Naruto era el consentido de papá, no me extraña que se niegue a ver la verdad pero esto ya es demasiado, Minato empeora con los días y tengo miedo de que un día incluso llegue a matarlo y Naruto, ¿Cómo puedo estar seguro de que no le dará una copia de la nueva cerradura?, me pregunto ¿Cuántas veces no ha estado en nuestro apartamento? ¿Cuántas veces me mintió diciendo que los golpes eran por los entrenamientos de Lacrosse cuando en realidad era Minato él que lo golpeaba? -Itachi tomó la mano de Deidara y la enlazó con la suya, quería que sintiera su apoyo.

 

-¿Nunca pensaste en pedir una orden restrictiva? -Deidara negó.

 

-La última vez que lo había visto fue frente al jurado cuando pedí la custodia de mis hermanos, Minato fue el que dijo que estaba de acuerdo y no investigaron ni pusieron peros, pensé que se había mantenido al margen hasta ayer -Itachi asintió en silencio y suspiró, la situación era grave.

 

-Estamos a tiempo de presentar cargos por agresión Deidara, podemos pedir una orden ahora y alejarlos de ti y de tu hermano, Naruto posiblemente se negara pero no podemos ponerlo en peligro más tiempo - Deidara asintió e Itachi encendió el automóvil, irían a la jefatura en ese mismo instante. 

 

 

 

----

-Naruto, ¡Naruto, basta! -Sasuke se interpuso entre el camino de Naruto, el pelinegro había ido al supermercado para comprar algunas cosas y fue una casualidad verse ahí, Naruto lo miró con el ceño fruncido, intentó evadirlo pero no lo permitió, ya estaba harto de ser ignorado, durante la noche anterior y esa misma mañana lo había estado llamado sólo para entrar directamente al buzón de voz, estaba enojado -Por favor, tenemos que hablar -

 

-Dijiste suficiente anoche-ttebayo -Sasuke suspiró y Naruto respiró hondo para tranquilizarse -No puedes decir que no confío en ti cuándo tú tampoco lo haces en mi -Sasuke gruñó y miró a Naruto directamente a los ojos.

 

-¿No confiar en ti? ¡Por favor, Naruto! Durante toda mi maldita vida te he tenido a mi lado, cuando éramos niños fuimos inseparables, al crecer pasamos a ser mejores amigos, ¡Yo estuve ahí cuando murió tu madre! Y fui yo el primer en decir Te amo... ¿Cómo puedes decir que no confío en ti? ­-Naruto sintió sus ojos arder y dejó salir un pequeño sollozo, Sasuke suavizó su expresión, el menor rompió en llanto cuando sintió al Uchiha rodeándolo con sus brazos, lo cierto era que ya no podía más, no quería estar enojado con Sasuke por tonterías, tenía suficiente con la situación de Minato-¿Qué es lo que escondes, Naruto? Sabes que yo haría lo que fuera por ti, así que ¿Por qué no me dejas ayudarte? -Naruto no le contestó, por el contrario, siguió llorando sin poder parar, Sasuke decidió que las comprar podían esperar, tenía que llevarse a Naruto de ahí.

 

 

 

 

-----

-Yo... He estado viéndome con papá durante estos tres años -Sasuke había llevado a Naruto fuera del súper, lo llevó a su auto y tomó camino a la mansión de su familia, en ese momento sus padres se encontraban de viaje e Itachi aun debería seguir en la universidad, los minutos que duró el trayecto fueron suficientes para que Naruto terminara de llorar y, una vez que se encontraron sentados sobre la cama del Uchiha, habló. Claro que, lo que Sasuke escuchó no fue, evidentemente, de su agrado.

 

-Pero... ¿En qué estabas pensando? Él... ¡Él te golpeaba! Naruto tú... ¡Me prometiste mantenerte alejado de él! -Sasuke estaba furioso, el menor sabía que era inevitable que se pusiera así, el mayor era el único que sabía que Minato lo había estado agrediendo desde la muerte de Kushina solo para no desquitarse con un bebe, con Luckei. Naruto se lo había dicho después de irse de aquel lugar para vivir bajo la tutela de su hermano mayor, aquel día Naruto cometió el error de decirle a Sasuke que aun creía que Minato era inocente de todo eso, que él lo había provocado cada una de aquellas ocasiones. Fue ahí cuando le hizo prometerle que jamás buscaría a Minato pero dos semanas después lo encontró comiendo en una cafetería, el mayor lo vio y, aunque se dio la vuelta, pronto lo tuvo a su lado con una sonrisa enorme, Minato lo abrazó y le pidió perdón, suplicó por una segunda oportunidad para con él y se la dio.

 

Tiempo después se dio cuenta que había sido pobre iluso.

 

Quedaron en verse de vez en cuando después de eso y lo inevitable llegó después, en algunos encuentros Minato se había enfurecido, los golpes los tapaba con la excusa de habérselas hecho en los entrenamientos. Lo que había pasado la noche anterior sí que había sido su culpa, había perdido su llave pero nunca creyó que fuese Minato quien la tenía, él había sacado una copia de la de su hermano mayor sin que se diera cuenta pensando que en realidad la había perdido por la escuela o algo así, la noche anterior, cuando escuchó la puerta siendo azotada, supo al instante que Minato la había tomado la última vez que se vieron.

 

Había sido su culpa, un error.

 

-Él me pidió perdón, me prometió que cambiaría yo... Yo tuve la culpa de que él- -¡No! Naruto tú no tienes la culpa de nada, ¡Él está enfermo! ¡Por el amor de dios, eres su hijo! ¿Qué padre que dice amar a su hijo lo lastima de esta manera? -Sasuke acarició el rostro del menor, lo obligó a mirarlo a los ojos y  habló con toda la seriedad que la situación pedía -Naruto, te amo -El menor comenzó a llorar -No voy a permitir que te hagas esto a ti mismo, Minato no va a cambiar, él no te quiere y no lo hará, nadie lastima a la gente que ama, ¿Me escuchas? Nadie -Naruto se abrazó a Sasuke y este correspondió -Cuando comenzamos esto me prometí a mí mismo nunca dejar que nadie te hiciera daño, voy a protegerte a costa de mi vida si es necesario -Naruto alzó la cabeza y miró a Sasuke con los ojos brillosos por el agua salina que caía por sus mejillas, acercó su rostro al del pelinegro y rozó sus narices como siempre lo hacían antes de besarse, juntaron sus frentes, se miraron por última vez antes de cerrar los ojos y unieron sus labios.  Naruto pasó sus brazos alrededor del cuello del mayor y este puso sus manos en la cadera del rubio, durante los siguientes minutos las caricias se basaron en roses inocentes y pequeño besos, se separaron un poco para mirarse a los ojos con intensidad -Prométeme y esta vez no me falles Naruto, prométeme que te mantendrás alejado de él- Naruto asintió, esta vez no solo prometiéndole a Sasuke sino también así mismo, las cosas tenían que parar, no podía seguir permitiendo que Minato lo manipulara. Sasuke sonrió complacido y fue entonces cuando lo beso de nuevo y, esta vez, con más ímpetu.

 

Por obviedad, las cosas subieron de tono.

 

Naruto contuvo el aliento cuando Sasuke lo acostó sobre la cama, sus pupilas se dilataron y no pudo evitar dejar salir un pequeño jadeo cuando sintió los dedos fríos del mayor en la piel descubierta de su cadera al estar su camisa un poco alzada, Sasuke sonrió y acercó su rostro nuevamente al suyo para besarlo esta vez muy despacio y tomándose su tiempo, ninguno de los dos tenía prisa y a Naruto le encantaba la idea de seguir con Sasuke de esa manera, si fuese posible,  durante días, meses o incluso para siempre.

 

Después de seguir un rato de esa manera, Sasuke en algún punto comenzó a frotarse contra el menor, ahora los dos estaban excitados y dispuestos, justo como la primera vez hace tres años en esa misma habitación, cuando lo habían hecho con el acuerdo de no ser nada serio, cuando lo habían hecho con sentimientos escondidos y un supuesto amor no correspondido. Sasuke se dijo así mismo que las cosas ahora eran diferentes, que ya no tenían porque esconderse, ahora Naruto era suyo y él lo era del menor.

 

Naruto gemía su nombre, quería atención y Sasuke con gusto se la dio, el pelinegro  bajó sus pantalones junto a la ropa interior y, sin darle tiempo a procesarlo, comenzó a engullir el pene del menor, Naruto se retorció en la cama por el repentino placer al ser la humedad y la saliva de la boca de Sasuke  un martirio que no se negaba a sentir cada vez que se encontraban a solas en alguna habitación.  

 

Cuando Sasuke se percató de que los gemidos habían subido de tono después de un rato supo que Naruto estaba por terminar, alzó una mano hacia la boca de Naruto y el menor, sabiendo lo que quería, comenzó a chupar dedo por dedo con lentitud, buscando provocar a Sasuke, quien al sentir y ver esto de reojo tuvo que pedirle ayuda a los cielos para que su fuerza de voluntad no lo abandonara y no perdiera el poco control que aun tenía sobre su cuerpo. Cuando Sasuke ya tiene suficiente, separa su mano de la lengua juguetona del menor, lo lleva hasta la parte posterior de este y, al sentir un leve levantamiento de caderas, introduce el primer dedo para seguir con su felación.

 

Naruto no sabe si podrá aguantar por mucho tiempo, el tiempo pasa y un dedo se convierte en dos y tres, Sasuke sigue saboreando su entrepierna y, cuando toca un punto sensible dentro de él con esos dedos mágicos no puede más. Naruto se corre y Sasuke se traga todo, satisfecho al haber sacado de control a su pequeño angelito.

 

Sasuke entonces saca los dedos de dentro de él y se acomoda entre sus piernas, acerca su pene a la entrada del menor y, al tiempo que lo introduce lentamente también se acerca hasta su boca y le besa demandante, Naruto le toma por los hombros y no puede evitar rasguñarlo por el dolor placentero que siente por la exquisita intromisión. Es en esos momentos cuando el rubio se siente como nunca, Sasuke, de entre todos, era la única persona capaz de hacerlo sentir de esa manera, le hacía sentir cosas que le hacían temblar y, cuando se tornaba atrevido, era imposible no derretirse entre sus brazos.

 

-Voy a hacerte el amor -Lo había susurrado en su oído, le había provocado un escalofrío y excitación, Sasuke sonrió con altanería porque le encantaba tener a Naruto de esa manera, y se refería a tenerlo con los ojos brillosos, la boca entre abierta, mejillas sonrosadas y respiración agitada; simplemente era el mejor de los cuadros.

 

Sin embargo, Sasuke no era el único que disfrutaba de la imagen, para Naruto sin duda era cómo ver a un dios, Sasuke sonreía de forma galante  con los brazos tensos por mantenerlos estirados a cada lado de su cabeza, los continuos besos le habían dejado los labios hinchados y sin duda, el hecho de que tuviera el cabello alborotado era por completo culpa suya.

 

No es hasta que Sasuke lo besa de nuevo cuando da la primera embestida, los movimientos eran lentos pero profundos, algo que sin duda enloquecía a los dos, al poco tiempo, cuando era Naruto quién pedía más velocidad y un poco de rudeza, lo dicho se incrementó y Sasuke arremetió con todo lo que tenía contra Naruto, besándolo, marcándole el cuello, diciéndole que lo amaba y repitiendo una y otra vez su nombre. Naruto estaba igual de enloquecido que él, jadeaba y gemía con fuerza, decía el nombre del mayor y correspondía como podía a cada uno de los te amo que alcanzaba a escuchar por sobre su voz, fueron unos minutos más los que duraron antes de correrse, uno de nuevo pero esta vez sobre los estómagos de los dos y otro dentro de su novio.

 

Sasuke y Naruto se miraron a los ojos y repentinamente se comenzaron a reír, aun no podían creer que siendo amigos durante toda la vida nunca se hubieran dado cuenta lo que el otro sentía por el contrario. Sasuke salió de Naruto y se acomodó a su lado, lo abrazó contra su pecho y lo tapó con la colcha cuando lo sintió temblar, antes de quedarse dormidos lo hizo mirar sus ojos.

 

-Una promesa es una promesa ¿Vale? -Naruto asintió -No quiero enterarme de que la has roto, porque entonces significará que esto -Sasuke señaló el espacio entre los dos -No significa nada para ti y Naruto, yo te amo, pero, si vuelves a verlo, no te lo perdonaré... jamás -

 

-Lo sé y no lo haré, no quiero perderte, no a ti -Naruto se abrazó de nuevo contra su pecho, Sasuke sonrió y besó su frente para dar por terminara la conversación, a los minutos la respiración de Naruto era tranquilo y supuso que se había quedado dormido, él también cerró los ojos y, sin importarle la luz que se filtraba por las cortinas, al poco tiempo también se durmió.

 

 

 

----

Habían pasado dos meses desde que Deidara e Itachi habían ido a presentar cargos y a pedir una orden de restricción contra Minato, para sorpresa de los dos hermanos mayores, Naruto no se negó al procedimiento, Sasuke lo había hecho entrar en razón aunque por dentro aun no podía dejar de querer a su padre, aun así no estaba dispuesto a perder a su novio, Sasuke era la única persona a la cual amaría con locura y no estaba dispuesto a terminar una relación por un hombre que, como decía Deidara y todos en general, no valía la pena, Naruto sin duda se convenció así mismo de que las cosas estaban mejor así, Minato era un peligro para su hermano y para él, tal vez, con aquel juicio, el juez decidiría que su comportamiento necesitaba un procedimiento psicológico y alguien lo ayudaría, Naruto eso era lo único que quería.

 

Por desgracia, cuando el juicio dio fin no pudieron hacer mucho, con muchos peros de por medio les dieron la orden pero rotundamente se negaron a encerrar a su padre por agresión cuando no había prueba de ello, al jurado no le basto la simple palabra de Naruto, la declaración de Sasuke o la de Deidara, eran palabras que para ellos no tenía peso alguno.

 

-Iré a cenar con Itachi -Deidara llegó a la cocina y besó su frente antes de tomar su chaqueta, Naruto se rió y le deseó suerte, su hermano y su cuñado, a partir de su apoyo con todo el proceso legal, habían comenzado una rara relación, la semana pasado Deidara le había dicho que intentarían formalizar las cosas y que Itachi le gustaba de verdad, si seguían así estaba seguro de que todo Namikaze estaría con todo Uchiha, incluso ya podía ver a su hermano Lu con 11 o 12 años diciéndole que Sora lo había besado, justo como él había llegado con Deidara para decirle que Sasuke y él accidentalmente lo había hecho después de que él había sido empujado por un compañero del salón. Fue después de ese beso cuando supo que estaba sintiendo cosas raras por aquel tonto Uchiha.

 

-¡Naru-nichan! ¡Mira! -Estaba haciendo la cena, hot cakes por la caprichosa petición de Lu, el pequeño en cuestión había entrado con una foto en manos, eran Sasuke y él, su pequeño hermano la había tomado el fin de semana anterior cuando el Uchiha había ido al departamento para ver una película con el ojiazul, el chico había llevado a Sora y Lu no esperó para llevarlo a su habitación para jugar pero, en algún momento, a mitad de la película, cuando comenzaron a rozar sus narices como siempre hacían, un flash los desorientó momentáneamente.

 

Lu les había tomado una foto en esa posición y esa era la foto que ahora le mostraba, Naruto sonrió enternecido, tomó la foto y besó la frente de su hermano, después de eso dejó la foto en la mesa, su hermano se sentó  en la silla  y él le sirvió los hot cakes que tanto quería, le pasó la miel y el pequeño comenzó a comer, justo estaba por servirle un poco de leche cuando el sonido de dos disparos lo asustó.

 

-¿Qué...? -Naruto le hizo una señal a su hermano para que se callara, lo llamó para que se pusiera a su lado cuando escuchó pasos dentro de su hogar, le habían disparado a la puerta y, fuese quien fuese esa persona, ahora estaba dentro y caminaba directo hacia ellos, hacia la cocina.

 

-¿Naruto? -El mencionado palideció -¿Naruto, hijo, dónde estás? -El rubio tembló y se agachó a la altura de su hermano, los pasos se escucharon más fuerte.

 

-Escúchame Lu, quiero que, cuando te diga que corras, lo hagas ¿Entendido? -El pequeño asintió asustado -No importa lo que pasé o lo que veas, debes ponerte a salvo -Naruto comenzó a llorar y  Lu también lo hizo sin poder evitarlo, ver a su hermano asustado, vulnerable, lo puso de nervios a él. El mayor abrazó con fuerza al pelirrojo al mismo tiempo que alguien entraba a la cocina.

 

-Aquí estas, pequeño -Naruto alzó la vista y se encontró con la mirada cariñosa de su padre, el rubio se levantó y puso detrás de él a Lu, protegiéndolo, Minato frunció el ceño por esta acción -¿Lo proteges? ¿A él? -Naruto no dijo nada -¡CONTESTAME! ¿Por qué lo proteges, Naruto? ¿Por qué proteges al que mató a mi Kushina? -Minato estaba fuera de sus cabales, el mencionado tenía miedo de moverse y tembló cuando el arma que el mayor había mantenido oculta le apuntaba directamente a la cabeza -Apártate -Naruto se negó -¡He dicho que te apartes! Ese niño no debe existir, él ¡Él arruinó nuestras vidas! Él y Deidara fueron los culpables de todo, te convencieron de separarte de mí hace tres años, fue por Luckei que todo esto sucedió ¿Qué.. qué no lo ves? -Minato dio unos pasos hacía ellos, Naruto retrocedió y esto sacó más de quicio al mayor, para calmar un poco su ira golpeó la mesa con la culata y entonces lo vio. La foto -Uchiha Sasuke... ¿Y tú? -El enojo en la voz de su padre era palpable, el mayor tomó la foto y la arrugó para después tirarla al suelo -Ahora entiendo, él estaba el día que te tocó atestiguar, él... lo que dijo-Minato miró con odio la foto en el suelo- Yo estaré aquí para ti, no lo necesitas -Naruto tembló al escuchar esas palabras, cuando el juicio comenzó su padre había intentado acercarse a él y Sasuke evitó que lo volteara a ver, fue entonces que dijo esas palabras pero no pensó que su padre lo hubiera alcanzado a escuchar -Tú me necesitas, siempre me has necesitado -Naruto habló antes de proponérselo.

 

-¡No! ¡No te necesito ahora ni nunca! Sólo me has lastimado, humillado y golpeado ¡TÚ NO ERES MI PADRE! ¡él.. él murió junto a mamá! ¡Tú solo e--! -Fue un golpe seco. Minato, enfurecido por las palabras de su hijo, caminó hasta él, alzó el arma y golpeó a Naruto tan fuerte como pudo con ella, Lu gritó y su padre le dijo que se callara, Naruto se revolvió en el suelo y fue arrastrado por su padre hasta la sala por el cabello, Lu los seguía con un arma siendo apuntada a su cabeza. Una vez ahí Naruto miró con esperanzas la puerta abierta de par en par, el sonido de los disparos debieron escucharlo los vecinos, esperaba que alguno tuviera la iniciativa de llamar a la policía.

 

-Ve con tu hermano -Lu corrió a sus brazos. Minato se río.

 

-Si no me necesitas, bien... Eso no quiere decir que no pueda llevarte conmigo, pero él -Minato apuntó a Lu y este comenzó a llorar -Él muere aquí y ahora - Fue la mirada determinada de su padre y el sonido ensordecedor del arma al ser disparada lo que lo empujó a proteger al pequeño cuerpo que tenía a su lado. Con su cuerpo entero rodeando al pequeño pelirrojo en sus brazos, presionando su cabeza contra su pecho y dándole la espalda al rubio mayor recibió directamente el disparo a quemarropa, Naruto sintió el dolor creciendo desde uno de sus costados y se mordió el labio inferior con fuerza para no asustar más a Lu.

 

Minato dejó caer el arma cuando miró la sangre salir del cuerpo de su hijo y comenzó a murmurar su nombre siendo incapaz de creer lo que había hecho, a Naruto le importaba muy poco su situación o sus palabras, por ahora solo podía pensar en Lu y, al sentir un mareo por la falta de sangre, supo que no tenía mucho tiempo, Naruto separó a su hermano pequeño para que lo mirara directamente a los ojos.

 

-Corre -La orden fue clara, su hermano lloró con más fuerza cuando le dio la vuelta con fuerza y lo empujó a la puerta principal, el pequeño se negaba a dejarlo ahí -¡LARGATE, AHORA! -Los ojos azules de su hermano lo miraron por última vez antes de salir corriendo, el rubio menor tosió y una pequeña mancha de sangre se esparció en el suelo, su vista se oscureció y, antes de caer inconsciente, miró a su espalda para encontrarse con Minato sentado en el suelo, abrazando sus piernas, llorando y pidiéndole perdón.

 

Después de eso, se desmayó.

 

Minato se acercó a su cuerpo cuando el silencio reinó en la habitación, el hombre lloraba desconsolado, había lastimado al único ser que aún lo quería, que creía en él. Las cosas no se suponían que terminarían así, él había ido con la intención de llevarse a Naruto con él para que jamás los separaran de nuevo. El rubio acercó su mano y acarició los cabellos de Naruto, sacudió su cuerpo levemente llamándolo por su nombre en susurros pero el menor no respondió, Minato no se percató del sonido de las patrullas frente a la casa, no se percató de los oficiales apuntándole a la cabeza que le pedían alejarse de su pequeño, Minato sólo reaccionó cuando un hombre tomó sus brazos para ponerlos en su espalda para ser esposado, comenzó a gritar que lo dejaran cuando lo alejaron del cuerpo del ojiazul.

 

Paramédicos entraron en ese momento para llevarse a Naruto.
Aun respiraba y su pulso era constante.

Podían salvarlo.

 

 

 

---

-Lo daremos de alta justo ahora Sasuke, el paciente se ha recuperado maravillosamente así que no te preocupes, Naruto es fuerte -Sasuke le asintió a Tsunade, la jefa de hospital y amiga íntima de la familia Uchiha, ella se había encargado de la cirugía de Naruto para extraer la bala que había dado contra el oblicuo externo, por suerte no había dado con ningún órgano vital y, gracias a que lo habían traído a tiempo, no hubo ningún inconveniente para salvarle la vida.

 

Sasuke entró en la habitación de Naruto con un peluche de un zorro en manos.

 

-Hola-ttebayo -Naruto le sonreía sentado en la orilla de la camilla del hospital, su pequeño estaba bien, feliz y más seguro que nunca ahora que Minato había sido arrestado y condenado a toda una vida dentro de un psiquiátrico.

 

-Hola, Dobe -Sasuke se acercó a él y lo besó lentamente, Naruto se sonrojó y le sonrió con timidez, aun no se acostumbraba a los besos espontáneos de su novio -Lu y Deidara estarán esperando en casa, en cuanto la vieja te dé de alta iremos a verlos - Naruto asintió feliz, odiaba los hospitales, eran demasiado deprimentes para él, por suerte, día con día, tenía a todos por su habitación, el último en irse siempre era Sasuke al igual que era el primero en llegar -Ne, Te amo, teme -Sasuke rió y le dio un beso rápido a Naruto para después juntar sus frentes.

 

-Y yo te amo a ti, Dobe -Sasuke enlazó sus manos con las de Naruto y sintió el anillo que él mismo había colado unos días atrás en el dedo anular de su pequeño, miró el artefacto y sonrió. Después de ver a Naruto débil, con cables en el cuerpo y con una herida de bala en la espalda baja, se dijo que ya no podía esperar más, no estaba dispuesto a perder a Naruto, había decidido tenerlo a su lado toda una eternidad pero, la situación con su padre, había adelantado sus planes.

 

Él hubiera querido proponérselo en unos años más, tal vez cuando ya hubieran terminado la universidad, después de todo, apenas tenían seis meses de salir oficialmente pero, después del miedo que experimentó al recibir una llamada de Deidara pidiéndole que fueran al hospital, que Minato le había disparado a Naruto, no pudo negarse a sus impulso. Fue por eso que, cuando Naruto estuvo mejor y pidiéndole a todos que llegarán tarde ese día para tener un poco de privacidad, llegó, le pidió que se parará, se arrodilló frente a él y le sonrió.

 

El anillo con un cristal azul muy parecido al color de sus ojos brilló en una pequeña caja en la mano que no sostenía la de Naruto, el menor lloró y no esperó a que terminara de preguntarle lo obvio, Sasuke le había pedido matrimonio y, aunque le dolió, se aventó a sus brazos y lo besó tantas veces como le fue posible ese día.

 

Horas después, cuando sus hermanos y sus dos cuñados llegaron, el anillo brillaba intensamente en su dedo anular, Sasuke sonreía arrogante mientras Itachi miraba fascinado sus manos entrelazadas incapaz de creer lo que veía, Deidara simplemente lo felicitó compartiendo su felicidad, Sora también sonreía y Lu fue el único que dijo lo inimaginable.

 

-¡Oh! ¡Es azul, cómo los ojos de Nichan! -Todo sonrieron pero, cuando Lu volteó a ver a Itachi, este enmudeció sabiendo lo que iba a decir y siendo incapaz sin poder pararlo a tiempo -¡Es muy lindo, igual al que compraste para Dei-nichan! - Naruto y Sasuke se carcajearon, Itachi se pegó con su propia mano en la cara y Deidara se sonrojo hasta las orejas, Sora fue el único que negó divertido en silencio y tomó la mano de Lu cuando este se mostró confundido por las reacciones de todos.

 

Y entonces ahí estaban, juntos, en familia, compartiendo uno de los mejores momentos de sus vidas y, ahora que se encontraban solos por primera vez desde ese momento, no podían sentirse mejor, ahora no había nadie que le hiciera daño a Naruto, las peleas entre ellos habían quedado atrás, Naruto se había dado cuenta de que, aunque aun quería a su padre, este necesitaba ayuda y, aunque seguía siendo su familia, también debía pensar en su bienestar y, sobre todo, en la de sus hermanos.

 

Luego pensó en Sasuke y razonó para sí mismo que sin dudad ese pelinegro había sido lo mejor que le había sucedido en la vida, habían crecido juntos e inevitablemente se formaron lazos que ninguno de los dos estaba dispuesto a romper, se amaban, se necesitaban y ahora, con una promesa hecha anillo, no estaban dispuesto a separarse jamás.

 

-Toda la vida -Naruto sonrió a Sasuke y este le devolvió el gesto.

-Y muchas más -Sasuke rozó sus narices con lentitud, los dos cerraron sus ojos, juguetearon con sus labios y, al tiempo que la doctora Tsunade entraba para darle de alta oficialmente a Naruto, se besaron con lentitud.

 

La mujer mayor sonrió al ver la escena, por un minuto no vio a los chicos que se besaban frente a ella, sino a dos inocentes niños de 6 años tomados de la mano, luego a unos adolescentes de 15 y 16 años vestidos de negro frente a un ataúd y finalmente volvió a los hombrecitos de 18 años locamente enamorados que prometían mil y un cosas con un simple roce.

 

-Sin duda, hechos el uno para el otro-

 

FIN. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado :) No se olviden de dejarme un RW. Gracias por su tiempo al leerlo y nos vemos en la actualización de Irreal o algún otro Oneshot :) 

 

UchihaNaru


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).