— Hannie…-Me removí un poco con una pequeña sonrisa en mis carmines cuando sentí como sus labios se posaban encima de mi desnudo hombro, me giré con lentitud entre sus brazos chocando contra su fuerte y bronceado pecho, abrí mis ojos con cierta pereza encontrándome con mi esposo mirándome de manera alegra-. Te ves hermoso.
— Siempre dices lo mismo, bobo. –Besé sus labios de manera suave y dulce; sentí una de sus manos ingresar bajo mi camisa de modo en que acarició mi plano abdomen con delicadeza, amaba esas caricias que tanto me brindaba-.
— Lo hago porque siempre luces hermoso y perfecto. –Su rostro se hundió en mi cuello comenzando besarlo y morderlo, provocando que yo suspirará de placer-.
— MinHo no hagas eso debemos ir a desayunar.
— Te puedo dar leche. –Escuché su risa e inevitablemente yo también lo hice mientras que le daba un golpe a su hombro-.
— Eres un pervertido. –Enrolle mis brazos alrededor de su cuello y sentí como nos hacía girar provocando que él quedará encima de mi cuerpo. Abrí mis piernas dejando que se acomodara entre ellas y pude sentir como un bulto se restregó contra mí-. Alguien despertó contento hoy. –Contesté entre un par de risas divertidas-.
— ¿Qué esperabas? Ayer alguien me dejó con las ganas de más.
— ¡Venga! Chris entró llorando no lo dejaría por sexo. –Respondí mientras que alzaba mis manos pues él estaba luchando por quitarme la camisa que cargaba en el momento-.
— No por sexo, sino por su futuro hermano menor. –Alce una ceja mientras que mis manos se paseaban por su desnudo torso hasta descender por el abdomen y llegar al elástico del bóxer con el cual jugué unos segundos-. ¿Sabes qué? Le daré tres hermanos.
— El muchacho alto de tez bronceada despejo al rubio de sus pantalones junto al bóxer para luego deshacerse de su ropa interior, se sentó en el gran colchón con el bajo encima de su pelvis. LuHan podía sentir en medio de sus nalgas la erección de su esposo y de esa manera estaba dando brincos mientras que gimoteaba suavemente cerca del oído del contrario, MinHo por su parte jadeaba mientras que sus grandes manos separaban los glúteos de su conyugue provocando que el tacto que mantenían aumentara, quería entrar de una buena vez en el cuerpo del rubio pero no podía sólo acostarlo y follarlo, oh no, Choi MinHo lo haría lento y duro para que su amado pidiera más, le suplicará tanto como él lo deseaba.
De un momento a otro LuHan quedó nuevamente recostado boca arriba y esta vez MinHo se encontraba besando y mordiendo sus pezones mientras que sus manos acariciaban y pellizcaban sus piernas y jugueteaban en su erección, el rubio se removía y gemía casi descontrolado disfrutando de aquellas caricias pero quería más, necesitaba mucho más que sólo eso-. Bebé…-LuHan paseaba sus manos por la ancha y varonil espalda del más alto hasta bajar por el área baja y poder tocar lo que tanto quería, el trasero del contrario, su esposo siempre había tenido un culo enorme de hecho le encantaba molestarlo de esa manera, decirle nalgón y cosas por el estilo porque sabía que le fastidiaba; terminó por pellizcar dicha parte del más alto y le atrajo contra su cuerpo un poco más cerca. MinHo gruñó contra la lechosa piel de su esposo y le dejó un momento para así ponerse de pie, LuHan se sentó teniendo frente a su rostro el hinchado miembro del mayor, no pasaron ni dos segundos cuando el rubio ya tenía dentro de su boca la erección. Lo sacaba y lo metía de manera rápida cubriendo completamente la carne con su saliva, MinHo tenía la cabeza echada para atrás jadeante mientras sentía como su pene estaba dentro aquella cálida cavidad, era exquisito y simplemente único. Sus dedos se entrelazaron a los dorados mechones del cabello adverso y el contrario relajo su mandíbula permitiendo que el alto marcará el ritmo que deseaba y de esa manera el pelinegro comenzó a mover su cadera contra el bajo, literalmente estaba follando esa pequeña boquita. Al haber pasado unos momentos sacó su pene provocando un erótico sonido además de que tuvo una hermosa imagen al bajar la mirada, el rubio estaba sonrojado, su flequillo revuelto, sus avellanados ojos brillaban de pura excitación y sus labios, rojizos, hinchados y con unos hilos de saliva escurriéndose por su labio inferior y perdiéndose bajo su barbilla.
MinHo se agachó a la misma altura del contrario y dejó un casto beso sobre aquellos hermosos labios-. Te amo, ciervito.
— Y yo te amo a ti, ranita. –Le dio vuelta al delicado cuerpo de su esposo y lo puso a cuatro patas, MinHo se puso tras este y separó los blanquecinos glúteos del menor, de esta manera restregó su glande en medio del trasero del rubio obteniendo gemidos en respuesta-. ¡Mhg! M-MinHo…-LuHan alzó ligeramente su cadera restregando sin pudor alguno su trasero contra el alto de manera rápida en una agradable ficción-.
— Pídemelo, amor. –El pelinegro comenzó a besarle la espalda y sus manos tomaron firmemente la menuda cadera del rubio, lo deseaba tanto pero quería jugar con la paciencia de su esposo-.
— Tómame, bebé. –Alcanzó a pronunciar entre gemidos bajos mientras que sus ojos estaban fuertemente cerrados-. Hazme tuyo. –Y con aquellas últimas palabras MinHo entró fuertemente en la cavidad anal del bajo, sintió como aquellas paredes el estrujaban como un caliente puño y no pudo ni detenerse a pensar cuando ya estaba moviéndose en rápidas embestidas, LuHan había gemido tan fuerte que llego a pensar que se había rasgado las cuerdas vocales sin embargo no podía negar que le encantaba aquella brutalidad. Sus manos se habían hecho puños y su espalda se había encorvado levemente, podía sentir como el pene ajeno se movía en su interior además de que pudo jurar que este había crecido incluso un poco más en su ano. Entre sus manos estaba la colcha siendo arrugada, MinHo se movía tan rápido que se podía escuchar como la cabecera de la cama chocaba contra la pared junto al erótico sonido que provocaban los testículos del alto al chocar contra su cuerpo. Una de sus manos se escapó bajo su cuerpo y comenzó a masturbarse al ritmo de las estocadas del más alto. El pelinegro se había recostado ligeramente sobre el menor teniendo la accesibilidad para poder morder el hombro contrario, gemía contra su oído y escuchaba perfectamente a LuHan pedirle más.
Sentía un gran cosquilleo en la cabeza de su eje y podía jurar que estaba cerca de correrse así que dio un par de guantazos contra el hermoso culo de su esposo escuchando como este jadeaba cada vez más-. ¡MinHo! –Había gritado tan fuerte LuHan sintiendo como el miembro del contrario había dado contra su próstata, su mano estaba algo húmeda debido al líquido pre-seminal, el alto aumento la fuerza de sus penetraciones hasta que aquel cosquilleo fue tanto al punto en que terminó diciendo el nombre de su esposo en un alarido-. ¡LuHan! –Su orgasmo había llegado de una manera tan exquisita, explotó completamente dentro de su rubio y este había terminado por correrse en su mano gimiendo con fuerza.
Tras unos segundos MinHo cayo acostado en la cama llevándose a LuHan pues seguía dentro de su cuerpo y al pasar un momento salió de manera lenta de él, beso su frente y le acarició la espalda, cansado entrecerró un poco sus ojos pero se asustó al mirar unas gotas de sangre en la cama-. Bebé, ¿por qué no me dijiste que me saliera? –Preguntó aun asustado mientras que se levantaba y abría un poco las piernas del menor mirando como salía una mezcla de su semen y la sangra del ajeno-.
— Porque no me molesto, exageras ven sólo fue un poquito de sangre. –MinHo iba a reclamar pero al ver el puchero en los labios de su amado decidió callar y acostarse a su lado abrazándolo-.
— Papá, ¿por qué tardaron tanto? –Miré a Chris y le sonreí con suavidad, MinHo y yo estábamos bajando recién y a mí me costaba caminar, para joder más nuestra mesa era la más grande y obviamente era la principal, estaba al fondo del lugar y en la amplia habitación habían muchas mesas, exceptuando el área del medio pues ahí estaba una gran alfombra, terminaba frente a nuestra mesa y comenzaba en la puerta de entrada al gran comedor, mis dos hijos gustaban más de comer junto al resto de niños que estar en la gran mesa pero me parecía bastante bien de hecho-.
— Nosotros teníamos que hablar de algo. –Comenté con tranquilidad pero MinHo sólo se rió y le dediqué una mala mirada él se acercó a Yoogeun y le plantó un beso en la cabeza-.
— Chicos, ¿les gustaría un hermanito? –Preguntó divertido y Baek pasó al lado diciendo-.
— Será mejor que digan que sí porque de seguro tendrán cuatro. –Lo miré mal pero él sólo sonrió mientras que caminaba hacia la mesa, era el esposo del mejor amigo de MinHo por lo que era importante en la mesa, JongHyun, el mejor amigo, estaba ya en la mesa del lado de MinHo (a la izquierda) donde también se sentaría Baek. Por otro lado (a la derecha) me sentaba yo, Kris, mi hermano mayor y su esposo Tao. Todos estábamos comiendo con tranquilidad y a los lados de nuestra mesa habían otras secundarias de poder, que eran de mi lado, ChanYeol, KyungSoo, SuHo y Lay; por el lado de MinHo estaban TaeMin, ChangMin, Onew y Key. La puerta del lugar se abrió dejando ver a Lu Ting, un servidor de otro reinado, MinHo alzó su mano y llamó unos hombres quienes no tardaron en volver con un cofre, el cual estaba repleto de dinero-.
— Majestades –Dijo con una sonrisa en sus labios-, como siempre es un privilegio estar frente a ustedes, me alegra verlos.
— Es un placer tenerte aquí –Respondió MinHo con cierta indiferencia-, toma el motín, retírate y manda saludos a Chan Tang.
— Sería todo un placer, pero hay algo más –alzó una de sus manos y con esta rasco su corta barba, los hombres que venían con él sonriendo con cierta perversidad que me hizo tener miedo-, pues verán debido a unas circunstancias recientes, mi señor se ve obligado a no sólo pedir el dinero sino que también 1000 muchachos y 1000 señoritas.
— ¡¿Qué?! –Todos se sobresaltaron e inmediatamente MinHo se puso de pie somatando la mesa-. ¿Qué mierda estás lanzando?
— Pues cerca del río varios de nuestros hombres fueron asesinados y claro, al estar tan cerca de su área era obvio el culpable. –Su mirada dio contra mi hermano y me puse de pie enojado-.
— ¡Tonterías! ¡YiFan no ha matado a nadie!
— Su majestad, con todo respeto, su hermano es un asesino de sangre fría y claramente debe pagar por sus pecados, así que serán 1000 muchachos y 1000 señoritas. Todos aquellos debajo de los cinco años serán llevados al castillo y tratados con nuestras costumbres, incluso los recién nacidos. De seis a diez esclavos y de once en adelante preparados para unirse a nuestro ejército y por supuesto las mujeres serán esclavas y esposas.
— ¿¡De qué habla!? ¡Hace ya años que se dejó esa costumbre!
— Lo hubiera pensado antes de asesinar a los nuestros.
— ¡Basta! Iremos nosotros en su lugar. –MinHo junto a los de su lado, excepto TaeMin y Key se pusieron de pie y de mi lado también se levantaron excepto por D.O y SuHo-.
— ¿Ustedes bastan? ¡No! ¡Será lo deseado por mi rey o guerra! Usted decide su majestad. –Tomaron el dinero y se fueron, me senté de golpe espantado, las mujeres y los hombres se levantaron a abrazar a sus hijos, BaekHyun apretó su vientre junto con KyungSoo, yo eche una mirada mis niños que me veían con temor, Chris tenía sólo tres años y Yoogeun cuatro, no podía dejar ir a mis niños-.
— ¡De ninguna manera! –MinHo gritó y todos callaron-. ¡Nadie se llevará a nuestros hijos!
— LuHan te juro que yo ni fui. –Tao estaba abrazo a Kris llorando por su hija yo sólo asentí en respuesta y me levanté-.
— ¿A dónde vas?
— A dar un paseo. –Salí del lugar rápidamente sudando de manera fría, fui al establo del lugar y tomé a mi yegua bajo el nombre de Hi y salí cabalgando, estaba asustado, no podía dejar ir a mis hijos, no, no lo haría. Me acerqué al río y quedé espantado, habían un par de cascos del ejercito de Chan hechos pedazos y unos hombres con el estómago abierto, ¿qué clase de bestia haría esto? Vi un rastro de sangre y quizá era estúpido de mi parte pero decidí seguirlo.
El camino terminó en una montaña alta, me acerqué a la entrada y sentí el aroma a sangre mezclado con sexo, incluso un aroma podrido; arrugue mi nariz y estuve a punto de entrar-.
— No lo hagas. –Salté en mi lugar y al girar un moreno me miraba, gracias a Dios ese día sí traía mi funda con la espada dentro así que la saqué, nunca había tenido la gran necesidad de usarla pero sabía cómo hacerlo. Era de plata dura y él retrocedió un poco-. No te haré nada, bájalo.
— ¿Qué? ¿Bajar mi arma con un extraño? ¡Ridículo!
— Eso es verdad pero prometo no hacerte nada que no quieras. –Sonrió con cierta coquetería y entonces en un rápido movimiento le provoque una cortada en uno de sus brazos-. ¡Auch! ¡Puta! ¿Qué te crees?
— Me creo Wu LuHan esposo de Choi MinHo, rey de estas tierras y superior a ti por lo que deberías tenerme respeto, no soy una guarra con la que puedes querer follar, soy un hombre casado mereciente de un jodido respeto.
— Para ser de la realeza tiene el vocabulario de una ramera
— ¿Quieres otro corte?
— ¡No! –Parecía sobresaltado y sólo suspiro-. ¿Necesita algo?
— Sólo veía quien fue el asesino de los hombres del río.
— ¿Por qué? ¿Trabajan para ti?
— No, pero debido a su muerte se ha inculpado a mi hermano de asesino y se pide la guerra en mi pueblo, más que eso, la vida de mis hijos está en juego. Necesito saber quién fue el asesino.
— ¿Para? ¿Lo vas a entregar?
— Podría pero no, sí es tan fuerte como yo imagino quisiera pedirle protección, puedo pagarle con lo que más desee. –El chico dibujo una ladina sonrisa en su rostro y se inclinó ligeramente-.
— Haberlo dicho antes, hermoso. –Me asuste y al girar un chico de cabello platinado me miraba, habían unas pequeñas gotas de sangre bajando por su labio además de que pude notar unos colmillos-. ¿En qué podemos servirte?
