Algo de Mañana, Parte 1
que he aprendido de muchos dolores y aflicciones de estos años de mi propia
vida, pero ¿por qué es que todavía estoy dolorido de dentro
Al crecer, Steve no estaba muy seguro de qué pensar solo que alrededor de su muñeca estava en blanco. Su madre, Sara, tenía un nombre en la muñeca - su padre, Joseph Rogers - y Bucky tenía un nombre en su muñeca cuando Steve se reunió con él, pero no había ningún nombre en la suya.
"Habrá un nombre allí algun día," su madre le dijo cuando le preguntó. "Todo el mundo tiene a alguien por ahí para ellos, sino que no siempre acaba de nacer, al mismo tiempo que tu."
Steve pensó en eso, pero no era exactamente cierto. La mamá de Bucky no tenía un nombre en la muñeca y tampoco la agradable señora que vive tres apartamentos por debajo de ellos. La única diferencia entre ellos era que la madre de Bucky se había casado con un hombre que nunca dijo nada sobre el nombre en su muñeca y la buena señora, señorita Johnson, no lo había hecho.
"El hecho de que no tienen un nombre en su muñeca, no significa que no hay alguien esperando por ellos."
Steve tenía cinco años y pensaba que su madre tenía las respuestas a todo.
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Cuando Steve tenía once años, el mercado de valores se estrelló. Fue entonces cuando su vida comenzó a desmoronarse.
Steve clasifica su vida como antes y después. No era la vida antes de que las cosas no podrían haber sido fáciles, pero que era un momento en que él era feliz, cuando su madre sonrió y su padre era un poco distante, pero una constante de equilibrio en su vida. Después, hubo partidos que gritan en la noche y su padre llegó a casa oliendo a humo y whisky barato; su madre estaría en la cocina por la mañana con moretones.
Él sabía que no debía preguntar.
Cuando las cosas se pusieron muy mal, cuando su padre estaba gritando y lanzando botellas, y su madre estaba trabajando, Steve se quedó con Bucky. Las cosas no estaban bien con Bucky, pero al menos sus padres no estaban gritando el uno al otro y, al menos, la señora Barnes estaba de pie en la cocina con los ojos en blanco y moretones en sus brazos.
Podía oír a sus padres gritando el uno al otro a través de las delgadas paredes del apartamento. Quería taparse los oídos con la almohada en la cama de Bucky, pero Bucky estaba allí junto a él.
La Sra. Barnes le dio una mirada de simpatía cuando tuvo que dejarlo por las noches.
"Si alguna vez necesitas algo," dijo ella, su voz suave y su mirada implorante. "Tu sabes que siempre tienes un lugar aquí, Steve."
"Lo sé." Trató de sonreír, pero sus mejillas estaban demasiado heridas .
Ella asintió con la cabeza, sin mirar convencido, y le revolvió el pelo, "Tu debes de llegar a casa, tu madre se preocupada por ti."
Ella nunca mencionó a su padre.
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Su padre nunca puso las manos sobre él, pero Steve sabía que era el foco de la mayoría de los argumentos. Si ellos no estaban discutiendo acerca de su salud, lo caro que era para tratarlo, entonces él estaba gritando acerca de cómo Steve era un inútil. Trató de no dejar mostrar nada cuánto las palabras le dolían.
"Eres perfecto tal como eres", dijo Sara. Ella le revolvió el cabello y le sonrió, pero parecía doloroso y el mal; su mejilla se hinchó y una sombra fea de color azul-negro. "No escuche nada de lo que dice de ti."
Sara lo besó en la frente lo metio en la cama para salir de la habitación.
Steve se quedó allí durante varias horas largas, mirando al techo. Su padre se había quedado dormido en el sofá, borracho, y con un fuerte olor a licor. Hace tiempo que Steve se había acostumbrado al olor.
Pero las palabras que le había dicho cuando tropezó en el apartamento
"Maldita sea niño sin valor ni siquiera tiene un nombre en la muñeca; de rota chico y tú lo sabes."
Roto? Sí, sí que lo era. Steve sabía. Fue en el tono de los médicos cuando chasqueó la lengua- sobre cómo bajo peso que era, cómo su sistema inmunológico no era lo suficientemente bueno, el asma, el soplo en el corazón; que no iba a vivir más allá de su decimoquinto cumpleaños, dijeron los médicos. Fue una pena, dijeron, pero tal vez lo mejor fue que la muñeca se quedó en blanco.
En blanco. Steve escuchó la palabra en todas partes, siempre en voz baja detrás de las manos. Si usted fuera un blanco, entonces usted no era digno de cualquier cosa.
Miró su muñeca en blanco y deseaba un nombre que apareciera. Tal vez entonces no sería un fracaso, como hijo, tal vez entonces su madre no lo miraria con esos ojos tristes.
No importa cuántas oraciones envió, un nombre nunca apareció.
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Sara pasó los dedos por el cabello de Steve; los dos de ellos estaban sentados en su cama, apoyado en la pared y viendo como la lluvia golpeó la ventana. José fue a beber a fuera - Sara nunca dijo nada, pero Steve sabía porque su madre sólo alguna vez tiene esa mirada estrecha de dolor en su rostro cuando lo hizo - y él no volvería hasta tarde en la noche.
"¿Alguna vez te arrepientes?" Pidió a Steve.
"Tu padre?" Sara parpadeó, tirando de Steve más cerca, así que su cabeza descansaba sobre su hombro. "Hay veces que hago, sí. Pero él me dio a ti . Eso es más de lo que podía pedir."
"Él te hizo daño."
Su agarre se apretó, sólo un pelo pero Steve se dio cuenta. "Todos estamos sufriendo en este momento. No es ... es la bebida."
Pero eso no era cierto, porque su padre había tenido esa mirada embrujada en su rostro antes de que él comensara a beber - a veces. Hubo momentos antes, cuando iba a sentarse y mirar a la pared durante horas y no decir una cosa, pero él quería salir de ella cuando Sara le puso una mano en el hombro. Luego comenzaría, a mirar a su alrededor y ver su sonrisa y, coloque su mano sobre la de ella y apretarla.
Esos eran los buenos tiempos, aquellos tiempos a los que pertenecía antes. No fue antes más.
Incluso entonces, las sonrisas nunca parecía llegar a sus ojos. Sus ojos siempre tenían esa mirada distante de ellos, como el cielo que nunca podría alcanzar.
Los padres de Steve le enseñaron que, sólo porque había un nombre en la muñeca, no siempre se consigue su feliz después.
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"Estúpido, chico sin valor," José murmuró mientras se tambaleaba hacia el sofá. Se perdió y cayó al suelo, "Eres un inútil ..." vete a hacer algo '".
Steve estaba en la puerta de la cocina y el salón, mirando a su padre con los ojos vacíos. Trató de imaginarl, a el hombre sonriente y feliz que él vio en fotos pero no pudo. Todo lo que podía ver era un hombre que estaba demasiado borracho como para preocuparse por nada más que su propia miseria.
" No tienes ningún nombre ... ¿quién querría ... ¿Quieres un pedazo lisiado o 'bienes dañados como ... como tú?" Mantuvo hipo, trató de tomar un trago de la botella que sostenía y derramó más de él por su parte delantera. Él no se dio cuenta. "Debería haber sólo te queda ... poco valor de los bienes lo que eres ..."
El silencio, a excepción de murmullos constantes de José, cayó sobre el padre y el hijo. Steve no se movió de su posición en la puerta, mirando hasta que su padre se desmayó en el sofá. La botella cayó al suelo con un ruido fuerte.
Tu sólo debes morir, esa voz en la parte posterior de la cabeza, dijo. Entonces nada de esto importaría.
Era un espacio en blanco. Él no era bueno para nadie.
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La madre de Bucky falleció en una mañana lluviosa septiembre. Había estado enferma durante meses, pero ella había guardado, a trabajar porque necesitaban el dinero y la familia de Bucky era maldita suerte de que ambos padres tenían trabajos. Steve tenía dieciséis años, Bucky era de dieciséis años.
Sr. Barnes era estoico como siempre en el funeral. Se quedó allí todo el tiempo, sólo la mirada perdida en el espacio, incluso a medida que bajaron el ataúd con el cuerpo de su esposa en el suelo. Bucky estaba tratando de no llorar, pero Steve le dio un codazo y un par de lágrimas se deslizó fuera.
Él no dijo nada al respecto.
Las únicas personas presentes eran Steve, Bucky, Sara Rogers, el sacerdote, y el Sr. Barnes. El padre de Steve se desmayó en su casa. No se sentía muy parecido a un hogar más.
Steve y Bucky habían ayudado a pagar por el funeral; que habían estado juntos ahorrando el dinero de cualquier trabajo que podían realizar. Era caro, pero se las había arreglado de alguna manera.
Después, la vida volvió a ser como era antes.
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La guerra estalló en 1939, Joseph Rogers fue uno de los primeros en inscribirse en el ejército británico y dejó a su familia atrás. Sara Rogers vio alejarse sin emociones . Steve tenía veintiún años y no dijo nada al respecto, por lo menos su padre estaba haciendo algo bien por una vez.
La vida era dura. El padre de Bucky murió unos años antes, la misma enfermedad que llevó a su esposa - Consumo, la gente hablar entre sí, eso es lo que era - que dejó a Bucky solo. A pesar de que él tenía la edad suficiente ahora, la vida seguía siendo dura y difícil y no tenía otro lugar a donde ir; fue a vivir con Steve y su madre.
"¿Por qué no ir a buscar a tu alma gemela?" Steve preguntó, tratando de mantener la amargura en su voz.
Bucky fulminó con la mirada - y probablemente lo habría pateado demasiado si no fuera por el hecho de que Steve tenía veintiún años, construida como un mondadientes, y pasó más días de la semana postrado en la cama de lo que hizo en sus pies. "No es así de fácil."
"Tu tienes su nombre en la muñeca lo que significa que el tine el tuyo ."
Howard Stark. Ese era el nombre en la muñeca de Bucky. Todo el mundo sabía que era la familia Stark; eran como realeza americana - rico famoso contratista de armas grandes. Howard Stark salio siempre en los periódicos, por alguna razón; la última gran fiesta que había tirado, ¿qué nuevos avances que había hecho, cualquier cosa realmente. Su esposa, Helen, estaba en la cima de la moda.
También era de conocimiento común que tuvieron un hijo, Howard.
Steve no entendía realmente por qué Bucky sólo no trató de encontrarlo; si lo hizo, entonces se ponía fuera de este infierno en el que ellos estaban atrapados el, apenas sobreviviendo y siempre a punto de estar dado vuelta a las calles. Steve no podía mantener un trabajo, pero había conseguido un par de pequeñas piezas de comisión para revistas y periódicos - había gente por ahí que tomaría su arte y le pagan por ello. Su madre estaba trabajando horas extras en el hospital, tratando de llevar a cabo sólo un poco más.
"Sí, bueno, ya sabes que la gente falsa los nombres en su muñeca?" Bucky estaba mirando a la pared, mirando como si estuviera imaginando si o no patearlo. "Había probablemente piensan que yo estaba fingiendo. Además, aquí es donde pertenezco. Si él realmente me quiere, entonces él puede venir a buscarme."
Steve puso los ojos, "Idiota".
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Sara Rogers falleció en enero de 1940. Ella fue hacesinada por su marido, el tambien murio.
Steve estaba solo. Bueno, a excepción de Bucky.
Los echaron del apartamento unos días más tarde. Steve dejó la mayor parte de las cosas detrás, el embalaje de un puñado de fotografías de sus padres durante tiempos mejores, algo de ropa, y sus materiales de arte. En realidad, no había mucho que quedaba de todos modos.
Nada más que malos recuerdos y un recordatorio de que no había nadie esperándolo. Estaba solo.
Después de eso, Bucky y le pusieron por sobre todo en trabajos ocasionales. Bucky logró conseguir un trabajo que paga mejor hacer un poco de trabajo de la fábrica y Steve logró un par de puestos de trabajo free-lance como artista, nada demasiado extenuante. Su salud se mantuvo tan pobres como siempre.
Los médicos eran difíciles de pagar y no tenían el dinero de todos modos, así que no había mucho que pudieran hacer, además de tratar de controlar los síntomas lo mejor que pudieron. Steve raspado y por los dos hizo lo mejor de lo poco que tenían.
A menudo no se quedaron en el mismo lugar por mucho tiempo; rebotando de un apartamento barato a un refugio u otro apartamento barato. Steve cocinado cuando podían permitírselo, otras veces que habían alinean en un comedor de beneficencia y la esperanza de que tienen algo.
Steve sabía sobre el alijo de recortes de periódicos que Bucky guardaba en su maleta. Él no dijo nada acerca de ellos, pero sabía que el tema de todas ellas: Howard Stark.
"Tu sólo debea ir a buscarlo, estoy seguro de que él está buscandolo ."
"Él va a vivir," Bucky respondió, dando vueltas en el colchón delgado para mirar al techo manchado; que tenía una fuga en una esquina. "Tu, por el contrario, mantente en no buscar pelea y conseguir una paliza en callejones."
"Yo puedo cuidar de mí mismo."
"Claro que puedes." Bucky resopló y se dio la vuelta, poniendo fin a la conversación.
Steve le sacó la lengua a él. Él realmente podía cuidar de sí mismo. , sin embargo, Bucky tenía un tiro en algo especial, algo que Steve nunca lo sabría, y él estaba dispuesto a tirar todo por la borda.
Casi se podía odiar por ello.
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"La única cosa que tienes a tu favor, chico, es el hecho de que usted es un blanco", dijo el primer reclutador. "Aparte de eso, lo siento, pero el Ejército simplemente no le interesa."
Blanco. La única cosa buena acerca de él era que no había ningún nombre en su primera. Eso fue una suerte. Nadie le lloran cuando murera; que había pensado que era una buena cosa en la guerra, nadie que destacar que, sin afligida viuda o del amor que preocuparse.
No fue suficiente. Estaba demasiado débil, demasiado flaco, tenía asma y su corazón no era muy bueno. Si lo pusieron fuera en el campo, que acababa de ser peso muerto.
Steve se utilizó para las puertas se cerraban en su rostro. Él nunca tendría un socio, alguien que lo amaba incondicionalmente, porque él no tenía ningún valor. Se puso de pie, trató de hacer lo correcto, pero todo lo que él recibió fue un puñetazo en la cara - por lo general más de uno, que se negaron a renunciar - y otra persona diciéndole que sólo debe darse por vencido.
Él nunca lo hizo.
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"Tu serías ine legible en su asma por sí solo."
No importaba cuántas veces Steve intentó, no había nadie que le daría una oportunidad. Si no era su asma, era su corazón; él no era lo suficientemente fuerte, que acababa de estar en el camino. Había oído todo antes.
' No es de extrañar que usted no tiene un nombre en la muñeca.
¿Quién querría algo escuálido, enfermizo como él? No importaba lo que su madre le había dicho, él no era el tipo de chico por el cual las mujeres hacian cola para bailar con el . Probablemente se preocuparía por pisarlo.
Pero Steve no dejó que eso lo detuviera. Él guardaría empujando a sí mismo, él mantener de pie para la gente que no podía; que no importaba mucho si eso significaba que le dieran una paliza por ello. Él no era el que tenía que golpear a las personas más pequeñas que él para probar un punto.
"Sabes, a veces me piensas como ser golpeado."
Bucky lo arrastró a sus pies, le observaba con una mirada preocupada como él se sacudió el polvo y limpió la sangre de la comisura de su boca. Eso fue Bucky - siempre que viene a su rescate.
"Tu recibes sus órdenes?" Steve preguntó, manteniendo que punzada de resentimiento que sentía en su voz. Por supuesto Bucky se puso en ningún problema; que pudo encanto nadie conoció y tuvo la ventaja de estar en forma y saludable, no hay problemas de asma o del corazón para hablar de el.
"107, el sargento James Barnes, me enviaran hacia fuera mañana por la mañana." Bucky parecía orgulloso de sí mismo, una sonrisa jugando en sus labios. Él estaba planeando algo.
Steve resopló, "yo debería irme con tigo."
"No seas así, vamos, que es mi última noche y tengo planes para ver el futuro." Bucky pasó un brazo alrededor de los hombros de Steve, tirando de él hacia adelante y empujando un periódico en sus manos.
Steve lo abrió para encontrar un anuncio para la Stark Expo. Normalmente, hubiera dicho algo, pero no había un muelle en el paso de Bucky y estaba sonriendo tanto que tuvo que doler. Steve no le había visto parecer tan feliz en mucho tiempo.
"Finalmente decidiste que te gustaría ir después de él?"
Bucky se encogió de hombros, "pensé que al menos conseguiría una última mirada; no tiene sentido para la introducción de mí mismo ya que estoy de enviar hacia fuera mañana Quizás cuando todo esto termine habrá una oportunidad para algo.".
Steve puso los ojos y no contestó.
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Bucky no podía apartar los ojos de Howard. Si Steve estaba siendo honesto consigo mismo - que él era - se sentía un poco incómodo de ver, como si se estuviera entrometiendo en un momento privado no significaba para los ojos. Había una sonrisa un poco tonto en la cara de Bucky y sus ojos brillaban .; sonrió cuando Howard sonrió y ni miró a la multitud.
No se dio cuenta Steve escapando cuando vio los carteles de reclutamiento.
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Una probabilidad. Él tuvo la oportunidad. Eso era más de lo que jamás podría haber pedido. Se había pasado toda su vida tratando de hacer lo correcto y no siempre tener éxito. Podía hacer esto. Él podría.
Él lo haría.
Si él podía luchar y hacer del mundo un lugar mejor - ayudar a poner fin a la guerra -, entonces valdría la pena. Tal vez si él se fuera allí, él podría hacer una diferencia. No había nadie esperándolo y nunca sería; no había nadie para llorar si él no regresó a casa.
Él lucharía. Él no podía hacer nada menos.
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La Agente Carter era una mujer hermosa. Ella también tenía un gancho media izquierda.
Steve no pudo evitar sonreír ante eso; ella ciertamente no tomó amablemente a los hombres de su tratamiento de como si fuera otro que el agente del gobierno entrenado que era cualquier cosa. Podía respetar eso.
Había algo en la forma en que sostenía a sí misma que exigió respeto. También era un poco intimidan te. Pero el pequeño capricho en la esquina de su boca que traicionó a su diversión e hizo Steve una sonrisa, solo un poco, al igual que la forma en que ella dio un puñetazo a un recluta de espaldas cuando dio su labio.
Ella definitivamente tenía un poco de hierro en ella; tardó mucho para ponerse de pie por el estilo. Por no hablar de hacer su camino en un mundo de hombres.
Steve se preguntó, a veces, durante el entrenamiento, si tal vez había una oportunidad para él tener esa felicidad que veía en todas las viejas películas. Aquellos en los que todas las batallas se libraron, la guerra fue ganada, y al final la pareja se conoció, revelando que habían sido destinados el uno al otro todo el tiempo.
Por supuesto, el inconveniente de esa pequeña fantasía era que el Agente Carter, obviamente, tenía un nombre en su muñeca. Simplemente no había otra manera de esa manera se podía romper la forma en que fue.
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Así que, tal vez él había metido eso. O tal vez no lo había hecho. Sinceramente, Steve nunca se había sentido cómodo al hablar con las mujeres. Hay siempre algunas de las mujeres en los bailes que no habían encontrado su otra mitad, sin embargo, de pie a un lado y ver todas las parejas felices bailan. A veces alguien les preguntaba si iva a bailar. Bucky disfrutó de eso, a él le gustaba bailar.
"¿Qué estás esperando?" Agente Carter le preguntó, cuando hablaban de bailar en el camino a su procedimiento.
"El socio adecuado." Creo que lo he encontrado.
Ella sonrió y, Steve pensó que había imaginado esto, sacó un poco en el puño de su uniforme, dejando al descubierto su muñeca izquierda.
No había ningún nombre.
Él tuvo la oportunidad.
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Por supuesto, dada la suerte de Steve, las cosas no funcionaron bastante. De hecho, se fueron al infierno muy rápidamente. Peggy se fue a luchar contra Hydra - conoció a Howard Stark, quien iba con ella - y él se quedó atrás.
Quería hacer algo. Steve no se había sentido tan enojado antes. Pero un buen hombre estaba muerto. Un hombre que sabía, respetado, miró hacia arriba. No era justo.
El suero podría haber funcionado, pero él todavía no tenía su oportunidad. O, al menos, no de la manera que había pensado originalmente de la misma.
Las medias eran incómodas.
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Sharon Evans era una chica dulce. Ella caminó hacia él con una sonrisa brillante, abierto en su cara y le estrechó la mano, "Es un placer conocerlo, Sr. Rogers. Espero con interés trabajar con usted."
Ella era, Steve sonrojó admitirlo, bastante. Pelo rubio con ojos verdes brillantes, la forma en que se conducía le recordó un poco de su madre. Ella no tenía el mismo hierro a ella que Peggy hizo, pero había una fuerza que hay en la forma en que caminaba, se comportaba.
"Yo, um, es muy agradable conocerte."
Steve pensó que se veía como una idiota.
"Usted va a tener que acostumbrarse a esto", le dijo ella, una vez que se hicieron con un aluvión de cámaras y reporteros. Todavía estaba en el estúpido uniforme. "El gobierno no quiere que nadie sepa que eres un blanco -. Bueno, además de los que ya saben que soy su cubierta."
"Oh." No había pensado en eso.
Sharon se limitó a sonreír, "Ve a cambiarte. Esas medias no pueden estar cómodas. Podemos hablar más al rato."
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Al final resultó que, Sharon tenía un Steven Rogers en su muñeca.
"No lo he encontrado todavía", dijo. "Me dijeron que si yo le ayudé a salir, que habían ayudarme a encontrarlo. Lo más probable es que él es probablemente en algún lugar en el extranjero en este momento. Quiero decir, él probablemente sería sobre su edad y casi todos los que conozco está tratando de ayudar a de alguna manera ".
"Eso por eso que se ofrecieron como voluntarios para esto?"
. Sharon tarareó pensativamente, "Elegí hacer esto por un montón de razones por las que quería hacer algo para ayudar, yo podría haber ido a trabajar en una fábrica, pero cuando lo intenté, alguien se abalanzó y me preguntó si yo" quería luchar por mi país en el campo de batalla más importante de la guerra '. Yo como que esperaba que se trataba de algún equipo de ensayo totalmente por mujeres, no esto.
"Pero cuando me informaron de lo que se suponía que debía hacer, le dije que sí. Yo quería ayudar y si puedo ayudar haciendo esto, entonces lo haré yo. Tal vez voy a encontrar él y tal vez no lo haré , yo no voy a dejar que el pensamiento del qué pasaría si arruinar mi vida o me impida hacer lo que pueda ".
"También te senador Brandt se acercó?" Él lo podía creer, el hombre parecía haber cubierto todos los ángulos.
"Él está a cargo de todo este espectáculo, así que sí lo hizo," Sharon se encogió de hombros. "¿Qué pasa con usted? Yo te vi en los periódicos cuando pillan que los nazis."
"Era esto o se ha quedado atascado en un laboratorio. Al menos de esta manera estoy haciendo algo." Steve no pudo mantener la amargura en su voz.
Sharon puso suavemente una mano en el brazo y apretó, "Tendrás tu oportunidad, no te preocupes por eso."
"Gracias."
Los dos cayeron en un silencio cómodo después de eso, simplemente observando la lluvia al golpear las ventanas. Estaban sentados en una pequeña sala de estar, con vistas a las calles de Nueva York por debajo de ellos. Fue la primera vez en mucho tiempo que Steve realmente se sintió contenido.
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"¿Alguna vez piensas que vas a conocer a alguien y enamorarte?" Sharon invitó a salir de la nada, una noche, mientras que los dos de ellos estaban sentados junto; el espectáculo acababa de terminar hace unos minutos. "No es imposible. Quiero decir, mi padre era un espacio en blanco así que ..."
"Yo no sé - tal vez?"
"Oh, yo sé que el tono. ¿Quién es la afortunada?"
Steve miró las manos, sintiendo sus mejillas rubor, "La conocí mientras estuve - antes de que todo esto sucedió ella tiene un gancho media izquierda;. Que acaba de ver en ella y sabe que ella va a ir a lugares que es maravillosa y, bueno. , hermosa ".
"¿Sabes cómo se siente cerca de usted?" Sharon estaba inclinado hacia adelante con entusiasmo. "Ella suena como una persona increíble."
Steve solo hecho un poco una sonrisa, "Sí, ella realmente es increible."
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Sharon vino a verlo fuera de su gira europea. Había fotógrafos y reporteros allí también, así que Steve estaba en el uniforme y Sharon estaba jugando la parte de la dama de ver fuera de su amante. Todo era muy dulce y romántico de aspecto.
Inclinándose cerca, Sharon dio un beso en la mejilla, "Cuida de ti mismo, Steve. Y buena suerte."
Ella se echó hacia atrás con un guiño, fingiendo para dar unos toques en las lágrimas con un pañuelo. Pero sus ojos eran brillantes y su sonrisa era real. Él la perdería a ella; ella era una buena persona.
Steve consiguió esbozar una sonrisa para ella, inclinándose para besar su mejilla también. "Tú también. Yo espero que lo encuentres."
"Oh, lo haré, no te preocupes por eso."
Mientras se alejaba, charlando con los periodistas durante unos momentos antes de la mezcla con la multitud de las calles de Nueva York, Steve podría casi imagen lo que la vida podría haber sido con ella. Sharon podría no haber tenido el hierro de Peggy o su gancho de izquierda, pero la fuerza también. Él echaría de menos a ella.
Pero él no era de ella y ella no era suyo; Steven Rogers otra sería la suerte de conocer lo maravilloso de una mujer que era.
Él quiso decir que cuando él le deseaba lo mejor. Ella se lo merecía.
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La descarga de adrenalina cuando se había ido después de cautivos de Hydra, mirando hacia abajo Schmidt, fue increíble. Pero viendo Bucky vivo y los rostros de los hombres que había salvado era aún más emoción. Esto era por lo que se había unido a la lucha, porque esto era lo correcto a hacer. El reconocimiento era agradable, pero no era lo qué había elegido para hacer esto.
Podía hacer esto. Él iba a hacer todo lo que pudo. Schmidt fue a dominar el mundo solamente porque él pensó que tenía derecho a la misma. Schmidt no le importaba que le dolía, que tuvo que pisar y otra vez, para conseguir lo que quería.
Steve se va a detener eso. Él podría haber sido un chico de Brooklyn que tuvo la oportunidad, pero no tenía el poder de hacer una diferencia.
Él iba a condenar a bien hacer eso.
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Encontrar un uniforme limpio para Bucky era algo de un desafío. La mayoría de los soldados no tenía mucho y sus uniformes eran generalmente sucio y muy remendado. Pero cuando Steve le había dicho que Howard estaba allí, Bucky había parecido mucho más susceptible a la realidad de reunirse con él de lo que había sido antes.
"¿Qué te hizo cambiar de opinión?"
Con el tiempo que habían logrado encontrar uno de los uniformes de Bucky que habían sobrevivido y estaba en condiciones decentes. Por supuesto, Bucky seguía magullado y sucio y no había mucho que se pudiera hacer sobre eso más allá de tratar de limpiarse a sí mismo.
Bucky se sentó junto a él, sin dejar de mirar desigual y magullado, pero mejor de lo que había antes. Ayudó a que él estaba sonriendo, un poco del brillo travieso de nuevo en sus ojos.
"Bueno, cuando ellos estaban experimentando en mí, que era un poco de todo lo que podía pensar, ¿sabes? Y, bueno, t pensé que si pudiera hacerlo de estar con vida, lo haría. Yo le decía. "Por supuesto, pensé que tendría que escribir de nuevo a los Estados hasta que me dijo que estaba aquí."
"Pensé que te gustaría saber." No se sentía tan amarga; que tuviera la oportunidad, tal vez, en algo con Peggy. Tal vez no sería perfecto, pero era más de lo que merecía.
"Sí, bueno, gracias."
Los dos de ellos simplemente se sentó allí durante unos minutos más en un amistoso silencio cómodo.
"Bueno, aquí está la esperanza de que no soy un tonto", dijo Bucky finalmente, poniéndose de pie y sacar el polvo de su uniforme.
"Tu vaa a hacer bien," Steve rodó los ojos y se puso de pie. "Siempre lo haces bien. Yo soy el que no puede encontrar la manera de hablar con una chica sin hacerme ver como un idiota."
"No sé sobre eso; a manejar con ese agente bastante bien."
Steve se sonrojó, "¿Crees?"
" A ella le gustas. Supongo que es parte del encanto." Bucky se encogió de hombros mientras caminaban por el campamento, hacia donde Howard tuvo su pequeño taller de configurar. "Pero bueno, felicitaciones. Yo estaba empezando a preocuparme por ti."
"A partir?"
"Sí, por lo menos ahora sé que no soy el único que asegurarse de que tu no estás tomando decisiones estúpidas, porque tu eres el tipo de sacrificio del individuo. Se podría saltar en el camino de un tanque si eso significaba que alguien más podría alejarse de ella ".
Bucky pausa, pensativo, "Si saltas delante de un tanque, yo te voy a golpear por ser un idiota."
"Lo suficientemente justo."
Cuando entraron en el taller improvisado de Howard, el hombre en cuestión fue enterrado hasta los codos en el motor de un jeep. Sus mangas estaban enrolladas hasta los codos pasado y había untado grasa en los brazos y la cara; la camisa y el chaleco no eran probablemente lo más limpio que había estado cuando comenzó.
Steve golpeó con los nudillos contra la mesa mientras entraban, "el señor Stark."
Howard saltó, dejando caer la llave que había estado conteniendo, "Rogers, ¿qué puedo hacer por ti?"
"Tengo a alguien que quiere conocerte."
"Lo haces, ¿eh?" Howard se limpiaba las manos en sus pantalones, que no hizo mucho. Sus ojos se dirigieron de Steve a Bucky y Steve podría haber jurado que el mundo acababa bruscamente hasta detenerse debajo de sus pies.
De pronto, Steve se sintió incómodo como la tercera rueda en una bicicleta.
Howard se había concentrado en Bucky, "Tú eres?"
Por su parte, Bucky se puso un poco más erguido con una sonrisa jugando en sus labios, "el sargento James Barnes. Pensé que te había esperando el tiempo suficiente."
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Howard y Bucky fueron, después de eso, casi inseparables. Cuando regresaron a Inglaterra por un tiempo para planear sus próximos movimientos, ellos dos se la pasaron todo el viaje hablando. Steve les miraba, sintiendose un poco solo, pero feliz de que su mejor amigo era feliz, sus manos se inclinaron hacia el otro y sus dedos se entrelazaron. Fue un poco como una de esas viejas películas que solía ir a ver.
"¿Estás celoso?" Pregunto a Peggy,que estaba sentada a su lado.
"Un poco, él es mi mejor amigo. Pero más que eso, quiero que sea feliz. Howard lo hace feliz, así que eso es todo lo que me importa."
Peggy sonrió, "Estoy seguro de que él diría lo mismo de ti."
Steve sonrió y se sonrojó un poco. Despues ellos cayeron en el silencio después de eso, simplemente observando la feliz pareja mientras hablaban.
A pesar de las contusiones persistentes, Bucky parecía más vivo que nunca Steve podía recordar l. Él se estaba riendo de algo, dijo Howard, erizando el pelo de el millonario cariñosamente. Howard trató de parecer ofendido, pero no funcionó porque su rostro estalló en una enorme sonrisa.
Y Steve pensó que la guerra era una cosa fea, pero al menos todavía había cosas hermosas en el mundo. Miró tímidamente a Peggy y sonrió.
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Steve se acostumbró al hecho de que, durante la reunión en que ambos estaban presentes, Howard y Bucky fueron siempre conmovedora. Era una mano en un muslo, con las manos enlazadas, siempre estaban tocando.
A veces, lo sabía, que se coló por un momento o dos solos. Habían llegado de vuelta con sonrisas tontas en sus caras y la ropa un poco revuelto, los labios de color rojo una deportivas marcas sospechosas en sus cuellos. Pero eso fue sólo cómo eran las cosas. Steve nunca dijo nada al respecto.
Mientras Bucky era feliz - y, obviamente, Howard le hizo feliz - entonces que estaba bien. Ellos tenían un trabajo que hacer y que habían lograrlo.
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"Sabes, cuando todo esto haya terminado, estamos pensando en casarsnos."
Las cejas de Steve estaban en el nacimiento del pelo, "¿En serio? tu y Howard?"
"Bueno, ¿por qué no?" Bucky se encogió de hombros. "Hemos hablado de ello; de que es un padre bastante ajustado, en general, a encontrar su alma gemela, casarse con ellos, y tener hijos No es como si nos fueramos a casarnos con nadie más.".
"¿ incluso va a tener hijos? tu no exactamente tienes el equipo para eso."
Bucky lo empujó, "Cállate Howard el mundo tiene un amigo que está dispuesto a ayudarnos con eso me gustan los niños Será divertido;.... Puede ser un tío ¿Cómo es ese sonido?"
"Suena bien para mí." Steve sonrió ante la idea.
"Tu pensastes en pedirle a la Agente Carter? Tu sabes que ella tiene una cosa para ti, ¿verdad?"
Él se sonrojó, "Yo ... yo sé. Yo estaba pensando en eso. Sabes, cuando todo esto haya terminado."
"Entonces tendremos que tomar Hydra y poner fin a esta guerra." Bucky asintió para sí mismo, "¿No debería ser demasiado difícil."
"Muy bien, vamos a hacer esto."
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Bucky se había ido. Fue su culpa.
Él debió haber echo algo - pero que podría haber hecho.
Todo era culpa suya.
Steve se quedó mirando el líquido rojo luego bebió sin un solo pensamiento. Tenía un sabor amargo, pero todavía era de piedra fría sobrio.
Toda su culpa.
No había sido capaz de hacer frente a Howard cuando regresaron. Todas esas promesas rotas. Fue su culpa. Él había dejado a Bucky abajo; lo había dejado caer. No había excusa para eso.
Tendría que haber hecho algo.
Steve aumentó la presión sobre el vidrio, una ola de ira chocar contra él. El vidrio se quebró bajo su control, pero no le importaba. Haría pagar a Hydra.
No importa lo que hiciera falta. Él se encargaría de que Hydra fuera completamente destruida. Él lo haría. Para Bucky. Para Howard. Para toda persona cuyos sueños y vidas habían sido aplastados por la sed insaciable de Schmidt por el poder.
Él juró que acabaría con Schmidt
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Steve sabía que él había roto la promesa de Peggy. No había manera de salir de esto. Tuvo que hacer esto. Él era el único que podía y si no lo hacía, entonces un montón de gente inocente moriría.
El hielo y el mar se apresuraban hacia él, Steve podía ver a través de las grandes ventanas y había una paliza viento mordaz frío en el pelo y la cara a través de los cristales rotos. Cerró los ojos y respiró profundo del jardín derecho antes de que el avión se estrelló en el hielo.
Steve fue arrojado hacia adelante contra la consola antes de que él fue golpeado de nuevo en el asiento y luego de que cayera al suelo.
No había agua corriendo. Fría. Trató de respirar pero inhaló el agua en vez de aire. Asfixia. Hacía frío ... tanto frío ... entonces ...
Nada.