Quiero jugar contigo
Kagami se encontraba sentado en la cancha, recargado en la reja que la rodeaba. Movía el balón por el piso con su mano derecha viendo como otras personas en la cancha contigua jugaban. ¿Qué hacía ahí? Nada menos que esperar a Aomine Daiki. “EL” Aomine Daiki. El as de la Academia Tōō. El muy maldito que había prometido jugar con él ese día y que ya llevaba casi una hora de retraso. Le echó un vistazo a su celular, el cual se encontraba en el piso al lado de él. No había ni un mensaje, ni una llamada, nada. Sólo la hora que seguía incrementando. Justo ahora daban las 5:45.
Suspiró mientras recargaba su mejilla en una de sus rodillas dejando de jugar con el balón. Ni siquiera le apetecía jugar solo, hacía más de 3 semanas que había jugado con Aomine y cuando éste le había mandado un mensaje de texto dos días atrás diciéndole que se juntaran para jugar, ni siquiera había podido dormir de la emoción que sentía.
Se sobresaltó al escuchar el tono de su celular. Contestó rápidamente sin siquiera mirar la pantalla.
-¿¡Aomine?!
-……… ¿Kagami-kun?
-…
Kagami suspiró resignado, sintiendo como la adrenalina que había sentido se esfumaba en un solo segundo.
-¿Qué pasa, Kagami-kun? ¿Pasó algo con Aomine-kun?
- Ese idiota…me dijo que jugaría conmigo hoy pero llevo esperando una hora
-Ya veo…en realidad casi acabo de colgar con él.
-¡¿EH!? ¡¿Qué te dijo?! ¡¿Viene para acá?!
-No mencionó nada de su juego de hoy Kagami-kun
-¿Qué?
-Quería hablar de algo conmigo…al parecer estaba con Momoi-san, ella quiere que salgamos algún día los 3 juntos.
-…
Kagami bajó la mirada.
-Kagami-kun, ¿estás bien?
-¿Eh? Ah, claro…bueno, supongo que no vendrá, ¿cierto?… ¡Ah! ¿Por qué llamaste Kuroko? ¿Necesitas algo?
Del otro lado de la línea se hizo el silencio, Kagami miró la pantalla de su celular para asegurarse de que no se había cortado la llamada, pero todo estaba bien. Volvió a colocarlo en su oreja
-¿Kuroko?
-No es nada Kagami-kun, si quieres puedo ir allá a jugar contigo, aunque ambos sabemos que el juego no duraría mucho.
Kagami giró un poco la cabeza viendo como un grupo de chicos entraba a la cancha en la que él se encontraba.
-No es necesario, creo que sólo me iré a casa
-Ya veo, entonces nos veremos mañana Kagami-kun
-Mhm, hasta mañana
Kagami colgó el teléfono suspirando. Ese Ahomine… ¿Lo habría olvidado? No, imposible. Esa misma mañana Aomine le había confirmado la hora del encuentro por un mensaje de texto. No lo había soñado, aún estaba guardado en la memoria de su teléfono. Al ver a los chicos enfrente de él comenzando a jugar decidió levantarse, tomar sus cosas y dirigirse a la salida. No podía evitar sentirse decepcionado e incluso enojado. ¿Que Aomine estaba con Momoi? ¿Haciendo qué? ¿Por qué? Había prometido estar con él, no con Momoi.
-…
Se cubrió un poco la boca sonrojándose levemente. Era por esas cosas por las que Kuroko terminaba preocupándose por él. Claro, él mismo le había confesado a Kuroko lo que sentía por el chico de la Academia Tōō. Por eso le era imposible no sentir… ¿celos?, hacia Momoi y hacia el mismo Kuroko, aunque éste último le había asegurado que lo que tenía con Aomine era simplemente amistad. ¿Pero a qué venía eso entonces? ¿Salir ellos 3 juntos? Era justamente por eso que no podía sentirse tranquilo, él sabía claramente que no estaba al nivel de Kuroko y de Momoi en cuanto a su relación con Aomine. Mientras que ellos llevaban conociéndose bastante tiempo y salían juntos, ellos simplemente eran dos chicos que se juntaban para jugar de vez en cuando. Salir por simple gusto no era algo que hicieran. Ni siquiera solían hablar o mandarse textos por teléfono…al menos no recientemente.
Sus pasos comenzaron a alentarse hasta detenerse por completo. Perfecto, ahora estaba deprimido. Se pasó rápidamente el brazo por los ojos, sujetó bien su mochila y corrió hacia su apartamento. Necesitaba tranquilizarse.
-¡KAGAMI!
El chico se detuvo bruscamente al oír su nombre y volteó rápidamente buscando con la mirada a quien lo había llamado, pero no había nadie. Las personas a su alrededor sólo lo miraban extrañados y seguían su camino.
-…
Bien…ahora estaba loco. Se dio la vuelta y siguió caminando.
-¡KAGAMI! ¡ESPERA, MALDICIÓN!
Kagami se detuvo, pero no sabía si voltear, parecería un paranoico si no había nadie detrás, pero la esperanza de ver a esa persona fue más fuerte y lo hizo voltear lentamente, pero una vez más, por más que buscaba no veía a nadie.
-¡¿QUÉ ESTÁS CIEGO O QUÉ?!
Ahora sí que estaba seguro de que no estaba alucinando, al voltear hacia la otra acera vio a ese chico corriendo y deteniéndose esperando a que los autos dejaran de pasar.
-¡¿A-Aomine?!
-¡No te muevas de ahí! ¡Espera!... ¡Kuso!
-¡! ¡¿Q-qué estás- AOMINE!
Al parecer el tránsito lo tenía sin cuidado. Aomine cruzaba haciendo que los autos frenaran bruscamente y que los conductores le gritaran mil cosas.
Al final llegó junto a Kagami jadeando y recargándose en sus rodillas tomando aire
-¡¿P-por qué demonios te fuiste?!
-… ¡¿QUÉ?! ¡Me dejaste esperando una hora! ¡¿Cómo querías que no me fuera?! ¡A decir verdad, creo que esperé más de lo que cualquier otra persona esperaría!
-… ¿Qué?... ¿Tetsu…no te lo dijo?
Kagami lo miró confundido
-¿Lo de…ustedes 3?
-… ¿Quiénes tres?
-Momoi, Kuroko y tú…que saldrían juntos…Me dijo que estabas con ella y que no le habías dicho nada de lo de hoy...
De pronto a Aomine le salió una arruga en la frente
-¿Y le creíste?...
-Que si le-… ¡oye! ¡Cómo no iba a creerle! Ustedes tres… ¡¿ustedes tres son muy amigos, no?! ¡Siempre salen juntos y además…además tú estás con Momoi en la misma escuela! ¡¿Cómo no iba a creerle que estabas con ella?! ¡¿Cómo-
-¡Porque prometí jugar contigo!
Kagami se sorprendió, de repente Aomine parecía enfadado
-¡¿Por qué estaría con Satsuki cuando podría estar jugando contigo?!
-N-no sé, yo…
-¡Y sí! ¡Somos amigos! Pero entonces, ¡¿Qué eres tú?! ¡¿Qué acaso crees que sólo te busco para jugar?! ¡Las últimas semanas no pude contactarte porque tuvimos algunos juegos y el entrenamiento era muy largo! ¡¿Pero y antes de eso?! ¡¿Acaso no jugábamos y nos quedábamos hablando después?! ¡Me he quedado en tu maldita casa Bakagami! ¡¿Jugar contigo es lo que más quería desde hace semanas y tú crees que estaba con Satsuki?! ¡¿Acaso eres-
-Creo que lo mejor sería que dejaras de gritarle a Kagami-kun en medio de la calle, Aomine-kun
Los dos chicos se sobresaltaron y voltearon. Kuroko estaba al lado de ellos con una malteada en la mano
-¡TETSU!
Aomine tomó a Kuroko de su playera y lo levantó
-¡¿Por qué no le dijiste lo que yo te dije?! ¡Estuvo a punto de irse! ¡Además le dijiste una sarta de tonterías que no venían ni al caso! ¡¿Por-
-Porque si le hubiera avisado te habría esperado, habrían jugado básquetbol y eso habría sido todo, ¿no?
Los tres se quedaron callados, Kagami lo miraba confundido
-Kuroko… ¿lo hiciste….a propósito?
-Claro, era un poco triste ver que ninguno de los dos intentaba nada
-…
-…
Aomine y Kagami se miraron, en el momento en el que sus ojos se encontraron sus rostros comenzaron a ruborizarse. Kagami se cubrió el rostro rápidamente
-¡Y-Yo no sé nada!
Se dio la vuelta y comenzó a correr, Aomine se sobresaltó y miró a Kuroko
-¡N-no agradezco tu ayuda! ¡Ya hablaré contigo de esto! -lo soltó- ¡KAGAMI!
Kuroko vio como Aomine corría detrás de Kagami
-Ya lo harás Aomine-kun
Tomó un poco de su malteada y se fue caminando.
Aomine siguió corriendo detrás del otro chico, que parecía que corría a la misma velocidad que cuando estaba en la zona.
-¡Maldición! ¡Kagami! ¡Espe-
De la nada vio como Kagami volteaba bruscamente y corría hacia él. Se detuvo un poco confundido.
-¿Qué te pasa, Kagami?
Kagami pasó a su lado corriendo sin detenerse, dejando muy confundido a Aomine.
-pero que-
Unos segundos después vio como un perro corría persiguiendo a Kagami, al parecer el perro había creído que Kagami quería jugar con él. No dejaba de perseguirlo por más que Kagami corría en zigzag, saltaba bancas, regresaba por el camino y luego volvía a correr en otra dirección.
-…pft
Se cubrió la boca riéndose al ver esa escena
-Ahhh...demasiado lindo…
-¡Ya basta! ¡Deja de seguirme! ¡BASTA! ¡WHOA!
Alguien lo jaló hacia un lado de un edificio, detrás de unos árboles, vio al perro de antes pasar de largo corriendo, detenerse y luego seguir corriendo. Suspiró aliviado, para después escuchar grandes carcajadas detrás de él. Volteó y vio a Aomine partiéndose de la risa, se sonrojó y lo miró “enfadado”.
-¡¿D-de qué te ríes?! ¡No fue nada gracioso!
La risa de Aomine no parecía que fuera a detenerse pronto. Kagami ya estaba bastante avergonzado así que sólo tomó sus cosas del piso.
-¡B-bien! ¡Ríete! ¡Yo me voy a casa!
Se dio la vuelta para irse, pero sintió como Aomine lo abrazaba por atrás y lo apretaba a él.
-¿Q-qué estás-
-Ya, ya…-soltó unas cuantas risas- prometo no volver a reírme
Kagami trató de zafarse
-C-como la promesa de hoy, ¿no? ¡Suéltame!
-Oi, acerca de lo que dijo Kuroko
Kagami dejó de moverse sorprendido, no había creído que Aomine retomara ese tema así de rápido.
-¿Es cierto?
Kagami agachó la mirada sintiendo su rostro ardiendo
-N-no sé de qué estás hablando
-Tch- volteó el rostro de Kagami para que lo viera- Estoy hablando de esto
-¡!
Kagami abrió mucho los ojos cuando Aomine juntó sus labios con los de él. Aún no terminaba de procesar que Aomine lo estuviera besando cuanto ese mismo beso comenzó a intensificarse por parte de Aomine. Kagami apretó los ojos y lo separó empujándolo, a lo que Aomine respondió tomándolo de las muñecas y acercándolo a él haciendo que sus rostros se encontraran.
-Me gustas Bakagami
Kagami se sobresaltó ruborizándose
-A-Aomine-
-Quiero jugar contigo
-¿Q-qué?
Aomine sonrió
-En la cama
Kuroko volteó al escuchar gritos como de pelea al salir de la tienda en donde estaba, para encontrarse a Aomine a lo lejos tirado en el piso y sujetándose la cabeza. Momentos después vio a Kagami salir de entre unos árboles, gritarle más cosas y salir corriendo hacia donde estaba él. Cuando Kagami se percató de su presencia no pudo ocultar su rubor y solamente evitó su mirada.
-C-creí que te habías ido
-Mi madre quería que comprara algunas cosas… ¿está todo bien?
-¿D-de qué?
-Con Aomine-kun
Kagami lo miró ruborizado
-E-él...
-¡KAGAMI! ¡IRÉ A TU CASA TODAS LAS NOCHES!
-¡P-por mí puede caerse muerto! ¡Adiós!
Comenzó a caminar rápidamente, Kuroko volteó y vio a Aomine acercarse con una sonrisa en la cara. Se detuvo brevemente para ver a Kuroko
-Gracias
Después de eso corrió detrás de Kagami. Kuroko sonrió
-Lo sabía
Lo último que vio antes de que doblaran la esquina fue cómo Aomine pasaba su brazo alrededor de los hombros de Kagami y recargaba su cabeza en la de él.