Halloween en la residencia Choi.
- ¡CHOI SIWON, DEBES ESTAR LOCO!
Los gritos y reclamos venían escuchándose desde hacían unos minutos, y cuatro cabecitas sostenidas por cuerpos enanos espiaban entre risas desde la puerta. Incluso el más pequeño y adorable de sus retoños estaba allí, presenciando y divirtiéndose con la efusividad de sus padres.
- ¡Pero Kyuuuuu! Todos quieren vernos disfrazados como alguna pareja famosa.
Los ruegos de su papá eran muy divertidos, pensó la inteligente y pequeña SoHee, mientras escuchaba a sus hermanitos revolcarse de la risa e incluso lanzarse al suelo. Pero, oh, las niñas solían ser muy astutas, y la más pequeña de la familia no era la excepción. Ya había descifrado la personalidad de todos en casa, y sabía cómo iba a reaccionar su Kyuppa.
- ¡¿Y TENÍA QUE SER LA PAREJA PRINCIPAL DE ESA MIERDA DE VASELINA?!
Como los cuatro inocentes niños que eran, las exclamaciones de sorpresa provenientes de sus boquitas fueron inevitables. Pero incluso así, sus padres no fueron conscientes de ellos, pues SiWon ya tenía sujeto el rostro de su esposo y se encontraba besando toda la superficie de piel que encontraba disponible, en un más que obvio intento de distraerle, como sabía SoHee. Intento que, como siempre, funcionaba.
- Yah, quítate, nada de malas palabras, entendí. Deja de besarme, JODER, SIWON, PARA.
Todos tenían un límite, menos SiWon elbesuqueadorcompulsivo Choi. Las carcajadas por parte de los infantes volvieron a estallar. Era entretenido cuando appa Won hacía enojar a omma Kyu y pretendía quitarle el enojo mediante mimos. Incluso ellos sabían que era la peor manera de hacerle entrar en razón, pero de un modo u otro su papá siempre se salía con la suya.
- ¿Los Picapiedras, entonces?
- No pienso ponerme una mierda de vestido, ni aretes, ni mucho menos un jodido collar de perlas, SiWon, entiende.
Los cuatro pares de ojitos se abrieron de par en par. Sabían que el papá más bonito era grosero, pero no estaban permitidos dos improperios en una misma oración. ¡Todos sabían qué venía después! Y como era de esperarse, su papá moreno sostuvo la barbilla de KyuHyun, y selló sus labios con los propios en un beso que pintaría como tierno a los ojos de personas maduras, pero que no era más que intercambio de saliva entre sus padres para los niños.
- ¡Ewwwwwwwwwww!
Suho tuvo que cubrir los labios de Minho y darle un suave codazo a Jino para que guardaran silencio. Quería mucho a SoHee por ser astuta, y por no poder hablar aún. Eso traía sus beneficios. Era una excelente espía en sus exploraciones del territorio de dragones. Y era de esperarse, teniendo la bebé apenas un año y pocos meses de vida. Aunque nadie se explicaba cómo era que ella y Suho se comunicaban, lo cierto era que el mayor de sus hijos podía ser increíblemente inteligente.
- Está bien, KyuHyun-ah... Me pondré el disfraz del Zorro.
Se rindió Won appa, y vieron el desánimo en su rostro justo como había hecho su omma. Con un suspiro resignado, KyuHyun bajó los brazos e hizo rodar los ojos, en lo que salvaba la distancia entre ambos y se recostaba contra el sólido cuerpo de su marido, rodeándole a la vez el tonificado torso con los brazos. Si había algo que KyuHyun no podía resistir, era el ver triste el rostro más animado del mundo. No podía vivir sin esos hoyuelos saltando hasta por la más mínima tontería.
- Me voy a vestir de Elsa de Frozen como en los conciertos, pero nada de andar tocándome por todos lados, ¿hecho?
Los fuertes brazos de SiWon reaccionaron solos y pronto, la silueta de su esposo se vio cubierta por la suya, en un abrazo de oso. Todos sus hijos entonces pensaron que su Kyuppa era muy bonito, bonito en verdad. Y aunque los niños habrían querido quedarse a mirar, pronto SoHee empezó a tirar las manitas de sus hermanos para que le sigan. Era momento de disfrazarse, y de dejar a sus papás solos.
Horas después, con Halloween a la puerta y los dos padres tamborileando con un pie dada la impaciencia de ver a sus hijos disfrazados, las luces de la sala se apagaron para dar inicio al “show” y el primero en aparecer fue SuHo, con una linterna encendida.
- Señoras y señores, el primero en presentarse aquí es el maravilloso Suho, quien está vestido como un feroz dragón. ¡Raaaaaawr! –Por supuesto que sus padres, más que feroz no vieron más que la característica ternura de su hijo mayor en acción. Y los aplausos que se hacían en falta entraron a escena, dejando a un orgulloso Suho sonriente y entretenido.
- El siguiente en presentarse ante ustedes es el gran y grandioso, ¡Minhooo! –Cuando niño entró en la habitación, lo hizo con una bola de Football bajo el brazo y la espalda encorvada, tal y como lo haría el corredor en una partida. Los aplausos no se hicieron esperar, y la posición de su hijo pronto volvió a la normalidad.
- Aquí viene el niño número tres, Jiiiiiiino, quien esta noche se nos presenta como IronMaaaan. –Suho apuntó hacia la puerta, donde el menor de los niños entró apuntando el arma de dicho superhéroe a todos y de inmediato, sus padres levantaron los brazos en fingido miedo, hasta que Jino se quitó la máscara y exclamó, “¡No tengan miedo, soy yo!” entre carcajadas, las cuales fueron acompañadas por las risas de sus padres.
- Y ahora, la princesita de la casa, la niña de mis ojos, la bebé que pasará su primer Halloween con la familia, SoooooHee. –Suho apuntó en dirección a la puerta, y todos en la habitación la vieron acercarse con caminata de patito, debido a su reciente inicio en los pasos, a la niñita de apenas un año y cinco meses, vestida de la tan conocida Kimera, como su hijo mayor quería llamarla.
La carita pintada de león, y dos peluches cosidos en la hombrera de su traje para representar las tres diferentes cabezas, además de la cola de serpiente y las alas que colgaban de su espalda. Era un disfraz muy bien elaborado y sabían perfectamente quién estaba detrás de todo. El que Suho corriera a alzar a su hermanita solo confirmaba sus sospechas.
Antes de salir todos, sus padres dieron una demostración también de sus trajes, aunque la de Kyuppa solo haya consistido en cantar pues le apenaba el tener que usar ese enorme par de pechos. SiWon también, reunió a toda la familia para tomarse una foto de todos como la familia sobrenatural, fotografía en la cual todos adoptaban su papel, incluso la pequeña Kimera al gruñir como león, aún si sonase como un gatito enojado.
Ya después, todos salieron a pedir dulces, y posteriormente, a casa de tío Heenim que, para sorpresa de nadie realmente, era el favorito de SoHee. Oh, la niñita sería muy malcriada y le traería un mar de dolores de cabeza a su padre, incluso a una edad tan joven lo sabía.