Llegué al despacho con la intención de no mover ni un solo dedo en el trabajo de hoy, pero el gran archivo que se encontraba en mi mesa decía completamente lo contrario. Me quité el abrigo, lo dejé colgado tras la puerta, me senté en mi silla y me coloqué las gafas para echarle un vistazo rápido, lo que me pareció imposible al ver la gran cantidad de páginas que albergaba en su interior.
No había dormido en absoluto por el gran alboroto que estaban montando los nuevos vecinos de arriba, ya podéis imaginaros que tipo de ruidos. No paran de decirme que si tanto me quejo que me mude a otro sitio. Claro, dinero no me falta, ¿No? Soy solamente el director de la sucursal de periodismo de investigación y soy millonario, no te jode.
Saqué un paquete de tabaco del segundo cajón de mi escritorio, lo encendí y le pegué una pequeña calada. Imaginar el estrés que debo llevar encima para ponerme a fumar nada mas llegar, y este ya es el segundo paquete del día aun siquiera siendo las 8 de la mañana.
—¿No lo habías dejado, Terachi?—se abrió la puerta y nada mas escuchar su voz sonreí de medio lado.
—¿Y tu no ibas a dejar el jueguecito de las formalidades, Aki?
—Oh, contestando con otra pregunta, que me estarás ocultando Shinya.
Este es Aki, llegó a la empresa hará unos 4 meses, después de que despidiera a mi secretario anterior por follarse a la directora de periodismo ambiental en mi mesa una y otra vez. Se creía que no iba a enterarme, me gusta tener bien vigilado lo mío, y no iba a dejar a mi novio de aquel entonces suelto con tanta arpía suelta queriendo que se la metieran hasta el fondo. Jode demasiado que te vengan a casa una y otra vez sin ganas de hacer nada porque “no le apetecía”, ir una hora antes al despacho para adelantar trabajo y verlo agarrándole las tetas y follándose a esa puta. Ambos despedidos, y hacerme caso de que esos dos no volverán a encontrar trabajo, por lo menos en esta rama.
—Bu. Despierta, no te me quedes en trance. — estaba a milímetros de mi y me dio un pequeño beso, el cual me hizo sonreír como tonto.
¿Había comentado que también me tiro al nuevo secretario? No es mi hobbie tirarme a todos mis empleados, son ellos los que me provocan, aun así, no tenemos nada serio y mantenemos bastante en secreto todas las cosas que…solemos hacer.
—Perdón, estoy demasiado cansado.
—¿Los vecinos de nuevo?
—Claro. Quien si no. Antes odiaba el despertador por tener su sonido bien grabado en mi mente, ahora lo que no sale son los gemidos de esos depravados.
Colocó su mano en mi mentón y me miró fijamente a los ojos.
—Yo quiero volver a recordar los tuyos antes de olvidarlos por completo, que me tienes muy olvidado últimamente.
Le aparté la mano y le di un pequeño empujón para que se sentará en la silla de en frente mío.
—No tengo ganas de echar ningún polvo. —mentí, llevaba un mes sin follar con nadie, menuda vida esta.
Sacó un cigarro, lo encendió y le pegó una pequeña calada.
—¿Has mirado los archivos? Cuando los han traído me han dicho que te los entregue sin falta, ya que podríamos conseguir muchos mas lectores si cumpliésemos con esas entrevistas, ya que nadie ha conseguido sacarles nada nunca. — así es Aki, cambiando de tema al trabajo cuando está indignado, que adorable es.
—Ya sabes que no cumplo trabajos tan apresurados, me gusta el orden y la tranquilidad, no las prisas, así todo acaba saliendo mal, además, ¿Terminaron de redactar los del sector 2 la noticia del desbordamiento en el acuario? ¿Hablaron con las victimas? ¿Consiguieron la información que les pedí de la policía? ¿Y que hay de las fotos? Dije que las quería aquí a primera hora y solo me he encontrado esté archivo que no tiene nada que ver conmigo.
—Shinya. — echó el humo directamente hacía mí— eso no tiene público, a la gente le acaba dando igual leer eso, prefieren verlo en la televisión, nuestro deber es redactar o crear noticias que entretengan a nuestros lectores, y con eso del acuario, volveremos a ser el hazme reír.
—Si tanto parece que desprecias esto, ¿Por qué no te largas?
—Porque confío en ti, y porque me gusta este sector. Tenemos buen equipo, tu lo sabes, sabes perfectamente que el sector 5, el cual lo tienes inhabilitado está lleno de entrevistadores profesionales, y se que son capaces de cumplir este trabajo. —me miró fijamente— con este artículo Shinya, con este artículo, la gente se callará sus putas bocas de una vez por todas.
Aki abrió el archivo y en el se encontraban muchos papeles con información de todo tipo, pero lo que llamó mi atención fueron las fotos de 4 jóvenes. No 4 jóvenes corrientes, si no unos en los que todos los periodistas estaban detrás, cómo se les llamaría…¿Iconos de moda actual? ¿Iconos que la gente admira? Yo simplemente los llamaría 4 tíos buenos de los que las niñas de hoy en día compran revistas y mojan braga.
—Claro Aki, sisi, pasamos de noticias relevantes, a crear entrevistas en los que 4 pringados nos cuentan cual es su color favorito y a donde llevarían a su chica ideal en la primera cita.
—Todos van detrás, ya que nadie ha conseguido sacar nada de ellos y son todo un misterio, si consigues estas 4 entrevistas sabes perfectamente que dejaran de meterse con este sector.
Tenía razón, no iba a negarlo, al igual que cuando se crearon bandas como Los Beatles, Los Rolling Stones etc, que solo se hablaba de ellos, estos 4 chicos era de lo único que se hablaba en la actualidad, y no estaría mal sacar como es el tipo de vida de ellos etc., si lo consiguiésemos, hablarían de nosotros y podríamos dirigir esta sucursal hacia el buen camino.
—Se que siempre hemos hecho otro tipo de investigaciones, ¿Pero por qué no probar con la investigación de cómo es la vida de estos iconos actuales?
Pegué la última calada antes de acabar mi cigarrillo y lo dejé en el cenicero de cristal de mi mesa.
—Quiero intentarlo.
—Genial.
4 jóvenes famosos, Yo-ka, el hijo de un militar importante y el cual parece ser un niño prodigio para todo lo relacionado con ese mundo, lo último que se supo de el fue que la semana pasada rescató a un bebé de un incendio, salió en todas las noticias y el se negó a comentar nada. Kazuki, jugador de futbol profesional de la selección japonesa, centrocampista, número 10, todo el mundo habla de el, es el jugador mas joven, marcando un numero de 50 goles en un mes, y por supuesto, todo un playboy, la de fotos que hay de el rodeado de tías, eso si, parece muy social y todo eso pero el muy cabrón no dice nada, como si le hubiese comido la lengua el gato, los de la sección de periodismo deportivo en su tiempo libre juegan a la diana con una foto de el. Tsuzuku, como no escuchar hablar de el, vocalista de la banda de moda “Silver Virus” este si que tendrá niñas moja bragas de todas las edades detrás, con esas letras con contenido tan sexual las vírgenes estarán felices de tocarse con su voz, este jamás ha concedido ni una entrevista, siempre dice las mismas palabras “Yo hice música para liberarme de la alta tensión que tengo en el interior, no para estresarme mas contándole mis penas a pringados como vosotros”, menudo ejemplar. Y por último, la única persona que parece tener un poco de cabeza, el famoso novelista, Sakai Akihide, o mas conocido como Shin, su último libró titulado “Apocalipsis” el cual narra las desgracias de un joven que va volviéndose loco por la gran capacidad de cosas que puede acumular su mente, vendió mas de 50.000 ejemplares en tan solo un mes a partir de su salida a la venta, el problema de este, es que cree que todos somos seres inferiores y no comparte ni una palabra con nadie.
—Bien, me he decidido, haremos estas 4 entrevistas a la perfección, se que los que enviaré lo harán genial.
—Bien, saldré fuera para que puedas hablar con ellos.
—Después te invito a un café, por las molestias.
—Mejor déjame dormir contigo esta noche. —sonrió y salió de la habitación.
—Menudo ejemplar.
******
Estaba aburrido, sin nada que hacer, me encontraba mirando al horizonte en la sala de descanso de mi sección y removiendo el café de maquina con una cuchara de plástico que no sirve para nada. Todos los días por mi mente pasaba el dejar este trabajo, me gustaba, me saque la carrera de periodismo con sobresaliente, pero para estar todos los días quieto, sin hacer completamente nada, prefería buscarme otra cosa, lo mas interesante de mi día acababa siendo siempre ver como mis tres gatos jugaban entre ellos.
—Buenos días Yuuki. —se sentó enfrente y pegó un sorbo de su café de moca.
El era la única razón por la que al fin y al cabo no me movía de aquí.
—Ah…buenos días Shou.
—Quería comentarte una cosa.
—¿Mmm? Claro, dime. —raro de el siquiera hablar conmigo durante mas de 5 segundos.
—Estaba pensando en dejar este trabajo, ¿Te ocuparías tu de mi parte hasta que encontrasen a alguien que me sustituya?
—Ahh…bueno…en verdad…estaba pensando lo mismo así que…
—Entiendo. No hay problema, gracias de todas formas.
Por qué siempre tiene que ser tan serio y cerrado con la gente…creo que nunca le he visto emocionado con nada, aun así…no me lo saco de la cabeza.
—Ey, Yuuki, despierta. —chasqueó los dedos delante de mi cara y me fijé en que Shou ya se había ido.
—Ah…hola Koichi.
—¿Mal de amores?
No pude hacer otra cosa que reírme por sus palabras.
—Igual que siempre, no te preocupes.
Koichi fue la primera persona que conocí al llegar aquí, nos sentíamos ambos bastante apartados, así que comenzamos a hablar y nos dimos cuenta de que teníamos bastantes cosas en común por lo que poco a poco se fue convirtiendo en mi mejor amigo. Nos comemos las burlas de todo el mundo por vestir un tanto diferente y llevar el pelo rosa aun siendo chicos, venga vamos, ¿Aún en el siglo XXI seguimos con esas? En fin, el es una persona de confianza.
—Pasa de el.—bebió un sorbo de su té.
—Es lo que haré a partir de ahora.
—¿En serio?— se quedó bastante sorprendido por mi decisión.
—Se va.
—Joder…lo siento Yuuki.
—Da igual, es normal que se vaya, yo tenía pensado hacerlo, los que estamos aquí hemos ganado muchos premios y no se que mas mierdas que no nos han servido para nada, ya no nos mandan hacer nada, nos pasamos los días haciendo informes, hecho de menos salir a la calle a investigar joder.
—Va a ser tu día de suerte.—una voz sonó detrás de nosotros y tanto Koichi como yo giramos la cabeza.—nos llaman por un trabajo al despacho del director, Shou ya ha ido, vamos. —salió de la sala.
—¿Alguna vez le cambiaran el mecanismo a ese robot?—preguntó Koichi alzando una ceja.
—No seas cruel con Manabu —me levanté—no es el mecanismo, solo le hace falta una buena actualización.
Nos reímos y nos dirigimos al despacho, para ver que clase de trabajo nos tocaría esta vez, esperando algo que fuera interesante.
*****
Shou fue el primero en llegar, se encontraba sentado mirándome fijamente, muchas veces me preguntaba si tenía alguna clase de problema, no era normal quedarse de esa forma tanto tiempo, ni siquiera pestañeaba, ¿Estaría muerto?
—Oye Shou.
—Dime.
Vale no.
—Nada nada.
—Bien.
Madre mía, si que trabajo con gente rara.
Se abrió la puerta y entraron los otros tres que faltaban.
—Con permiso.—dijeron todos a la vez y les indique con la mano que se sentarán.
—Bien. He estado pensando como poder revivir…como decirlo, la llama de nuestra parte periodística, por lo que me han traído unos papeles, he decidido aceptarlos, y vosotros seréis los encargados de hacer que todo esto salga bien.—coloqué las 4 fotos en la mesa mirando hacia ellos—bien, ¿Sabéis quienes son?
—Sí, Yo-ka, militar, Kazuki, futbolista. Tsuzuku, vocalista y Shin, novelista.—dijo Manabu.
—Así me gusta, que vengas preparado y me quites trabajo. Bien, nuestro deber será hacerles una entrevista, ver como funcionan sus trabajos, como son la vida diaria de ellos, sacarles también si podéis cosas personales, es decir, debéis actuar como sus sombras, poner los 5 sentidos en todo lo que ellos hacen, y después de toda la información que retengáis, escribir un articulo. Quiero que pregunten “¿Cómo es la vida de X?” y que solamente leyendo el artículo o entrevista se contesten todas las preguntas del lector, ¿Entendido?
—Pero eso es imposible, nadie lo ha conseguido. —comentó Koichi.
—No, nadie no, vosotros todavía no lo habéis intentado, deposito toda mi confianza en vosotros, así que bien, os dejo elegir a quien queráis entrevistar.
—Yo me quedo con Shin. —Shou fue el primero en elegir y cogió la foto de Shin junto la información que se encontraba debajo de dicha foto.
—Que raro, tu eligiendo el primero cuando siempre sales antes y dices que lo que sobre.
—Llevo demasiado tiempo aburrido, y lo que quiero es un reto.
—Entendido, ¿Y vosotros?
—Me quedo con el futbolista, el militar va a ser bastante cerrado y el vocalista demasiado pegajoso, quiero algo entremedio.—Manabu cogió su foto e información.
—Y los pelirrosas se quedan con los difíciles.—me reí.
—Me quedo con Yo-ka.—Yuuki se apropió de toda su información.
—¡Oye!—Koichi se quejó—¡No me dejes el difícil!
—Ya sabes que no me va eso de meterme en antros de ese estilo.
—¡¿Y a mí si?!
Dios mío…como niños.
—No quiero imaginar si fueseis corresponsales de guerra.—bebí un poco de agua para aclararme la garganta— bien, para mañana os quiero con esos informes estudiados, yo llamaré para avisaros y que os den un pase para poder estar por ahí sin problema. Mucha suerte mañana chicos.
—Será muy divertido. Gracias por este trabajo. —Shou se fue.
—Gracias por todo, le iremos avisando. —se fueron los otros tres y al de 2 minutos entró Aki.
—Que contentos se les ve, ¿Les has dicho que ha sido imposible conseguir el pase y que van a tener que ingeniárselas con esos 4, lo cual va a ser casi imposible?
Cogí el cigarro que había depositado con anterioridad sobre el cenicero, pegué una calada y me eché hacia atrás en la silla.
—¿Eso sería demasiado aburrido para ellos, no crees?—sonreí impaciente, esperando con ganas el día de mañana.