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I say a little prayer for you por SebbyPhantomhive

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Notas del fanfic:

Espero les agrade este fic :D

Es un nuevo día, en un departamento sencillo de la enorme ciudad de Japón se ve como un malhumorado hombre de buena figura, y bellos pero firmes rasgos se peina frente al espejo, con su traje de camisa y corbata, se presta a dirigirse a su trabajo, lo que no se imagina este hombre es que detrás de él mientras bebe de su taza de café, alguien sonrojado con mirada enamorada lo está observando.

-Se me hizo tarde… mierda, me multarán en la oficina, Se quejaba molesto el atractivo hombre de traje, mientras tomaba su maletín la divinidad de ropas ligeras que flotaba cerca de él, sonreía y no dejaba de admirarlo.

-creo que debería conseguirme una novia o un despertador… Murmuraba el hombre al guardar unos papeles en su maletín, al escuchar la radiante sonrisa del dios iba opacándose, sintiendo celos por lo que acababa de escuchar.

-¿Novia? Mejor es un despertador… Dijo molesto el dios de ojos rasgados, aunque sabía que el mortal no le escuchaba.

-Sí, será mejor el despertador, las mujeres son complicadas. Respondía el hombre de mirada profunda y seria como dando inconscientemente respuesta al dios que recuperó su sonrisa al sentir que era como una conversación de los dos.

-Podrías tener un hermoso dios a tu disposición si quisieras. Decía coquetamente el dios volando a su alrededor.

-Te levantaría con un beso cada mañana… Expresaba amorosamente cerrando los ojos y pretendiendo besarlo, aunque ya lo había besado muchas veces sin ser correspondido, le agradaba hacerlo, pero solo sintió como la puerta se cerraba.

-¡Oye, espérame…! Gritaba ansioso la divinidad al ver como su amado humano lo dejaba.

-Hoy te ves tan hermoso, como cada día… Le halagaba muy animado el dios de la fortuna como era conocido en China, aunque estaba algo lejos de casa pero el amor hacia ese humano lo tenían al límite de la locura, mientras caminaba junto a él dentro de un edificio con oficinas, el serio humano caminaba de prisa para llegar a su escritorio.

-Maldita idiota, no lo mires… Replicaba con mala cara el dios que no se separaba del mortal, cuando una coqueta señorita le sonreía a su amado.

-Buenos días Hoozuki-san, Le saludaba un hombre algo regordete de traje también quien estaba sentado junto al escritorio del que llegaba.

-Buenos días Momotaro san… Respondía el saludo el hombre acomodando sus cosas en su escritorio.

-Se te hizo tarde, Murmuraba con una sonrisa de complicidad el otro al ver a Hoozuki tratando de recuperar el aliento, al parecer eran amigos.

-Me quedé dormido… Murmuró entre dientes el mortal, el dios callado sentado sobre el escritorio no dejaba de verlo, y tratando de soplarlo para que se refrescara.

-Deberías conseguirte una novia, mírame a mí, ya tengo una y estoy temprano en el trabajo. Se jactaba Momotaro, conociendo que su serio amigo era muy distante de esos temas amorosos.

-Eso no tiene sentido, si tu novia te amara te haría llegar tarde ¿Verdad? Dijo Hoozuki con una pequeña sonrisa sarcástica casi burlona.

-Es que ella sabe que el trabajo es importante para mí… Se justificaba el otro ante esa dura insinuación, la divinidad enamorada sonreía al ver a su amado ser sarcástico era una de las cosas que lo habían enamorado, no era como un humano normal, que suelen guardarse las cosas, él era frontal muchas veces hasta un poco cruel y eso amaba de él.

-¿Qué tienen hoy todos con las novias despertadores? Susurraba malhumorado el dios al seguir escuchando al otro animando a Hoozuki que se consiga una novia que lo cuidara y así llegaría temprano al trabajo, pero este parecía no hacerle caso.

-Debemos trabajar o el molesto supervisor se enojará. Le dijo con un suspiro Hoozuki al ver a su supervisor a lo lejos.

-Pero piensa en tu futura novia… no es mala idea… Le recalcó Momotaro como para terminar esa incomoda conversación

-Idiota, yo no necesito eso… Susurró Hoozuki encendiendo su computadora, de alguna forma no le llamaba la atención eso de buscar una pareja, pues a pesar de estar solo no se sentía así.

-Claro que no la necesitas, yo estoy a tu lado. Prometo que mañana si te levantaré temprano, es que te ves tan tranquilo durmiendo… Susurraba el dios con una sonrisa abrazándose al cuello por la espalda de su amado con ternura, mimándolo por un rato, hablando aunque no le escuchara se quedaba la divinidad, veía como su amado humano hacia su aburrido trabajo.

-Ups, la hora…. Se me hace tarde… Se alarmó un poco el ser divino al ver la hora, él también tenía asuntos que hacer en su posición de dios de la fortuna, asi que con tristeza tendría que despedirse hasta más tarde del hombre que ahora parecía llamar por teléfono.

-Cuídate amor, ten un lindo día… Le decía cariñoso el dios al despedirse.

-Te amo… Fue lo último que le dijo y con un roce de labios se desvanecía para regresar a su lugar de trabajo por así decirlo en China.

-Oye Hakutaku ¿dónde andabas? Le cuestionó molesto un anciano compañero de milenios de la bestia divina sentándose en una esponjoso nube esperaba cumplir su rol de dios.

-Por ahí… haciendo cosas de dioses… Contestó muy animado Hakutaku, pues nada le hacía más feliz que velar y cuidar a su japonés.

-Acosando a ese humano dirás… Dijo burlonamente su otro compañero con apariencia de un niño.

-¿Acosando? Cuestionó con fingida inocencia el dios de la buena fortuna.

-Él es mi novio… aunque no lo sepa todavía, Decía Hakutaku recostándose ilusionado en la nube cerrando los ojos aun sentía el aroma de su humano en su olfato.

-Sabes que es peligroso involucrarse con ellos, y más si formas lazos amorosos. Le aclaraba como siempre el de apariencia mayor,

-Lo sé, además no es en serio… Habló Hakutaku no dando mucha importancia a esa aclaración, aunque en su corazón sabía que sus sentimientos eran fuertes y verdaderos.

-esperemos que sea así… Suspiraron los dos compañeros con resiganción, pues ellos estimaban a la inquieta y traviesa bestia divina, quien antes era muy libertino pues le gustaba la compañía femenina, pero al parecer nunca iba en serio, hasta que conoció a este humano que lo cautivo, y se notaba el cambio, ahora era más sensato en sus actitudes.

-¿Qué tiene de malo? Solo quiero hacerlo feliz, y soy feliz de solo tenerlo cerca. No le hago daño a nadie. Replicaba Hakutaku cuando sus compañeros lo dejaron solo, el no podía tampoco creer que el amor le haya llegado de esa forma, en sus miles de años, nunca había nacido dentro de él un sentimiento tan puro y sincero, pero ahora que lo experimentaba solo quería seguirlo sintiendo, aunque sabía que era casi imposible una relación con el humano, pero su corazón enamorado profundamente le daba cierta esperanza. Cuando se aburrió o más bien calculó la hora de salida de Hoozuki regresó a Japón para verlo, pero la escena que vio no le hizo gracia alguna.

-Conozco un lindo restaurante a unas cuadras de aquí. Decía una mujer muy atractiva tomando el brazo de Hoozuki para encaminarlo, al parecer los dos iban a cenar juntos.

-Hoozuki… Susurró con tristeza la divinidad, pues al parecer su Hoozuki había escuchado la idea que su amigo Momotaro le había dicho por la mañana.

-Es verdad  esto no tiene futuro… yo nunca lo haré feliz… ¿Pero por qué me duele? Con una pequeña lagrima decía esto Hakutaku, sintiendo como su corazón se deshacía, tal vez era mejor dejarlo ser feliz aun si no fuera con él,

-Se feliz mi amor… de todas formas nunca dejaré de hacer una oración por ti… Así lo susurraba al frio viento de esa noche que empezaba en Japón, un dios de alma pura con infinita tristeza se alejaba de la pareja, descartando cualquier futuro con ese humano que le había enamorado.

Notas finales:

gracias por leerlo :*

besos :*


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