I
El único para ti
"Kagami-kun, ¿Puedo verte ahora? Estoy en el parque cerca de tu apartamento"
-Kuroko T.
Kagami corría sin aliento por una de las calles, al recibir ese mensaje de Kuroko había salido inmediatamente del apartamento, sin importar que Alex estuviera ahí y le preguntara confundida qué era lo que pasaba. Eran las 10:45 y había pocas personas en la calle, aceleró el paso una vez que vio el parque en la otra acera.
.........
Kuroko estaba sentado en uno de los columpios que se encontraban en el parque, miraba el piso y se empujaba levemente hacia adelante y hacia atrás con sus pies sobre la tierra.
Después de unos minutos escuchó pasos rápidos acercarse. Se detuvo y alzó la mirada, para encontrar a su compañero de equipo respirando con dificultad frente a él.
-¿Qué pasa…Kuroko?
-…
El chico volvió a bajar la mirada, Kagami esperó unos segundos pero parecía que no hablaría muy pronto, calmó su respiración y se sentó en el columpio al lado de Kuroko. Estuvieron así un rato, Kagami escuchaba el leve chirrido que hacían las cadenas del columpio de Kuroko al moverlo un poco, no quería presionarlo así que dirigía su mirada hacia otros lados. Todo a su alrededor estaba callado y solitario. Eran las únicas personas en ese parque.
-Se lo dije
Las palabras de Kuroko tomaron por sorpresa al chico, que volteó a verlo. Kuroko ya no movía el columpio y sólo tomaba las cadenas a sus lados mirando el piso.
-¿Qué?
-Le dije a Aomine-kun…que me gusta.
Kagami se sorprendió, no porque no supiera los sentimientos del chico. Él mismo le había contado hace tiempo que estaba enamorado de su excompañero de equipo, pero le había dicho también que probablemente nunca se lo diría, que estaba bien con la relación que tenía con él en ese momento. Kagami siguió mirándolo, no sabía si diría algo más…pero el que le hubiera dicho a Aomine sus sentimientos y que ahora estuviera sentado en medio del parque a mitad de la noche…podía imaginarse qué había sucedido. Por eso no quería hacerle esa pregunta a Kuroko. En vez de eso evitó un poco la imagen de su compañero volteando levemente al frente.
-Ya veo…
Inmediatamente se maldijo por no tener nada mejor que decir. Se quedaron callados. Varios minutos pasaron sin que ninguno dijera nada, pero momentos después Kagami escuchó la pequeña voz de Kuroko
-Yo lo sabía…
Kagami volteó a verlo, Kuroko sujetaba con fuerza las cadenas del columpio, sus ojos estaban levemente cristalizados, al notar la mirada de Kagami sobre él agachó la cabeza. No quería llorar.
-Yo sabía que él no me veía de esa manera pero…no sabía que él… que él…
-…….. ¿Qué es lo que te dijo, Kuroko?
El chico se quedó unos segundos callado, para después decir en un susurro
-Aomine-kun…está saliendo con Kise-kun…
Kagami se sorprendió, de alguna forma todos sabían que Kise sentía algo por Aomine, pero no sabía que ya eran pareja, si lo hubiera sabido…
-Yo…yo creí que aunque Aomine-kun no sintiera lo mismo ahora…si me daba una oportunidad yo…yo podría…
Sintió la mano de Kagami sobre su cabeza, volteó levemente y vio que el chico miraba al frente.
-Entiendo…—lo miró— yo…entiendo…no tienes que decirlo…
Se quedaron mirando un momento. Al ver a los ojos a Kagami, Kuroko supo que en realidad él lo entendía, y que no era necesario que se guardara lo que sentía. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, agachó la cabeza mordiéndose los labios.
Kagami no quitó la vista de Kuroko, notó que la fuerza que hacía sobre las cadenas disminuía y segundos después sus hombros saltaban levemente para dar paso a pequeños sollozos que fueron incrementando con el tiempo.
En ese momento Kagami supo que probablemente…no, era seguro que Kuroko no había derramado ni una lágrima frente a Aomine, por más que estuviera herido no había llorado frente a él porque no quería que Aomine se sintiera culpable o que le diera lástima. Había mantenido esa imagen hasta ahora para no causarle problemas. Y seguramente se había planteado no llorar con Kagami…
Acariciaba levemente el cabello de Kuroko mientras éste sollozaba sin tratar de detener las lágrimas. No sabía qué era lo que podía hacer para hacerlo sentir mejor, odiaba verlo así. Él había visto de qué magnitud eran sus sentimientos hacia Aomine, cuando estaban los 3, Kagami podía verlo: Kuroko era la persona más feliz del mundo cuando se encontraba cerca del otro chico. Por eso ahora se encontraba devastado, aquella máscara que solía poner ante los problemas que decidía enfrentar solo finalmente se había roto. Cada sollozo que llegaba a los oídos de Kagami lo hacían quebrarse un poco a él mismo. Quería encontrar las palabras que lo hicieran sonreír de nuevo, que lo hicieran olvidar todo, pero su mente estaba en blanco. La imagen de Kuroko ante él…sus hombros saltando, las lágrimas cayendo una a una sobre sus piernas…Kagami bajó la mirada, se acercó a él y lo abrazó suavemente sin levantarse del columpio, pudo sentir como Kuroko se sorprendió un poco, pero segundos después sintió sus pequeñas manos sobre sus brazos, apretándolos con fuerza sin alzar la mirada y sin dejar de sollozar, esta vez con más fuerza. Estaba bien. Kagami entendía. Entendía cómo era que Kuroko se sentía.
-Después de todo…—forzó una pequeña sonrisa— Yo te quiero a ti Kuroko