1.- ¿Cómo llegamos a esto, comadreja?
Harry POV
Escondido bajo su capa de invisibilidad, Harry Potter no daba crédito a lo que veía. Estaba en un rincón de uno de los pasillos de hogwarts y podía ver a dos personas besándose en uno de los recovecos que los huecos que alguna vez fueron ocupados por armaduras brindaban en ese mismo pasillo.
No eran besos largos, más bien lo contrario pero ambos se entregaban a cada beso lentamente, con parsimonia, como queriendo detener el tiempo cada vez que se juntaban sus bocas, saboreando el instante y el beso. Harry sabía que no debía estar mirando, que lo más decoroso era marcharse e interrogar a cierto Gryffindor más tarde, pero sus piernas no obedecían.
No era pasión - pensó el moreno mientras apartaba la mirada de sus compañeros de curso - se diría que era … ¿? … ¿sensualidad? Sí. Sobretodo sensualidad…. Y tal vez… tal vez….. ¿? No, no, nononono. NO. Eso era imposible.
Volvió a mirar a la pareja; habían dejado de besarse pero sus frentes permanecían aún juntas con la punta de sus narices casi rozándose. Permanecían quietos, con los ojos cerrados y una media sonrisa de satisfacción en los labios, y Harry tuvo la sensación que ambos estaban saboreando aún los besos del otro, sensación que se hizo más fuerte al ver al Gryffindor pasar la lengua suavemente por sus labios y ensanchar la sonrisa.
Fin del Harry POV
El rubio fue el primero en romper el silencio, lo hizo sin separar la frente de la de su compañero. Hablando por una vez sin arrastrar las palabras, pese a que era algo común en él.
- ¿Cómo hemos llegado a esto, comadreja?
El pelirrojo abrió sus hermosos ojos azules y sin perder la sonrisa respondió con un deje de ese humor tan típico en él:
- Creo que empezó en cierto cuarto de baño de prefectos, Malfoy. Ya sabes, - añadió con un tono pícaro - demasiado calor, un cuerpo mojado, una gran bañera llena de espuma,…
El rubio rió suavemente al escuchar al Gryffindor:
- Dicho así, Weasley, casi parece que fue algo…digamos bonito; aunque yo recuerdo más bien una pelea, cuyos insultos y golpes que llevaron a cierto pelirrojo a tener un "arrebato"…
- ¿Disculpa? Eso no fue así, maldito hurón, sabes perfectamente que fuiste tú quien tuvo el "arrebato"- Dijo Ron, apartándose un poco de su compañero, pese a que era evidente que el pelirrojo solo intentaba hacerse el ofendido, ya que una sonrisa estaba colándose en su cara pese a sus intentos infructuosos de disimularla.
- Como sea - atajó el rubio, aprovechando para volver a reducir la distancia entre ellos - el caso es que "antes" esto era más… físico. Ahora, bueno,-titubeó el muchacho- ya sabes… nosotros…
- Por Merlín, jamás creí que viviría para ver a un Malfoy inseguro… - dijo el pelirrojo suavemente.
Malfoy dio un pequeño salto hacia atrás, como impulsado por un resorte mientras miraba duramente al pelirrojo, ya que pese a la suavidad de las palabras y que no habían sido pronunciadas maliciosamente, el rubio las sintió como un ataque.
- No te atrevas a burlarte, comadreja, aún no ha nacido un Weasley que se pueda quedar por encima de un Malfoy - dijo el rubio sin poder evitar un deje de desprecio en su voz.
El Gryffindor, lejos de ofenderse o amilanarse dio un paso hacia su compañero suspirando pacientemente ante uno de los habituales brotes de divismo de su... loquefuese.
- Punto uno, - habló tranquilizador - vuelves a arrastrar las palabras, Draco y no habías vuelto a hacerlo desde.., bueno,- dijo mientras intentaba sonar despreocupado- desde hace tiempo, al menos cuando estamos solos. Y punto dos,… lo de estar "encima" me da algunas interesantes ideas… -remarcó la palabra "encima", a la vez que bajaba la vista hacia los labios del Slytherin con la clara intención de atraparlos con los suyos.
De repente escucharon un ruido estridente que procedía de uno de los rincones del pasillo. Ambos giraron sus cabezas a la vez, temerosos de que alguien hubiese podido verles o escucharles. Se acercaron al rincón de donde había salido el ruido con sus varitas en alto, pero no vieron a nadie ni se escuchó nada más.
- ¿Qué o quién podría haber sido, Malfoy?
- Alguien bajo una capa de invisibilidad, me temo- dijo el rubio con su mejor tono neutro, evitando mirar al que estaba a su lado.
Oh mierda, no. – se angustió Ron- sabía que debía haber hablado ya con él.
Draco se giró hacia él un tanto preocupado, (aunque no lo hubiese confesado ni bajo "imperio").
- No te preocupes por Potter. Si no es capaz de entenderlo, … bueno, entonces no es tan buen amigo.- dijo intentando sonar como un Malfoy. - Él mejor que nadie debería entender el porqué nadie debe saber de... nosotros.
Ron le miró con un deje de temor en su mirada; e inesperadamente, Draco se acercó y le tomó de la mano y le habló con firmeza:
- Iremos juntos a hablar con él, no hace falta que te enfrentes solo, y así si tiene que dirigir su ira hacia alguien, que sea hacia mí. - hizo una breve pausa antes de seguir - Si se atreve, claro.- Y esta vez, sí sonó como un verdadero Malfoy.
Ron le dirigió una tímida sonrisa, pero negó con la cabeza.
- No, mejor no. Soy un Gryffindor, no lo olvides; así que creo que puedo enfrentarme solo a un amigo- afirmó guiñándole un ojo.- Vamos, es hora de volver. Ya hemos sido suficientemente imprudentes por hoy.
Resignado, Malfoy solo pudo responder;
- Bueno. Te veo mañana donde siempre - Y sin poderlo evitar añadió- Y no llegues tarde, Weasley!
Ron, poniendo los ojos en blanco contestó con un simple resoplido. Se dirigieron una última mirada cargada de intención y se separaron para encaminarse a la sala común de sus respectivas casas.
Harry POV
No pude evitarlo, no pude evitar tropezarme - pensó Harry. Cuando su resistencia a semejante conversación llegó a su límite y pudo salir huyendo de aquel pasillo sus piernas no le respondieron del todo y acabó tropezandose y cayéndose.
Harry no tenía dudas, habían escuchado el ruido; solo esperaba que no sumasen 2+2 y acabaran deduciendo que había sido él.
Sigue soñando, Harry, se dijo el muchacho.
Decidió que no estaba preparado para enfrentarse a su amigo; y fue directo a su habitación para meterse en la cama nada más llegar, sabiendo que iba a ser imposible que pudiese dormir.
Ya afrontaría la situación al día siguiente después de meditarlo con la almohada.