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Sueños rotos por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

Tenía, tenía muuuuuuuchas ganas de ahcer un fic con el tema de los juegos mecanicos ;n; y ahora salió esto~ 

Inicialmente yo que´ria que en lugar de poner "Larú" a "Ciudad Mágica" por Selene18 ^u^7 perooooo se podría prestar a malas interpretaciones, por eso desisití y terminé en Larú otra vez ¬¬ 

PEro igual Larú es un bonito lugar pra pasar una tarde :D

Notas del capitulo:

Creo que od´ria llamarlo un fic egoista porque ;n; pinches rimas fue lo que más trabajo me gustó pero fueron los dialogos que más me gustaron. Ahí sí aplica el "trabaja duro y disfruta resultados" porque ;n; pinches raperos, los odios por hacer que ls rimas parecezcan faciles T.T 

PEro ya superé mi frustracion con ellas, así que a leer!

Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice~

-¿Por qué no contestabas?- escuchó la voz preocupada a través del celular.

-Estaba dormido.- susurró Leeteuk sin abrir los ojos, de hecho, aun recostado en su cama con la mitad de la cara contra la almohada.

-Me alegro, vamos a Larú está a veinte minutos en auto, yo conduzco.-

-Estoy dormido.- volvió a susurrar.

-Levántate, Larú está cerca y nadie quiere ir conmigo, pensé en que podrías acompañarme.- insistió Minsoo.

-No quiero.- contestó. –Ve con DamBi ella es tu novia, ¿no?- ¿por qué no iba al parque de diversión con ella?

Había visto en algunos dramas que la noria siempre era el juego mecánico que les iba mejor a las parejas y si Minsoo quería ir a ese parque de juegos lo mejor sería ir con su chica, no con él. Su amigo.

-Te estoy invitando a ti.- escuchó la voz seria de Minsoo. –Anda, no me has hecho conducir hasta aquí sólo para escucharte roncar, quiero verte.- los ojos de JungSoo se abrieron, el sueño que tenía se había ido por completo.

-¿Qué dijiste?- susurró.

-Estoy afuera de tu edificio, sal de una vez que hace mucho frio.- JungSoo se sentó en su cama, salió de entre todas las cobijas, caminó hacia su armario para buscar ropa cómoda y caliente para esa noche. –Date prisa.- finalizó la llamada.

JungSoo miró el celular que indicaba los segundos que había durado la llamada luego suspiró y lo lanzó hacia la cama en donde dejó la ropa que había elegido. Una vez listo terminó por ponerse un gorro caliente y una bufanda, luego salió con el celular en sus bolsillos y la billetera en el otro.

Tomó el ascensor y bajó los cinco pisos hasta llegar a la recepción luego salió del edificio, sintió la brisa fría en sus mejillas, identificó el auto de Minsoo y caminó hacia él.

-Por acá.- escuchó tras de sí, miró por encima de su hombro para ver que le tendía un café. –Descafeinado, como te gusta.- lo recibió y Minsoo pasó a su lado hasta ir hacia el auto.

Como si Leeteuk le hubiera hecho esperar y eso le hubiera molestado.

-Tienes que dejar de dar por sentado qué cosas me gustan.- caminó molesto hacia el auto, abrió la puerta del copiloto para entrar y sintió la temperatura caliente del mismo.

-No quiero.- contestó encendiendo el motor. –Vamos a Larú.- sonrió para girar su torso y poder salir del estacionamiento, Leeteuk notó la línea de la clavícula de Minsoo y lo concentrado que estaba, el café dentro del vaso térmico se meció un poco llamando su atención.

-No me gusta que esté descafeinado.- analogía.

-Lo sé.-

Larú era un parque de juegos mecánicos que iba de ciudad en ciudad, duraba cuando mucho quince días en cada punto para volver a viajar. DamBi no había querido ir a ese parque porque le daba miedo las alturas, que alguna tuerca se suelte y salga volando, perder un zapato en los juegos altos o simplemente tenía demasiado frio como para salir de la comodidad de los brazos de Minsoo.

Por otro lado Minsoo quería ir a divertirse. Subirse a los juegos no tan altos pero sí veloces, comprar algodón de azúcar y compartirlo con su pareja, tomarse fotos y decorarlas en las maquinas, ganar premios en los juegos de destreza, estar en la noria y mirar el paisaje mientras tomaba la mano de DamBi. Sí, todo eso quería hacer.

Pero sin DamBi.

Llegaron antes de lo que Minsoo hacia predicho, estacionaron el auto y bajaron para quedarse asombrados con el marco que había de entrada hacia el parque. Pudo notar una variedad impresionante de juegos rápidos, juegos altos, puestos de comida y diversión.

Vio el vendedor ambulante de algodón de azúcar y sonrió.

-Vamos.- instintivamente tomó la muñeca de Leeteuk para jalarlo y adentrarse en ese parque.

-Déjame ver si entiendo.- JungSoo se puso a la altura de los hombros de Minsoo. –Tuviste el descaro tomar el volante y manejar hasta Ciudad Universitaria, pararte frente a mi edificio y despertarme un domingo en la noche sólo para ser arrastrado por ti en Larú.-

-Yo voy a pagar, no te quejes.- contestó Minsoo deteniéndose en un puesto de diversión. –¿Qué quieres que gane para ti?- preguntó mirándolo y sonriendo a la vez.

-No lo sé.- dijo JungSoo mirando el montón de peluches que estaban de premios. –No quiero ir por ahí con un peluche.- estiró de su mano para meterla en las bolsas de su suéter.

-Entonces deja que yo lo escoja.- Minsoo caminó hacia el vendedor y tras una charla le dieron cinco dardos, estos los tenía que lanzar al tablero, tendría que caer en las etiquetas con números, al final se sumarían y el número restante era el del premio que le entregarían.

-Eres un tonto.- susurró JungSoo retrocediendo a la “zona segura” para ver como Minsoo fallaba en cada dardo que lanzaba.

-Parece que hoy te vas sin premio.- dijo el dueño del puesto mirando el único dardo de Minsoo y el tablero con los cuatro restantes pero todos en lugares errados.

-Seguramente.- bromeó Minsoo para mirar el número que tenía ese peluche pequeño, seguramente el torso del muñeco cabía a la perfección en la mano de JungSoo, suspiró y lanzó el dardo.

El filo del mismo viajó justo en la trayectoria que Minsoo había trazado en su mente hasta clavarse en el centro de la nota que contenía el número 9. La gente  que miraba lo malo que era comenzó a aplaudir. El dueño buscó con la mirada el peluche que tuviera el número.

-Es ese.- apuntó Minsoo a una de las esquinas del puesto. Tras entregárselo y agradecerle la diversión Minsoo regresó con Leeteuk para darle el peluche. –Dijiste que no querías uno grande.-

-Dije que no quería cargarlo.- sin embargo ya lo tenía en su mano, mirándolo. –¿Por qué este?- era un simple muñeco, casi una versión pequeña de cualquier hombre.

-Porque tiene gafas de sol y una gorra.- contestó Minsoo tomando la muñeca de Leeteuk para seguir andando por el parque. –Es para que no me extrañes.- le sonrió. Las mejillas de JungSoo se sonrojaron levemente y su labio inferior se alzó con indignación.

Pero dentro de su imaginación pensó que sería una manera de tener a Minsoo sólo para él.

-Gracias, supongo.- se encogió de hombros y minimizó sus sentimientos.

-Vamos, aun queda mucho.- volvió a tomar la muñeca de JungSoo para tirar de él. Caminaron por uno de los pasillos que formaron los puestos de comida, el aroma que desprendían sin duda les hizo que ambos estómagos emitieran sonidos.

-¿Qué quieres para comer?- preguntó Minsoo deteniéndose en medio de todos los puestos para observarlos mejor.

-Quiero una disculpa por arrastrarme hasta aquí.- dijo JungSoo mirando las brochetas de pollo.

-Sin mí estarías durmiendo la noche de un domingo. Así que te hice un favor.- volvió a tomar su muñeca para tirar de él y llevarlo hasta el puesto de brochetas. –Dos por favor.- pidió Minsoo sonriendo.

-En un momento.- contestó el dueño.

-Debería de estar durmiendo, mañana tengo clases y tengo que despertar muy temprano para bañarme.- se acercó más a Minsoo para no estorbarle a la gente que ya había recibido sus brochetas y se disponían a ir, además claro de volver a disfrutar del aroma ajeno.

-Eres un apretado.- susurró Minsoo mirando cómo hacían las brochetas. –Disfruta esto conmigo, mañana te baño si quieres.- contestó recibiéndolas, le dio una JungSoo y pagó con la mano libre.

-¿Ustedes son pareja?- preguntó la ayudante del dueño de las brochetas.

-No.-

-Sí.-

-Que no.-

-De estudios, quiero decir.- afirmó Minsoo sonriendo, recibiendo el dinero que sobraba. –¿Nos vemos bien?- preguntó abrazando a JungSoo por los hombros.

-No.- ambas sonrisas cayeron. –Es sólo que pensé “Wow, ya terminó con DamBi”.- Minsoo soltó a JungSoo y guardó distancia. –“Qué tonta ella”.- quizá lo era. –“Se perdió de un buen hombre”.-

-No, nada de eso.- corrigió Minsoo riendo leve. –Es sólo que ayer que vine con DamBi no pude disfrutar a pleno de Larú y mañana tiene escuela, entonces dejé que descansara bien por eso vine con él.- apuntó con la brocheta a JungSoo, este sonrió aguantando todo lo que había escuchado. –Es mi mejor amigo.- una vendita más al corazón.

-¡Oh! Pensé que eran pareja, serían buenos amantes.- rió sonrojada, su padre el dueño le llamó la atención haciendo que dejara de lado su conversación para seguir ateniendo el puesto de comida.

-Diría que eso queda a tu imaginación pero por respeto a DamBi no lo haré.-

-Ya lo dijiste, genio.- susurró Leeteuk comiendo la primera porción de la brocheta.

-No se preocupen, espero que les gusten nuestras brochetas.- ambos se despidieron para regresar a la diversión.

-¿A qué hora nos vamos?- preguntó JungSoo comiéndola.

-Aun es temprano.- dijo Minsoo sacando su celular. –Son las 11 pm, dos horas más.- afirmó sonriendo.

-Como eres un vago no te importa trasnochar, pero la gente que estudia como yo, tenemos horario que cumplir. Vámonos ahora.- se plantó en el suelo mirando hacia la salida.

-Entonces tienes que estudiar mucho si quieres estar con un vago como yo.- dijo Minsoo tomando la muñeca ajena para tirar, una vez más, de él.

-Hasta crees.-  dijo Leeteuk dejándose guiar.

-No sé quién mantendrá a quién.- dijo Minsoo deteniéndose cerca de un bote de basura para tirar el palillo. –Yo ya soy un empresario tú aun eres un estudiante.- los puños de JungSoo se cerraron por ira que reprimió.

-Eres empresario por azares del destino.- dijo molesto.

-Termina eso y subamos aquí.- apuntó hacia una especie de elevador  que subía, calculó con sus ojos de halcón unos doce metros y bajaba violentamente.

-¿Que no le tienes miedo a las alturas?- preguntó JungSoo terminando con su brocheta.

-Todos hacen sacrificios, tú trasnocheas yo grito como ellas.- apuntó al grupo de gente que bajaba, hombres y mujeres pero por alguna razón sólo se oigan gritos agudos de las chicas.

-¿Y las rimas?- preguntó JungSoo formándose en la fila.

-A DamBi ya le estresa que hable con ellas así que estoy intentando dejarlas.- se encogió de hombros.

-¿Tú la amas?- pregunto JungSoo ganándose la mirada sorprendida del otro. –Digo, para que quieras dejar algo que es muy propio de ti.-

-Lo hago por mí, porque ella me lo pidió.- contestó y por primera vez en la noche escuchó un poco de seriedad en su voz. –Algunas personas se estresan cuando hablo por eso suelo no hacerlo cuando están presentes, si cambio mi manera de hablar, no sé, quizá y también cambie en algún porcentaje mi vida.- se encogió de hombros.

-¿DamBi ya no tolera que hables con rimas?- dieron un paso al frente porque al fila avanzaba.

-Dijo que creyó que lo hacía por presumir, que parecía un cretino y a veces me sentía machista.- susurró. –Pero lo hago porque mi léxico es más amplio, leo libros desde que tengo memoria hay más de un millón de palabras que puedo y rimo, pero parece que ya no le pareció atractivo.- suspiró. –Incluso ahora las he omitido.-

De repente Minsoo se vio vulnerable.

De repente JungSoo sintió la necesidad de abrazarlo.

¿Pero qué le diría? ¿Cómo reaccionaría con ello?

-Sigues siendo el mismo, no has cambiado en nada.- dijo Leeteuk desviando sus ojos hacia el juego al que estaba por subir. –Sólo que un poco más estúpido.-

-¡Hey!- se quejó Minsoo. –No llames estúpido a quien va a pagar.-

-Lo siento.- se disculpó. –Incluso en eso no puedes cambiar, no eres estúpido, eres tonto.- la risa leve que soltó Minsoo lo tranquilizó y de alguna manera relajó el ambiente.

Subieron a los asientos del juego, es colocaron la seguridad, Minsoo probó que fuera seguro tratando de salir sin éxito. Miró que había palancas para aferrarse en caso de no hacerlo en el mismo tubo acolchonado que los mantenía dentro del juego.

-Tengo miedo.- susurró riendo.

JungSoo que estaba a su lado derecho sólo le sonrió.

-Sujeta mi mano si quieres.- dejó de aferrarse a su protección.

-Lo pensaré.- contestó Minsoo mirando el resto del parque, su cuerpo tembló cuando el juego comenzó a subir.

¿Acaso el dueño era sádico o qué? Subía tan lento que parecía una muerte agónica para alguien con acrofobia como él. Cada metro que se alejaba del suelo sus piernas temblaban más fuerte, sus manos comenzaron a sudar y por ende, a extrañar a su mamá.

-Voy a desmayarme.- susurró con los ojos presionados, completamente aferrado a la seguridad. –Voy a morir.-

-Toma mi mano.- dijo JungSoo.

Antes de que el juego cayeran en picada Minsoo estiró su mano e intentó pescar al ajena pues seguía con los ojos cerrados, al tenerla la presionó con más fuerza mientras la adrenalina se liberaba en su cuerpo.

JungSoo no sentía dolor o incomodidad aporque los dedeos de Minsoo se clavaran en su mano, de hecho disfrutaba de verlo en agonía, con los ojos completamente presionados, casi hasta su dentadura tensa y su cabello agitándose en el viento.

¿Agitándose?

Buscó con la mirada su gorro, estaba volando a varios metros del juego, seguramente caería y alguien se lo llevaría. Notó el cabello largo de Minsoo, el color castaño del mismo y lo lacio que se veía. Cada que el juego subía Minsoo se veía hasta tierno. Su flequillo le cubría la frente como a él.

-Hey CAP.- le llamó.

-¿Ya acabo?- preguntó sin abrir los ojos.

-Abre los ojos.- ordenó.

-No.-

-Ábrelos, te estás perdiendo de una vista sin igual.- miró el rostro de Minsoo como se relajaba para abrir los ojos.

-Wow.- susurró mirando hacia abajo, en donde las personas se veían más pequeñas y las luces de todo el parque hacían una vista que como dijo JungSoo, no tenía igual.

-Te lo estabas perdiendo.- antes de que bajara en picada, Minsoo buscó la mano ajena para tomarla fuerte.

Ambos se reían mientras bajaban, el vértigo inicial no atormentaba tanto como ahora, sus cabellos se alborotaban en el viento mientras bajaban a toda velocidad, entonces Minsoo notó que el gorro de Leeteuk había salido volando.

La última vez que el juego los elevó, los bajó a tierra más lento hasta que sus pies tocaron el suelo. Les retiraron la protección y ambos bajaron. Minsoo que iba caminando delante estiró su mano esperando la de Leeteuk.

Al tomarla entrelazó sus dedos y como era costumbre esa noche, tiró de él para hacerlo caminar.

Subieron a un par de juegos más, uno en el que a Leeteuk le tocó ir sentado del lado en donde la fuerza centrifuga hacia que Minsoo lo aplastara con su cuerpo, sin embargo él no lo notaba pues tenía los brazos en lo alto gritando de la emoción.

Al bajar se disculpó prometió que en el siguiente juego él tomaría el asiento donde cobraría venganza. Así fue como Minsoo terminó siendo presionado por la fuerza más el peso ajeno, tenía dos opciones, amargarse como lo había hecho JungSoo o lo que le pareció mejor, sacar sus brazos para no aplastarlos y de paso, pasar un tras los hombros de Leeteuk simulando un abrazo.

Bajaron de ahí y lo primero que hicieron fue peinar al contrario.

-No traes tu gorra.- le recordó Minsoo haciéndole el copete.

-Todos hacen sacrificios.- contestó JungSoo alisando el cabello de CAP en su frente. –Te ves menos feo así.-

-Tú te ves igual de feo que antes.- contestó Minsoo riendo pero dando por terminado el copete.

-Vamos a un último juego, ¿te parece? Ya te dejaré dormir.- Minsoo tomó la mano ajena pero en lugar de arrastrarlo, JungSoo cooperó.

-¿A cuál? Ya hemos probado los que más querías.-

-No lo sé, déjame comprarte algo.- entonces JungSoo presionó el torso del muñeco que habían llamado Bang y que lo dejaron como su hijo. Sólo observó a Minsoo comprando un algodón de azúcar azul para regresar a donde estaba parado.

-Azul, tu favorito.- susurró entregándoselo.

-Deja de decir que es mi favorito.- mordió una parte del algodón que se disolvió en sus labios por la saliva que ya habían segregado.

-¡Sabía que eran pareja!- ambos dejaron de alimentarse mutuamente para girarse y mirar a la de las brochetas.

-¿Qué hay de malo en alimentar a mi mejor amigo?- preguntó Minsoo riendo. –¿No lo ves? Está todo flaco y feo.-

-Ya dime fodongo también.- contestó JungSoo metiéndole un pedazo del algodón.

-Cuando nos casemos.- dijo Minsoo comiendo el resto de la golosina. –Tú serás la madrina de parte de JungSoo.- los tres comenzaron a caminar hacia la noria, el último juego que quería probar.

-¿Por qué te vas a casar conmigo? Yo ni si quiera he aceptado.- contestó tomando más de la golosina.

-JungSoo, ya te he dicho que sin ti me muero, que eres mi antídoto, contigo todo está bien, no puedes no aceptar casarte conmigo.- la chica que estaba entre ellos sólo reía por las bromas que estaban diciendo.

¿Bromas?

“Entre broma y broma la verdad se asoma”.

-Ustedes son muy divertidos, DamBi estaría muerta de la risa si estuviera aquí con nosotros.- Minsoo rodó los ojos fastidiado pero no dejó que el resto lo notaran.

-Seguro.- contestó JungSoo riendo.

Dejaron de reírse cuando la chica se fue al puesto de su padre, ellos se formaron en la fila de la noria.

-¿Cómo se llamaba?- preguntó JungSoo mirando a Minsoo, esperando la respuesta.

-No sé.- contestó riendo. –Pero conoce a DamBi.- su mueca se tensó.

-¿Crees que te esto haya arruinado tu relación?-

-Ya nos toca.- dijo Minsoo apuntando al señor del juego que los esperaba. Ambos caminaron y subieron al cubículo que les tocaba, se sentaron de inmediato en la banquilla que tenía dentro y el dueño cerró la puerta.

-¿Ya superaste tu acrofobia?- preguntó JungSoo sintiendo el movimiento del juego.

-Creí que habías escuchado que eras mi antídoto.- susurró mirando a través de los cristales del cubículo. –Sabes JungSoo, siempre había sido alguien inmoto. Cuando te conocí estaba roto, nunca creí que en un periodo tan corto podrías causarme un terremoto a lo que creí correcto.- las luces altas pero tenues del resto de los juegos mecánicos iluminaban sólo el perfil de Minsoo, algo que sin duda apreciaba Leeteuk.

-De nada.- contestó JungSoo mirando por los vidrios para no pensar en que estaban dentro de la noria uno de los juegos mecánicos más románticos que habían existido. –Sabes que te amo.-

-Yo también.- susurró Minsoo. –Con todo mi ser.- suspiró para mirarlo.

Supuso que el rojo de las mejillas de Leeteuk se debía a la altura en la que estaban y que después de todo, se le había salido el gorro que le cubría del frio.

-Y es que a veces cuando atardece pienso en la vida que voy a perderme.- susurró Minsoo mirando de nuevo hacia el exterior.

-La impuntualidad de los sentimentales.- recordó Leeteuk frotando sus manos para obtener un poco de más calor.

-Últimamente siento que voy a enloquecer. Tengo un montón de problemas que ya no puedo atender, quisiera que todo fuera igual que ayer y no prometer algún tipo de felicidad que no sé si podré conceder.-

-A mí me has hecho feliz.- contestó Leeteuk levantándose de su asiento para quedar de pie al lado de Minsoo, ambos miraron el paisaje que el parque les ofrecía. –¿O a qué te refieres?-

-Estoy buscando una cardióloga para este corazón que no dialoga.- suspiró pesado.

-Te lo dije una vez, Minsoo, aquí estoy.-

-Si fueras de letras tal vez tengamos química, arderá la biblioteca con nuestra primera chispa.- susurró sin dejar de mirar como cada vez se aproximaban más al suelo para volver  elevarse. –Azucarada me sabe fantástica, mi media naranja es más dulce que acida.- Leeteuk asintió lento y tenso. –Pero se me hizo noche desde que nos acostamos, el tiempo sólo se fue de mis manos.-

El corazón de Jungsoo comenzó a latir con más prisa.

-Me costaba entender todo lo que decías, en tu boca tan grande pequeñas mentiras que salían en filas desordenadas. Las personas como tú no se merecen ser tan guapas.- miró a JungSoo para sonreírle, este sólo alzó sus cejas sonrojado. –Aunque yo empiece con la primera palabra, tú siempre te quedas con la última mirada.-

La mano de Minsoo buscó la contraria pero al no encontrarla desistió para meterla en su bolsillo del pantalón.

Tan inmersos estaban en su atmosfera que las vueltas en la noria se terminaron y tuvieron que bajar, habían transcurrido las tres horas que Minsoo había prometido robarle así que se dispusieron a regresar hacia Ciudad Universitaria para dejarlo dormir.

Como cuando llegó, Minsoo se estacionó en el mismo lugar y tras bajar acompañó a Leeteuk hasta el elevador de su edificio, incluso había entrado con él al cubículo.

-Creí que tenías que regresar a Seúl.- dijo Leeteuk al ver que Minsoo había marcado su piso.

-Sólo te acompaño porque no quiero que te pierdas.- le contestó sonriendo, metiendo su mano antes de que las puertas se cerraran, así estas se detuvieron. –Gracias por ir conmigo a Larú.-

-De nada.- contestó JungSoo extrañando sólo su gorra. –Pero antes de que te marches. ¿Qué intentaste decir dentro de la noria?- preguntó.  

-No eres la persona de mis sueños, te lo advierto, serás la de mi vida si me mantienes despierto.- contestó saliendo del elevador, quedando de pie frente a las puertas que habían comenzado a cerrarse.

-Tradúcelo.- pidió Leeteuk acercándose para no perder detalle.

-Me comprometí con DamBi. Esta fue mi despedida.- las puertas se cerraron sin darle oportunidad a JungSoo de interrumpirlas para que abriera, golpeó las mismas en un vano intento para volver a mirar a Minsoo.

Recordaba sus labios moverse y lo que escuchó resonaba una y otra vez en su cabeza.  

Notas finales:

Me encantóóóóóó~~~~ 

No, me encantukis~ así un buen ;n; creo que este y Terrorismo Emocional son mis dos favoritos de esta serie, Amor Descafeinado~ 

Gracias por leer~ 


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