Todos los años era lo mismo, su familia se iba a la casa del abuelo a pasar las festividades y por ende, quedaba aislado de todos sus amigos.
“Quien manda al abuelo a vivir en un pueblo aislado de todo” pensaba siempre Minseok, pero su familia estaba bien con eso y su abuelo más que satisfecho de vivir lejos de todo lo molesto del mundo, sus apuradas agendas, las ruidosas calles, en fin, lejos.
Ya habían pasado dos horas desde que empezaron su viaje, el auto iba lleno, llevaban los regalos de navidad, sus maletas, uno que otro regalo para los amigos que habían dejado cuando decidieron venirse a vivir a la gran capital que es Seúl y por supuesto, Minseok con su hermana en los asientos traseros ocupados con sus celulares y sus padres intentando mantener una conversación con sus hijos.
-Espero que cuando lleguemos no estén pendiente de sus celulares todo el tiempo-
-Papá, ¿qué otra cosa quieres que hagamos? No hay que hacer allá –reclamó la hermana menor de Minseok, Haneul.
-Hannie tiene razón, siempre que vamos terminamos haciendo nada en la casa del abuelo o simplemente nos utilizan para arreglar todo lo que este echado a perder –apuntó Minseok mientras tecleaba con mayúsculas a sus amigos “ME QUIERO IR DE AQUÍ”
-Ya verán cómo se divertirán -
-Si mamá –dijeron los hermanos al unísono como era costumbre.
Al llegar lo primero que vieron era que la nieve rodeaba todo el pueblo, todo estaba pintado de un blanquecino color, los autos, las casas e incluso la entrada de la casa del abuelo.
-Creo que habrá que quitar la nieve de la entrada si nos queremos estacionar. Minseok bájate y toma la pala que tiene el abuelo en la entrada-
Después de un largo suspiro haciendo notar su molestia, Minseok estaba apaleando lo que sus pocas energías le permitían juntar de nieve y moverla. Ya estaba terminando cuando detrás de él escuchó que caía algo pesado. Se dio vuelta confundido.
-No puede ser –alegó molesto, nieve del árbol que se encontraba a un lado de la casa había caído en la entrada, donde precisamente ya había terminado de remover.
-Siempre debes fijarte que el árbol no tenga nieve acumulada para que no pase esto –escuchó decir al lado de la casa. Era un niño, un muy blanco niño lo miraba sonriente mientras llevaba unas cajas en sus manos.
-¿Tú eres? … -en todos los años que había venido nunca lo había visto, mirada penetrante, labios que se curvaban en las esquinas formando una traviesa sonrisa gatuna, cuerpo delgado, sí, definitivamente nunca lo había visto antes.
-JongDae –hizo una leve venia para luego entrar a su casa.
Minseok quedó mirando la puerta por donde se había ido el chico por unos instantes hasta que unas bocinas lo despertaron de sus pensamientos. Rápidamente retiró la nieve que había caído para que su padre estacionara y por fin pudieran entra a la casa y salir del frío.
-Si es mi querido XiuXIu –le dijo felizmente su abuelo mientras lo abrazaba.
-¿Cómo has estado abuelo?
-Mejor que nunca, este año ha sido excelente –lo miró sonriente para luego pasar a abrazar a su hermana- mi linda HannieHannie -
-¿Ha que se debe tanto éxito este año papá? –preguntó curioso el padre de Minseok mientras se acomodaba en los sofá y su esposa le traía el chocolate caliente que había ido a hacer una vez entraron a la casa.
-No me he enfermado a pesar del mal clima, mi negocio de libros a funcionado bien con los turistas que llegan al pueblo, no veo porque no pueda ser feliz con esas cosas hijo-
-Por supuesto papá-
-Abuelo, um… ¿tienes vecinos nuevos? –preguntó intentando no parecer tan intrigado Minseok.
-¿Cómo lo sabes?
-Me topé con un chico en la entrada…JongDae-
-Aaah! Me alegro que lo conozcas, lo verás muy seguido por esta casa-
-¡¿Qué?! , ¿Por qué?-
-Parece que el abuelo ya te remplazo como nieto Minnie –se burló su hermana.
-jaja, claro que no, su familia se mudó a principios de este año, son muy cariñosos y JongDae me ayuda en los arreglos de la casa y en la tienda de libros, es un muchacho muy trabajador, se harán buenos amigos-
-Claro…iré a mi habitación –anunció mientras sacaba el celular de su bolsillo-
-Recuerda lo que hablamos en el auto –le mencionó su padre.
-Sólo les avisaré a mis amigos que llegué bien, ya sabes, para no preocuparlos-
Tiró sus cosas al piso y se acostó en la cama mientras tecleaba rápidamente a sus amigos.
Para: Luhan, Yixing, Kris
Mi abuelo ya me cambio por un total extraño TT TT…
- - - - -
Para: Minnie
¿Por qué? D:
De: Luhan
- - - - - -
Para: XiuXiu
Te dije que debías ir más seguido a verlo
De: Yixing
- - - - - - - -
Para: Minseok
Perdiste la herencia, quedas fuera del grupo
De: Kris
- - - - - - -
Para: Luhan, Yixing, Kris
El nuevo chico de al lado, lo ayuda en todo, hasta en la tienda…el pueblo desolado, me aburro acá, ¡no vendría más que por navidad!
Ja ja… ni si quiera tengo herencia Kris…
Antes de que pudiera ver que le respondían sus amigos escuchó que alguien llegaba a la casa y como cierta voz familiar y muy reciente se hacía escuchar por el primer piso. Se acomodó su polerón que era dos tallas más grandes que él, no porque quisiera seguir una moda como hip-hop si no porque no le gustaba mostrar su figura.
Bajó las escaleras y se encontró con cierta sonrisa gatuna saludando a sus padres y a una muy embobada Haneul .
-XiuXiu, aquí está JongDae, me dijo que ya se habían conocido –presentó el abuelo mirando al chico de al lado.
-Si, en la entrada abuelo –asintió.
“¿Abuelo?, ¿cómo que abuelo?, el abuelo es mi abuelo no su abuelo” pensó molesto Minseok mientras se iba a acomodar al sillón mirando sin muchos ánimos a JongDae.
-¿Qué haces aquí? –preguntó intentado no parecer grosero con su tono de voz.
-Vengo a arreglar una lámpara de la biblioteca –respondió mientras tomaba su mochila y se dirigía al lugar mencionado- con permiso –se despidió de los padres de Minseok y se fue.
-¿Sabes dónde queda la biblioteca?...un momento, abuelo, ¿tienes una biblioteca? –Miró sorprendido a su abuelo mientras él solo asentía y se reía de las reacciones de su nieto- ¡oye tú! ... ¡espera! –gritó mientras lo seguía por detrás.
-¡Sí!, ¡espera! –apoyó su hermana mientras iba sonriente detrás de su hermano.
En toda la instancia que Minseok estuvo en la biblioteca, se quedó mirando a JongDae seriamente. Su hermana, por otro lado, le conversaba y le preguntaba cada cinco minutos si necesitaba algo, hasta que por fin JongDae aceptó su oferta.
-¿Podrías traerme un poco de agua? –le sonrío de medio lado mientras la miraba desde la escalera en la que estaba situado.
-Claro, claro, espera –dijo apresuradamente mientras iba por ese vaso con agua.
Una vez que el silencio había reinado el lugar JongDae soltó un gran suspiro de alivio.
-No es por nada pero tu hermana sí que me tenía un poco histérico con tantas preguntas y palabras-
-Así es ella…cuando se interesa por alguien intenta expresar toda su atención en esa persona -dijo secamente mientras tomaba un libro.
-¿Y cómo eres tú? –preguntó de repente.
-¿Co-cómo? –lo miró confuso y un tanto nervioso.
JongDae se bajó de la escalera y arremango su polerón mostrando lo blanco de sus brazos, caminó hacia él y con esa sonrisa que ya había marcado a Minseok desde el primer momento que lo vio, le volvió a preguntar.
-Que ¿Cómo eres tu cuando alguien te interesa? -
-Eso no te importa –lo miró fijo.
-Pero la curiosidad me mata, debo admitir –rió levemente y dio unos pasos hacia atrás tropezando con unos libros y cayendo al piso.
Minseok sonrío victorioso ante eso y salió de la biblioteca sin antes mirarlo por última vez en el día.
-Me había salido tan genial esa escena –dijo lamentándose para si JongDae y disponerse a trabajar nuevamente.
*****
Ya habían pasado 4 semanas en las que Minseok y JongDae se habían vuelto cercanos, no del cercanos de “buena amistad”, si no del cercanos de los que pelean mucho, se molestan mucho y ¿por qué no? Se provocan mucho.
-Hola Jongdae, pasa –dijo amistosamente el padre de Minseok recibiendo al conocido vecino de su padre- mi padre no está, no sabía que vendrías a arreglar algo-
-Lo sé, la verdad, vengo a ver a Minseok –explicó sonriente.
-Ya veo, está en su habitación, ya sabes donde es, pasa-
-Gracias señor –se despidió y apresuró a subir las escaleras para dirigirse a la habitación que conocía muy bien porque cuando Minseok no viene a visitar, él la ocupa a veces.
Golpeó repetidamente la puerta pero nadie respondía así que se limitó a abrir simplemente y entrar. Todo estaba bastante ordenado y todo olía bien para JongDae, pero aún no veía al chico de mejillas suaves, se quedó mirando una fotografía de Minseok con sus amigos de Seúl hasta que escuchó la puerta del baño abrirse.
Felizmente, JongDae se giró y pudo apreciar a un Minseok semidesnudo, puesto que tenía pantalones pero no polera. Minseok al percatarse de la presencia de él en su habitación y más aun exponiéndose sin polera, le tiró varios cojines a JongDae mientras rápidamente tomaba un poleron y se lo colocaba.
-¿Por qué hiciste eso? –alegó el chico de sonrisa gatuna mientras inflaba una mejilla.
-¿Por qué entras a mi habitación sin permiso? –lo miró molesto.
-Toqué pero nadie respondió así que solo entré-
-Debiste haber esperado a fuera –dijo casi gritando.
-Cálmate, no hice nada ilegal-
-Eres un tonto -
-Hey, ¿por qué tan molesto? Sólo te vi sin polera, no tiene nada de malo, mira –se quitó su poleron y su polera- ahora estamos justos, ¿ok?
Minseok abrió de sobremanera sus ojos y un sonrojo notorio apareció en sus mejillas para luego volver a tirarle un cojín al chico. Sabía que no debía molestarse, son chicos al fin y al cabo pero, no le gustaba su cuerpo y no dejaba que nadie lo viera, ni su madre, si era posible permanecía sano todo el año para no ir al doctor.
-Seokkie –lo llamó JongDae mientras se acercaba y se posicionaba frente a él -¿qué tienes? -
-Ponte tu polera y poleron JongDae, deja de exhibicionarte en mi habitación –dijo evitando mirarlo directamente.
-Acaso…tú… ¿ya caíste bajo mis encantos? –le preguntó un tanto en broma mientras sonreía amplio al muchacho.
-¿De qué hablas? ¿Puedes ponerte tu ropa? –lo miró exasperado.
-Ya, ya, cálmate, es sólo piel Seokkie, mas mucha sensualidad de mi parte pero sólo piel –entre bromas que iba diciendo iba intentando calmar a su hyung, sabía que no le gustaba que lo vieran sin polera, más de una ocasión se había dado cuenta de ello- además creo yo que te faltan cazuelas –dijo mientras abrazaba por la cintura al chico y lo apegaba a si- mírate, tu cuerpo es tan pequeñito-
-JongDae suéltame…-dijo ya cansado de las bromas de su menor.
-Ya, ya, venía a verte la verdad –explicó mientras se sentaba al borde de la cama.
-¿A verme?, ¿qué pasa? –pregunto imitándolo.
-Nada, solo quería verte, se me ha hecho costumbre tenerte cerca Seokkie –dijo sinceramente mientras le sonría.
Minseok no pudo evitar sentir un retorcijón en el estómago ante esas palabras- no seas bobo, a mí me alegra tener días sin verte –desvió un tanto el tema.
-No digas eso Hyung –alegó- deberías decir que a ti también te afecta el no verme.
-¿Por qué diría eso? -
-Porque sabes que es así…Minseok –JongDae se acercó un poco al muchacho de poleron gigante- no digas que… no pasa nada entre nosotros –agregó tomando suavemente la mano de Minseok que estaba apoyada en la cama.
-Jo-JongDae…no se…de que hablas –dijo con dificultad puesto que la cercanía del menor hacía que su respiración no pudiera controlarse.
-Seokkie –dijo sin más para luego capturar los labios del muchacho con los suyos.
Minseok estaba en blanco, no sabía qué hacer, no podía negar que desde que llegó el estar con JongDae prácticamente cada día hacía que sonriera por todo, nunca estaba triste, siempre la pasaba bien y sobre todo, sentía que había alguien que se preocupaba por él siempre. Torpemente respondió el beso, dejando que el vaivén de los labios del menor lo dominase, todo iba bien, con calma, hasta que sintió una mano colarse por debajo de su abrigo, allí fue cuando todo se petrifico. Rápidamente tomó la mano de JongDae y la saco de su ropa.
-Jo-JongDae no –susurró.
-Minseok…-
-Lo…lo siento, mejor te vas –dijo sin mirarlo.
Sin siquiera pensarlo dos veces, JongDae tomó por los hombros a Minseok y lo tumbó en la cama posicionándose sobre él.
Minseok nunca espero aquella reacción.
-Seokkie –dijo para luego volver a besarlo- Seokkie eres bonito –le dijo una vez separado de sus labios.
-No digas eso –le respondió serio mientras miraba para otro lado, sintió como su manos eran tomadas por las manos de JongDae y como una respiración y una cadena de pequeños besos se iban colocando en su cuello.
-Lo eres, eres bonito –repetía el menor.
-JongDae…-dijo dando un leve suspiro- por favor -
-No me pidas que no lo diga porque es verdad –le respondió secamente mientras lo miraba- déjame mostrarte lo bonito que eres…Hyung –dijo esto último sonriendo amplio y atacando los labios ya rojos de Minseok.
Hábilmente volvió a colarse por debajo del poleron pero esta vez no hubo nadie que lo detuviera de ello, acarició el abdomen de Minseok lentamente y poco a poco subía por él, elevando así el abrigo que llevaba puesto. Aunque no lo aceptara en verdad, Minseok quería sentirse querido por alguien, amado, que alguien se preocupara por él y ese alguien era JongDae.
Se dejó acariciar y besar, no podía decir que no se sentía bien, porque la verdad lo estaba disfrutando y quería sentir más de JongDae, dejó salir un leve gemido provocado por una mordida que había hecho el menor en el lóbulo de su oreja, JongDae satisfecho por ello sacó su mano de debajo del poleron de su hyung y sus caricias fueron acabando junto con los besos.
-Seokkie, por más que quisiera seguir…y por más que me haya gustado escucharte gemir tan tiernamente, tus padres me mataran si escuchan como te violo –dijo divertido mientras hacía un pequeño puchero. Minseok por su parte se tapaba el rostro mientras iba regulando su respiración.
-Eres un bobo JongDae.
-Lo sé, siempre me lo dices, hasta me lo estoy llegando a creer –rió.
JongDae se acomodó al lado de Minseok y éste se sentó en la cama aún avergonzado por lo que acababa de ocurrir, pero podía decir ahora que tal vez no se encontrara lindo pero para JongDae si lo era…
Y eso era lo único que le importaba.