Recuerdo que el Shinou manipulo a Wólfram para que usara la maquina medidora de amor pero…
Después de eso no tengo recuerdo alguno.
-Heika, levántese- Escucho la voz de Gunter
-¿Qué ocurre?- le pregunto aun medio dormido
-¿Cómo de que “Que ocurre”?, no me diga que lo ha olvidado- Me pregunta preocupado
-Hoy conoceremos al prometido de Wólfram-
-¡HEEEE!- Eso me tomo por sorpresa
-Pero si yo soy su prometido- le respondo algo preocupado
-Heika- Escucho una voz que proviene de la puerta
-Conrad- Conrad me mira fijamente
-¿Acaso ya no recuerda lo sucedido estos últimos días?- Sus palabras me hacen sentir un cosquilleo en el estomago
-No, por favor refréscame la memoria- Digo mientras trago saliva algo nervioso
-Waltrana Von Bielefed vino a platicar con Wólfram y lo convenció de romper el compromiso con su majestad para acto seguido comprometerlo con el único hijo de un comerciante reconocido y dueño de un gran terreno el cual le beneficiara a los Bielefed, por lo que mi madre pidió audiencia con el prometido de Wólfram y su familia para conocer a su futuro yerno y también pidió que Wólfram expresara su opinión delante de su majestad y el resto de nosotros-
Cuando Conrad termino de hablar me levante de la cama lo más rápido que pude, me cambie de ropa y Salí en busca de Wólfram, cuando lo encontré en el jardín no me pude acercar se veía radiante y feliz
-¿Desde cuándo estas ahí?- Wólfram me dio una cálida sonrisa y eso me tranquilizo y me hizo feliz
-yo…-
-Desde hace unos cinco minutos- Un hombre alto de cabello café rojizo obscuro, ojos color miel, piel blanca y mirada misteriosa paso por un lado de mí, al instante me di cuenta que esa sonrisa no era para mí, sino para el
-Wolf- los interrumpí con la esperanza de que Wólfram se alegrara más de verme a mí que a el
-¿Pasa algo…Heika?- me congele, Wólfram solo me había llamado Heika una vez y fue cuando por primera vez rompió el compromiso, acaso eso significaba que Wólfram iba en serio con eso de casarse con ese hombre
-¿Heika?- Wólfram me miraba atónito
-¿Quién es el?- pregunte sin muchas ganas
-Él es Sir Damián Dávila, Sir Dávila él es su majestad el Maou Shibuya Yuuri- Wólfram no parecía feliz con nuestro encuentro
-Wólfram ya te dije que me llames Damián, pero a cambio me permitirás llamarte más cariñosamente, ¿Vale?-
-V-vale, Damián- Me hirvió la sangre al ver como parecían una pareja de recién casados
-Wolf, deberíamos de ir a la sala de reuniones con Cheri-sama- Dije intentando sonar lo más calmado posible
-Cierto- Wólfram se adelantó y cuando Damián y yo estuvimos solos la cosa se puso seria
-No se preocupe por Von Bielefed- Comenzó a hablar con un aire de superioridad
-Yo lo cuidare bien, al menos mejor que usted- Cuando dijo eso yo me volteé para verlo
-ah y por favor- se giró para verme
-No le hable con tanta confianza a mi prometido- No me dio tiempo de responderle pues se fue tras Wólfram y me dejo pasmado, no sabía qué hacer, decir o incluso que sentir
-Yuuri-
-¿Qué ocurre Greta?-
-Cheri-sama y los demás te están esperando- me dijo mientras me tomaba del brazo
-Cierto- fue lo único que pude decir.
Cuando llegamos a la sala de reuniones mire que ya todos estaban ahí
-Bien, ya que estamos todos presentes me gustaría conocer al pretendiente de mi Wólfram- dijo Cheri-sama
-Mi nombre es Damián Dávila, mi padre es sir Dante Dávila y mi madre es Elizabeth Dávila, soy hijo único, soy de raza Mazoku y a pesar de que mi compromiso con Wólfram von Bielefed es un matrimonio arreglado me atrevo a decir que aun si el compromiso fuese anulado, yo estaría encantado de casarme con el- cuando dijo esto miro hacia donde se encontraba Wólfram y luego hacia mí -¿algo más que quiera saber sobre mi persona?- pregunto ahora dirigiéndose hacia Cheri-sama quien lo miraba seriamente, ese incomodo momento en el que Cheri-sama y Sir Dávila se retaban con la mirada no duro micho ya que Cheri-sama cambio drásticamente su actitud volviendo a ser alegre –Me has convencido- dijo mientras se acercaba a Wólfram para preguntarle su respuesta -¿Y bien?- dijo Anissina mientras miraba a Wólfram expectante
-Pues yo…- Wólfram se quedó pensando unos minutos y luego continúo –no tengo nada que perder- a pesar de que lo que dijo sonó despreocupado se podía distinguir un leve sonrojo en sus mejillas y ante esta respuesta todos le comenzaron a animar y a preguntarle por la boda.
Yo ya no podía soportar ver esto por lo que me Salí de la habitación y comencé a caminar por los pasillos sin rumbo mientras pensaba en cómo explicarle a Greta que ese matrimonio significaba no volver a ver a Wólfram
-Yuuri…- Escuche una voz que parecía ser de…
-Murata- Corrí hacia el lugar donde estaba mi amigo
-¿pasa algo?- me pregunto sin mucho interés
-Sí, Wólfram se va a casar con Sir Dávila- le respondí un poco triste
-Genial!-
-¿Genial?-
-Sí, mira si Von Bielefed se casa tu estarás libre, ¿no es lo que siempre quisiste?- yo solo me dedique a mirar a Murata
-No te molestara más, no te celara más, no comerá contigo ni tampoco dormirá en tu habitación, no te acompañara a la ciudad, no ira a tus viajes en barco, no le dirá mamá a tu madre, no te protegerá, no estará ahí para ti, no te entregara su vida, no dirá tu nombre, no sonreirá para ti, no te demostrara afecto y ya no te mirara dulcemente…- Murata se quedó en silencio unos segundo y agacho la cabeza
-Lo perdiste- fue lo último que antes de irse y dejarme ahí inmóvil y si poder respirar, algo aplastaba mi pecho y dolía, dolía mucho…
-¡YUURIIIIII!- levante la cabeza y contuve mis lagrimas
-¿Qué pasa Greta?- la niña venia casi llorando
-Es Wólfram…sniff…Wólfram…sniff… Wólfram se va a ir- me respondió antes romper en llanto
-No lo permitiré- le dije intentando animarla aunque en realidad esperaba darme ánimos a mí mismo –ven vamos- tome a Greta de la mano y nos dirigimos hacia donde Wólfram.
Pasamos largo rato buscándolo hasta que lo encontramos en su habitación
-Wolf…- intente llamarle
-Wolfy- Era Damián
-¿Qué pasa? – respondió Wólfram al instante en el que se giraba hacia la puerta pero antes de girarse completamente Damián lo jalo del brazo y lo beso en los labios, permanecieron así durante unos minutos y cuando finalmente se soltaron Damián abrazo a Wólfram para después mírame sobre el hombro de este último y susurrarme algo…”Él ahora es mío”… acto seguido volvió a besar a Wólfram, pero este ya no era un tierno beso sino uno más apasionado, Damián Dávila estaba dispuesto a demostrarme ahí mismo que Wólfram ya no me amaba y eso era algo que yo no pensaba permitir
-Alto ahora mismo- mi boca se movía pero no emitía sonido alguno, intente ir a detenerlos pero no me podía mover, solo podía observar como Wólfram era llevado por alguien más…
-Heika, le traeré un té para que se sienta mejor- miro como Conrad y el resto salen de mi habitación
-Wólfram- digo con la esperanza de que el me responda
-¿qué?- me responde muy serio
-me permitirías evitar ese futuro- le digo al tiempo que me siento en la cama
-por favor hazlo- me responde mientras él también se sienta y me mira con esos hermosos ojos esmeralda
-Wólfram- aprieto los puños en un intento de contenerme pero me es imposible, de modo que abrazo a Wólfram con todas mis fuerzas
-gracias- le susurró al oído y me separo un poco de él, su cara esta roja cual tomate y está paralizado lo cual me causa un poco de gracia y hace que me den ganas de molestarlo un poco más así que lo beso en los labios y observo que ahora está aún más rojo
-te amo- susurro rosándole los labios con los míos para después volverle a besar.