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Labios Sellados por Yumi Hyuga

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Notas del fanfic:

Bueno este fic, fue escrito hace mucho tiempo, en un especial de San Valentin, y tambien en mis inicios jejeje asi que no me critiquen mucho si no lleva una buena logica algunas cosas, pude arreglarlo, pero preferi que se quede asi como esta jejeje

Caminaba nuevamente por aquellas calles, no habían cambiado en nada, la gran tranquilidad que reinaba entre esas casas era endulzante, me hacía revivir tantos recuerdos, los mejores de mi infancia debo decir, las risas y los juegos, aun podía ver las sombras de aquellos chiquillos correr por todos lados, más las risas de unos adolescentes me despertaron de tan hermoso sueño, era verdad se hacía tarde y como mi primer día debería llegar temprano.

Hola mi nombre es Shindou Shuichi y después de 8 años de haberme ido de Tomoeda nuevamente estoy en este bello lugar, tenía la ilusión de que pudiera encontrar a un viejo amigo de la infancia, pero era mucho pedir, había pasado mucho tiempo tal vez él también se había ido.

 

Al llegar a la entrada de la preparatoria me quede parado justo en medio de la entrada totalmente impresionado, era imponente y dentro de su barda había una gran cantidad de alumnos, pude distinguir 3 tipos de uniforme, el primero, contaba de un saco y pantalón blanco y una camisa azul, la mayoría de los que lo portaban no usaban la corbata obligatoria, el segundo era un saco y pantalón negro y camisa blanca, los chicos que usaban este uniforme parecían mucho más respetuosos de él, y el ultimo constaba de un pantalón negro, un suerte marrón y una camisa blanca, cada uno de esos uniformes llevaba bordado el logo de la escuela en la parte del pecho del lado izquierdo.

 

De pronto sentí un brazo que se posaba en mis hombros lo que hiso que me sobresaltara y diera unos pasos hacia adelante para después volver la vista a un chico que se encontraba parado detrás de mí con un sonrisa, el llevaba el segundo uniforme, era un chico de cabello negro y ojos café, era muy atractivo pero algo en el daba miedo.

 

-       Vamos no te hare daño – dijo con una sonrisa mientras caminaba hacia mí, yo solo pude dar un pequeño paso hacia atrás, cuando otra voz se escuchó.

 

-       Apenas inician las clases y ya estas molestando a chiquillos – era un tono autoritario y a la vez lo decía con un poco de burla.

 

-       Tuoma-sempai… – dijo rápidamente aquel chico, cuando este se acercó pude ver que el chico que acababa de hablar usaba el primer uniforme, y junto a él venía otro chico, ambos eran rubios mas el chico que no había dicho nada tenía una mirada fría, mas me pareció tan encantador que no pude evitar sonrojarme.

 

-       Tachi-kun debes dar una buena impresión de nuestra escuela entendiste – sonrió el pequeño rubio.

 

-       Yo…yo solo le daba la bienvenida – respondió con una sonrisa nerviosa.

 

-       El rubio dio un suspiro y comenzó a caminar, seguido del otro chico, hasta que pasaron por donde yo estaba, el chico que respondía al nombre de Touma se paró justo a un lado y me sonrió – bienvenido… – fue todo lo que dijo antes de seguir su camino, me quede por un momento sorprendido, después me voltee para verlos avanzar, parecía que ellos dos eran realmente muy importantes, todos los saludaban con respeto, incluso aquellos que usaban los mismo uniformes que ellos.

 

-       Creo que le caíste bien a Touma-sempai… – escuche la voz de aquel chico que se acercaba, se paró a mi lado – discúlpame no quise asustarte, mi nombre es Aizawa Tachi – extendió su mano y esta vez sonrió con amabilidad.

 

-       Estreche su mano con delicadeza – Yo soy Shindou Shuichi – respondí con una gran sonrisa – por… porque llamaste sempai a aquel chico – mi curiosidad era mucho, quería saber quiénes eran ellos.

 

-       Él sonrió y miro hacia el edificio – es porque ellos dos son de los mejores estudiantes de toda la escuela, además son herederos de dos grandes familias – se detuvo un momento y después me miro – el chico que te dio la bienvenida es Seguchi Touma él es bastante amable… algunas veces, por el contrario del otro chico Uesugi Eiri, pero todos lo conocen como Yuki, él es muy callado y reservado.

 

-       Y porque lo llaman así – dije curioso, parecía que no conocía nada de mi nueva escuela, pero a Tachi no le molestaba contestar mis preguntas.

 

-       Lo llamamos así, porque ese es el seudónimo que usa cuando escribe – respondió con una sonrisa mientras metía su mano en su mochila y sacaba un pequeño libro – veras en esta escuela existe un club literario y Yuki Eiri es el mejor escribiendo, mira aquí esta uno de los que ha escrito – me ofreció el libro.

 

-       Tome el libro justo antes de que se escuchara un grito – Tachi… vamos – era un chico pelirojo, que lo llamaba, y al parecer tenía mucha prisa, aquel chico usaba el mismo uniforme que Tachi.

 

-       Bueno debo irme Shuichi-kun – dijo con una sonrisa mientras se alejaba y corría hacia donde estaba aquel chico.

-       Tachi-kun y tu libro… – grite mientras me había quedado parado mirándolo alejarse.

 

-       Después me lo regresas… – grito mientras se reunía con su amigo y se alejaban, los mire por un momento y después pose mi mirada en el libro, al parecer era una novela de amor, no eran de mis favoritas pero sería interesante saber de que trataba, además de saber que lo había escrito ese chico.

 

Mire la portada del libro por un largo rato, hasta que caí en cuenta que debía ir a la dirección a entregar algunos papeles de mi transferencia, corrí por los pasillos en busca de la dirección cuando al dar la vuelta choque con una persona los dos terminamos en el suelo, me incorpore de inmediato para ayudar a levantarse al otro chico, este era mucho más pequeño que yo, tenía el cabello verde y los ojos café.

 

-       Lo siento mucho no vi por donde iba – me disculpe de inmediato mientras le ofrecía mi mano, este chico llevaba el ultimo uniforme, al parecer comenzaba a entender el orden de todo esto.

 

-       El tomo mi mano y se levantó – está bien fue un accidente – dijo con una pequeña sonrisa – pero está prohibido correr en los pasillos.

 

-       Reí nervioso mientras colocaba una mano detrás de mi cabeza – no lo sabía, pero es que estoy algo perdido, quizás podrías decirme hacia dónde ir.

 

-       Me gustaría ayudarte, pero ahora tengo que ir a entregar unos papeles a el director – respondió un poco serio.

 

-       Eso es perfecto, yo estoy buscando la dirección – respondí alegremente al escuchar que aquel chico se dirigía al mismo lugar que yo.

 

-       En ese caso sígueme – respondió mientras comenzaba a caminar, yo lo seguí sin decir nada, él parecía tan serio que no sabía cómo iniciar la conversación, así que él fue quien tuvo que hablar – mi nombre es Suguro Fugisaki.

 

-       Es un placer – dijo con una sonrisa – mi nombre es Shindou Shuichi, dime en que grado estas tu – dije señalando su uniforme.

 

-       Estoy en el primer año – respondió con el que parecía ser su tono de voz habitual – los alumnos del segundo grado utilizan el uniforme negro y los del tercer año el blanco.

 

-       Justo como pensé… – dije en un susurro lo que hiso que él me mirara por un momento y después pusiera de nuevo su mirada al frente.

 

-       Es muy obvio que eres nuevo, por tu ropa, ¿a qué grado entraras? – pregunto con un poco de curiosidad en su voz.

 

-       Ingresare al segundo grado – respondió con una sonrisa mientras veía que él se detenía frente a una puerta.

 

-       En ese caso… – se dio la vuelta y realizo una pequeña reverencia – discúlpeme sempai no fue mi intención chocar contra usted.

 

-       Yo me quedé sorprendido, parecía que se tomaban muy enserio eso de los rangos – vamos solo fue un accidente – dije con una sonrisa nerviosa.

 

-       Bueno, me alegro poder haberle ayudado sempai… – abrió la puerta y me permitió entrar a mi primero, dentro pude ver una pequeña recepción y en ella se encontraba la secretaria del director en cuanto nos vio entrar nos regaló una sonrisa.

 

Pero al parecer el director se encontraba muy ocupado, a lo que tuve que esperar, por su parte Fugisaki dejo lo que llevaba a la secretaria y se marchó, no estoy seguro de cuánto tiempo espere, cuando al fin, se me indico que podía entrar, toque la puerta y entre, ahí entregue los papeles restantes y firme algunos otros, después me dirigí de nuevo con la secretaria que me entrego mi nuevo uniforme, me pidió que me lo pusiera, para que ella me acompañara a mi clase.

 

Era un día muy extraño, primero un chico que me quiere abrazar sin conocerlo, después dos chicos que parecen ser los reyes de las escuela y por ultimo un pequeño que se disculpa por un accidente, todos esos pensamientos se agrupaban en mi mente mientras me cambiaba, pero el más importante aún seguía ahí, mi amigo estará en esta escuela, se escuchó como tocaban a la puerta, ya había terminado así que salí, el uniforme me quedo a la perfección, la secretaria me pidió la siguiera, caminamos por los pasillos y me mostro un casillero, me entrego la clave y me pidió que dejara mi ropa ahí, después nos dirigimos hacia los salones, nos detuvimos frente a uno, llamo al profesor y después se marchó. El me pidió que entrara y ahí me presento, escribió mi nombre y todos me saludaron, mientras veía donde me sentaría una mano se movió y pude ver que era Tachi, el profesor me dijo que me sentara junto a él y comenzó la clase.

 

-       Shuichi-kun… – dijo en un susurro mientras me sentaba a su lado – me alegro que estemos en la misma clase.

 

Pero al parecer no hablo lo suficientemente bajo ya que el maestro pudo escuchar y nos pidió que guardáramos silencio, no pudimos platicar, hasta que finalizo la clase.

 

-       Tachi… – se escuchó detrás de él justo cuando íbamos a reanudar nuestra charla – quien es tu nuevo amigo – un chico de cabello azul y ojos azules lo abrazo del cuello por detrás.

 

-       Cuando lo vi solo pude decir una cosa – Yuki… – dije en un susurro aquel chico era exactamente como Yuki, solo que su color de ojos y cabello era diferente.

 

-       Ambos voltearon a verme al mismo tiempo y sonrieron – te equivocas Shuichi-kun, él no es Yuki-sempai – dijo Tachi.

 

-       Yo soy el hermano de Eiri, mi nombre es Uesugi Tatsuha – me sonrió y me ofreció su mano.

 

-       Yo la estreche y le regale una sonrisa – es un placer conocerte Tatsuna-kun, eres realmente parecido a Yuki… – dije sin dejar de mirarlo y si pensar en lo que decía.

 

-       Es verdad lo único que nos diferencia es el color de ojos y de cabello, pero me temo que no puedes llamarlo solo Yuki, siempre que te dirijas a un alumno de grado superior deber llamarlo sempai – dijo un poco serio.

 

-       Al fin dices algo coherente – una voz de tras de mí fue la que se escuchó esta vez, era el chico pelirojo que caminaba hacia nosotros, se paró junto a mí y me sonrió – Hola mi nombre es Nakano Hiroshi.

 

-       Por… por que debo llamarlo sempai – dije un poco confundido, realmente en esta escuela tomaban muy enserio los rangos.

 

-       Es una regla del instituto y debo decir que es una de las más importantes, la otra es sobre el uniforme, siempre debes usar el uniforme que corresponde al grado al que asistes – me respondió un poco serio mientras se recargaba en butaca que se encontraba detrás de él.

 

-       Así es Shuichi… Hiro tiene razón – Tachi me miraba con una sonrisa – pero no debes preocúpate yo estaré aquí para ayudarte y protegerte – esto último no sé por quéme causo un escalofrió y un leve sonrojo.

 

-       Vamos Tachi no lo molestes – la voz de Hiro hiso que la mirada de Tachi se fijara en él, para regalarle después una sonrisa pícara.

 

-       En fin dejando a esos dos, dime Shuichi, porque entraste a esta escuela, no es muy común que entre un nuevo alumno – Tatsuha había soltado a Tachi y ahora se encontraba parado junto a Hiro, mas sus palabras llamaron la atención de los otros dos chicos.

 

Los mire a todos y comencé a hablar, la razón por la que me había mudado era que mi padre había obtenido un mejor trabajo enTomoeda, su salario sería mejor y tendría una mejor puesto dentro de esa empresa, lo malo es que estaría más tiempo fuera y eso me deprima un poco, pero claro eso no se los dije a ellos, pero justamente cuando iba a mencionar que yo había vivido ya en Tomoeda, recordé que debía preguntarles, mi esperanza de poder encontrar a mi amigo aún no se desvanecía, me detuve y tome mi mochila estaba seguro de que traía esa foto conmigo, siempre la tenía cerca desde que me marche de su lado.

 

-       Etto… Shuichi que es lo que buscas – pregunto curiosos Tatsuha al verme buscar con desesperación en mi mochila. 

 

-       Es solo una foto… – pero antes de poder terminar, la puerta del salón se abrió y entro el maestro de la siguiente clase, así que detuve mi búsqueda y me acomode en mi asiento al igual que Tachi mientras Hiro y Tatsuha regresaron a sus lugares.

 

Pasaron 10 minutos desde que inicio la clase y Tachi coloco un pedazo de papel sobre mi mesa, lo tome y lo desdoble, en él estaba escrito lo siguiente: “Shuichi esta clase dura 2 horas, después de eso tendremos un descanso, ven con nosotros a comer”, al terminar de leer la nota mire a Tachi y le di una respuesta afirmativa moviendo mi cabeza y regalándole un sonrisa. La clase era de historia, era un poco aburrida pero debía poner atención de por si mis calificaciones no era buenas, mi padre tuvo que hacer un gran esfuerzo para que me aceptaran en esta escuela lo menos que podía hacer era esforzarme lo más que podía, tome algunas notas y al fin la clase termino, Tachi se paró en cuanto el maestro salió, me sonrió y tomo mi mano.

 

-       Vamos Shuichi o nos ganaran los mejores lugares – de un solo jalón me levanto y me llevo casi a rastras por los pasillos hasta que llegamos a los jardines, me soltó justo cuando nos deteníamos bajo un gran árbol.

 

-       Porque estamos aquí – dije mirándolo, mientras él se volteaba y miraba la puerta por donde habíamos salido – ni siquiera eh comprado mi almuerzo.

 

-       Tranquilízate Shuichi, nosotros estamos aquí para que nadie nos gane este lugar – volvió su vista a mí y después camino para sentarse y recargarse en la base del árbol – Hiro y Tatsuha se encargaran de los almuerzo.

 

Yo lo mire un poco extrañado pero al mirar su sonrisa de confianza no tuve más alternativa di un gran suspiro y me senté junto a él, pasaron alrededor de 5 minutos y por la puerta aparecieron Hiro y Tatsuha cada uno cargaba dos almuerzos, se acercaron y se sentaron frente a nosotros, Hiro me entrego el almuerzo que el traía.

 

-       La próxima vez le toca ir a ustedes – dijo Tatsuha mientras se sentaba y le entregaba su almuerzo a Tachi.

 

-       Si tal vez lo piense – respondió Tachi en un tono divertido mientras Tatsuha hacia un pequeño puchero que a pesar de ser infantil a él se le veía extremadamente encantador.

 

En el almuerzo todos me platicaron de sus familias y de algunas de la reglas del colegio, también me explicaron más a detalle sobre las jerarquías y el porqué de los uniformes, pero en realidad eso me aburrió un poco y no puse mucha atención, después de eso me platicaron como fue su primer año y la suerte que tenia de haber ingresado al segundo en esa escuela, eso fue algo confuso, al parecer los alumnos de los grados superiores tenían un ritual o algo parecido paro los de nuevo ingreso, después de eso todos reímos de las tonterías que Tatsuha decía cuando de pronto vi una pequeña figura que me parecía conocida se acercaba.

 

-       Discúlpame sempai por interrumpir su descanso – dijo tímidamente mientras hacia una reverencia.

 

-       Todos lo miramos y al fin lo reconocí – Shuichi conoces a este alumno de primer grado – dijo Hiro examinándolo.

 

-       Si así es, lo conocí estas mañana cuando… – estaba a punto de decir que habíamos chocado pero recordé lo de las jerarquías y el que aquellos que no las respetaban recibían un castigo–…cuando me ayudo a encontrar la dirección.

 

-       Bien hecho alumno de primer grado y cuál es tu nombre – pregunto Tachi mientras tomaba un poco de su almuerzo.

 

-       Mi nombre es Suguro Fugisaki, sempai – respondió con cortesía – pero estoy aquí para entregarle esto a Shuichi-sempai – metió su mano en la bolsa de su pantalón y saco algo y se acercó a mí – aquí tiene sempai – tome lo que me entrego y lo mire un poco sorprendido.

 

-       Que es eso… – dijo Tachi intentando ver lo que me había entregado – vamos déjame ver – se acercó para intentar mirar.

 

-       Lo encontré después de que lo dejó en la dirección – dijo mientras me miraba con una sonrisa – no sabía que conocía a Ryuichi-sempai…

 

-       Tachi, Hiro y Tatsuha dieron al mismo tiempo – Ryuichi-sempai… – en sus voces se notaba su sorpresa. 

 

-       Que… estas diciendo que Ryuichi está aquí – dije emocionado, mientras sonreí y me acercaba a Fugisaki – dime donde esta… – no podía ocultar mi emoción ante la posibilidad de ver a mi amigo.

 

-       Si quiere puedo llevarlo – respondió con cortesía – Ryuichi-sempai siempre está en el mismo lugar…

 

-       Pero antes de que terminara de hablar ya lo había tomado de la mano – vamos… – dije emocionado, Tachi, Hiro y Tatsuha solo se miraron y caminaron detrás de nosotros.

 

Entramos de nuevo al edificio de la escuela y después de recorrer algunos pasillos, al fin salimos a otra sección del patio, esta era tan hermosa como en la que estábamos, más en esta sección había más alumnos del tercer grado, no le di mucha importancia y seguí a Fugisaki, varios de ellos nos miraba, algunos con una sonrisa amigable, pero la mayoría en cuanto nos miraba una sonrisa malvada se dibujaba en su rostro, caminamos hasta que llegamos a una parte donde había unas bancas y en una de ellas había una gran multitud, Fugisaki me jalo hacia esa parte entre más nos acercábamos podía escuchar más claramente una leve melodía, nos abrimos paso entre los alumnos de primero y segundo, hasta que llegamos a ver el centro, ahí se encontraba un chico con una guitarra, no lo podía creer era él, era Ryuichi, comenzó a cantar mientras mantenía la vista baja, en ese momento solo se escuchaba la voz de él, yo estaba asombrado jamás lo había visto de esa manera y todos aquellos chicos que guardaban silencio para poder escucharlo, el escuchar su voz cantando esas bellas palabras hicieron que mi corazón latiera tan rápido que creí que todos podrían escucharlo, Ryuichi comenzó a alzar la cabeza poco a poco, sería la primera vez des pues de 8 años, estaba emocionado, no sabía si debería hablarle e interrumpir su bella melodía o guardar silencio hasta que terminara, más de pronto la voz de Ryuichi no se escucho mas, sus ojos se habían topado con los míos, me abra reconocido fueron las primeras palabras que vinieron a mi mente, más algo que jamás me espere paso.

 

-       Shuichiiiii – escuche mientras lo vi soltar la guitarra y lanzarse sobre mí, estaba totalmente impresionado, no pude moverme ni decir nada, ambos caímos al suelo, mas mi cabeza nunca toco el piso, él había colocado su mano debajo para evitar que eso pasara.

 

-       Ryu… Ryuichi… – aún estaba muy impresionado y sin dejar de mirarlo – eres… eres tú…

 

-       Claro que soy yo – se levantó un poco me miro y sonrió para después volver a abrazarse de mi – no puedo creer que estés aquí Shu-chan – su voz, la forma en que me llamaba era algo que me hiso sonrojar y aún más me hiso abrazarme a él.

 

Nos quedamos así no sabría decir por cuánto tiempo fue, el estar junto a él era algo que había deseado desde el momento en el que salí de Tomoeda, sentir el movimiento de su pecho en cada una de sus respiraciones, sentí como el acaricio levemente mi mejilla con la suya y como movió su mano por mi cabello, esa sensaciones era algo nuevo, no sabía que pasaba así que todo lo atribuí a la emoción de un reencuentro.

 

-       De pronto una voz se escuchó lo que hiso que Ryuichi levantara la cabeza – acaso piensas quedarte ahí sobre el todo el día – esa voz era seria y fría.

 

-       Es solo que estoy emocionado – respondió con una sonrisa mirando al chico – además eso no te afecta en nada o si Yuki.

 

Era Yuki Eiri el chico que había roto nuestro abrazo, me moví un poco para poder verlo realmente era ese chico rubio que había visto en la mañana, nos miraba serio parecía que estaba molesto, junto a él estaba Touma que nos miraba también pero él lo hacía con una pequeña sonrisa que debo decir me causo un cierto miedo.

 

-       Ryuichi no creo que a este chico le guste que estés sobre él – su voz era serena y muy tranquila.

 

-       Está bien Touma, Shu-chan y yo nos conocemos desde mucho tiempo atrás – respondió con una gran sonrisa y una risa de felicidad que siempre había sido típica de él, pero en cuanto él dijo eso, todos los chicos que estaban ahí me miraron de inmediato, algunos con cara de confusión y otros con cara de odio.

 

-       Bien pero aun así deberías bajarte de él – Touma noto las miradas de todos hacia mí – déjame ayudarte – se acercó y tomo la mano de Ryuichi y lo ayudo a levantarse.

 

Una vez que el cuerpo de  mi amigo se alejó, estaba a punto de ponerme en pie por mi propia cuenta, más una mano se extendió, era Yuki, aquel chico que parecía tan frio me estaba ayudando a levantarme, tome delicadamente su mano y me puse de pie, pero al darme cuenta otra vez todas las miradas estaban en mí, esta vez todas eran de asombro incluso Ryuichi y Touma me miraba sorprendidos, y descubrí porque al mirar a Yuki, no me había soltado aun y me estaba mirando, sus ojos eran tan hermosos a pesar de que eran fríos, mis mejillas comenzaron a sonrojarse y ya no podía despegar mi vista de él, de pronto sentí como una mano separo la de Yuki y la mía.

 

-       Era Ryuichi, que tomo mi mano y me jalo – vamos Shu-chan… – dijo mientras comenzábamos a alejarnos de todos – nos veremos después – volteo y miro a Touma.

 

Caminamos sin decir nada hasta que llegamos a la sombra de un gran árbol, Ryuichi soltó mi mano y se sentó para después acostarse y mirar asía el cielo, un leve viento corrió en ese momento el cabello de él se alboroto, desde donde yo estaba se veía tan feliz y lleno de paz, me senté a su lado, estaba confundido, hacia unos momentos la emoción de volvernos a encontrar era incapaz de ser escondida y ahora pareciera que no quería decir nada.

 

-       Él te gusta no es así – sus ojos estaba cerrados y su rostro estaba serio, las palabra que acababan de salir de sus labios me habían tomaron por sorpresa.

 

-       De… de que estas hablando Ryuichi – estaba nervioso sabía bien que se refería a lo sucedido con Yuki, acaso había sido tan obvia mi reacción al estar cerca de él.

 

-       Me refiero a Yuki Eiri, él te gusta verdad – sus bellos ojos azules se abrieron y se sentó – no te preocupe… es normal todos se enamoran de el – una pequeña risa escapo de sus labio – dicen que sus ojos son lo que más cautivan.

 

-       Yo lo mire y sin que yo quisiera mis mejillas se sonrojaron antes las palabras de él y el recuerdo de la mirada de Yuki – como… como dices eso Ryu-chan.

 

-       Cuando escucho decirme esta última palabra sus ojos se iluminaron y una enorme sonrisa apareció en su rostro – Shu-chan… – fue todo lo que dijo antes de lanzarse sobre mí para volverme a abrazar – no sabes lo mucho que te extrañe – había colocado su cabeza entre mi hombro y mi mejilla, podía sentir el calor de su cuerpo, había sido justamente como en el patio, las mismas sensaciones se repetían.

 

-       Yo también te extrañe mucho Ryu-chan – correspondí a su abrazo, estaba tan emocionado de volver a lo que fuimos antes – eres mi mejor amigo… – dije en un susurro mientras cerraba los ojos.

 

-       Pude sentir como se aferró más a mí – eres la persona más importante para mí Shu-chan – escuchar esas palabras me hicieron tan feliz, desde que lo había conocido, siempre había querido ser como él, y que ahora aquel chico al que tanto admiraba me dijera eso me hacía muy feliz.

 

Después de ese reencuentro tan poco usual Ryuichi y yo volvimos a ser inseparables, Tachi, Hiro y Tatsuha siempre me molestaba porque decían que ahora era la envidia de toda la escuela por tener el cariño de Sakuma Ryuichi, ser del agrado de Seguchi Touma y según ellos lo más importante la atención de Yuki Eiri, y a decir verdad no se equivocaban, Ryuichi siempre me iba a buscar en los descansos y a veces la pasábamos solos aunque eso de solos era un decir ya que siempre había algunos alumnos que nos miraba y en otras ocasiones nos reuníamos todos Touma, Yuki, Hiro, Tachi y Tatsuha, era raro cuando eso pasaba, pero era bastante agradable, había hecho muchos amigos en poco tiempo y al parecer había logrado llamar la atención del chico que me gustaba.

 

Siempre le contaba a Ryuichi sobre lo que me pasaba cuando estaba cerca de Yuki, él me escuchaba y me decía que si realmente me interesaba tanto le declarara mis sentimientos, pero lo que me pedía era algo que sabía que no tendría el valor de hace, esa era por lo general la plática que siempre teníamos una vez que llegábamos a mi casa o a la de él, bueno esa y un tema del que Ryuichi siempre huía, todos los días le preguntaba si había alguien en el que estuviera interesado él, yo sabía que existía alguien ya que siempre sonreí como recordando algo y un brillo aparecía en sus ojos, mas nunca decía nada, tal vez esa persona a la que él quiere no le corresponde, esa idea paso muchas veces por mi mente, pero como no poder querer a Ryu-chan si era muy atractivo, alegre, simpático, popular aunque eso no lo creía muy importante, además de que cataba como un verdadero ángel, recuerdo que una vez escribió un pequeño poema mientras me esperaba a la salida.

 

-       Ángel mío, estas palabras ya no pueden callar más mi corazón

mi alma ya no soporta el peso  de mi silencio.

Mis labios ansían unirse a los tuyos

para al fin probar la dulce miel de tu ser.

 

Mis manos desean recorrer tu piel

tocar cada parte de tu delicado y exquisito cuerpo.

 

Mi piel anhela tanto sentir el contacto de la tuya

cuando se estremece en cada rose.

 

Mis ojos desean ver el deseo en los tuyos

y la pasión en cada gesto de tu rostro.

 

Mis oídos quien deleitarse con la música

de tus suaves y excitantes gemidos.

 

Quiero sentir el calor de ti intimidad

y el dulce aroma que emana de ella.

 

Quiero que nuestros cuerpos

se fundan con la increíble pasión

que demuestran nuestros labios

al negarse a separarse y nuestras

manos al aferrarse al cuerpo de otro.

 

Solo deseo poder perderme

en la inocencia de tu alma

mi ángel.

 

 

-       Ryu-chan eso fue hermoso… – estaba sonrojado no sabía que él pudiera escribir algo tan bello – seguro lo escribiste para esa persona – dije en un tono pícaro.

 

-       Gracias Shu-chan – respondió con una sonrisa mientras metía el cuaderno donde estaba escrito a su mochila – y no sé de qué hablas, es solo algo que se me ha ocurrido.

 

El tiempo transcurría tan rápido era tan feliz en ese lugar, ya había pasado medio año desde mi entrada, nos encontrábamos ya en Febrero y la escuela organizaría algunos eventos para convivir ya que pronto seria 14 de Febrero el día del amor y la amistad , algunos chicos llevarían a sus parejas que no pertenecían al colegio, y otros tantos regalarían chocolates a aquellos que les gustaban, el evento principal y que inauguraría todo era una pequeña ceremonia donde algunos leerían poemas escritos por ellos mismo y para terminar Ryuichi cantaría una canción, yo estaba muy emocionado, tal vez ese era el momento para decirle a Yuki que él me gustaba, pero era realmente malo para escribir un poema, por suerte Ryuichi me ayudaría.  Estábamos ya a 1 día del evento todo estaba preparado, Ryuichi fue a verme poco antes de entrar y me entrego el poema.

 

-       Espero que te guste Shu-chan – parecía cansado, al parecer el componer una canción y aparte escribir mi poema no eran tan sencillo y menos para él que era un alumno de excelentes notas – creo que logre plasmas todo…

 

-       Gracias Ryuichi-sempai – no podía llamarlo de otra manera, por mucho que él y yo lo quisiéramos deberíamos respetar las reglas del colegio.

 

-       Bien te veré después – me regalo una sonrisa y se marchó, yo me senté y comencé a mirar el poema, era realmente hermoso, de pronto la voz de Hiro me hiso separarme de aquel pedazo de papel y mirarlo a él.

 

-       Tomo el papel lo miro y me lo devolvió – y bien que le contestaras – dije en un tono serio.

 

-       A que te refieres – estaba confundido, no sabía a qué se refería con esas palabras.

 

-       Acaso no lo has notado aun – se veía sorprendido – enserio que eres despistado o tal vez no lo quieras aceptar.

 

-       Notarlo…. aceptar que…. habla claro Hiro – él siempre decía cosas como esa, así que se me hacía difícil entenderlo a veces.

 

-       El golpeo mi cabeza levemente – es muy obvio Ryuichi-sempai está enamorado de ti – tomo la hoja donde estaba el poema – y esto es lo más obvio que pueda existir, Shuichi en verdad no te habías dado cuenta o solo no quieres aceptar que tú también sientes algo por él, que va más allá de una amistad.

 

Yo no había dicho nada, solo lo miraba, estaba aún en un shock, le arrebate la hoja del poema y salí corriendo del salón, corrí hasta que llegue a aquel árbol donde siempre solía estar con Ryuichi durante los descansos, me deje caer de rodillas bajo su sombra.

 

No, no, no podía ser verdad Ryuichi era mi amigo, siempre lo había sido, era mi mejor amigo él no podía estar enamorado de mí, ¿cómo se le ocurrió decir algo así a Hiro? y aún más ¿porque yo estaba pensando en eso?, ¿acaso Hiro había acertado nuevamente?, ¿acaso era yo el que no quería aceptar que esa era la realidad?, que entre Ryuichi y yo existía una relación que sobrepasaba los límites de una amistad, tome la hoja y volví a leer el poema.

 

 

-       Hace falta que te diga

que me muero por tener algo contigo.

es que no te has dado cuenta de lo mucho

que me cuesta ser tu amigo.

 

Ya no puedo acercarme a tu boca

sin desearla de una forma loca,

necesito controlar tu vida

ser quien te besa

y quien te abriga.

 

Hace falta que te diga

que me muero por tener algo contigo

es que no te has dado cuenta de lo mucho

que me cuenta ser tu amigo.

 

Ya no puedo continuar espiando

día y noche tu llegada

ya no se con qué inocente escusa

pasar por tu casa

ya me quedan tan pocos caminos

y aunque pueda parecerte un desatino

no quisiera yo morirme

sin tener algo contigo.

 

Esas palabras reflejaban justamente lo que yo sentía con Yuki y Ryuichi lo sabía bien, por eso la primera vez que lo había leído creí que Ryuichi había comprendido a la perfección todo y si la razón que lo había comprendido era porque el sufría lo mismo y si es así, si él está enamorado de mi porque nunca me había dicho nada, puedo imaginar su dolor mientras yo le hablaba de lo mucho que me gustaría estar cerca de Yuki, cuanto lo hería decirme palabras de ánimo para que yo diera ese paso y declarara mis sentimientos, acaso él prefería mi felicidad sobre la de él… pero  acaso eso no era la amistad, buscar la felicidad de tu amigo… no eso iba más allá de todo… el realmente me amaba... pero ahora estaba mi otro problema… que es lo que yo siento por él… acaso yo solo lo quiero como mi mejor amigo… en realidad siempre había sido así, nuestra amistad era todo para mí, acaso siempre estuve tan ciego que no vi más allá de mi obsesión por Yuki. 

 

Así me pase todo el día recordando los momentos en los que estuvimos juntos, buscando donde estuvieron sus señales de amor… buscando mis verdaderos sentimientos por él, un suave viento trajo consigo los bellos pétalos de cerezo y tras ello la persona en la que había pensado todo el día.

 

-       Shuichiiiiiiiiiiii – grito tan alegre como siempre mientras me abrazaba – te fui a buscar y no te encontré, Hiro me dijo que no entrarte a clases en todo el día – se separó un poco – eso no está bien Shu-chan debes entrar a clases, pero bueno sabía que te encontraría aquí, por eso… – él se detuvo y me miro, yo tenía la cabeza baja – Shu-chan que ocurre – ladeo la cabeza y me miro curioso.

 

-       Acaso esta era su forma de ocultar lo que realmente sentía por mí, solo había una forma de averiguarlo, no podía soportar no saber la verdad, lo separe un poco y lo mire directamente a los ojos – Ryuichi que es lo que sientes por mí – pude ver como la sorpresa inundo su rostro – yo te gusto… tu estás enamorado de mí.

 

-       Él se levantó y me dio la espalda – si lo dices por el poema… en el solo intente reflejar lo que sientes por Yuki – su voz era seria, sabía que me estaba mintiendo lo conocía muy bien, se dio la vuelta con una gran sonrisa – Yuki es tu felicidad y esta es tu oportunidad así que… – no lo deje terminar por que tome su cabeza y por primera vez nuestros labios se unieron.

 

No sabía cómo había tomado el valor para hacerlo… no, no había sido valor, era más bien un deseo reprimido, era algo que yo quería hacer desde hacía mucho tiempo… creo que este deseo oculto surgió desde el momento en el que lo volví a ver, él no rechazo su mi beso, aunque era obvio que esto lo había tomado por sorpresa, sus ojos se cerraron casi al mismo tiempo que los míos, sus brazo rodearon mi cintura y los míos abrazaron su cuello, nuestros cuerpos se unieron aún más, mi corazón comenzó a latir casi… no, latió más fuerte que cualquier otro día, una inmensa felicidad me inundo, aquel beso robado ahora toma una pasión tan grande que no lo podía creer, mas tuvimos que separarnos la falta de aire nos obligó a detener aquel beso que unía no solo nuestros labios sino nuestras almas también.

 

 -       Ryuichi me abrazo – yo… yo no… – su voz era débil y parecía que en cualquier momento rompería en llanto –…sé que tu felicidad es Yuki pero no puedo evitar marte de esta forma… – sus brazos se fueron cerrando más, haciendo que quedáramos cada vez más juntos – perdóname, te prometo que no me interpondré entre ustedes… solo… solo no me dejes – justo como lo había pensado pude sentir su llanto y como el caía de rodillas al suelo.

 

-       Yo me arrodille junto frente a él – como podría dejarte… si tú eres la persona a la que yo amo – mientras decía estas palabras yo acariciaba su rostro, sabía bien lo que esas palabras ocasionarían, él me miro, sus hermosos ojos azules estaban cubiertos por lágrimas, que yo seque con cuidado con mi mano, el detuvo mi mano y me miro.

 

-       Shuichi que… que es lo… que acabas de decir… – estaba sorprendido y era entendible, yo siempre había dicho que él chico que me gustaba era Yuki, una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro mientras lo miraba con ternura… o más bien amor.

 

-       Ryuichi tu eres la persona a la que amo – dije mientras volvía a unir mis labios a los de él pero este solo fue para sentir de nuevo la suavidad de sus labios – al fin lo comprendí… al fin lo eh aceptado… Ryuichi yo siempre eh estado enamorado de ti – una gran sonrisa se dibujó en mis labios y no creo poder encontrar las palabras para poder describir la alegría que Ryuichi reflejo en ese momento.

 

Ese día nos escapamos de la escuela y la pasamos en un pequeño parque al que solíamos ir cuando éramos pequeños, hacía mucho que no había ido ahí y para mi sorpresa en ese lugar se encontraba un árbol muy parecido al que estaba en la escuela, Ryuichi me dijo que por eso le gustaba estar en ese lugar todos los descanso, porque le recordaba  el día en que nos conocimos, estuvimos ahí, recordando todos aquellos momentos que pasamos juntos y mientras más recordábamos más nos dábamos cuenta que él amor que sentíamos el uno por el otro existió desde el primer momento en el que nuestras mirada se cruzaron hacia tantos años atrás. También me dijo que ahora que ambos compartíamos él mismo amor, podía decirme que la canción que cantaría el día siguiente había sido escrita exclusivamente para mí que cada palabra demostraba él amor que el sentía por mí, le roge que me la mostrara, pero él me dijo con una sonrisa traviesa que debería esperar hasta el día siguiente y después me beso, cada momento de ese día después de aceptar nuestro amor, fue perfecto, a decir verdad no era diferente de cómo él me trataba siempre… claro que ahora me tomaba de la mano, me abrazaba y besaba.

 

Como había podido ser tan tonto para no darme cuenta de lo mucho que él me amaba… no, no era eso tan solo es que tenía miedo de aceptar algo que tal vez lo alejaría de mí.

 

Ryuichi me quería acompaño hasta mi casa, ya era bastante tarde así que solo deje que me acompañara hasta la mitad del camino, ahí nos despedimos, un largo beso y unas caricias fueron más que suficientes para hacer que no durmiera en toda la noche, esperaba ansioso el nuevo día, al fin era 14 de febrero el día del amor y de la amistad, pero para mí solo seria de amor, solo pensaba en el momento de verlo de poderme sentir entre sus brazos, baje a desayunar, mi hermana había preparado un pastel de chocolate en forma de corazón, cuando le pregunte para quien era, su respuesta me dejo sorprendido, con una gran sonrisa dijo: “Es obvio tontito es para ti y Ryu-chan, sin querer los vi en el parque, me da gusto que él te haga feliz hermano”, yo solo pude abrazarla y besar su mejilla, tome el pastel y camine hacia la escuela, tenía la esperanza de poder verlo en el camino, pero sabía que él debería estar más temprano para poder tener todo listo para su canción.

 

Cuando llegue una gran cantidad de chico ya se encontraba ahí, en la entrada estaba Hiro, Tatsuha, Tachi y Fugisaki, era extraño que él estuviera con ellos, me acerque y lo salude, platicamos un rato de tontería y después supe que Tachi y Tatsuha salía en secreto desde el primer año y que apenas habían decidido que todos los supieran, por su parte Hiro quería intentar una relación con Fugisaki y él parecía muy emocionado, debo decir que hacían una linda pareja, me alegraba que ellos hubieran encontrado la misma felicidad que yo había aceptado ayer, me preguntaron que para quien era el pastel y yo sin ningún temor respondí que era para Ryuichi, mis mejillas se ruborizaron y mis labios dibujaron una sonrisa, quería que todos supieran lo feliz que era, Hiro comenzó a reír y se alegró por mí los demás estaba algo confundidos, así que caminamos hacia donde sería el festejo y una vez que tuvimos un buen lugar, comencé a platicarles lo sucedido todos se alegraron por mí y Ryuichi, el festejo comenzó, todos entregaron sus chocolates, y se leyeron los poema, era un día realmente lleno de amor o al menos eso era lo que se podía ver y sentir.

 

Al fin era el turno de que Ryuichi cantara su canción, él apareció en escena, llevaba puesto un pantalón negro y una camisa negra, se veía realmente sensual, me saludo desde el escenario, fue algo que todos vieron, pero no me importo, ese día solo una persona me interesaba y ese era Ryuichi, la música comenzó y la bella voz de mi amado Ryu-chan se escuchó.

 

-       ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué quieres que te diga?

Mi ángel eterno, luz de mis ojos, sol destellante de mi corazón.

¿Qué quieres que te diga amo?

Que eres la fuerza en mí, que eres en la oscuridad candil

y que tu ausencia es mi sufrir.

 

¿Qué quieres que te diga?

Mi ángel eterno, luz de mis ojos, sol destellante de mi corazón.

Quieres que te diga amor que mi prisionero tu corazón

como tuyo es el mío ladrón

porque eres ladrón que se robó el sueño

la ilusión, la razón y la vida misma.

 

¿Qué quieres que te diga?

Mi ángel eterno, luz de mis ojos sol destellante de mi corazón.

Que son tus besos mi manía

tus caricias mi adicción, que amo tus dulces sonrisas

y que adoro esta esclavitud.

 

¿Qué quieres que te diga?

Mi ángel eteno, luz de mis ojos, sol destellante de mi corazón.

Que soy libre entre tus brazos, que encadenado estoy a tus besos

que agobian en la eterna fascinación

que no soy más que tuyo mi corazón.

 

¿Qué quieres que te diga?

Mi ángel eterno, luz de mis ojos, sol destellante de mi corazón.

Que existo porque existes vos, que soy para ti ardiente cobija,

que soy vicioso de tus besos de miel,

dime amor que quieres que diga y lo que quieras devotamente diré,

como esclavo sumiso, cual cordero perdido, cual ángel sin alas,

de ti no me iré.

 

No me hablas en silencio, solo dime y te diré,

dime amor que quieres que diga y lo que quieras devotamente diré,

mas con un beso me callas y haces de tus brazos mi prisión,

no te interesa escuchas más palabras, solo te interesa hacer latir mi corazón

me hundo entre caricias y sensualidad  y tú en mi poco a poco te hundirás

 

Cada palabra de esa canción hiso que mi corazón latiera sin control, era verdad que nunca podría saber lo mucho que él me amaba, cuando termino, con una gran sonrisa me dedico la canción frente a todos, y yo solo pude hacer una cosa, me levante y camine hacia el escenario, subí a él y frente a todos uní nuestros labios, quería que todos supieran que nuestro amor no tenía límites ni barreras que yo lo amaría hasta el fin y que estaba seguro de que me amaría también, ese fue el primer 14 de febrero que Ryuichi y yo pasamos juntos, y a pesar que sabía que ese año él se iría de esa escuela, no hubo un solo 14 de febrero que él y yo no estuviéramos juntos, ya que ni el tiempo, ni la distancia pudo romper nuestro amor.

Notas finales:

Bueno, algu cursi o mucho, en fin, espero les haya gustado o tal vez no jejeje


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