-Esta cueva es tan aburrida ¿A quién rayos se le ocurrió vivir en una maldita cueva?, creo que la guarida de una organización como Akatsuki pudo ser mejor- pensó Deidara-… ¿Por qué aún no ha llegado nadie?
-Deidara…veo que por primera vez llegaste temprano a una reunión- dijo Pain entrando por la puerta principal.
-Llevo horas esperando como estúpido, ¿Me darás mi misión de una vez por todas?- gritoneo Deidara furioso
----Narración Deidara-----
Alguien entró por la puerta siguiendo a Pain… ¡No puede ser!, para colmo el que acaba de llegar es nada más y nada menos que el maldito Uchiha.
-Estoy aquí, líder- dice con su maldita voz pretenciosa- ¿Para qué me has llamado?
-Les asignaré su misión- sentenció el líder-
-¡Espera!, no estarás queriendo decir “Les asignaré sus misiones”- dije alarmado
-No, sé perfectamente lo que quise decir- me dice el líder sin inmutarse- Ya que sus compañeros, Sasori y Kisame estarán fuera por unos meses en sus misiones individuales, y no puedo seguir posponiendo esta misión, tú e Itachi-san harán equipo.
-¡¡QUÉ!! Tienes que estar bromeando- digo indignado- No puede ser, yo con ese idiota.
-Está bien, no hay problema-dice el maldito y presumido Uchiha.
---Narración normal ----
-Bien, Itachi, tú serás el líder, así que Deidara- dice volteando a ver al rubio- debes acatar todas sus órdenes.
-Bien- dice el ojiazul resignado, saliendo de la habitación de forma impetuosa.
-Ahora que Deidara se ha ido puedo explicarte la misión, básicamente tienes que vigilar al jinchuriki del zorro de las 9 colas, ver si aprende nuevas técnicas, que tan fuerte es…y lo más importante, si ya sabe controlar a su bijuu, ¿Entendido?
-Sí, perfectamente- dijo Itachi, y sin más salió del cuartel a reunirse con Deidara.
-----Narración Deidara--------
-Nos vamos, muévete- me dijo autoritariamente, mi nuevo “compañero”- ni siquiera sé a dónde nos dirigimos, debí quedarme a escuchar los detalles de la misión, pero estaba demasiado molesto.- ¿Y a dónde vamos?
-Lo sabrías si te hubieras quedado a escuchar al líder en lugar de hacer berrinche- me dijo en tono ¿burlón?
-¡Bien, qué más da!- claro que quiero saber, pero no le rogaré que me lo diga
-Vamos hacia Konoha- escuché que decía con tono sereno-Descansaremos por hoy, el camino es muy largo hacia la aldea.
-Está bien- estaba cansado y la decisión me parecía perfecta.
Caminamos muchas horas desde que amaneció, Itachi iba delante de mí con un aire de tranquilidad, que me molestaba, cuando casi era medio día se giró hacia mí y dijo:
-Ya llegamos-mostrando cierto alivio en su rostro.
-¡¿Y cómo rayos se supone que vamos a entrar?! Por todas partes se dice que esta maldita aldea es famosa por su seguridad y que la barrera hace imposible entrar sin ser detectando ¿No?
-¿Y por qué crees que me asignaron esta misión a mí?- espetó de forma arrogante, como siempre- Soy el único ninja que conoce el secreto para cruzar la barrera, solo sígueme y entraremos fácilmente.
-Está bien- no puedo quejarme, después de todo él es el líder en la misión.
Al cabo de media hora ya habíamos cruzado la barrera, quién sabe cómo, ya que obviamente él no me iba a decir su secreto.
-Nos quedaremos en esta cabaña, nadie viene aquí, así que estará bien por unos días- sentenciaste de forma autoritaria, por lo que no pude negarme.
-¿Y a qué hora comenzaremos la misión?, no planeo quedarme aquí si hacer nada, y menos cuando mi única compañía eres tú.-dije fingiendo enojo solo para fastidiarlo.
-Por mí puedes hacer lo que quieras, la misión empezará mañana y esa es mi última palabra- me contestaste en un tono tranquilo, lo cual me irritó mucho.
-¿Y qué hacen en esta aburrida aldea para divertirse?, supongo que no mucho, ya que según sé la única diversión que tuviste en este agujero fue cuando asesinaste a tu familia ¿No?- Me arrepentí de este comentario casi en el momento en que lo dije, pero no podía cambiar lo que había dicho y mucho menos retractarme, así que permanecí frente a ti, tratando de parecer arrogante.
-----Narración Itachi-------
En el momento que escuché lo que ese niñato idiota había dicho una gran rabia me invadió y si saber cómo me abalancé hacía ese tonto, y sin más le di un fuerte puñetazo en la cara tumbándolo en el piso de una forma estrepitosa.
-¡¡AUCH!!- alcancé a escuchar sus quejidos y salí disparado sin saber hacia dónde, tenía que despejar mi mente, o probablemente mi nuevo compañero entraría en la lista de mis víctimas.