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Tal vez [ VHope ] por WooHo Shin

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Notas del fanfic:

 

 

ENJOY

Notas del capitulo:

 

POV Hoseok:

 

 

Y ahí me encontraba yo, caminando sin un rumbo en específico por los pasillos. Seguro era otro día de mal humor  y yo simplemente sentía que algo faltaba. De pronto una idea cruzo entre mis pensamientos. ¿Y si me salteaba la tercera hora? De hecho, no era una mala idea. Ya que mi mente no estaba enfocada ahora en los estudios. Pero, el problema era en que la clase que me tocaba era historia, y como ya había faltado tres veces. Faltar otra vez, podría ser perjudicial para mis notas. Tal vez, no debería hacerlo.

 

El timbre sonó, y todos comenzaron a correr o simplemente caminar más rápido, dirigiéndose a sus respectivos salones cada uno de ellos. Al ya no divisar a nadie, me apoye en un casillero. Con la intención de esperar que un profesor me regañara y me llevara al salón. Pero eso no sucedió. Tal vez, yo si quería quedarme ahí. Tal vez quería entrar al salón de clases. Tal vez, no estaba pensando bien las cosas.

 

No me moví de ahí, era tonto. Lo sé. ¿Pero que podía hacer? Mi mente estaba confusa, por aquel sentimiento de que me faltaba algo. Y ahí, en ese lugar, te vi. Por primera vez, mientras corrías por el pasillo y pasabas frente a mí, sin darte cuenta de mi presencia. Mi mirada estaba centrada en ti, y al darme cuenta, tú estabas saliendo por la puerta principal. Me pareció divertido, la cara de  asustado que tenías, parecías haber visto un fantasma. Me diste curiosidad, quería saber quién eras y porqué corrías. Y por aquella curiosidad, yo te seguí. Corrí tras de ti, sin quitar mi mirada sobre ti.

 

Por alguna razón, no me agitaba. No era de esas personas que hacían deporte y que estaban en excelente estado físico, pero aun así, se me fue fácil correr detrás de ti. Y yo me detuve, después de que tú pararas en una casa de color beige. Ya que tú no me conocías, decidí esconderme tras unos arbustos,  cerca de la casa en la que te detuviste. Al contrario de mí, tú estabas demasiado agitado, y se notaba por tu respiración acelerada que yo veía desde donde me encontraba. Pero aun así, no te quejabas. Voltee a ver la casa y me di cuenta de que me parecía conocida, pero no recordaba el porqué.

 

Tras unos minutos, un chico te abrió la puerta y en sus facciones se denotaba tristeza. Parecía menor que tú, así que asumí que era tu hermano y aquel lugar, tu casa. Él no hablo y simplemente se hiso a un lado para que tú pasaras, y luego de ello, cerraste la puerta. Yo me quede ahí, detrás de los arbustos. No sabía si irme o quedarme, pero verte me llamo mucho la atención, mentiría si dijera que no. Y por eso te seguí, e irme sin conseguir nada. Era como haber perdido el tiempo al seguirte. Y esa razón era suficiente para quedarme ahí esperando. Aunque en realidad, si esa razón no hubiera rondado en mi cabeza. Tal vez, de igual forma me hubiera quedado ahí.

 

Luego de pensar que ya había pasado demasiado tiempo, revise mi reloj de pulsera, que tenía puesta en mi muñeca derecha. Y al revisar me tope, con que ya habían pasado 42 min, para ser exactos. Y la pregunta apareció. ¿Tanto tiempo me quede ahí? Los minutos parecían volar, y no hice más, que solo sorprenderme.  A los pocos minutos, saliste otra vez, y comenzaste a correr de nuevo. Te seguí otra vez, y esta vez te detuviste en una parada de autobuses. No tardó mucho en que llegara uno, y te subiste en él.

 

Pensé, que para llegar más rápido, sería bueno tomar un taxi. Pero cuando alce el brazo para parar uno, este no paro. Seguro hoy era mi día de mala suerte. No tenía otra opción, y corrí tras el autobús en el que te subiste. Me encontraba a unos siete metros lejos del autobús. Gracias a que se detenía en cada paradero, y en uno de ellos bajaste tú. Sé que sonara loco, pero la única razón por la que te sigo, es porque siento que tú tienes que ver con aquella sensación de que me falta algo.

 

Cuando recién me fije, en donde es el lugar en que te bajaste, y me di cuenta de que era el hospital. Tú entraste, casi corriendo. Y yo, me quede solo analizando lo que pasaba. Estaba un poco preocupado, de seguro un familiar tuyo estaba internado y por ello estabas asustado.

 

Entre al lugar, con paso lento. Pero aun así, tu todavía te encontrabas al inicio de la escalera, como esperando a  que lo que vieras arriba, no te afectara. O simplemente no querías saberlo que te esperaba. Quise acercarme y decirte que todo estaría bien, que todo mejoraría. Pero, yo solo era un simple desconocido, aún.

 

Pensaba preguntarle a la persona que se encontraba en la estancia, si es que podría pasar.  Pero cuando voltee a verte, tú ya estabas subiendo, y tuve miedo de perderte de vista. Así que sin preguntar nada a nadie, entre más en el lugar, y te seguí. Tal vez, hoy si era mi día suerte, ya que nadie me llamo la atención por entrar. Así que subí pisos arriba.

 

Nos encontrábamos caminando en un pasillo y no sabía exactamente en qué piso nos encontrábamos, pero solo me daba cuenta de algo. De que tú no volteaste en ningún momento. No sabía si es que no te dabas cuenta de mi presencia, o simplemente me ignorabas y no te importaba que alguien que no conocías te siguiera. Ya que, yo me encontraba a solo dos metros lejos de ti, y eso es muy poco a decir verdad.

 

Paraste frente a una habitación, y suspiraste, para luego entrar. Yo me quede ahí, y al voltear divise unas bancas de espera y decidí sentarme en una de ellas. Yo obviamente solo tenía que esperar, no iba a entrar a la habitación, ya que ni siquiera me conocías, y yo no figuraba en el asunto. Creo que he mencionado varias veces, el hecho de que no me conoces. Pero qué más da, eso es la verdad. Y lo cruel, es que yo tampoco te conozco. Tal vez no debí seguirte, pero aquí me encuentro, como si fuera un acosador de primera categoría. Bueno, no tanto.

 

Al sentarme cerré los ojos y apoye mi rostro en mis manos, y estas en mis rodillas flexionadas. Y simplemente me sumergí en mis pensamientos. De un posible “tal vez”, creo que últimamente, los tal veces pasan de un lado a otro, entre mis pensamientos. El tal vez, debí quedarme en el colegio, el tal vez estoy haciendo lo correcto, el tal vez conozco tu casa, el tal vez ya te conozco, el tal vez no te recuerdo.

 

Cuando trate de pensar en porque la casa a donde fuiste me parecía conocida. Yo nunca he pasado por ahí, bueno al menos no está en mi ruta. No es por donde yo paso para ir a mi casa. Pero aun así, la siento tan conocida.

 

Tal vez, si te conozco, hasta ahora no he escuchado tu voz, aunque no lo diría en voz alta, tengo miedo de que tu voz me suene familiar, igual que la casa. Tal vez, será mejor que me vaya. Tal vez, esto era lo incorrecto.

 

Y lo que me sacó de mi estado fue tus innumerables gritos, que solo decían la misma palabra: No. No quería suponer porque eran los gritos, por qué no, ya que en realidad ya sabía porque eran los gritos, ya sabía porque eran los no. Pero y si yo me sentía mal. ¿Cómo te sentías tú?

 

Pero lo que hiso que mis ojos se abrieran, y pareciera que se fueran a salir de sus cuencas, fue el sonido agudo de la máquina de electrocardiograma. Me pare asustado, y vi como un médico y dos enfermeras entraban en la habitación, y tú saliste. No me prestaste atención, pero eso no era lo importante. Inconscientemente me acerque, y de igual forma no me viste, pero quizás, no quisiste verme. Por alguna razón yo quería consolarte, pero seguía siendo un desconocido.

 

Te abrazaste a tu propio cuerpo y lloraste, lagrima por lagrima, una a una recorrían tus mejillas. Y yo sentía que también iba a llorar, porque tal vez, algo faltaba y tal vez ese algo estaba relacionado contigo. Comenzaste a mover la cabeza variadamente, negando. No sabía qué hacer, los nervios me estaban jugando una mala pasada. Solo me quede ahí parado, cerca de ti, pero sin acercarme más, con temor a que empeorara algo.

 

A los seis minutos, el medico salió y tú no te diste cuenta hasta que él te llamo y tu volteaste, aun con tus ojos llorosos.

 

─Disculpe, Sr. Kim… Lo lamento, no pudimos hacer nada. El paciente Jung Hoseok, acaba de fallecer.

 

Tal vez, yo estaba más sorprendido que tú, tal vez tenía ganas de llorar. Tal vez, si te olvide. Tal vez, quiero recordarte. Tal vez todo esto era un error. Una broma. Esto no era una casualidad, la vida no se basa de casualidades. ¿Jung Hoseok? Es ¿enserio? Una broma, eso era lo que era. No podía ser verdad. No mientras el que llora seas tú.

 

Tal vez, no quería recordar, tal vez te borre, tal vez solo porque no quería sufrir. Pero si quiero recordarte. Esto ya no es un estúpido tal vez. Quiero recordarte, eso es todo.

Pero, como no recordarlo. Te llamas Kim Taehyung. Estudiamos en la misma preparatoria, te gustan los peluches. Y te gusta cantar. Te gusta que caminemos agarrados de las manos. Te gusta que te compre helado, en invierno. Ya que siempre dices que nunca te enfermaras. ¿Cómo es que pude olvidar todo? ¿Cuándo paso?

 

Moría por estar presente y abrazarte, consolarte. Pero, ¿Cómo consolarte por algo que es por mi culpa? Quería estar ahí, presente de verdad. Decirte que te quiero. Te olvide, lo sé. Pero no lo hare de nuevo, ahora lo único que me duele es dejarte solo.  ¿Cómo sucedió esto? ¿Cuándo y cómo? Tú seguías llorando y yo también seguía ahí, parado frente a ti, sin hacer nada. Pero no es como si moverme y hablar cambiara algo.  Pero tu llanto se rompió en un grito ahogado, y saliste corriendo. Esta vez no. No te olvidare. Te seguiré, Taehyung. Y por ello, salí corriendo tras de ti.

 

Y tal vez, no me di cuenta de la lluvia que se hizo presente desde que estábamos dentro del hospital. Tal vez solo corrimos hasta tu casa. Tal vez no te quité la mirada de encima. Tal vez tú nunca volteaste. Tal vez, solo era una broma.

 

Llegamos a tu casa, y lo recordé. Esa si era tu casa. Y el chico que vi antes era tu hermanastro, Jungkook. Tú entraste, y yo entre junto a ti. Abrazaste a Jungkook, y el correspondió rápidamente, como si los dos necesitaran ese abrazo. Tu lloraste otra vez, y el lloro contigo. Tal vez no derrame ni una lágrima. Tal vez, me sentía vacío.

 

Te separaste de Jungkook, y subiste a tu habitación corriendo, y yo subí también. Y al llegar, dejaste la puerta abierta. Así que yo entre, y te vi sentado en tu cama, y yo me senté a tu lado.

 

 

 

 

//Flashback//

 

 

─Hoseok, ¿Podrías ir a la tienda, que está cruzando el puente?─ Pregunto Taehyung, con una sonrisa de convencimiento. Hoseok sonrió en respuesta y asintió.

─ Claro Tae. ¿Por qué no? … ¿Que sorpresa me espera?

─ No es nada─ Dijo completamente sonrojado, y Taehyung sentía que las orejas le quemaban─ ¿Por qué piensas que te espera algo?

─ No lo sé, siento que me tienes un regalo.

─ Eso no es verdad. Ya vete.

─ ¿Ahora? Pero tenemos clases. No puedo faltar.

─ Sera rápido, yo te copiare las clases.

─ ¿Seguro, Taehyung? … Está bien. Iré.

 

Taehyung sonrió y Hoseok se acercó a Taehyung, acercándose a sus labios. Taehyung lo vio, y enrolló sus brazos en su cuello, y los dos se fundieron en un beso.

 

Hoseok se separó primero,  tal vez no por falta de aire, tal vez solo porque no quería perder la noción del tiempo.

 

Cuando el mayor, salió del lugar. Taehyung sonrió. Estaba seguro que el regalo le encantaría a Hoseok. Este famosísimo regalito, eran dos peluches. Uno en forma de caballo y otro de un leoncito. Sonrió al recordar eso. Era un poco tonto. Pero pensó que sería un poco divertido, y también romántico.

 

Por otro lado, Hoseok bajo del autobús que había tomado para llegar ahí, y sonrió. Todavía le quedaba un gran tramo por recorrer ¿Por qué Taehyung, eligió un lugar tan lejano? Hoseok exhaló, y saco de sus bolsillos sus audífonos. Se los coloco en cada oreja, y siguió caminando.  Cuando vio que ningún auto pasaba, cruzo sin fijarse en el semáforo.

 

Y tal vez todos comenzaron a gritar, tal vez no se dio cuenta cuando sucedió. Tal vez fue descuidado de su parte, tal vez el auto iba a demasiada velocidad. Tal vez debió fijarse en las dos partes de la pista. Tal vez todo fue en accidente. Tal vez su equivocación le costaría más caro.

 

 

***

 

Taehyung estaba prestando atención a la clase de Algebra. Y su celular comenzó a sonar. Todos voltearon a verle, y profesor gruño, o algo parecido.

 

─ Joven Kim. ¿Tiene algún problema con mi clase?

─ Disculpe profesor. Debe ser urgente. Ya que nunca me llaman en horas de clases. ¿Puedo salir?

─ Tiene cinco minutos─ Dijo el profesor volviendo a mirar a la pizarra.

 

Y Taehyung salió del salón, con velocidad. Cuando vio de quien era el número. Se dio cuenta de que era de Jungkook, su hermanastro. Casi nunca lo llamaba, de seguro si era urgente.

 

─ ¿Jungkook?

─ Taehyung, este… yo... Ho- Hoseok. Está en el hospital.

─ ¿¡Qué!?

─ Ven a casa. Todavía está en operaciones.

 

Taehyung cortó la llamada y salió corriendo. Tal vez tenía miedo. Tal vez el profesor se molestaría. Tal vez lo suspenderían. Tal vez la directora también se molestaría. Tal vez, eso ya no importaba.

 

 

 

//Fin del Flashback//

 

 

 

 

Recordé los momentos que vivimos en esa pequeña cajita cuadrada, que era tu habitación. Tus sonrisas, y mis sonrisas bobas en respuesta. Tú desviaste la mirada a un recuadro que yacía sobre un mueble, al lado de tu cama. En él, nos encontrábamos los dos, tú salías en el 80% de la foto. Y de mí, solo se notaba mi cabeza, cual estaba apoyada sobre tu hombro. Y los dos estamos sonriendo de oreja a oreja.

 

Tomaste el cuadro entre tus manos, y acariciaste con las yemas de tus dedos, el fino papel, en donde figuraba mi rostro. Sonreíste con tristeza y comenzaste a llorar. Y yo me sentí culpable.

 

─Hoseok. Todo es mi culpa. Yo… yo te d-dije que fueras… Ni siquiera estuve contigo en el hospital, el tiempo que debí estarlo. Cuando llegue, solo me sonreíste y c-cerraste los ojos. Hoseok te amo─ Dijo agachando su cabeza─ Te amo y, nunca dejaré de amarte. Perdóname. Te amo, nunca lo olvides.

 

─ Nunca fue tu culpa. Yo también te amo.

 

 

 

Notas finales:

 

Amo el VHope

 

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