Mis días transcurrían igual, la misma rutina seguía todos los días en el instituto, solo esperaba la hora en que sonara esa campana avisando que las clases habían terminado para poder dirigirme al único lugar donde podía descansar y sentirme en paz.
-vamos, ya suena por favor- miraba el reloj esperando con ansias a que la campana sonara y al parecer mis suplicas fueron escuchadas, pues en ese instante sonó la campana dando por terminadas las clases- Si, al fin.
Salí del salón en dirección a la biblioteca que se encontraba en el segundo piso, pero justo al doblar la esquina en dirección a las escaleras choque con una chica, derramándole su bebida encima.
- lo siento, discúlpeme-intente disculparme y en ese momento mire su rostro quedándome cautivado por su belleza, por un momento la observe embobado, era como si un ángel hubiera descendido del cielo y estuviera entre nosotros.
-¿hola?, ¿te encuentras bien? –salí de mis pensamientos al oír la dulce voz de la chica frente a mí.
- s-sí, estoy bien, yo lamento haberte derramado tu bebida- le conteste nervioso y ella solo esbozo una tierna sonrisa que me robo el aliento.
- no te preocupes, no fue nada, bueno, nos vemos- mire como se disponía a irse y por alguna razón, fui tras ella.
- espera-volteo a verme y yo no sabía qué hacer.
- ¿sí?, ¿Qué ocurre?- sonrió poniéndome más nervioso.
- yo… -me quede un momento pensativo antes de pronunciar palabra- Yo quisiera recompensar el accidente con la soda.
- oh… -su expresión fue de sorpresa- No es necesario, en serio, no te preocupes.
- insisto, me gustaría invitarte a tomar una soda conmigo- la mire fijamente a los ojos y ella rio leve, dejándome nuevamente impactado por sus encantos.
- de acuerdo, pero deberá ser en otra ocasión, ahora tengo algo de prisa- miro su reloj y en su rostro se mostró preocupación- De hecho ya se me está haciendo tarde.
- de acuerdo, entiendo, será en otra ocasión, pero dime, ¿Cómo te llamas?- en verdad tenia curiosidad por saber el nombre de esta chica tan bella.
- Me llamo Chris, ¿y tú?-
- Changmin, un placer conocerte Chris, espero verte de nuevo -sonreí y después de despedirnos vi cómo se alejaba corriendo por el pasillo.
Al día siguiente de nuevo en la escuela, me encontraba jugando un partido de futbol entre mi universidad y la Universidad Sur, todo iba bien, íbamos ganando el partido, faltaba poco para que concluyera y en ese momento metí el último gol, obteniendo nuestra victoria total, terminado el juego dirigí mi mirada hacia las gradas, encontrándome de nuevo con esa hermosa chica, Chris, la chica más hermosa de toda la escuela, quien poseía una hermosa sonrisa que dejaba a cualquiera sin aliento.
Mi idea era acercarme a ella, pero cuando reaccione ella venia hacia mí.
- hola- me sonrió ampliamente, dejando ver los lindos hoyuelos que se formaban en sus mejillas- ¿Aún sigue en pie la invitación de la soda?
- claro –sonreí feliz de que hubiera venido- Vamos ahora por las sodas, ¿te parece?
- claro, encantada- y diciendo esto me tomo del brazo y nos dirigimos hasta la cafetería, donde estuvimos un buen rato charlando y conociéndonos más, ella era muy divertida e interesante.
Los días transcurrieron, y la relación entre Chris y yo era más cercana, llevábamos 1 mes siendo amigos y yo sentía que cada día me enamoraba más y más de ella, hasta que un día me decidí a confesarle mis sentimientos y para mi sorpresa ella me correspondió, me sentía tan feliz, ella era la mujer perfecta, pero no cualquier mujer, ella era mi novia.
Los días en la universidad se volvieron distintos, ya no me sentía ansioso de que las clases terminaran, en cambio, quería permanecer más tiempo en la escuela para poder estar con Chris.
- hola cariño –la salude feliz cuando por fin la pude ver.
- ¿Por qué demoraste tanto? Tenías que estar hace 5 minutos aquí –su tono de voz sonó algo molesto, pero decidí no darle importancia.
- lo siento, es que tuve que terminar algo en clases-la tome de la mano y nos fuimos a la cafetería.
Y así cambio la relación, la Chris tierna y amable se había convertido en una celosa y posesiva, tanto así que prefería irme a la biblioteca a soportar sus escenas y discusiones. Mi relación se estaba volviendo un tormento, no sabía que ocurría con Chris, pero al estar en la biblioteca me llenaba de una paz interior, que poco a poco fui abandonando mis actividades extras para estar más tiempo leyendo en la biblioteca.
Un día, mientras buscaba un nuevo libro para leer, mire uno de poesía y al momento de tomarlo alguien más lo tomo, voltee mi mirada, observando a un joven de tez blanca que era muy lindo, no sé qué ocurrió en mi interior, pero me sentí flotar en las nubes.
- oh… ¿ibas a tomar este libro?- me pregunto señalando el libro y yo asentí- Pues lamento decirte esto, pero han sacado ficha para llevarse este libro, pero si gustas acompañarme te daré otro ejemplar.
- claro- camino hacia la recepción de la biblioteca y yo le seguí, al llegar vi cómo le entregaba el libro a una chica y esta le daba su identificación- Disculpa, ¿eres el nuevo bibliotecario?
- sí, mi nombre es Minho y apenas fui transferido aquí- me dedico una cálida sonrisa, la cual hizo que mi corazón se acelerara.
-un gusto Minho, mi nombre es Changmin – me presente, admirando su sonrisa.
Y fue que empecé a acudir más a la biblioteca, me gustaba estar en compañía de Minho, con el tiempo empezó a surgir nuestra amistad, teníamos tanto en común, él era un chico muy interesante y amable, pero lo que más llamaba mi atención en él era esa sonrisa que siempre mantenía en su rostro.
Mi convivencia con Minho se volvió tan frecuente que casi no veía a mi novia Chris, la cual tiempo después descubrí que padecía un desorden psicológico, el cual era tratado con medicamentos, varias veces había intentado terminar con ella, pero siempre me amenazaba con que se suicidaría si yo la dejaba, en esos momentos comprendí que la tierna y dulce Chris que conocí al principio solo era una máscara que ocultaba a la verdadera Chris, una chica loca y posesiva, que era muy peligrosa.
Pero eso no era lo que me preocupaba, lo que me preocupaba eran esos extraños sentimientos que comenzaba a desarrollar hacia Minho, sentía la necesidad de estar a su lado y tenerlo entre mis brazos, esto me confundía, yo no era homosexual, ¿entonces porque sonreí como un tonto al ver a Minho?, no, deben ser ilusiones mías, debe ser por los problemas de mi relación con Chris, sí, eso debe de ser. Pero todo empeoro cuando Chris se enteró de que me la pasaba mucho tiempo con Minho, sus amigas le habían estado metiendo ideas en la cabeza, de que la engañaba con Minho, que me había vuelto homosexual, era tanta la ira que tenía Chris, que me exigió no volver a la biblioteca, claro está, que de todas formas conseguía ir a la biblioteca y me veía con Minho.
Con el me sentía tan a gusto que me encantaría permanecer todo el día en la biblioteca junto a él, y un día ocurrió algo inesperado, estábamos charlando en una mesa, ya no había más personas en la biblioteca, a excepción de nosotros, por accidente tiramos algunos libros al suelo, al momento de agacharnos ambos a recogerlos, nuestras miradas chocaron, quedándonos viendo fijamente, mi corazón parecía querer salirse de mi pecho, fui acercándome lentamente a Minho, acortando la distancia entre nuestros rostros y lo bese.
- lo siento –fue lo primero que dije al separarme rápidamente de él, con mi rostro totalmente sonrojado- Yo no quise… - y no pude continuar, Minho tomo mi rostro dándome un tierno beso, el cual correspondí, al separarnos pude ver su rostro sonrojado- Minho … -le llame estando seguro de lo que a continuación le diría- Me gustas.
- tú también me gustas Changmin- su cara se puso más roja al pronunciar esas palabras.
Ese día Minho y yo mantuvimos una relación secreta, le conté sobre mi problema con Chris y el acepto que nos viéramos a escondidas, pero nunca falta alguien que no vaya de comunicativo, Chris se enteró que Minho y yo teníamos algo y hecha una furia fue a verme.
- ¿Cómo te atreves a hacerme esto?, ¡yo soy tu novia! -me grito y abofeteo- Te prohíbo que vuelvas a ir a esa biblioteca y te encuentres con ese chico.
- tu no me prohíbes nada, ya me canse de esto Chris, terminamos, puedes hacer lo que te plazca, yo ya no te estaré soportando- sin agregar más me fui escuchando a lo lejos las amenazas de Chris.
Mi relación con Minho se hizo oficial, para mi sorpresa ni mi familia ni mis amigos me rechazaron, en cambio me dijeron que teníamos su apoyo, en cuanto a Chris, no sabía nada de ella, en la escuela decían que se había mudado, pues no soporto la idea de que la cambiara por un chico, me sentí un poco mal por ella, pero no pensaba cambiar de opinión, yo amaba a Minho y no planeaba dejarlo, ahora que había encontrado a mi verdadero amor no pensaba dejarlo ir.
Todo iba muy bien, hasta que un día no encontré a Minho por ningún lado, lo busque en la escuela, en los sitios a los que frecuentemente iba y al final llegue a su casa, lo busque pero no había rastros de él, me dirigí a su escritorio y entre sus cosas encontré una nota: Tengo algo que mostrarte, por favor, encontrémonos en el edificio abandonado que está cerca del parque, te quiere… Changmin.
¿Pero que era esta nota? Yo no la había escrito, con temor y presintiendo que algo malo iba a ocurrir salí corriendo hacia el edificio abandonado, corrí todo lo que pude hasta que por fin llegue al lugar, iba apenas cruzando la puerta, cuando escuche un disparo, la sangre se me helo y con temor corrí hacia el lugar de la detonación, encontrándome a Minho en el suelo, mire como poco a poco su camisa se manchaba de su sangre, corrí hacia él y lo abrase.
-Minho… no, tu no, esto debe ser un sueño-las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
- ¡esto es tú culpa! -oí como me gritaba Chris, volví mi mirada hacia ella y me apunto con el arma con que había herido a Minho - ¿Por qué me tenías que dejar?
- porque no te amo, entiéndelo, estas enferma –abrase más a Minho y ella comenzó a golpear las paredes.
-esto es tan humillante, dejarme por un chico, ¡no permitiré que lo hagas!- se dirigió hasta donde estaba, estaba dispuesta a detonar nuevamente el arma, me levante tomando el arma, comencé a forcejear con ella, no prestaba atención donde pisábamos, ambos caímos por las escaleras, pero ella sobre un montón de vidrios rotos, quedando inconsciente.
Como pude me levante, el dolor por la caída era insoportable, pero era más importante Minho, llame desde mi celular una ambulancia y regrese al lado de él, viendo como poco a poco su rostro se volvía pálido.
-Minho, no te vayas, resiste, la ambulancia llegara pronto –las lágrimas volvieron a rodar por mis mejillas mientras miraba su pálido rostro sonriéndome.
- no me iré… -hablo entrecortadamente y acaricio mi mejilla.
- te amo Minho… -lo abrase fuertemente al ver como cerraba sus ojos mientras su bella sonrisa iba desapareciendo.
Han pasado 2 años desde ese incidente, Chris está en un hospital conectada a un respirador artificial, pues en nuestro forcejeo quedo en estado vegetativo. Desearía que ese incidente jamás hubiera pasado, aun extraño los momentos con mi amado Minho, como desearía que estuviera conmigo…
- Oye, ¿Qué tanto escribes en ese diario?- me hablo mi bello novio sentándose a mi lado.
- nada… solo recordando viejos momentos- sonreí dándole un tierno beso.
Minho y yo aún tenemos mucho por vivir, y esto hará más fuerte nuestro amor sin importar las adversidades, él es mi verdadero amor, mi otra mitad, él es quien me hizo cambiar completamente, y no me arrepiento de haberlo escogido, estuve a punto de perderlo, pero prometí que no dejaría le pasara algo, no después de ese incidente.