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Diez años no son nada. por hibariyui27

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Notas del fanfic:

Esto es un one-shot dedicado al 1827.

Notas del capitulo:

Espero que lo disfuten.

Hace diez años en la casa de la familia Hibari estaban sentados dos chicos, ambos de dieciséis años de edad, uno tenía su cabello negro y largo atado en una pequeña trenza, sus ojos color negro, una gran sonrisa, vestía un uniforme en color negro, en el saco llevaba un emblema de una torre con seis estrellas a su alrededor, el otro llevaba el mismo uniforme con una corbata roja asiendo relucir la camisa blanca, era un poco más bajo de estatura a comparación del pelinegro, sus cabellos castaños, sus ojos color avellana, una sonrisa luminosa y tés un poco bronceada. Lo único que hacían era charlar y reír por culpa de una comedia trasmitida por la tv. -Hey Tsuna –dijo el pelinegro- vi que esta mañana hablabas con Kurokawa. -Ah -Como que “ah” –puso una cara boba- Dime qué fue lo que dijo –sus ojos se iluminaron- ¿se te confeso? -Puf… -se escucho como Tsuna escupía el té verde- Estas loco –limpiándose los labios- -Entonces que te dijo – se entusiasmo más de la cuenta según tsuna- -Sí que eres chismoso Fon –una gota de sudor corría por su nuca- No pregunto nada de lo que piensas –se acomodo en el sofá- Pregunto por Ryohei-sempai, está loca por él. Los ojos de Fon perdieron interés –Solo era eso, que aburrido y yo que pensaba que te avías conseguido una novia –suspiro- -No todos podemos encontrar el amor de la forma en la que TÚ lo hiciste. Fon no dijo nada en cambio se puso rojo como un tomate, cruzo los brazos y se concentro en la tv, Tsuna embozo una sonrisa satisfactoria e hizo lo mismo que el otro chico. Al poco tiempo se escucho la puerta de la entrada abrirse, se escuchaban pasos en el pequeño pasillo que conectaba con la sala, dejando ver a una persona, no… un niño de seis años, vestía un pantalón negro, camiseta en color azul y un suéter con el cuello en “v” en color café, el pequeño tenia cabello color negro un poco despeinado, sus ojos en color azul metálico, su piel un tanto pálida, tenía una mirada penetrante. -Oh Kyoya regresaste temprano –decía Fon- -Te molesta-contesto enojado el pequeño- -Me sorprende, es inusual que llegues temprano. -Creo que salgo sobrando –dijo Tsuna levantándose del sofá y tomando sus cosas- -¿Qué? Ya te vas –le dijo Fon- -No tengo nada más que hacer aquí, tu hermano acaba de llegar –camino asía la salida seguido de Fon- Además hoy tengo trabajo. -Más trabajo, no crees que es demasiado. -Si es demasiado quiere decir que mi trabajo se ha dado a conocer –se ponía los zapatos, abrió la puerta y cruzo el lumbral- No le des tanta lata a tu hermano. -Sera al revés. -No, definitivamente tu serias el que dará problemas-dela dio su cuerpo para apenas mirar al más pequeño- espero que no te de lata, cuídate Kyoya-kun –miro de nuevo al mayor- te veo mañana. -Ok. Han pasado diez años desde ese momento y el pequeño Hibari Kyoya ha crecido, ahora tiene dieciséis años y asiste al instituto, siendo el presidente del comité disciplinario, el chico se en contaba en pleno desayuno junto a su hermano Fon de ahora veintiséis años de edad. -¿Aniki hoy no iras al estudio? –Pregunto mientras tomaba asiento- -Hoy tengo el día libre, y ya termine de editar el video –grito desde la cocina- Además hoy regresa Tsuna –entraba con una olla llena de paella- El chico abrió los ojos como platos. -¿No te avía dicho? -Por supuesto que no, si lo hubieras mencionado no me sorprendería tanto –sonó molesto- -No ganaras nada molestándote –dijo llevando un poco de arroz a su boca- -Shi… -chasqueo la lengua molesto, levantándose de la mesa impactado los palillos contra de esta- -Kyoya – o detuvo- Llega temprano, Tsuna vendrá de visita –se puso serio- ¿Quieres verlo cierto? -Que… -A mi no me engañas –se puso de pie y se acerco a su hermano- Tu sientes algo por Tsuna –dijo mientras colocaba un dedo en el pecho de su hermano- -Dagame en paz –golpeo la maño del mayor para salir apresurado- “Quien se cree que es para decirme eso, se bien lo que tengo que hacer” –pensaba mientras caminaba hacia el instituto con cara de pocos amigos- Kyoya caminaba en dirección del Instituto Nanimori, era hora de golpear a uno que otro estudiante que llegaba tarde. Por desgracia para el nadie llego tarde. Como todos los días asía sus rutinas caminando por los pasillos vio por la ventana por puro instinto, sus ojos se dilataron al ver a un castaño caminar asía la puerta principal del Instituto. Corrió sin pensarlo, bajo las escaleras con dificultad puesto que se tropezaba con sus propias piernas, cuando logro llegar a la entrada busco con la mirada como loco, pero no lo encontró, tranquilizo su respiración y decidió seguir con su patrullaje pero: -Mañana tendremos la clase de exhibición, no llegues tarde –decía a la distancia un hombre mayor- -No se preocupe abuelo –se escucho la voz de otro hombre aclarándose la garganta- disculpe Director Timoteo. -Me alegra que estés de regreso. Ambos se detuvieron frente a Kyoya, el chico no les quitaba la vista de encima, trataba de articular palabra, los dos mayores se le quedaron viendo confundidos. -Hibari-kun sucede algo –dijo el Director- -¿Hibari? –Pregunto confundido el castaño- -Si –miro al pelinegro- Hibari Kyoya-kun. El castaño puso una cara seria, trataba de recordar. Seguía pensando –Ah- Grito con felicidad- El hermano menor de Fon. -“El hermano menor, tengo nombre”- pensaba viéndolo con odio- -¿Es él? –Pregunto Timoteo examinándolo con curiosidad- Los genes sí que son complicados. -¿Qué haces aquí? –Pregunto molesto el pelinegro- -Tsunayoshi-kun vendrá a dar una clase abierta de gastronomía mañana por la mañana. -¿Sera durante el festival cultural? -Seme ocurrió dar la clase en los campos de la escuela –dijo Tsuna – estoy seguro que a varios les interesara. -Tenlo por seguro. -Bueno señor Director tengo que retirarme –hizo una pequeña reverencia- -¿Aun tienes papeleo? -Si… -rio un poco- -Eso de mudarse es tedioso –Timoteo se burlo de su nieto- -No tienes ni idea y más porque me mudare a Alemania… -Espera un momento –lo interrumpió Kyoya- -¿No te mudaras aquí? –Pregunto sorprendido Timoteo- -Solo vine a la demostración y a un especial de doblaje para el aniversario del anime en el que participe. -¿Y cuanto tiempo te quedaras entonces? – Siguió preguntando Timoteo- -Máximo tres semanas, mi carrera me solicita ir a Alemania como jurado en un concurso en la escuela en donde me ofrecieron una plaza. -¿Tienes pensado regresar pronto? -El contrato durara dos años. -¡¿Qué?! –grito Kyoya dando unos pasos asía a tras- -Hibari-kun… ¿Te sientes bien? –Le pregunto Tsuna- -“¿Hibari-kun?, ¿Cuándo dejo de llamarme Kyoya-kun?” –Pensó el pelinegro aun más impactado- Kyoya salió corriendo del lugar, dejando a tras a los dos adultos. PROLOGO DE KYOYA No recuerdo bien desde cuándo pero desde que Aniki llevo a su amigo a la casa me he esforzado para llegar temprano, cada vez que lo veía la casa parecía que se llenaba de luz, incluso cuando ya era de noche. No comprendía el por qué me alegraba verlo pero así era. Me gustaba como me daba la bienvenida, también el cómo tenia la comida lista para cuando yo llegaba era sabrosa a comparación a la de Aniki y Oto-san, debes en cuando se quedaba a dormir y me ayudaba con mi tarea de arte, con la de matemáticas era pésimo y me gustaba verlo como se torturaba el solo con los problemas. Un día unos de los herbívoros de mi clase me pregunto el por qué me iba temprano a lo que yo le conteste que no era de su incumbencia, esa misma tarde aproveche la ocasión que estábamos solos quería hablar más con el así que le pregunte: -Hey tu ¿Qué haces? -Kyoya-kun bienvenido no te oí llegar –me daba una sonrisa tan suya- ¿esto?- señalo- es el nuevo libreto, ¿quieres echarle una mirada? –me lo daba- Lo tome y comencé a leer, era una historia de amor, la protagonista estaba a punto de confesarle su amor al chico que le gustaba, desierta forma me identificaba con ella, pero ¿Por qué? -Te puedo pregunta algo. -Claro –me contesto- -¿Cómo sabes que estás enamorado? Vio como su cara se sonrojo victima de sus propios nervios, no savia como contestarme, se veía muy lindo. -Creo que…-me contesto un poco más calmado- Cuando vez a esa persona tu corazón brinca de felicidad, sientes que dejara tu cuerpo, quieres estar con ella en todo momento y piensas toda una vida junto con ella. -Que es esa tontería –le dije- -Que quieres que te diga –grito avergonzado-nunca lo he sentido. Cuando me dijo eso sentí todo lo que me avía dicho, todo a la vez, ¿acaso eso quiere decir que yo estaba enamorado? Y ¿De él? Si era así que lindo era sentirse así, mi cara se torno rojiza y los ojos me brillaron, podía ver una luz aun mas grande a su alrededor. -De que hablan –dijo Aniki entrando con la cara llena de curiosidad- -Kyoya-kun me preguntaba que como se sentía enamorarse. -¿Qué? Enserio –grito emocionado- ¿Quién es la chica? Dime. Lo fulmine con la mirada era un entrometido –Que te importa, solo pregunte por curiosidad –mostraba el libreto, el culpable de mi aprieto- -Que decepción –Aniki se acerco a Tsunayoshi y lo tomo por el cuello- escucha Kyoya, este chico no te puede ayudar, es un inútil cuando se trata del amor. -Cállate la boca Fon. -Solo dijo lo que es verdad Tsuna. Por alguna razón me molestaba Aniki, como se podía acercar a Tsunayoshi y este seguirle el juego. Me molestaba no estar a su altura, me siento un estaño en mi propia casa. -Ya me retiro –dijo tomando sus cosas- -Ten cuidado de regreso a casa –Aniki le sonrió despidiéndose- -Aun no iré a casa, tengo grabación hoy. -Eso me recuerda… el capítulo de esta semana fue interesante, Kyoya no se despejo de la pantalla. -Enserio –embozo una sonrisa- Gracias Kyoya-kun, la próxima te conseguiré el autógrafo del sensei. -No lo necesito –le conteste cortante- “no lo quiero, en todo caso quiero uno de tu puño y letra”-pensé- -Déjalo es un poco caprichoso. -Bien –hizo una sonrisa forzada- nos vemos… -salió de mi casa- Caprichoso el más viejo de su casa, en todo caso nuestro padre, ya savia muy bien lo que quería, y era a él, no un pedazo de papel de alguien que no es conocido ni en su propia casa. Dos años pasaron y mis sentimientos por el crecieron mas y mas, hacia la misma rutina directo a casa y ver los animes en los que participaba, un día decidió dejarlo y enrolarse en otra cosa, la gastronomía, gracias a eso podía comer más de su sabrosa comida. Pero…despues de un tiempo. -Felicidades Tsuna –escuche a mi Aniki hablar por teléfono- conseguiste la beca. No podía seguir la fluidez de la conversación faltaba su voz, su armoniosa voz. -¿Y cuando te irás? –Decía alegre- Antes de eso tenemos que aprovechar a salir con muchas chicas. ¿Cómo que irse?, ¿no estaban hablando de una beca? Y que es eso de salir con muchas chicas. -No queda mucho tiempo –pauso a la espera de una respuesta- ¿Tanto tiempo? –Parecía triste- que se le va hacer, es una beca completa –se poso cerio- con el talento que tienes no me sorprende. De qué demonios hablan, no entiendo. -Mañana pasare por tu casa a ayudarte –pauso- nos vemos… ok… cuídate –y colgó- -Que sucede Aniki. -Tsuna irá a estudiar a Francia –tomo asiento frente al televisor- le dieron una beca completa y se irá la próxima semana. -Es broma verdad –mi voz era apenas audible- no puede irse… -No hay alternativa la escuela a la que ira es una de las mejores pocos pueden asistir-le cambiaba a los canales-esa escuela busca a los estudiantes no al revés. Algo se rompió dentro de mí, no savia que pero en verdad dolía, tenía que saber todo, salió de mi casa y me dirigí a su departamento, pocas veces avía ido, pero aun así savia a donde tenía que ir. Me encontré frente a su puerta y sin pensarlo dos veces toque como desesperado, la puerta se abrió dejándome verlo. -Kyoya-kun –note la sorpresa en sus ojos, tenía unos lentes de lectura puestos- ¿Sucede algo? -Es cierto –le pregunte con mi voz entre cortada por tanto correr- es cierto que te irás. -….si- le tomo tiempo contestarme- -PERO COMO –grite sin pensarlo-¿NO PUEDES ASISTIR A OTRA ESCUELA AQUÍ EN EL PAIS? -Tranquilízate un momento. -COMO QUIERES QUE ME TRANQUILICE. -Ven…vamos -cerró la puerta detrás suyo- te llevare a tu casa –el me tomo de la mano y comenzamos a caminar- Las lagrimas corrieron por mis mejillas, no quería llegar a casa, quería quedarme a su lado de esta manera, deseaba que nunca me soltara, que digiera que se quedaría por mi y que siempre estaría a mi lado. Llegamos a mi casa y Aniki estaba esperándome en la estrada de la casa, triste entre a casa mientras que ellos hablaban. Llore y llore mucho. Esa fue la última vez que lo vi y también la última vez que oí su voz y sentí su calor. FIN DEL PROLOGO DE KYOYA Ya eran más de las ocho de la noche y Kyoya apenas llegaba a su casa, entro y se quito los zapatos en el proceso, tomo su camino asía la sala quería descansar un momento pero antes tenía que pasar por la cocina para tomar un vaso de agua, entro a la cocina… pero fue tan grande su sorpresa al encontrarse con la mesa llena de comida. -¿Qué es esto? –pregunto- -Tsuna lo preparo para nosotros. -…Aun…esta aquí. -Si, dijo que se encontró con tigo en la escuela y que saliste corriendo avergonzado –lo miro serio- Aun que sabemos muy bien que eso no es cierto. -Ya déjalo en paz –la voz de tsuna sonó a las espaldas del pelinegro, Kyoya giro, parecía que acababa de tomar un baño por que traía una toalla en la cabeza secándose el cabello-Ahora que Hibari-kun llego comencemos. -“Otra vez el hibari-kun”- apretó la mandíbula- La cena paso casi en silencio, avía lapsos en los que Fon y Tsuna contaban anécdotas de los años en los que no se avían visto. La cena termino y Tsuna se disponía a irse. -Espero verte entre la multitud –le dijo- -Claro no me perdería por nada del mundo ver al Gran Maestro de la Cocina de fama casi mundial. -Gracioso –miro a Kyoya y le dedico una sonrisa, aquellas que le dedicaba en el pasado- Nos vemos mañana Hibari-kun. El castaño comenzó a andar, Fon entro a la casa y Kyoya se quedo en la entrada con la puerta abierta, pensando. -“¿Que es lo que me detiene para ir detrás de el? , Si sigo así lo perderé y nunca lo podre ver de nuevo, ahora que tengo la oportunidad no la tengo que desaprovechar” Sin pensarlo más salió corriendo detrás del castaño, lo vio caminar por la desolada calle, corrió con más fuerza y con todo el aire que pudo recolectar grito: -TSUNAYOSHI -¿eh? –giro sorprendido al escuchar su voz- hibari… Pero antes de que terminara de hablar sintió los cálidos labios de Kyoya sobre los suyos, Tsuna quedo impactado, no lo podía creer, el pequeño que conocía de toda la vida lo estaba besando. No lo soporto más y cayó ante la tentación de besarlo, tiro sus cosas y abrazo al menor por las caderas. Kyoya tampoco lo podía creer su sueño y deseo de tantos años se avía vuelto realidad. Kyoya se alego de Tsuna, lo miro sonrojado, encontrándose con un Tsuna avergonzado que tenía el dorso de su mano sobre su boca. -Te quiero –dijo Kyoya- Todo este tiempo te he amado –entristeció- Pero tú te fuiste antes de que yo te lo digiera, veía la tv solo por ti, para escuchar tu voz, pero a ti no te importo y me degaste con todos estos sentimientos…. -Eso no es cierto –lo interrumpió acariciando su mejilla derecha- yo mismo no lo entiendo comencé a quererte como un miembro de mi familia, solo te veía como el hermano menor de Fon –cerro los ojos por un instante, cuando los abrió la determinación se reflejaba en su mirar- pero eso cambio cuando me fui, aun tenia comunicación con Fon e intercambiábamos fotografías, me fui dando cuenta de lo grande y buen ser en el que te avías convertido-soltó su mejilla y entrelazo sus dedos con los de Kyoya- cuando menos me di cuenta tenia fotografías tuyas y mi amor fraternal que sentía desapareció, me di cuenta de que se avía convertido en otro en un sentimiento, uno de amor –uniendo su frente con la del pelinegro dijo lo siguiente- No dejare que termines tu confesión, Te Amo Kyoya. Kyoya abrió los ojos sorprendido, sin creer que esto no era un sueño abrazo a Tsuna el cual le correspondió dándole a entender que no se trataba de un sueño, en realidad el castaño le avía confesado que lo amaba. Así duraron un tiempo abrazados y olvidándose del mundo que los rodeaba. -Kyoya...-la voz de tsuna sonaba avergonzada-La gente se nos queda mirando. Kyoya miro a su alrededor un sinfín de personas se les quedaban viendo mientras pasaban, algunas mujeres se quedaban embobadas por la ternura que emanaba su castaño, suyo y de nadie mas-kamikorosu- dijo irritado- -Te acompaño –le dijo tomando sus cosas del suelo para después tomarlo de la mano y caminar fuera de las miradas de la gente. En la entrada de la casa de la familia Hibari se encontraba Fon esperando a su hermano. -Se tardaron. -Lo siento –le contesto el castaño- hasta mañana, descansa Kyoya. El chico solo asintió con la cabeza. Tsuna se despidió una vez más de Fon y se retiro. -¿Aprovechaste tu oportunidad? - Y más que eso. -Enserio –la cara se le ilumino- ¿hasta donde llegaron? -No te diré –le cerró la puerta en la cara poniéndole llave para no dejarlo entrar- A la mañana siguiente la clase de Tsuna al aire libre fue todo un éxito, Timoteo estaba feliz por la publicidad gratis que le daba su adorado nieto. Después de eso Tsuna y Kyoya disfrutaron sus tres semanas juntos sin que nadie los molestara. Llego el día en que la recién pareja tenía que separarse, Tsuna se tenía que ir y no podía atrasar su viaje. -¿Me esperaras? -Lo llevo asiendo diez años, puedo esperar otros dos. -Tienes razón –se rio de sí mismo- Regresare pronto. Tsuna se despido de Kyoya con un tierno beso que duro pocos segundos. Y así pasaron dos años, en dos años solo se llamaban una vez a la semana por cuestiones de tiempo y horarios de Tsuna, se mandaban cartas y fotografías una que otra video conferencia en donde Kyoya hizo una escena de celos cuando vio a una estudiante pidiéndole una receta y una guía de estudios. Tsuna le pidió que no se pusiera celoso que solo tenía ojos para él, todo eso se lo dijo frente a sus estudiantes en otra video-conferencia el catorce de febrero. Un día de camino a casa la atención de Kyoya fue atrapada por un monitor, en el salió su novio que estaba próximo a regresar. -Chef Tsunayoshi –hablaba la reportera- Una última pregunta ¿Por qué su apresurado regreso a Japón? Tsuna salió invadiendo toda la pantalla, se veía atractivo en ese televisor tan grande y se veía sexy según Kyoya con su filipina blanca con todas esas mini banderas adornándole el cuello y parte del pecho. -Es un tanto personal –contesto- -Se rumorea que es por amor. -Si lo pones de esa forma –dijo un poco apenado- Lo es, antes de venir a Alemania, le prometí que regresaría, en estos momentos debe de estar esperando mi regreso. -kya –grito emocionada la reportera- ¿y se casara con ella? -He estado pensando en eso –sonrió tímido- Tal vez lo haga, lleva esperándome casi doce años. -Wao –la reportera se sorprendió- creo que se ha demorado demasiado, pero díganos ¿Cómo se llama? -¿Su nombre? Lo pensó por un momento- Kyoya, se llama Hibari Kyoya. Kyoya abrió los ojos como platos por tremenda confesión aparentemente a nivel mundial, su corazón explotaría de un momento a otro. Después de eso paso un mes y Kyoya esperaba a Tsuna en el aeropuerto. Los ojos de Kyoya se iluminaron en cuanto lo vieron a la distancia, seguían idéntico. -Kyoya –gritaba Tsuna con una sonrisa, se apresuro para poder abrazarlo- Te extrañe mucho. -Me quieres explicar porque dijiste eso en plena entrevista. -¿No te gusto?, pensé que así era mejor. -Como que mejor, la prensa no deja de acosarme. -Lo siento, pero es lo que siento, si decía que ya tenía a alguien importante sería más fácil alegar a todos los que me quieran separar de ti. Kyoya se puso rojito de la vergüenza, Tsuna era el único que lograba esas emociones no importando la distancia siempre era lo mismo. -Y que dices. -Aun soy menor de edad. -No importa, sabré esperar –le acaricio la cabeza- Regrese Kyoya y te amo. -Yo te ame mucho antes. Kyoya se unió a Tsuna por un cálido beso de bienvenida. Un beso tierno de reencuentro, uno que fue de agrado para los dos. Por fin diez años de un amor secreto se volvió uno eterno y sin límites, ahora nada podrá separarlos, estarían juntos para siempre.

Notas finales:

Espero que les aya gustado. Nos leemos en otra ocacion.


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