Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Broken por Son Yamuri

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueeeno. Como dije en el resúmen, parte del capítulo 11 de Hidoku Shinaide. Nemugasa se declara a Maya. Maya, se puede decir, lo rechaza. Nemugasa se disculpa, se marcha. Maya alza el brazo...

Pero a diferencia del manga, aquí no logra detenerlo. Se le escapa entre los dedos.

 

¡Espero que les guste!

Un saludo a las chicas de Facebook que me están leyendo ^^

 

 

 

 

**Like a mi Página "Son Yamuri" <3 ""

Notas del capitulo:

¡Y aquí comenzamos!

 

Espero que les guste. Les amo. 

Prólogo:


 


 


- Te amo –dijo Nemugasa.


- … Tú ¿por qué me dices eso ahora, sabiendo que ya no tengo esos sentimientos por ti?


 


Nemugasa sintió un dolor muy agudo en el pecho.


 


“Lo sabía. No debí haber dicho nada”.


 


- Lo siento –dijo Nemugasa bajando la mirada-, lo siento. Perdón por haber dicho cosas raras –sin mirar a Maya comenzó a caminar hacia la puerta-. Adiós.


 


Maya extendió la mano para sujetar la de Nemugasa… pero falló. La tela de la ropa se le escapó de entre los dedos. Nemugasa siguió de largo. Cerró la puerta.


De pronto sintió que se le iba el aliento. ¡¿Qué había hecho?! ¡¡Al menos debió dejarlo hablar!! Mierda, debía ir tras él…


Pero se quedó en su lugar. Estaba en una clase de shock. La cara que había puesto Nemugasa… tan llena de dolor…


 


Reaccionó pocos minutos después. Sin importarle cómo estaba vestido bajó casi corriendo las escaleras y abrió la puerta de entrada… pero no lo vio. No lo vio por ninguna parte ¿habría tomado un taxi?


Suspiró y regresó. Se dejó caer en el sofá de la sala, mirando a la nada y con el pecho extrañamente frío. Sí, había estado a punto de acostarse con esa chica pero… Pero fue porque, con Nemugasa rechazándolo, realmente no le importó nada. Ah, y cuando él intentó alejarse, fue el mismo Nemugasa quien comenzó a buscarlo ¡¡y no fue justo!! Lo peor es que quedaba como el malo de la historia ahora por rechazarlo…


 


Pero tuvo sus motivos. Él, para ese maldito nerd cuatro ojos que amaba con todo su corazón, era solo un desahogo para su frustración sexual. Debió habérselo dicho. Debió decir lo que sentía, pero, ¿de qué hubiese servido? Sí, estuvo a punto de hacerlo pero no alcanzó a detenerlo ¡¡no iba a rebajarse para hacer el intento una segunda vez!! Ya demasiado se había rebajado por y para Nemugasa. Pero aún se sentía mal. Tenía una sensación muy extraña en el pecho. No supo definir lo que era así que decidió dejarlo pasar.


 


Oh mierda… Su pendiente...


Aquél que perdió cuando tomó a Nemugasa en el salón de clases… uno de plata con una incrustación de zafiro en forma de estrella. Era único, pues él mismo lo había mandado a hacer… se había preocupado (aunque no mucho) y Nemugasa le había prometido que le ayudaría a buscarlo.


Después de unas cuantas semanas lo llamó, diciéndole que lo había encontrado… pero había estado lo suficientemente indignado como para ir a buscarlo… Y ahora…


 


- No importa –pensó- se lo pediré mañana.


 


Sin embargo, al día siguiente que lo buscó en la escuela no lo encontró. Ni siquiera Juuta lo había visto. Durante una semana entera no supo nada de Nemugasa, lo cual le parecía extraño ya que para tratarse de un ratón de biblioteca no faltaba a la escuela ni siquiera cuando estaba enfermo.


 


La respuesta le llegó cuando, al ver que ni sus compañeras más metiches comentaban nada sobre la ausencia del cuatroojos, preguntó por él. Le dijeron que Nemugasa se había cambiado de escuela. Cuatro días atrás.


Fue un golpe muy duro para él ¿por qué no le dijo nada? Ah, cierto. No solo lo había rechazado, sino que también le había llegado a decir que ya no quería ser más su amigo y que no quería volver a verlo. Siendo así ¿qué obligación tenía para decirle algo sobre su vida?


 


Insistió al director que Nemugasa se había quedado con un pendiente suyo muy valioso y logró obtener la dirección del apartamento donde vivía con su familia. Pero al llegar nadie le abrió. Tocó durante varios minutos hasta que un vecino salió a decirle que tres días atrás se habían mudado.


 


Pero no pensaba darse por vencido. Tenía dinero así que contrataría a alguien para que le dijera a dónde se habían mudado para así…


 


Sin embargo, al llegar a su hogar encontró a su padre…


 


- Hideyuki –dijo su padre luego de un rato que estuvieron hablando- quiero que vengas conmigo a Sidney.


- ¡¿Huh?! ¡¡Aún no termino la preparatoria!!


- Puedes terminarla con un examen allá. No son tan exigentes como aquí.


- ¡¡No quiero ir!!


- ¿Qué razones tienes para quedarte?


 


Sí… ¿qué razones? No tenía algún amigo que valiera la pena, y la persona que amaba…


Mierda.


Terminó por aceptar. Su padre se puso tan feliz que esa misma noche se irían. Tenía que empacar. Y mientras lo hacía pensaba en Nemugasa. No podía dejar de hacerlo, y tenía la sospecha de que incluso en Australia tampoco podría. Porque lo amaba. Su primer amor.


No pensaría en los días terribles, sólo recordaría los momentos dulces con él.


 


Nemugasa sería su más preciado recuerdo de Japón.


 


Estando ya en el avión miraba por la ventana, en silencio. El avión comenzó a moverse. Avanzó. Despegó.


Vio que la tierra se alejaba de forma rápida hasta que, para cuando se dio cuenta, ya iban en medio de las nubes. Japón se alejaba rápidamente de él… se alejaba rápidamente de Nemugasa.


 


Cerró los ojos… y se sorprendió llorando. Llorando.


Luego comenzó a sollozar. Se sorprendió ante sus mismas lágrimas y se cubrió el rostro. Sintió como si una botella de vidrio se rompiera dentro de su pecho y los pedazos le hicieran heridas.


 


Nemugasa…


 


Después de eso, pasaron cinco años.


 


 


*****-


 


 


Maya Hideyuki verificó la hora en su reloj: al parecer el aterrizaje sería a tiempo. Ya les habían avisado que llegarían dentro de poco y todos s preparaban para lo inminente.


En esos 5 años el cuerpo de Maya se había fortalecido. Había tenido que dejar de lado sus piercings y se había teñido el cabello de negro para poder trabajar en la empresa de su padre.


Hizo el examen de la preparatoria y aunque sus calificaciones no fueron muy buenas, habían sido suficientes para graduarse. No había entrado a la Universidad, pero en cambio comenzó a trabajar en la empresa de su padre apenas recibió el título de la preparatoria.


 


Durante todos esos años esquivó cualquier contacto con Japón –incluidos trabajadores japoneses- para no pensar en Nemugasa más de lo que ya lo hacía. Como si fuera una maldición, TODAS las malditas noches soñaba con él, sin excepción alguna, y el sueño siempre era lo mismo: estaban acostados en una cama de hotel (o eso creía debido a que era blanca y enorme), abrazados. A veces hacían el amor (provocando que Maya despertara con una gran erección y lágrimas en los ojos) y otras veces simplemente se quedaban abrazados hablando de sus vidas. Cuando despertaba apenas y lograba recordar algún fragmento de la conversación, pero recordaba… cosas raras. Por ejemplo, una vez que despertó recordó que le había dicho “canto mi amor por ti”. Era gracioso, ya que Nemugasa siempre fue muy tímido y serio, nunca quiso cantar, ni siquiera cuando habían ido en plan de cita se había atrevido.


 


Aún te amo”.


 


Un día le dijo eso. No, en realidad no: todos los días lo decía. Y, aunque al despertar eso le doliera, de alguna forma eso mismo era lo que le ayudaba a tener un buen descanso, porque…


 


- ¡Hideyuki!


 


La voz familiar lo trajo a la realidad. Levantó la mirada y buscó a su alrededor.


 


- ¡Por acá!


 


Tuvo que mirar dos veces a ese hombre antes de reconocer a Akira. Y es que, a como lo recordaba, peinado y de traje se veía tan diferente…


 


- Akira –no pudo evitar sonreír al estrechar la mano de su primo.


- Hideyuki –dijo devolviendo la sonrisa- sí que has cambiado mucho. Incluso te teñiste el cabello.


- Y tú al fin te peinaste.


 


Ambos rieron y fueron a tomarse un café ahí mismo en el aeropuerto.


 


- ¿Y a qué has venido? –dijo Akira- Tío sólo dijo que te cuidara bien.


- Ese viejo –bufó-. Planea expandir la empresa y colocar una sucursal aquí en Tokio. Me envió para hablar con los clientes.


- Vaya, parece algo importante.


- Ni lo creas, sólo debo hablar con ellos.


- Lo haces parecer muy fácil, pero en realidad es


- ¡¡AHHHHHH ES EL NUEVO PÓSTER!!


 


Varios gritos de chicas interrumpieron su conversación. Maya volteó y vio un montón de chicas tomando fotografías con su celular a un póster, al parecer de una banda de rock. El póster mostraba las caras de cinco chicos. La que estaba en medio era la más grande así que supuso que era el cantante…


Y aunque los otros se veían muy apuestos, el de en medio se veía… “lindo”. Traía el cabello color negro y ojos color dorado (pupilentes) al igual que el resto de la banda. Su rostro estaba semi ladeado a la izquierda, mostrando su mejor perfil.


 


Debajo de ellos cinco venía el nombre de la banda que, para su sorpresa, estaba en letras muy simples.


 


Broken.


 


- Es una de esas típicas bandas de Visual Kei ¿no? –dijo Maya al fin con algo de indiferencia.


- Sí, pero ellos son muy buenos. Llevan cuatro años tocando y su popularidad sigue intacta.


- ¿Te gustan?


- No puedo evitarlo –dijo con una sonrisa- saben muy bien lo que hacen. Deberías escucharlos.


- No tengo tiempo para esas cosas.


 


Luego de tomar el café subieron al auto de Akira, quien lo llevaría a su hotel para descansar. Mientras iba manejando encendió la radio…


Y se escuchó un sonido de guitarra –Maya tuvo que admitirlo- sorprendente, seguido por un pesado y marcado ruido de batería y bajo.


Akira rió al ver la cara de su primo.


 


- Hideyuki, te presento a “Broken”.


- Esta pasión me mata –la voz dejó a Maya con la boca abierta. Sonaba tan grave, profunda, y a la vez inocente, aguda… llena de sentimiento- ¿Qué puedo hacer sin ti? Desde ese día, te he extrañado, te he soñado, y no te he podido ver… ¡¡Ven y destrózame!! ¡¡Ven y hazme el amor!! Quiero recordar aquellos días donde jugábamos a amarnos…


- Son buenos, ¿verdad? –dijo Akira sin poder ocultar una pequeña sonrisa.


- La letra… -dijo en un murmullo- ¿Quién escribe las canciones?


- Creo que el guitarrista… o tal vez sea el baterista… -se detuvo en un rojo y puso cara pensativa- la verdad no he preguntado… ¿Por qué?


- … No suena tan mal.


 


La canción terminó y casi de inmediato se escuchó la voz del locutor.


 


- ¡Y eso fue “Mi amado sueño” por Broken! Querida audiencia, nosotros, Radio BL, tenemos en exclusiva una mini entrevista con uno de los integrantes de Broken. ¡Y no, no es Kazuki! Es nada más y nada menos que ¡Okino, el tan amado cantante!


 


Se escucharon aplausos ficticios, pero Maya estaba seguro de que todas las chicas que estuvieran escuchando esa estación estaban aplaudiendo emocionadas.


 


- Buenas tardes –la voz sonó increíblemente suave y tranquila para ser la que había estado cantando la canción pasada- . Es un gusto estar aquí de nuevo.


- Y a nosotros nos encanta tenerte de nuevo, Okino. Dinos, ¿es cierto que preparan un concierto para esta semana?


- Sí, esta vez a petición de los fans tendremos tres conciertos: jueves, sábado y domingo.


- ¡Eso es bueno! Los boletos para su concierto se acaban en menos de una hora.


- Estamos al tanto de eso, por esto esta vez por petición de los fans abrimos más días, en agradecimiento por el apoyo que nos han dado a lo largo de la carrera de Broken.


- Típico discurso de famoso –murmuró Maya, haciendo sonreír a Akira.


- Okino –dijo el locutor- ha habido rumores de que tanto tú junto con los otros chicos han regalado boletos ¿eso es cierto?


- No puedo decir nada de mis compañeros –el chico soltó unas risitas-, pero he de admitir que sí, he regalado boletos especiales.


- ¿Y eso por qué?


- Son personas que me han apoyado desde mucho antes de que me uniera a Broken y durante el ascenso de la banda hacia la fama. Como aparte de mis amigos, son fans, si desean asistir a alguno de nuestros conciertos con gusto les doy boletos. Nunca podré agradecerles lo suficiente por todo lo que hicieron por mi.


- Una última pregunta, Okino: se ha hablado mucho sobre tu pendiente. Dicen que antes de comenzar a cantar sobre el escenario lo besas… ¿es de alguien en especial?


- Perteneció a alguien especial sí. Esa persona… ya no está. Se fue.


- Lamento mucho escuchar eso, Okino.


- Está bien, fue hace ya mucho tiempo.


- ¡Muchas gracias por habernos acompañados esta tarde! Recuerden, Radio BL estará rifando-


 


Maya apagó la radio.


 


- Oye, la estaba escuchando.


- Me harté. Ese tipo no tiene nada de especial, ni él ni la banda. Como cualquier banda visual kei de ahora. Todas son iguales.


- Eso dices ahora… -Akira sonrió.


 


Cuando llegaron al hotel ambos se despidieron y acordaron la hora en que se verían al día siguiente. Maya se dio la media vuelta y entró a su habitaicón. Se dejó caer en la cama, mirando el techo… y no pudo más. Sacó su laptop, la conectó al WiFi y abrió YouTubo (N/a: Sí, a propósito). En el buscador escribió “Broken” y puso una llamada “Sueño Escarlata”.


 


El video fue en una habitación color escarlata. Los cinco integrantes estaban vestidos de negro, con atuendos típicos de Visual Kei: colores de cabello extravagantes, pupilentes dorados, ropas excéntricas…


Pero el único que no estaba así era precisamente el cantante. Traía un peinado en puntas, su cabello era de un negro profundo… la ropa de tela y cuero negro pegada a su piel, esas botas, las manos enguantadas, la chaqueta de piel…


Y esa expresión. Esa jodida expresión…


 


La música comenzó. Un guitarrista, un bajo, un teclado y una batería se unieron para crear ese sonido tan fuerte y profundo que había llamado su atención desde el primer momento.


Okino tomó el micrófono, lo acercó a su boca…


 


- Ahora mis palabras están hechas de cristal… si me tratas sin cuidado se me romperá el corazón… ya he perdido demasiado en poco tiempo… este amor me lleva al borde de la locura…


 


Su expresión. Joder, su expresión al cantar. Una cara llena de placer, pero no placer al canto, sino como un placer sexual… como si se excitara al cantar…


 


- ¡Abrázame, aráñame hasta que me desgarres! –apretó el micrófono entre sus manos. Maya no pudo evitar imaginar otra cosa- ¡Mis labios quieren gritar tu nombre! Quiero curar la soledad de mi cuerpo… ¡Abrázame, asfíxiame hasta que no pueda seguir viendo! No hay donde ir, no hay lágrimas que derramar, llegó la hora final… necesitamos este veneno que nos hará dormir…


 


El movimiento de ese chico… eran masculinos hasta donde podían parecer por su esbelto cuerpo, no eran tan afeminados como los de otros chicos… pero sin embargo, le excitaban. No se había puesto duro, pero podría darse una buena paja con sólo imaginarle de otra forma…


 


- ¡Has roto en pedazos un prólogo, que has encendido con las yemas de tus dedos…! Como ritual sin fin, para siempre… quiero ahogar el dolor de mi tristeza… a nadie le importa, mientras caigo abrazado a mi pasión… ¡acabo de lanzar mi cuerpo al infierno! Ahora no puede detenerse… Deseo sentir tus colmillos en mi…


 


La música lo hacía vibrar por dentro. ¿Era eso lo que se sentía cuando una canción te gustaba?


 


- ¡Abrázame, aráñame hasta que me desgarres! ¡Mis labios quieren gritar tu nombre! Quiero curar la soledad de mi cuerpo… ¡Abrázame, asfíxiame hasta que no pueda seguir viendo! No hay donde ir, no hay lágrimas que derramar, llegó la hora final… necesitamos este veneno que nos hará dormir…


 


El video terminó. No duró mucho. Pero lo poco que duró lo disfrutó a más no poder.


Pensó durante unos segundos. Si así eran en un video… ¿cómo sonarían en vivo?


 


Revisó las fechas de las reuniones. Terminarían pronto. Así que mandó un mensaje a su padre.


 


Me quedaré en Japón un par de días más para descansar. Regresaré el fin de semana”.


 


Maldita sea…


 


Sólo esperaba que Akira no se enterara. Porque si se enteraba, seguramente lo miraría de esa tan odiosa forma de “lo sabía”.


 

Notas finales:

Perdón si está muy corto... pero era solo un capítulo piloto.

 

¿Les gustó? ¡Reviews!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).