-SeHun, por favor cariño, deja de dibujar, llegaras tarde a la escuela- la mamá del pequeño estaba intentando inútilmente que el alto niño dejara lo que estaba haciendo. El castaño estaba ensimismado en terminar su obra de arte.
-Oh SeHun, baja ahora mismo, tenemos que irnos- ya debajo de la escalera, sin recibir respuesta alguna.- Si no te apuras no verás a LuHan y se pondrá muy triste- como lo suponía, se oyeron las apresuradas pisadas del pequeño que bajaba las escaleras sin cuidado alguno- Cuidado, puedes lastimarte.
Una vez al frente de la escuela, el pequeño estaba emocionado con su hoja de dibujo en sus manitos, había tardado en hacerlo y esperaba que al mayor le gustara.
-Bien cariño, te recogeré más tarde. Pórtate bien y diviértete- acomodándole algunos detalles de su blanco delantal le dio un beso en la frente y se despidió dejando al pequeño en el patio central de la escuela, donde todos los niños se encontraban riendo o llorando en algunos casos.
El pequeño, pero era alto, se dirigió al grupito de sus amigos.
-Hola chicos- dijo con una sonrisa.
-Hola SeHun, ¿Y ese dibujo?- pregunto el alto niño de rizos y orejitas adorables.
-Es para mí LuLu- tomo el dibujo en sus manitos y lo escondió detrás de sí.
-¿Sigues con eso de LuHan? Es mayor que nosotros- dijo un niño bastante más moreno que ellos.
-Cállate Kai, es perfecto. No es muy grande.
-Mi mamá dice que no debemos hablar con personas grandes extrañas ¿LuHan es una persona grande y extraña?- preguntó un incrédulo niño con facciones de gato.
-Chen, tu estas en segundo, eres mayor que nosotros- rio Kai.
-Lo sé, así que ustedes pequeños mortales arrodíllense ante mí- lanzó su mochila a cualquier parte y extendió sus bracitos, el grupito rio.
-¿Alguien vio a LuHan? No lo veo por ninguna parte- su cabecita mirando por todas partes, viendo a todos los niños corriendo por todas partes y saltando.
-Yo vi a mi baozi pero no lo vi a LuHan, tal vez esta con Kris o Henry- el de facciones gatunas tomo su mochila- Miren, me compre el nuevo juguete de los Power Rangers, tengo el rojo. ¡Ahora mi baozi me amara!
-Mi mamá me dio un par de billetes, pero me alcanza para comprarle un nuevo marcador de los ojos para BaekHyun. Estoy seguro que también me amara- el de orejitas adorables sonrió orgulloso.
-Mi mamá también usa un marcador negro para los ojos, lo hace cuando va a salir con papá. Ella dice que se arregla para el- el pequeño Kai se encogió de hombros.
-¿Chicos vieron a Kris?- preguntó un niño con ojeras, muy parecido a un panda.
-Seguramente esta con LuHan, son amigos.
-Bien, chicos, formen filas, cada uno a su grado.- todos los niños se acomodaron en sus respectivas filas, y se encaminaron a sus salones.
SeHun, decidió que buscaría al mayor en el recreo y le daría el dibujo que había hecho con mucha dedicación para su ciervo.
El timbre había sonado y todos los niños corrieron a jugar afuera y a encontrarse con sus amigos. A lo lejos vio a cierto rubio gigante para su edad, tal vez estaba con LuLu.
-Hola Kris- saludó con una sonrisa y en efecto a su lado estaba el mayor riendo con Henry sobre un libro con dibujos que sus padres les habían dado.
-Mmm… LuLu, quería darte algo- sus manitos algo temblorosas sacaron el dibujo que estaba escondido en su espalda- Somos nosotros…- el mayor con cara de bebé y cabellos cobrizos tomo la hoja y observó el dibujo: en la hoja dibujado con crayones de colores se encontraban un niño dibujado con color azul y a su lado otro niño más pequeño dibujado con rosa.- Yo soy el de azul y tú eres el rosa- una sonrisa tímida apareció en el rostro del más alto.
-Muchas gracias SeHunnie, me encanta- se paró de puntitas y le dio un besito en la mejilla del menor y se fue corriendo con el dibujo en sus manitos.
-Muy bien SeHun, le gustó- Kris sacó un paquete de galletitas- Mi mamá me las compró ¿Crees que le gusten a Tao?
-A Tao le gustara cualquier cosa que le des- rio el menor.
-Súper- salió corriendo a buscar al panda.
……….
El alto castaño, vio al mayor saltando en el patio y se dirigió hacia él.
-Hola LuHan- sonrió.
-Hola SeHunnie- lo saludó con la manito.
-¿A qué juegas?
-A la rayuela ¿Quieres jugar?- preguntó tímido.
-No, no puedes. Solo los niños grandes juegan a la rayuela- un niño rubio empujó al mayor y tomo una piedra para jugar el.
-Hey, no es tu turno- protestó el de cabellos cobrizos- Espera a que termine de jugar, yo llegue primero.
-No me importa- el rubio lanzó la piedra a un cuadrado de la rayuela y comenzó a saltar.
-Es el turno de LuLu- el alto castaño caminó hacía el rubio y lo empujo- Vete a la fila, hay más niños esperando por su turno.
-No me importa- el niño empujó a SeHun; el castaño no iba a quedarse callado, así que empujó más fuerte al niño logrando que este cayera al suelo.
-No molestes a LuLu- saltó encima del niño y comenzó a golpearlo con sus puños. Una ronda de niños mirando la pelea mientras LuHan intentaba separarlos, hasta que una maestra algo cansada de esas peleas los separo llevándoselos a la dirección.
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-Lamento haber llegado tarde, estaba en el trabajo cuando recibí su llamada- la mamá de SeHun entró a la oficina viendo a su hijo sentado en una silla con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Siéntese, señora Oh.
-¿Qué hizo SeHun?- preguntó preocupada.
-Su hijo se metió en una pelea con otro niño dos años más grande que el- la mujer suspiró mirando a su hijo que tenía arañazos en los brazos y en la cara.
-Erik, dice que SeHun empezó la pelea. El solo quería jugar en la rayuela y vino SeHun y lo empujo.
-¡Eso no es cierto!- gritó el pequeño levantándose de la silla- ¡LuHan estaba jugando y vino ese tonto y no esperó su turno!- la mujer tomo del brazo a su hijo y lo acarició.
-Tranquilo hijo, ya está- el pequeño relajo su respiración y se volvió a sentar.
- ¿LuHan estaba ahí?
-LuHan recibió una patada en el estómago e intentó separar la pelea- el director vio como el cuerpito del menor se tensaba al oír eso.
- Ya lo entiendo todo- la mujer comprendió todo al oír el nombre “LuHan”, sabía que su hijo haría lo que sea por ese niño con cara de ciervo.
-Me duele informar que SeHun no podrá venir a la escuela mañana, así tendrá tiempo para tranquilizarse- la mujer asintió y salieron de la escuela, el pequeño con la cabeza gacha.
-¿Mamá?- la mujer lo miró- ¿Estas enojada conmigo?
-No cariño, no lo estoy, confió en ti y sé que no empezaste tú la pelea, te conozco- el menor sonrió y la abrazó.
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Al día siguiente, mientras el menor dormía, su mamá lo despertó diciendo que alguien lo había venido a visitar.
Con pasos dormidos, caminó hacia la puerta y la abrió llevándose una gran sorpresa.
-Lu-LuHan- se refregó los ojitos y volvió a verlo, la pequeña figura del ciervo seguía ahí.
-Hola SeHun, venía a ver como estabas… Por lo de la pelea de ayer- miró sus zapatos tímido- Y gracias por defenderme, no tenías que hacerlo, te hirió- el menor negó rápidamente.
-Tranquilo estoy bien y si era necesario, haría lo que sea por ti LuLu- el mayor sintió sus mejillas acalorarse.
-Gracias… yo también haría lo que sea por ti SeHunnie, toma- sacó la pequeña mochila de su espalda y la abrió- Mi mamá me ayudo a prepararlos, espero que te gusten- de su mochila tomó un taper violeta y lo abrió, dejando ver unos deliciosos muffins de chocolate decorados con chispitas, crema y unos dibujos. Se le hizo agua en la boca al menor al verlos, se veían deliciosos.
-Muchas gracias LuLu, se ven deliciosos- el mayor sonrió tiernamente al verlo bien: su pijama de dinosaurios y su cabello castaño revuelto con mechones yendo en todas direcciones.
- De nada, disfrútalos, adiós- estaba dirigiéndose a su casa que quedaba a unas cuadras, cuando el menor lo tomó de la muñeca.
-¿Quieres desayunar conmigo? Mi mamá puede prepararnos chocolatada y podemos comer los muffins juntos- el mayor dudó un segundo.
-Está bien, suena bien. Pero debo avisarles a mis padres antes.
-Tranquilo, mi mami puede llamarlos por teléfono y avisarles.
-Está bien- sin siquiera tenerlo previsto, estaban sentados en la mesa mientras reían de un dibujo animado que pasaban en la televisión. Eran observados por su madre que los miraba con una sonrisa pícara en sus labios, su hijo realmente estaba enamorado de ese niño con carita de ciervo.
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Una vez llegada la tarde LuHan decidió hablar sobre algo que había notado todo el día en los brazos del menor y en su carita.
-¿Te duele mucho?- señalo los arañazos y unos cuantos moretones.
-No para nada- se hizo el fuerte- Soy un niño grande, ya tengo 6 años; no me puede doler eso- el mayor le acarició la mejilla.
-Debes tener cuidado ¿Tu mamá te curo?
-Sí, no era necesario pero lo hizo. Soy muy fuerte LuLu, nada me duele. Soy un príncipe de fuerte armadura- salto sobre la cama con colchas de los Power Rangers- Soy tu príncipe azul y tú eres la princesa. Debo rescatarte ¡Cuidado!- y así comenzaron a jugar, SeHun tenía una espada de papel que había hecho el mismo, y LuHan tenía una sábana azul simulando un vestido de princesa.
-¡SeHun sálvame!- LuHan corría por la habitación, los dragones que escupían fuego lo perseguían, el príncipe saltó por sobre los bloques de cemento que no le permitían tocar la lava con los pies.
-¡Ya voy princesa!- escapando de ogros, dragones y malvados cocodrilos que querían robarse a su princesa, pasaron la tarde. Hasta claro, la hora en que los papás del mayor vinieron a recogerlo.
-Adiós SeHunnie, la pase muy bien- se paró de puntitas y poso sus labios rosas en la mejilla del menor- Nos vemos en la escuela.
-Adiós- logro musitar un sorprendido castaño, viendo la sonrisa tierna del mayor como recuerdo de esa magnífica tarde de caballeros y princesas.
Esa noche se durmió con una sonrisa en el rostro y con la sensación de los labios del ciervo en su mejilla.
……….
Las semanas seguían pasando y LuHan recibía distintos dibujos en su banco con la típica caligrafía de un niño de 6 años, “eres mi princesa y yo soy tu príncipe azul”, en todos los dibujos decía eso, cada vez que el ciervo recibía un dibujo de SeHun sonreía y lo guardaba en su “caja de cosas secretas”, no era un muy buen nombre pero ahí estaba su diario y no quería que nadie lo viera.
Querido diario:
Hoy SeHunnie me dio otro dibujo. En el recreo le regale una galletita de chocolate porque sé que le gustan y me dio un beso en la frente, Henry estuvo burlándose de mí diciendo que SeHunnie es mi novio y que nos vamos a casar, pero hay una niña de su salón que se acerca mucho a SeHunnie. La otra vez ella estaba saltando la cuerda y SeHun la ayudó a saltar cruzado. Eso me molesto mucho, creí que SeHun era mi príncipe azul como él dice pero bueno, cuando se acercó a mí no le convide una galletita y quedó un poco confundido.
Espero que todo se solucione y que SeHun se case conmigo cuando seamos grandes, obvio que nunca le diré que quiero que él sea mi príncipe, pero puedo soñar con eso.
Ah por cierto, mi mamá me compró una casita de muñecas ¡Tiene una piscina! Podré bañar a mis muñecas, te quiero mucho mami.
Espero poder soñar con el esta noche, adiós diario.
Duerme bien.
LuHan.
………
Kai había propuesto jugar a la mancha, y como soy muy bueno corriendo dije que sí. El patio era un lío de niños corriendo por todas partes porque Tao era la mancha, pero sin querer había golpeado a Kris. El más alto se había puesto detrás de él asustándolo y como el panda sabía artes marciales… bueno, las uso con él. Pero fue sin querer, no era su intención.
-Bien, ChanYeol será la mancha- dijo Chen.
-Oh, van a tener que correr, soy muy rápido- y era cierto, en unos cuantos segundos ya había alcanzado a LuHan y ahora a este era la mancha.
-¡No nos atraparas LuHan!- grito Henry que se había sumado al juego. LuHan contó hasta tres y todos comenzaron a correr, el ciervo intentó correr tras el alto ChanYeol pero este era más rápido; sin rendirse fue tras SeHun, el castaño corrió por todo el patio cansando al cara de bebé.
-¿Ya te cansaste? Todavía no me atrapaste- al darse vuelta no vio que había un niño hamacándose en el columpio, al tratar de esquivarlo, cayó al suelo chocándose con un bloque de cemento, lastimándose la rodilla.
Instantáneamente el juego se paró y el mayor corrió a ver que le había pasado.
-¿Te duele mucho? Lo siento mucho SeHunnie, no vi por donde corrías. Enserio lo siento- el ciervo seguía disculpándose al ver la mueca de dolor en el menor. Su rodilla estaba lastimada y un hilo de sangre recorría su pierna.
-Tranquilo LuLu, estoy bien- se tragó el llanto, no podía llorar delante de su princesa, él era un caballero de fuerte armadura.
-¿Estas bien?- preguntó Chen y Xiumin que se acercaron a él.
-Voy a llamar a Lay, él tiene un bolsito con cosas para curarnos, es muy bueno en eso- Chen salió corriendo a buscar a el unicornio.
-Lo siento mucho SeHun, todo esto es mi culpa- se culpó el mayor- Si hay algo que pueda hacer para que te mejores lo hare.- el rostro del menor cambió por una sonrisa pícara.
-¿Lo que sea?
-Si, lo que sea SeHunnie- asintió con los ojitos llorosos por haberlo lastimado.
-Bueno, entonces dame un beso- una mirada de asombro se instaló en la carita de bebé del mayor.
-¿U-un beso? SeHunnie yo…- un tierno carmín se apodero de sus mejillas.
-Solo así me curare- el pequeño vio la oportunidad y no iba a desaprovecharla- Solo es un beso, un beso de una princesa a su príncipe azul.
-Mmm… solo si así te curas y espero que no llores – el ciervo se acercó tímido, los corazoncitos de ambos estaban latiendo como locos y sus caras estaban a centímetros. Podían sentir algunas miradas de otros niños en ellos, pero no les importó. Con algo de nerviosismo acortaron el espacio entre sus labios. No escucharon el grito ahogado de Tao al verlos, tampoco oyeron a BaekHyun que le decía a ChanYeol que quería que lo abrace y lo cargue como una princesa.
Solo fue un contacto de niños, algo inexperto, dos niños que compartían su primer beso sin siquiera pensar en profundizar o algo más. Unos diez segundos más tarde, se separaron mirándose fijamente con las mejillas rojas, sin querer aguantar la vergüenza LuHan salió corriendo dejando a un SeHun con una sonrisa imborrable en su rostro. Sus suaves labios habían tocado los suyos ¡LuHan lo había besado! Y como en las películas se paró sin importar el dolor en su rodilla, y empezó a bailar y a saltar por todas partes. Lay llegó con Chen y con su set de “doctor unicornio” y sacó un par de curitas con alcohol; inmediatamente al ver la botella del dolor se sentó de golpe sin borrar su sonrisa.
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Esa misma noche la mamá de SeHun notó algo diferente en la actitud de su pequeño, volvía a su casa con una sonrisa y estuvo todo el día con la sonrisa en su rostro.
-¿Estas bien Hun?- el menor asintió enérgicamente.
-Por supuesto, esto muy bien, muy muy bien. ¡Mamá! Cuando sea grande quiero pedirle matrimonio a LuLu y el será oficialmente mi princesa- la mujer rio por la ocurrencia- ¡Seré su príncipe azul y luchare con dragones!- el pequeño saltaba por todos lados simulando que tenía una espada.
-Si, si un caballero con armadura. Vamos a tomar un baño, vamos niño azul.
-¡Mamá! Es príncipe azul, soy un príncipe azul.
-A LuHan le gustan los niños limpios, así que vamos a tomar un baño- el menor corrió a su cuarto a escoger su pijama en cuanto oyó lo primero.
-Típico- musito la mujer riendo.
Algún día serás completamente mío LuHan, seré lo suficientemente bueno como para que me elijas a mí y solo a mí.
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Algún día nos casaremos SeHunnie, pero primer debes pedirle permiso a mi papá, pensaba el niño con cabellos cobrizos mientras se cubría con las colchas y caía en un sueño profundo.