Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Starlike Words por gabiiii981

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Bueno, estoy subiendo esta adaptación porque el manga me gustó mucho y también porque hace mucho quería escribir alguna adaptación corta :3 El titulo obviamente es Starlike Words, todos los creditos de la historia se los otorgo a la autora <3 El fic no va a tener más de diez capitulos, pero los capis van a ser largos. Creo que eso es todo, disfruten de la historia, espero que puedan leerla n.n porque nunca habrá suficiente GTOP en el mundo(?

Las campanas suenan indicando que la primera clase había llegado a su fin. Un día resplandeciente adornaba el patio exterior de aquella escuela secundaria que quizás no era la más adinerada ni la más lujosa del territorio, pero tenía lo suyo. Dos canchas en las cuales algunos practicaban baloncesto y otros futbol soccer, amplias y limpias ya que los encargados no dejaban estar el lugar y lo mantenían día y noche para que sea un ambiente cómodo y pulcro. Varios grupos de adolescentes de primer y segundo año de secundaria salen a los patios en grupos, las chicas por un lado siempre cuchicheando acerca de los deportistas más populares del instituto, los chicos de reputación media hablando sobre videojuegos y alguna que otra afición, grupos mixtos que alardeaban sobre sus buenas notas en los últimos exámenes, y también solo los que salían corriendo con sus almuerzos en mano para poder arrasar con su comida. Los pasillos del interior de la escuela eran amplios y se podía distinguir como algunos profesores caminaban al lado de sus colegas, comentando e intercambiando opiniones sobre las últimas clases. Muchos alumnos se paseaban y salían de los salones gracias a la hora del receso.

Era un día común y corriente, un comienzo de semana, en la secundaria Novita.

-Ahh… ahh… a-ahh…-

Un chico de segundo año se aferraba con fuerza de la banca en la cual reposaba su pecho  y sus manos que básicamente arañaban la madera vieja.

Los gemidos no eran oídos, el último salón del pasillo del primer piso siempre estaba desocupado ya que originalmente el club de lectura lo ocupaba en la segunda hora de todos los días activos de clases. Pero ese club se había disuelto hace semanas, nadie ocupaba el salón por las tardes así que cualquiera podría entrar allí, encerrarse todo el día y quizás nadie lo notaría.

-Ya no puedo… aguantar…- El líquido pre seminal se derrama de la punta de su miembro. Sus piernas tiemblan y sus músculos se contraen deliciosamente. Aquel chico de segundo, aferrándose sobre la mesa y siendo penetrado desde atrás, estaba sudando en abundancia y sentía los espasmos de su cuerpo al tener tan próximo el orgasmo. Hasta se ponía en puntas de pie para que el contacto fuera más profundo, más penetrante, más brutal. Gemía con delicadeza, como si se tratara de una chica avergonzada. Sus labios estaban rojos por la presión que había sentido hace minutos gracias a los besos bruscos de su compañero activo, sus mejillas estaban sonrojadas pero no de vergüenza sino de la más pura lujuria.

-También estoy por correrme…- Su activo lo sujetaba de las caderas y lo seguía embistiendo fuerte pero más que nada muy rápido, movimientos veloces y dolorosos quizás para el pobre que era penetrado. Seung Ri, el chico de primer año que penetraba salvajemente a su hyung, siente un poco de compasión por él porque pensaba que estaba siendo demasiado duro y no se estaba controlando lo más mínimo. Pero al notar la expresión del mayor, se arrepiente de inmediato de haber sentido algún tipo de consideración.

-¡Aah! ¡Ah!- Ji Yong tenía la expresión más sensual y provocativa que alguna vez pudo haber contemplado en alguien. La muy zorra lo disfrutaba de principio a fin, esos eran los pensamientos de Seung Ri a la hora de penetrarlo, ahora con mucho más dureza que antes. El chico de segundo ronronea y se vuelve a aferrar al escritorio de madera, mordiéndose el labio inferior y sintiendo como un par de gotas de sudor recorrían su rostro. Estaba tan cerca de llegar, cada embestida lo volvía loco y lo hacían gemir sin ningún tipo de control.

-¡M-más… profundo!- Suplicaba Ji Yong, incorporándose un poco y gimiendo ahora con desesperación al sentir como su punto G era profanado con mucha velocidad. Su mirada se pierde y se siente ido, al borde de derramar lágrimas del más puro placer, sentía la gloria misma cuando cada estocada golpeaba con dureza y hacía temblar todo su cuerpo, estremeciéndolo y provocando que estuviera en el paraíso del más puro gozo.

-¡Ahí! ¡A-ah! ¡Que pegué… a-ahí! Dios… ¡Es increíble!-

Seung Ri separada cada vez más los glúteos de Ji Yong para poder sacudirlo y empotrarlo con más fuerza de la debida. Es entonces cuando el menor de ambos siente que las paredes internas de Ji se contraen una y otra vez de una forma peligrosamente adictiva y deliciosa. Él abre bien los ojos y gime al sentir como estaba a punto de llegar a su límite al igual que el propio Ji Yong.

-¡Oh no! ¡Me correré! ¡H-hyung!-

Ji Yong lleva su temblorosa mano a su propio miembro para masturbarse. Apenas lo frota un poco y lo menea de arriba hacia abajo, siente como una ráfaga de placer extrema sacude su pelvis y el resto de su cuerpo, desencadenando una oleada de placer por todas partes. Grita de forma aguda y se desploma contra el escritorio cuando Seung Ri le da una última estocada y termina corriéndose en su interior por completo. Ji siente como es llenado por ese líquido espeso y caliente, sensación que provoca que se corra apenas dos segundos después de él. Todo su semen se riega por el suelo y al mismo tiempo reconoce que la esencia de Seung Ri se desliza entre sus piernas hasta llegar hasta abajo. No era una sensación desagradable si ya se estaba acostumbrado a ello.

A pesar de que Ji Yong había disfrutado todo el acto sexual en proceso, se acomoda sobre el escritorio recuperando el aliento y una expresión aburrida y vacía se dibuja en su semblante. Suspira y sus ojos viajan por el exterior de la ventana, contemplando un par de nubes blancas que se deslizaban con mucha lentitud. El pene de Seung Ri es retirado de su interior, pero el mayor no se inmuta o siquiera se molesta a girar para observar a su acompañante.

“Lo sabía… definitivamente… no es esto.”

La mente aburrida de Ji Yong permanece congelada en pensamientos agotadores que no provocaban que sintiera algún tipo de satisfacción luego de haber mantenido relaciones con alguien. Creía que quizás ese chico sería el indicado, que con él las cosas serían diferentes.

Pero como siempre, se había vuelto a equivocar.

De repente, la atención de Ji Yong es robada por Seung Ri. Se sorprende cuando el chico en cuestión lo abraza desde atrás y lo atrae contra su cuerpo, en señal de cariño o algo así. Ji no entiende y lo observa con completa confusión, como si no entendiera que rayos intentaba hacer ese sujeto. Solo se preguntaba quien le había dado la confianza de abrazarlo de esa manera. Aunque tal vez después de tener relaciones, era algo normal. Tampoco lo tenía del todo claro.

-Me encanta hacerlo contigo, hyung.~ ¡Eres genial! Tal vez no sea el momento, pero… ¿No te gustaría formalizar nuestra relación?-

Ji Yong se queda petrificado al oír semejante atrocidad. Pero como reacción normal en él, lo primero que hace luego de diez segundos de silencio total, es descostillarse de la risa en frente de un Seung Ri que lo miraba atónito, no entendiendo cual era la gracia de todo aquello.

-¡Estás loco! ¡Claro que no quiero! ¡Quítate!- Sale de entre sus brazos y lo empuja hacia atrás sin mucha rudeza. Ji Yong no podía creer que su polvo de varios días tuviera las agallas de preguntar o de suponer que podría surgir una relación entre ellos. ¡Le daba risa de solo imaginárselo! Pobre del chico por hacerse ilusiones, pero por supuesto que nunca podría salir con él.

-¿P-por qué no quieres? Nos llevamos muy bien y nuestros cuerpos son compatibles.- Intenta argumentar Seung Ri, sintiéndose repentinamente humillado por el rechazo y mucho más por seguir insistiendo como un perro faldero. Mientras que Ji Yong se subía los pantalones y se acomodaba la ropa, se dedicaba a pensar. Finalmente le dirige una mirada fría, carente de verdaderos sentimientos amables. Tenía que hablar para finalizar con esa ridícula conversación.

-Mn… me siento bien contigo, Ri. No lo malinterpretes. Pero…- La vista de Ji se desvía hacia un lado. Él solo alcanza a rascarse la nuca con cierta incomodidad y ansiedad.

-Pero solo es eso. Yo estoy buscando algo más.- Termina afirmando con verdadera sinceridad. Él solo se acostaba con los chicos que le atraían con la esperanza de poder encontrar algo que pudiera llenar su corazón vacío, el cual nunca experimentaba ningún tipo de reacción con nadie a la hora de tener relaciones. Él solo quería sentir ese cálido y dulce palpitar que es reconocible cuando se ama a alguien con intensidad. Estaba harto de buscar siempre sin tener resultados.

-¿Eh? ¿A qué te refieres?- Pregunta Seung Ri con cierta molestia, sabiendo que la indirecta significaba que no sentía una mierda de especial cuando ellos dos mantenían relaciones. Ji Yong suspira y hace un gesto con su mano, como si la discusión no tuviera el más mínimo de importancia.

-Da igual. No es nada. Por cierto, en cuanto compatibilidad…- Ji se termina de vestir, recoge su mochila y se la pone al hombro luego de haber acomodado correctamente su uniforme escolar. Abre la puerta del salón para largarse, no sin antes volver a mirar hacia atrás, una última vez a su querido polvo de nombre Seung Ri.

-Mi cuerpo va mejor con Young Bae de la clase 3-B. Pero admito que eres más bruto y eso me gusta también.- Ji Yong le regala una sonrisa única e irreconocible al chico que era menor que él. Una sonrisa bastante radiante, ignorando el comentario que salía de sus labios. Seung Ri queda tan fascinado por aquella sonrisa, por esos labios y piel suave y blanca…

Hasta que cierra la puerta y se marcha a las corridas, dejándolo solo.

En ese momento, Seung Ri reacciona con expresión de WTF.

-¿Qué demonios…?-

Kwon Ji Yong era un joven peculiar. Asistía a segundo año de secundaria y su reputación estaba bien marcada entre chicos y chicas. Muchos decían que solo se encargaba de jugar con las personas y se aprovechaba de su belleza natural, porque el joven tenía unos encantos y una personalidad bastante atrayente. Se llevaba bien con los chicos de tercer año y con los de segundo también, recordaba haberse juntado varias veces con los más populares para rapear en algún bar o karaoke y pasarle bien. Su personalidad era extrovertida y no podía estar don minutos quieto en el mismo sitio, le gustaba andar de un lado a otro y hablar tanto con chicos como chicas. Él nunca se definiría como un manipulador nato, reputación que se había ganado por chicos y chicas a los cuales les había roto el corazón luego de mantener relaciones y hacerse falsas ilusiones. Él se consideraba una persona simple y quizás un poco más habladora de lo normal, que solo buscaba entre muchas personas hasta encontrar a la que estaba destinada para él.

“De eso se trata.”

Un día por la tarde, se paseaba por las calles de su ciudad natal. Miraba curioso algunas vidrieras, pero sin poder evitar la casualidad, se da cuenta que había una pareja sentada en una banca, abrazándose y proporcionándose pequeños besos en los labios.

Ji Yong se queda de pie mirando sin disimulo alguno, admirando esa linda escena que se presentaba ante sus ojos. Siente envidia en su estado más puro, ¡Le encantaría poder experimentar algo así con alguien! Se sorprende aún más cuando detrás de la pareja, pasaban caminando una pareja de ancianos que iban de la mano, hablando en tono bajo pero diciéndose palabras dulces a los oídos.

Él se les queda mirando con preocupación, hasta suspirar agotado y sentir mucha más envidia por todas esas parejitas lindas que siempre revoloteaban a su alrededor, presumiendo del amor que sentían el uno al otro.

Ji Yong era una persona linda físicamente y también poseía una personalidad única, nunca tenía problemas para tener sexo con alguien de su mismo sexo o sexo opuesto. Pero él ya se había cansado de eso y buscaba algo más. Algo que tenía miedo de no encontrar nunca si las cosas seguían marchando así y todos lo miraban con el único objetivo de empotrarlo contra una pared.

“Lo que a mí me falta es eso.”

Se amarga mucho más cuando la parejita de ancianos se da un tierno beso. No puede seguir mirando, se da media vuelta y sale casi a las corridas de esas calles con desesperación.

“Es decir, claro que me gusta el sexo. Pero… es vacío.”

Deja de correr con la esperanza de que ninguna pareja estúpida estuviera a su alrededor en el lugar donde había llegado. Se encontraba en frente de un supermercado y no pasaban personas por allí. Ji Yong toma asiento en una banca que estaba enfrente del mercado, deja caer su cabeza hacía atrás acomodándose de una forma un poco rara y permanece quieto con los ojos cerrados, solo disfrutando de la brisa de la tarde.

“Eso es lo que quiero… sentirme… excitado en cuerpo y alma.”

Comienza a reflexionar con seriedad el asunto. Desde que podía recordar, por lo menos al principio de su vida sexual, las chicas siempre se le insinuaban y terminaban confesándose hacia él a pesar de que nunca estuviera cien por ciento interesado en ellas. Al principio solo las rechazaba con vergüenza por ser el centro de las miradas de los chicos que morían de envidia. Pero luego había cambiado de mentalidad al pensar que quizás podría aprovechar las oportunidades a su favor. Los chicos empezaron a confesarse también un par de años después, quizás atraídos por su apariencia andrógina y su personalidad tan llamativa e imposible de no notar.

Ji Yong lejos de horrorizarse, empezó a experimentar con ambos sexos hasta empezar a disfrutarlo al máximo. Pensaba cosas como “Soy joven, esta debe ser la manera correcta de disfrutar mi juventud, ¿Verdad?” Y hasta cierto punto su vida se había vuelto ideal. Le importaba poco y nada las críticas que aseguraba que se debían a los celos y envidia de los demás. Su personalidad empezó a hacerse fuerte y su orgullo creció al igual que su autoestima. ¡Podía tener en la palma de su mano a cualquiera! No recordaba haber sido rechazado alguna vez.

Pero eso había dejado de ser suficiente…

El sexo se había vuelto aburrido por ser tan fácil de conseguir. Y las chicas y chicos no le ofrecían algo diferente que pudiera acelerar su corazón y le causaran nervios, ansias o emoción.

-¿Existirá algo así? ¿Algo como “el amor de mi vida”?- Ji dibuja un corazón en el aire, enfocándose en el cielo azul que poseía solo un par de nubes blancas. Suspira y vuelve a tirar su cabeza hacía atrás. Ni todo el ego o confianza del mundo que podría poseer sobre sí mismo podrían consolarlo en tal predicamento. A veces pensaba que su vida era como un equilibrio, tenía facilidad para algunas cosas y para lo que verdaderamente quería tener facilidad, no la tenía.

-¿Ah? ¿”El amor de tu vida”? ¿Acaso eres idiota, Ji Yong?-

Habían pasado ya diez minutos desde que el timbre del receso había sonado, no obstante debían apresurarse si querían tener una intimidad rápida, fugaz y emocionante. Mientras Young Bae se desabrochaba los pantalones y los bajaba ligeramente para poder facilitar la tarea de Ji Yong, negaba con la cabeza ante todo el predicamento planteado por su amigo segundos antes de que pasaran a la acción en concreto.

-¿Cómo que idiota? ¡Estaba hablando en serio! ¡Nunca me tomas en serio en nada de lo que te digo!- Ji Yong se arrodilla ante Young Bae y le baja la ropa interior al mismo tiempo que lo fulmina con una mirada de reproche. Estaba hablando cuestiones delicadas y personales con él, creía que se merecía un poco de respeto por eso.

-Es que no entiendo por qué me hablas de estas cosas antes de… chupármela.  No creo que sea el momento adecuado. Te gusta el sexo y eso es lo importante, ¿No es así?- Por unos segundos, se siente incómodo y fuera de lugar. Pero al mismo tiempo Ji Yong empezaba a acariciar su miembro con su mano derecha, a un ritmo suave y placentero. Los movimientos de su mano lo excitan, a pesar de que Ji Yong no parecía prestar atención a sus propios movimientos, solo estaba pensando en las palabras que le había dicho a su amigo hace unos minutos. Young Bae suspira y lo observa con verdadero enojo, ¿Era tan difícil que se enfocara en él aunque sea una vez? Porque siempre parecía ajeno al acto sexual en proceso, se distraía con tanta facilidad. Y ahora era mucho peor porque siempre le hablaba de las mismas cuestiones.

-Pff. Da igual que sea o no antes de hacer esto. Me encanta el sexo, eso no está en discusión.-

Sin pensarlo dos veces, Ji Yong introduce el pene erecto de su amigo en su boca y comienza con la felación. Cierra sus ojos y controla el ritmo con su mano que aun sostenía el miembro con firmeza. Intenta chupar con tranquilidad pero se deja llevar por el ritmo, por la emoción del momento y por la adrenalina. Estar en un salón de clases ramdom estando a punto de tener sexo y tener en cuenta que cualquiera podría entrar en cualquier momento, lo excitaba mucho.

“Creo que este tipo está muy lejos de encontrar a la persona que busca.”

Young Bae solo se queda quieto, temblando un poco ante la sensación deliciosa que proporcionaba los labios y la lengua de Ji Yong acariciar su miembro erecto. Era un total experto, un profesional. Sus cuerpos siempre eran compatibles no importaba lo sucio de la situación o de los actos a experimentar.

-Lo que dices… ugh… suena como el amor de los dramas que miran las niñas tontas… y tú no eres precisamente un noble príncipe de un cuento de hadas, ¿Lo sabías?-

Ji Yong separa su boca de su pene y lo vuelve a fulminar con la mirada. Lo sabía muy bien, sabía que no podía pretender la gran cosa teniendo en cuenta su reputación en todo el instituto. El haber tenido relaciones con tantas personas tendría a la larga alguna consecuencia. Pero quería seguir soñando, en que aquella persona podría llegar y cambiar su mundo y su manera de pensar. Seguiría buscando toda la vida si era necesario.

-Jamás has experimentado algo así, ¿Verdad, Young Bae? Nadie te ha conmovido de esa forma, y por eso piensas de esa manera.- El menor de ambos se pone de pie y se cruza de brazos, aun mirándolo con frialdad y cierto enojo por sus comentarios pesimistas hacia su persona.

-Pues… creo que no.- Responde él con simpleza, acomodando sus cabellos rubios platinados de su cabello con una de sus manos. JI Yong le sonríe con malicia y se encoge de hombros.

-Entonces no sabes si existe o no. He visto a tantas parejas felices, que puedo asegurar que existe.- Coloca una mano en su cintura y sonríe de lado como si se sintiera superior o hubiera ganado la discusión. Por lo contrario, Young Bae ríe sin poder evitarlo.

“Dice cosas tan lindas.”

La campana vuelve a sonar, indicando que era hora de volver a clases. La expresión de Ji se desfigura a una atónita y apresurada, maldice entre dientes y mira hacia todos lados.

-¡Ah! ¡Debemos volver a clases! Qué más da, ¡Házmelo rápido!-

Young Bae ignora sus repentinos nervios y lo toma del rostro, acercándolo a su boca y plantándole un beso tranquilo. Por lo menos al principio lo es. Introduce su lengua en su cavidad y explora cada centímetro de la humedad de su boca, muerde su labio inferior y se apega más a su cuerpo para tener dominio de la situación. Ji Yong siente su propio cuerpo estremecerse cuando la mano libre de su amigo se introduce por debajo de su uniforme y juega con sus tetillas de forma obscena. Retrocede hasta chocar contra un banco, nunca rompiendo el contacto del beso, y termina desplomado contra la mesa de madera, jadeando para recuperar el aliento.

-No te preocupes. No creo que venga nadie.- Young Bae se lame los labios de forma sensual y aprecia el cuerpo agitado de su compañero, siempre lucía sumiso cuando estaba por hacérselo, y nunca perdía la oportunidad de apreciar su vulnerabilidad. Se arroja encima de Ji Yong como si fuera una fiera y comienza a lamerlo por todos lados. Ji comienza a gemir cuando sus ropas son levantadas y sus tetillas son atacadas por esos labios carnosos. A la fuerza, Young Bae le arrebata los pantalones y manosea sus glúteos firmes y suaves. Luego ataca con sus labios las clavículas de Ji Yong, provocando que él deje caer su cabeza hacia atrás y gima más fuerte.

-E-espera… sabes que… s-soy muy sensible allí… no podré controlarme…- Hace esfuerzos inhumanos para no gemir tan fuerte, no quería ser oído por la mitad del edificio. Pero Young Bae no dejaba de lamerlo y de succionar su piel blanca y tersa. Esa clase de provocaciones solo volvían loco a Ji Yong y lo hacían verdaderamente perder la razón. El menor se abre de piernas, esperando con impaciencia la intromisión que tanto deseaba. Su mente se estaba nublando de placer y quería ser embestido fuertemente por el enorme miembro de su amigo.

Young Bae toma su propio miembro con una mano y está a punto de penetrar a Ji Yong sin ninguna preparación, acomoda su pene erecto en la pequeña entrada de menor y juega con ella, frotándola de arriba hacia abajo solo para tentarlo y que gimiera más fuerte.

Ji Yong abre un poco los ojos cuando siente el dolor del comienzo de la intromisión. Pero justo en ese momento… Su atención es robada por un cuadro en aquel salón.

Había una enorme fotografía ubicada en el cuadro. Muchas personas parecían disfrazadas, interpretando diferentes personajes de alguna obra clásica de la antigua literatura inglesa. Muchos vestidos como nobles y también plebeyos. Mujeres con hermosos vestidos largos de utilería que se destacaban en la escena armada. En la fotografía se podía apreciar a los miembros del staff de la aparente obra de teatro, a los encargados del maquillaje que mostraban sus instrumentos de trabajo con orgullo y también a los vestuaristas que mostraban unas pelucas de colores en sus manos con cierta gracia.

“Deseo tanto…”

Pero solo una persona entre todo ese mundo que representaba la fotografía, podía captar su atención. Era el chico… no… el hombre vestido con ropas reales, como si fuera un auténtico príncipe de la realeza más reconocida en la historia.

“Vivir ese instante…”

Ji Yong es penetrado de una sola estocada, gime adolorido porque la excitación se había ido por completo. Al volver al abrir sus ojos, siente como su corazón late con violencia.

*BADUMP**BADUMP**BADUMP*¨

Sus ojos se llenan de lágrimas. No sabía qué clase de extraña sensación se apoderaba de su pecho, pero era algo tan desconocido que lo asustaba.

“En el que todo mi cuerpo se estremezca desde lo más profundo.”

-Un… príncipe… no… es… un rey…- Murmura gimiendo ante cada dolorosa embestida. Cierra sus ojos con expresión de angustia y derrama las lágrimas que estaba conteniendo. ¿Qué era ese sentimiento que estaba revolucionando su pecho? Era tan fuerte y desconocido que hacía que su cuerpo colapse, que sea un manojo de emociones desbordantes y que no pudiera controlarse. Ni siquiera sabía por qué tenía esas fuertes ganas de llorar.

¿Era esa persona la que estaba buscando?

“Está… sensación…”

Ji Yong se sacude de repente, alarmando a Young Bae que se detiene por su repentino comportamiento y por darse cuenta como Ji Yong estaba llorando desconsolado.

-¡Mierda! ¿Te lastimé? ¿Qué suce…?-

-¡APÁRTATE!- El menor lo empuja con ambos puños cerrados y provoca que su amigo retrocediera muy sorprendido y todavía asustado por sus actos desconcertantes. Ji Yong se levanta y se coloca los pantalones y la ropa interior lo más rápido posible, cuando apenas termina corre hacia el cuadro que había robado toda su atención y permanece estático frente a él, posando ambas manos en su pecho y haciendo esfuerzos inútiles por retener sus fuertes latidos de corazón. Young Bae se da cuenta de lo que había pasado, pero no niega el hecho de que había sido bastante raro a inusual interrumpir una sesión de sexo de una manera tan brusca. Se acerca al cuadro y no logra comprender que era lo fascinante en esa fotografía ampliada.

-¿Qué? ¿Qué pasa con esa fotografía?-

Pero Ji Yong estaba demasiado inmerso en sus pensamientos. Sonrojado y temblando aun con fuertes ganas de llorar, esos sentimientos eran cada vez más fuertes y lo seguían asustado. El hombre en la fotografía lo había hechizado de una manera sobrenatural. Su cabello, sus labios, su cuerpo, hasta la punta de sus dedos, todo de él era tan brillante que lo enceguecía. No era posible describir con palabras. Acerca su mano para poder acariciar esa zona de la fotografía.

“Mi corazón… late tan fuerte… ¿Por qué?”

De repente la puerta del salón se abre de par en par. Young Bae gira hacía atrás y se sube los pantalones a la velocidad de la luz, empalideciendo horriblemente.

“¡Oh no! ¡Nos descubrieron!”

Él se horroriza mucho más al contemplar el rostro de aquella persona que había ingresado de la nada misma y había deslizado la puerta sin golpearla. ¡El sujeto era alto y su mirada era la más intimidante que alguna vez hubiera visto en un chico de secundaria!

- … ¿Quienes… son ustedes?- Pronuncia con una voz demasiado grave, a pesar de no sonar molesto, esa clase de voz daba miedo.

-¡Ah! ¡Ya nos íbamos!- Young Bae toma del brazo a Ji Yong, que aún estaba mirando la fotografía como un completo idiota.

El sujeto que observa a los dos intrusos permanece de pie en la entrada del salón por varios segundos, hasta darse cuenta de que Ji Yong observaba la fotografía con detenimiento. Algo en su interior lo obliga a caminar hasta Ji  y colocarle una mano en el hombro para voltearlo hacía él, para que pudiera prestarse su atención aunque sea un segundo.

-Es parte del club de teatro. Agradecería que no lo toques.-

Ji Yong gira hacía atrás…

Y su mente reconoce al hombre en frente suyo… era como un sueño.

*BADUMP**BADUMP**BADUMP*

Nervioso. Nunca le habían intimidado ni siquiera los delincuentes del tercer año con los que casualmente se llevaba bien. Ni los idiotas de primero que varias veces lo habían amenazado o molestado por sus preferencias sexuales. Pero ese hombre hizo que todo el miedo y los nervios que nunca había experimentado se manifiesten en ese momento. Se horroriza al darse cuenta de su situación bochornosa. Él con la ropa hecha un lio y su compañero subiéndose los jodidos pantalones. ¡Era obvio que habían tenido sexo!

*BADUMP**BADUMP**BADUMP*

-Tengo que usar el salón. ¿Podrían retirarse?- El chico de cabello negro y de ojos oscuros y profundos como la noche intenta ser amable con aquellas personas que no conocía. Young Bae le asiente frenéticamente pensando que quizás no sería hostil si se marchaban pacíficamente. Algo en ese sujeto no le daba una buena impresión.

-¡Ok! ¡Por supuesto! ¡Ya nos vamos!- Antes de volver a dirigirse una vez más a su acompañante, Ji Yong camina hacia el chico, sintiendo como sus piernas temblaban de los nervios. ¡Nunca se había sentido así con nadie! Era demasiado extraño, solo sentía mucha vergüenza de repente.

-¿T-tu eres el de la foto?- Tartamudea sin poder evitarlo, estaba temblando como si le tuviera miedo pero no era ese el sentimiento en definitiva. Siente tantos nervios y tanto bochorno por la situación en lo que lo había encontrado que emite esas palabras en forma de susurro asustado. Se había sonrojado al instante de cruzar su mirada con la de ese chico que lucía tan serio, su mirada era dura pero algo le decía en su interior que en el fondo era todo lo contrario.

El pelinegro arquea una ceja ante su pregunta, pero antes de poder articular cualquier palabra…

Ji Yong lo toma por ambos hombros y lo empuja levente hacia atrás. Su corazón latía como loco, pero no le importaba. Ese sentimiento, estaba seguro de que ese era el sentimiento que estaba buscando.

-¡Tú… me gustas!-

...

...

...

Notas finales:

Chachaaan.

Dejen reviews así puedo saber que les parece y ver sin continúo. Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).