Mi querido Lee Chan Hee, la verdad es que no sé cómo explicarte todo lo que te amo y todo lo que voy a amarte durante toda mi vida y las siguientes.
Ahora mismo no estás conmigo, y lo único que quiero es que vuelvas para tenerte entre mis brazos y besarte con las ganas del primer día… Bueno, el primero no. Tuve que cortarme ya sabes, en medio de la calle no iba a besarte como si me fuera la vida en ello. Pero el segundo sí… Ese momento en el que te escapaste entre mis brazos y te fuiste a la habitación para luego llamarme… La madre que te parió, ChanHee. ¿Sabes las ganas que tenía de arrancarte la ropa?
En fin... Mejor dejo ese tema, no tengo ganitas de irme a la ducha. Te estoy escribiendo algo bonito, no diciéndote que tengo ganas de hacerte mío en cada rincón de nuestra casa.
Me parece muy curioso que te fijaras en mi, teniendo en cuenta que querías pegarme una patada en los huevos por llamar a Joe “hormiga”.
Lo que empezó como una broma, terminó siendo lo mejor que me ha pasado nunca. Me gusta, algo que hacíamos solo por reírnos nos terminó uniendo como nos ha unido.
Tengo que decirte que estoy enamorado de ti, y que se podría decir que desde el primer día, cuando al despertarme estabas ahí, a mi lado, dormidito entre mis brazos, boh… A partir de ese día ha habido muchos, y habrá muchísimos más. No pienso dejar que entre mis brazos no duerma alguien que no seas tú.
Esas risas idiotas, esa torpeza, esa forma de llamarme “Daniel”… Cada vez me enamoro más de ti. Sobre todo de tú torpeza… ¡Es que es adorable! Aun que bueno, ya sabes mi definición de adorable, aun que te la vuelvo a repetir si hace falta.
“Diccionario Ahn Daniel.
Adorable: Lee Chan Hee”
Es la mejor definición, aun que junto a la palabra “adorable” se puede añadir la de “perfecto”, o “persona que insulta a su novio”, o “pato”.
Me gusta hacer cosas contigo, aparte de besarte y decirte que te amo.
Llevamos muy poco tiempo juntos, pero parece que haya sido toda una vida, mis planes de futuro no dejan de llegar porque cada día que pasa me imagino un mañana contigo. Tú, yo, nuestros hijos, nuestras escapadas románticas… Absolutamente todo lo que se pueda hacer, quiero hacerlo contigo.
Sé poco de tu pasado, pero, sinceramente, lo mejor de eso es que has estado libre para que te conquiste. Quiero decirte que te amo, que te amo como si no hubiera un mañana, ni una vida por terminar a tu lado.
Ya me has preguntado dos veces que pasaría si un día no te recuerdo, y siempre te digo lo mismo. Te conquistaría de nuevo, lo tengo claro. Porque no me imagino una vida sin ti. Te llevaría a todos los sitios donde hemos estado, te besaría cada parte del cuerpo y te recordaría que te amo más que el primer día. Además, el anillo que llevas en el dedo es por algo, creo que es una prueba irrefutable de que no dejaré que te olvides nunca de mi.
En unos días haremos tres meses juntos, y tengo pensado llevarte lejos, muy, muy lejos. Los dos solos. Sin nadie más. Aun que seguramente me taches de cursi o me llames “gilipollas”… Creo que es la definición que más usas conmigo. La de gilipollas, digo.
No sé como decirte que cada día me enamoras más y te amo más. Que me gusta verte sonreír, pero solo por mi y para mi. Porque, es mi preciosa y perfecta sonrisa de la que estoy tan enamorado.
A veces pienso que me repito al escribirte todo esto. Pero puede que sean solo imaginaciones mías, o que quizás no me canse nunca de decirte que eres sencillamente perfecto para mi.
M encantas… Me encanta cada parte de ti, incluso cuando discutimos. O cuando me insultas. O incluso cuando solo me miras, me quedo embobado mirándote y no quiero apartar la mirada, a veces ni te escucho porque solo estoy pendiente de cómo tus labios se mueven y me pongo celoso del aire porque los está tocando más que yo en cualquier momento. Pero bueno, no te voy a prohibir que respires… No soy tan cruel.
Bueno, un poquito, a veces creo que me paso mordiéndote cada parte visible de tu perfecta piel, pero solo porque eres mío y solo mío y de nadie más. Además, que coño. Que tu me dejas bien arañada la espalda, y Dios bendito que ganas tengo de volver a sentir esas uñitas clavándose en mi piel mientras gimes mi nombre…
…Ya me estoy yendo del tema otra vez. Daniel, concéntrate.
Tienes la mayor culpa de que esté así. Tú me haces estar así, ya sea feliz, con ganas de besarte, o de recordarte cada mañana que eres lo más precioso de este jodido universo y que tengo la suerte de que eres mío.
Tengo pensado hacer muchas cosas contigo, muchísimas, y todas sorpresas. A no ser que te pongas a leerme la mente como has hecho más de una vez. Creo que eso nos hace estar más unidos, el saber que piensa el otro.
Oh, otra cosa que me gusta es cuando te enfurruñas o te enfadas. Me encanta, me encanta tener que abrazarte y besarte mientras te susurro que te amo más que a mi jodida vida solo para después ver como sonríes con esa alegría tuya. ¿Te he dicho ya que me enamoras más cada día?
En fin… No sé que más puedo decirte. Mi enamoramiento fue desde la primera vez que te tuve entre mis brazos, cuando tan solo éramos amigos. Cuando tan solo querías mimos y yo ya tenía el instinto de besarte hasta que se me acabara el aliento, pero ya te lo dije y lo seguiré diciendo. No haré nunca nada que no quieras, a no ser que te convenza de ello.
Me gusta pensar en que tenemos un futuro muy grande para los dos y lo que nos venga por delante. Porque, aun que me insultes, me pegues o te enfurruñes, o incluso me mandes a dormir al sofá. Sé que me amas, y yo te amo a ti. Y ahora que no me puedes discutir, y no dejaré que lo hagas porque en cuanto te tenga delante te voy a besar esos perfectos labios, te digo qué: No me amas más. Amarte más de lo que hago yo roza lo imposible. Mi amor por ti no tiene límites, no siquiera las palabras “te amo” lo pueden expresar. Yo creo que te NielJieo. (¿) Vale, es una palabra rara y estúpida. Pero creo que es la que mejor define todo lo que siento por ti.
No sé que más decirte que no sepas ya.
Qué eres mi vida, que eres lo mejor que me ha pasado, que te necesito a mi lado cada día de mi vida, porque sin ti, no se podría llamar así. Te adoro, te quiero, te amo, te NielJieo.
Recuerda que Daniel te quiere, así que por favor, piensa en sus enormes labios y en todo lo que quieren besarte en vez de insultarle y llamarle “gilipichis” o “gilipollas” o derivados.
Lee Chan Hee. Gracias, gracias por aparecer en mi vida y de la noche a la mañana (literalmente) hacerte imprescindible. No dejaré que te vayas de mi lado si no lo oigo primero de tus labios, y aun así, no te haría ni caso, o quizás no lo escuche, ya sabes, por lo enanito que eres.
¡No por favor! ¡Patadas no, eh! Que te amo. Que te amo más que el primer día. Más que aquél trece cuando te pedí salir arrodillado en la terraza, más que cualquier día de mi pasado.
Que sin ti no existo, a saber que sería de mi sin ti ahora. Mientras que tú podrías estar con alguien mejor yo estaría tirándome de los pelos por no haberte conquistado como es debido, porque, y te lo digo en serio, jamás pensé que te fijaras en mi. Y más después de llamarme feo y decir que me ibas a pegar una patada en los huevos. Pero, milagros de la vida que terminé conquistándote y durmiendo a tu lado cada día de mi vida.
Ahora sí, creo que va siendo hora de ir cerrando esta pequeña cartita por llamarlo de alguna forma, diciéndote que te NielJieo de nuevo. Que eres mío. Y que aun te queda demasiado Ahn Daniel por aguantar en esta vida y las siguientes.
Eternamente tuyo.
Ahn Daniel.