–Adelante.–me abrió la puerta
–Gracias.–entré a la sala de ensayo más feliz de lo habitual, me lo había encontrado en la puerta después de todo–¿Mn? ¿Estamos solos?–dejé mi guitarra en el suelo con cuidado, observando el lugar vacío
–Es muy temprano aún para que Reika esté por aquí dando gritos.–dejó la suya también–Mm...–se estiró y me quedé un momento observando su abdomen cuando su camisa se levantó
Hikaru, no seas tan exagerado que te va a...
–¿Hikaru?–
...pillar.
–Ah...–intenté disimular tosiendo un poco–Nada, nada. Me he quedado un poco atontado, perdona.–
–¿No te estarás poniendo enfermo o algo así, verdad?–puso su mano en mi frente y otra en la suya propia
El simple contacto era tan cálido... Ibuki siempre lo es.
–Estoy bien en serio.–le aparté la mano aparentando estar molesto
Solo era una excusa para tocarle.
–Bueno.–tomó asiento a un lado de la sala, sacando su guitarra de la funda con sumo cuidado
Ibuki siempre es tan metódico... Me pregunto si será igual en sus relaciones. No es que haya salido con muchas chicas desde que le conozco...pero siempre que tiene novia es tan atento con ella, tan meticuloso... Pero falto de algo. No sé explicarlo, es muy... ''correcto'', siempre las trata bien pero...no se siente como si fueran novios, solo ''amigos que se besan y tienen sexo'', como si no dieran el siguiente paso. O quizá sea una sensación mía, quizá solo quiera mantener la esperanza de que realmente nunca ha terminado de ser feliz con nadie y que yo podría cambiar eso.
Sí, claro. Si en ocho años desde que nos conocemos no ha pasado nada entre los dos no va a empezar ahora, ¿no...? Tampoco es que haya puesto nunca las cartas sobre la mesa... Ibuki, me gustas, estoy enamorado de ti y quiero ser tu novio. Al principio lo que sentía por ti no era más que admiración porque eras un guitarrista genial pero...luego...bueno.
Supongo que a partir de cierto punto empecé a mirar a Ibuki con otros ojos, y que cuando la gente a mi al rededor hablaba de ''la persona que amaban'' y de como se sentían a su lado yo solo podía compararlo con la sensación que tenía cuando él me sonreía o me prestaba atención...era lo único que necesitaba, una conversación con él...y mi día se volvía feliz al instante. Era algo platónico.
¿Y por qué él no sabe nada de todo esto si llevo tantísimo tiempo así? Bueno eso de que ''las relaciones rompen la amistad'' me daba un poco de miedo aunque...nosotros no tuviéramos quince años. Pero si pasaba eso el grupo se rompería y no podía cargar con esa responsabilidad sobre mis hombros, prefería callarme y aguantarme solo. Y claro...que yo sepa a Ibuki no le gustan los chicos aunque...tampoco es que le haya dicho nunca que a mí sí, yo no lo llevo tan... ''abiertamente'' como los demás...no...no sé. ¿Y si se lo digo y me manda a la mierda o me trata distinto? No digas tonterías Hikaru Ibuki tiene un montón de amigos homosexuales y no pasa nada, creo. Aunque quizá... ¿decírselo podría ser una buena forma de medir su reacción por si...me decido a...declararle mis sentimientos algún día?
Sí, yo, declararme a alguien. La última vez que salí con un chico aún era menor de edad. ¡¿Sabéis lo que es eso?! Y de...asuntos de cama...mejor ni hablemos. Mis compañeros solían hacer bromas con que yo era un ''cherry boy'' de esos porque no parecía estar interesado en nada. ''Vas a morir virgen Hika-chan'' solía decir Reika, con toda la razón del mundo, y yo miraba a Ibuki reírse, deseando que en secreto me diera la mano por debajo de la mesa como diciendo ''ellos no lo saben pero esta noche haremos el amor'' Soñar es gratis, ¿no?
–Hikaru.–de repente lo tenía a centímetros de mí
–¡Ah!–ya me había vuelto a perder–Perdón...qué...qué pasa...–
–Llevas diez minutos tocando el mismo acorde.–me quitó la púa–Ya pasó.–
–Ah...lo siento.–dejé la guitarra a un lado
–¿Qué te pasa hoy?–su sonrisa me encendió el alma
–Nada, estoy bien...–lo miré, devolviéndole el gesto
–A veces no sé qué es lo que pasa por tu cabecita.–puso una mano en mi pelo y me acarició con ese aire fraternal que siempre tiene
Pero aunque fuera un gesto de amistad...para mí era uno de...cariño y...no sé.
Pero entonces se abrió la puerta, y solo hizo falta una palabra para que la ''atmósfera de amor'' se fuera al garete.
–H...Hola...–
–¿K...Kouki?–parecía que estaba a punto de echarse a llorar, así que Ibuki se apartó de mí rápidamente para ir con él–¿Qué pasa?–sus manos en los hombros de él
–Mi...Minase y yo lo hemos dejado...–
Auch... Dolió solo de oírlo, podía sentir el corazón resquebrajado de Kouki en el aire. Un silencio incómodo le siguió a aquella frase. Hacía un mes que Minase había hecho definitivo su cese de actividades en la banda para empezar a tomar responsabilidad sobre el negocio familiar, pero incluso entonces Kouki y él habían seguido saliendo juntos...
–¿Qué ha pasado?–Ibuki se dedicaba a acariciar la espalda de Kouki, y aunque estaba preocupado por mi amigo en el fondo me sentía celoso porque quería esas atenciones para mí mismo, y no tuve redaños para levantarme de mi lugar
–Dice que...está muy ocupado con el trabajo ahora y...que...no va a tener tiempo para mí...que no quiere seguir conmigo de esa forma...–y se deshizo en lágrimas
–Sssh...–Ibuki lo abrazó–Está bien...–
No podía hacerme una idea de cómo tenía que sentirse Kouki en aquel momento. Su relación con Minase había durado más de tres años, y romperla ahora de esta forma...No iba a levantar cabeza en un tiempo, eso estaba claro...
–Venga... Te invito a tomar un café y me cuentas mejor si quieres...–un tierno beso en la frente de Kouki, y clavé mis uñas en las palmas de mis manos para contener los celos–¿Sí?–y esa sonrisa maravillosa...se la estaba regalando a él
–Gracias...–
–Hikaru, salimos un momento, díselo a Reika, ¿sí?–
–Claro...–traté de ser amable y los vi perderse tras la puerta
A quién quiero engañar, Ibuki siempre ha tenido mucha más confianza con Kouki que conmigo. Cuando le pasaba algo o tenía cualquier problema siempre acudía a él, estaban muy unidos. Y luego estaba yo...a mí solo me hablaba por temas de trabajo o por...no sé, sentía que yo ponía más de mi parte para ''ser su amigo'' que él. Si yo quería hablar con alguien o un abrazo siempre lo llamaba pero...él seguía teniendo esa predilección por Kouki, y yo me acababa enterando por terceras personas -cuando me enteraba- de que había estado triste o lo que fuera.
**
El día había sido un desastre desde el principio. La noche anterior había dormido con Minase en su apartamento, y se había quedado dormido sin siquiera hacer el amor. La verdad es que no lo habíamos hecho desde que dejó la banda. Llegaba muy tarde a casa y no nos veíamos tanto como nos gustaría a ambos...
A las seis de la mañana el despertador empezó a tronar. Minase se levantó de la cama y luché contra mis ganas de dormir un poco más para poder levantarme. Era el único momento del día a parte de la noche en el que podíamos estar un poco juntos y no quería desaprovecharlo. Así que salí de la cama y fui a la cocina con los ojos aún medio cerrados y me senté frente a la mesa.
–Kouki.–una taza de café frente a mí–No podemos seguir así.–
–¿Ah...?–ni siquiera estaba lo suficientemente despierto como para procesar lo que me acababa de decir–Qué dices...–
–Tenemos que dejarlo.–esas palabras cayeron como un jarro de agua fría sobre mi cabeza
¿Dejarlo? No, ¿cómo? ¿por qué? Era algo que no había pasado por mi cabeza ni por un momento, ni siquiera cuando dijo que dejaría la banda. Yo no soy D=Out, soy su novio.
–¿Perdón?–lo miré directamente–Qué dices...–
–Kouki esto no está funcionando...No quiero que seas infeliz conmigo.–
–Pero yo...estoy bien contigo.–
–No no lo estás...no tenemos tiempo para vernos ya ni siquiera...–resopló–Esto no es fácil para mí tampoco...pero tengo que ir a la oficina ahora...–
–¡¿Y me vas a dejar así?!–ni siquiera sabía si estaba más triste o cabreado por su actitud
–¡Kouki!–golpeó la mesa con ambas manos–¡Esto ya no es una maldita relación, asúmelo!–
–...–escucharlo dolía–Me voy...–me levanté y fui a recoger mi ropa, intentando no llorar en el camino, me cambié y salí de ahí sin cruzar más palabras con quien hasta entonces había sido mi novio
Así que al llegar a la sala no pude evitar colapsar, y me pasé media hora llorando apoyado en el hombro de Ibuki cuando salimos fuera a tomar un poco el aire.
–Ssh...ya está...–esa postura para mí era incómoda al ser mucho más alto que él pero simplemente lo necesitaba–No pasa nada..Todo va a estar bien...–
Ojalá pudiera creerte, Ibuki, ojalá... Debe ser fácil para ti...siempre parece que lo tienes todo controlado. Nada funciona a destiempo en tu mundo, cada segundo que pasa tiene sentido al entrelazarse con el anterior, ese aura de hermano mayor protector nunca lo abandona... Porque él ha pasado por donde tú estás y parece saberlo todo. Aunque realmente no es así.
–¿Mejor?–
Había parado de llorar.
–Sí...–me incorporé–Reika se va a enfadar muchísimo con nosotros...–
–Bueno, no importa, toma un pañuelo–me lo ofreció
–Gracias...–me sequé la cara–¿Qué pinta tengo?–
–Un zombie rubio.–
–...No ayudas.–
–Lo siento. Venga, vamos a por ese café, ¿sí?–
**
No sabía cómo sentirme a medida que Kouki avanzaba en su historia. Me daba lástima pero a la vez me sentía algo rabioso por el hecho de que aquella relación no hubiera funcionado, yo mismo había puesto gran parte de mi fe en ellos. Porque si a ellos les podía salir bien a mí también, ¿no? Eran la prueba, y se había roto. No quedaba nada.
El mundo es cruel, la gente cambia y la vida también... A veces no somos conscientes de estos cambios, pero de un día para otro todo a tu al rededor puede desmoronarse, o alzarse de nuevo. Es como un castillo de cartas, todo tan frágil pero a la vez tan imponente a la vista... ¿Hasta que punto puede aguantar algo que has construido con tanto esfuerzo cuando el viento sople? Una relación con alguien requiere tiempo y cuidados constantes para que no se venga abajo, es una de las cosas más difíciles de hacer desde mi punto de vista.
–Ibuki... ¿sigues escuchándome...?–
–¡Claro que sí!–no, la verdad es que no, lo siento, sé que necesitabas que te escuchara pero soy muy disperso
–Ya estás con tus reflexiones de niño listo... Ibuki siempre igual, no hay manera de centrarte en algo.–negó con la cabeza
–Lo siento...solo...me he quedado pensativo...–
–En qué piensas.–
–En que erais la típica pareja de revista que siempre se apoyaba y...que si a vosotros no os ha salido bien a mí ya ni sé.–
–¿Y tú con quién quieres que te salga bien?–a Kouki le gana su lado cotilla a veces, pero si eso le distrae no me importa hablarle un poco de mí–¿Tienes alguna chica en mente?–
–No.–me reí ante aquella idea–Sabes que hace mucho que no.–
–Ibuki ha dejado de tener noches de sexo desenfrenado.–una pausa conveniente–... ¿por alguien especial?–
–¡Kouki! ¡Claro que no!–
–Mucho te has enfadado, eso es que sí.–
–Simplemente no me apetece.–
–¿No tienes ganas de hacerlo?–
–Muchas.–
–¿Entonces?–
–Es que siempre acaba siendo igual de monótono y aburrido...paso media hora con una chica que se asemeja más a un pescado muerto con vagina que a una mujer. La beso, alguna vez si eso me corresponde, vamos a un hotel, la tumbo en la cama, ella no hace nada, así que me canso de los preliminares y se la meto, me muevo un ratito dentro de ella mientras se muere de vergüenza y a otra cosa. Terminamos en seguida y me voy. Ya ni siquiera resulta satisfactorio.–
–Eso es que tienes que probar algo nuevo con ellas.–
–Por favor, se asustan cuando me ven el pene no quiero ni saber que pasaría si saco unas esposas o algo.–
–¿Y un chico?–
–Qué dices ahora.–
¿Yo con un hombre? Eso es nuevo. Supongo que siempre he tenido muy clara mi sexualidad... Siempre he salido con chicas y ha estado bien, no tenía problemas con ellas. Me gustan sus cuerpos, las curvas, las mujeres rezuman sensualidad y magnetismo...aunque si que es cierto que el sexo siempre me ha resultado aburrido. Siempre tan pasivas...quizá simplemente no me he encontrado con las mujeres adecuadas, pero todas mis parejas eran del tipo ''no quiero hacerlo con la luz encendida porque me da vergüenza''. Por el amor de dios... No somos niños... Pero bueno, cada uno es como es y tener sexo con alguien de una forma u otra implica exponerte a esa persona con todas tus virtudes y defectos.
Pero...sabéis qué, ¿chicas? Meter tripa en la cama no resulta follable. Avalanzarte sobre mí a morderme los labios en cambio, sí.