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Más allá. por LunaArlert

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Death Note no es de mi propiedad, pertenece a sus respectivos creadores.

Actualización semanal.

Notas del capitulo:

¡Luna llega con moonblast! (Demasiado pokemon por hoy) 

¡Queridas lectoras! Mientras terminaba de escribir el capítulo siguiente de Se busca se me vino a la cabeza la idea para este y bueno, no pude resistirme.

Mi amor por Newton estrá presente en el resumen, acción y reacción, presentes en absolutamente todo.

Enjoy!

Near observó con un ligero toque de satisfacción en sus ojos la enorme construcción de dados que le había costado toda la mañana construir. Para quien la viera sin prestarle demasiada atención, sólo recordaba a algún edificio, pero viéndole detenidamente, podían darse cuenta que era la estación de tren de King Cross, con todo y el Big Ben ubicado en Londres.

—Vaya construcción —Matt murmuró, levantándose los goggles para ver en mejor detalle las cosas—. ¿No lo crees Mello?

El rubio a penas y miró lo que había hecho para después seguir leyendo su revista recién conseguida—. Sí, sí, muy impresionante —comentó con desinterés, ocultando que realmente estaba impresionado—. Lástima que al final del día, tendrás que guardar todo, ¿no? —lanzó la pregunta, esperando obtener algún mísero ápice de sentimiento.

—Sí, pero no tiene mayor importancia.

Mello se levantó del sillón, aventando la revista al asiento que había ocupado para después caminar sin decir algo más. No entendía por qué de repente se sentía enojado, por qué le importaba tanto que Near no mostrara ningún interés en lo que él decía u opinaba, ¿quería hacerlo enojar en todo momento? O, ¿en verdad no le importaba nada de lo que dijera?

—Que estupidez —murmuró, viendo le ligera nevada que estaba cayendo—. Debería de simplemente ignorarlo —pero no podía, cada que intentaba seguir con su vida como si él no existiera, se encontraba buscándolo por las habitaciones para “molestarlo” a los pocos segundos después.

—Vamos, vamos, Mello, no te pongas sensible —Matt se recargó en la pared a su lado mientras jugaba con una de sus consolas.

—No me vengas a joder.

—Vaya, desde que cumpliste quince te pones más rebelde —sonrió con malicia, disfrutando de la mirada asesina que le enviaba el otro—. Pero te importa, y lo sabes.

—Cállate —zanjó, mirando a Near por si les había escuchado pero parecía estar más interesado en unos dados que empezaban a curvarse.

Matt sacudió la cabeza mientras veía sus músculos tensarse, sabía el interés que su compañero y amigo profesaba por ese extraño chico vestido de blanco, sabía lo orgulloso que era para admitir todo eso, prefería quedarse dos minutos sin chocolate antes de aceptarlo.

—¿Piensas agregarle algo más, Near? —Preguntó cuándo lo vio ponerse de pie y caminar al baúl de juguetes que había en la sala.

—Sí, dados más pequeños —contestó mientras empezaba a remover los contenidos.

Mello suspiró con hastío, parecía que sus preguntas eran menos interesantes—. Como sea, iré a comer algo.

Su mente no lo dejó descansar en ninguna parte del camino, volvía una y otra vez a la pregunta del por qué tenía que pensar tanto en él.

—¿Has escuchado en lo que está trabajando L? —cuando se sentó a la mesa, escuchó a un par de chicos conversar al otro extremo.

—¿Una mafia, no? Algo así había escuchado —el otro contestó, mostrando un toque de preocupación en su voz—. Me preocupa, esos casos son demasiado peligrosos.

—No es tan grande, además de que estamos hablando de L, saldrá bien —el chico le palmeó la espalda, sonriéndole ampliamente.

Mello se preguntó porque no se había enterado de eso antes, pero de cualquier forma, Near seguía siendo el eje de sus pensamientos, muy a su pesar.

[…]

—¡Ah, no lo puedo creer! —Mello volvió, con una cara de molestia más grande que si le hubiesen levantado a las siete un sábado por la mañana. Parecía querer matar al primero que se atreviera a molestarlo.

—¿Y ahora qué? —Matt cerró su consola, preparándose para lo que venía.

—¿De cuándo acá no puedo tomar el chocolate que quiera?

—Ahora entiendo, el fin del mundo —Matt suspiró, echando la cabeza hacia atrás.

—No es un problema mayor, simplemente habla con Roger y lo solucionará.

Ese comentario, pudo haber salido con la mejor intención posible, como un consejo para que su vida no se hiciera más miserable de lo que se sentía en esos momentos. Near, tal vez no pensó que sus palabras pudieran provocar algo que no fuera estar de acuerdo con él pero se equivocó, como siempre, Mello no paraba de sorprenderlo.

—¡¿A ti que te importa?! Mientras tú estés bien, que se joda el mundo —Mello estalló, haciendo que la gran mayoría de niños salieran de la habitación para dejarlo con su arranque—. ¡Claro! No es un mayor problema para alguien con tu inteligencia.

Y lo predecible pasó, pateó con fuerza la construcción, reduciéndola a un montón de dados regados por el suelo.

Una sonrisa de orgullo le adornó el rostro mientras miraba al chico que había quedado con la mano levantada para colocar otro dado, una sonrisa que desapareció al ver el ligero y casi imperceptible brillo de tristeza y decepción que cruzó esos ojos grises que permanecían siempre fríos.

Matt permaneció en silencio, también había notado aquel brillo y, al igual que Mello, no sabía qué decir. Near siempre se había caracterizado por ser casi un robot, las emociones, se suponía, no tenían cabida dentro de él.

Near simplemente se levantó y salió de la habitación, quería despejarse, no pensar en que todo lo que había hecho se había ido a la basura sin estar terminado antes, no pensar en la razón del por qué Mello lo odiaba tanto.

Abrió la puerta del orfanato, sintiendo de inmediato el frío golpear su cara. El patio estaba cubierto totalmente por nieve que seguía cayendo, nieve fresca, fría.  Sin meditar demasiado, se puso los tenis blancos que usaba para andar afuera y salió, sintiendo el cambio brusco en todo su cuerpo y pensando que seguramente se enfermaría por hacer aquello.

 Caminó con cierta dificultad, la nieve era engañosa y estaba un poco más profunda que lo que había pensado inicialmente y tenía que hacer un esfuerzo mayor por desenterrar los pies con cada paso que daba. Sus grises ojos se depositaron en el árbol que le servía de cobija cada que se aventuraba a salir en primavera, su espeso follaje se encontraba bañado en nieve que caía de vez en cuando de las ramas que se vencían bajo el peso de esta—. ¿Qué he hecho yo? —murmuró, según su memoria, nunca le había hecho algo a Mello para que lo odiara. Tal vez era su personalidad apática y fría la que lo hacía desagradable pero, no era su culpa, así era desde que tenía memoria. Simplemente no entendía por qué estallaba en cólera cada vez que él abría la boca. Se preguntaba cómo hacía Matt para provocarlo de distintas manera sin obtener los mismos resultados que él.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchó pasos apresurados acercarse a su posición desde atrás, de inmediato pensó que se trataba de Roger o incluso, Mello, que venían a regañarle por salir con un clima así, por lo que se giró para encararlos, sin embargo no era quien creía.

Dos hombres toscos le miraban fijamente, haciéndole sentir un gran impulso de correr y alejarse lo más pronto posible. Los dos intercambiaron un par de palabras en un idioma que presentaba un vago sentimiento de familiaridad pero que no podía entender en aquellos momentos. Cuando ambos asintieron, los ojos de Near se dilataron ante el avistamiento de ambos estirando los brazos hacia él.

Haciendo un mayor esfuerzo, desenterró los pies y corrió con dificultad hacia la puerta, sintiendo su corazón palpitar con fuerza mientras un miedo puro le recorría. No tenía idea de qué querían esas personas pero en definitiva, no iba a volver para preguntarles. Estando a escasos metros de la puerta, una mano grande tomó un mechón de su cabello y lo jaló hacia atrás, haciéndole retroceder hasta chocar con el pecho de uno de ellos.

Escuchó un par de palabras más en aquel idioma que no conocía mientras luchaba por soltar el brazo que se había enrollado en su cintura para mantenerlo quieto. Sus débiles piernas intentaron patear al hombre hasta que el otro apareció frente a él y las sujetó—. ¡Ayuda! —gritó con todas sus fuerzas, sintiendo más que claras las intenciones de ambos y deseando de verdad que alguien le escuchara.

Palabras inentendibles que sonaban a enojo salieron de los labios de quien lo tenía sujeto antes de que una tela fuera presionada firmemente en contra de su boca y nariz, cortando así su único medio que tenía para un posible rescate. Sus dos manos se movieron hasta la mano para intentar quitarla de encima, enterrando las uñas y jalando para evitar que el dulce aroma hiciera su efecto pero fallando miserablemente ante la poca fuerza que tenía.

La desesperación cayó en él cuándo sintió que sus extremidades respondían menos, era cuestión de segundos para que estuviera a completa merced de aquellos hombres que nunca en su vida había visto.

«Mello, por lo menos, no tendrás que lidiar más conmigo. »

Fue el último pensamiento que le cruzó por la mente antes de caer en la obscuridad de la inconsciencia.

[…]

Mello y Matt no habían cruzado palabra desde que Near había salido de la habitación. La tensión, sumada al regaño que Roger les estaba dando por aquel desorden, les había mantenido con la cabeza puesta en otro sitio. Ahora se encontraban recogiendo los dados para ponerlos en su lugar, uno por obligación, el otro por culpa.

—¡Roger! —un grito desesperado entró en la habitación, haciendo que el aludido frunciera el ceño ante el escándalo—. ¡Roger, Near… rápido!

Con la sola mención de ese nombre, Mello levantó rápidamente la cabeza para mirarlo, sintiendo una opresión nada grata en el estómago.

—¡Cálmate Jayden! ¡No puedo entender nada de lo que dices! —el mayor le puso una mano en el hombro mientras intentaba hacer que este respirara más calmado y hablara con coherencia.

—¡Unos hombres! —empezó—. ¡Unos hombres se han llevado a Near!

Notas finales:

Pese a que Near es mi adoración, tengo una extraña manía por hacerle sufrir. No solo a él, si no a mis cuatro personajes favoritos... no sé por qué y en este fic, le tocará y bastante.

Aquí se habla de la relación entre Mello y Near, el como uno no deja de pensar en él mientras que le otro piensa que lo odia... Matt vendrá a ser un apoyo y L hará su aparición más adelante~

Espero que les llame la atención y ya saben, cualquier duda, sugerencia, declaraciones de guerra y demás, van en un valioso comentario. Ojalá no quieran matarme por esto.

Y ahora, me retiro a dormir porque son la una y media de la madrugada y, por si fuera poco, al estornudar, me he mordido tan fuerte que creo que me he dejado la punta de la lengua sin papilas gustativas...

Ya deliro, acostarse más allá de las doce una semana completa está pasando la factura, en fin, gajes del oficio (?)

¡Nos leemos pronto!


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