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Sentimientos Perdidos por TamashiChiheisen

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Death Note no es mío, es propiedad de Tsugumi ōba y Takeshi obata, los personajes no me pertenecen...

 

 

 

Notas del capitulo:

Hola Hola!

Niñas cómo han estado? les traje mi regalo de navidad por adelantado, jajaja un nuevo fic, estaba pensando en que haré en la actualización del otro (Dos Almas) y se me vino la idea, saltó de mi cabeza y me golpeó en la cara diciendo ¡escríbeme! 

Así que corrí hacia mi escritorio y comenzé a teclear lo más rápido que podía mientras que las palabras salían de la nada, espero que les guste! Nos leemos abajo :3

Enjoy!

Near, el sucesor número uno, descansaba tranquilamente en la sala común del orfanato, acumulando dados de diversos tamaños formando una torre hecha a la perfección.


Al otro lado de la habitación, estaba Mello, el segundo en la línea de sucesión, mirando fijamente al albino que yacía sentado de una manera peculiar armado una torre de aburridos dados, al menos eso pensó Mello, mordió suavemente su chocolate y tragó lentamente el pedazo que bajó por su garganta hasta que desapareció en su cuerpo, recostado en el mullido sillón de la sala común, sin apartar la vista del niño que siempre estaba a un paso de él.


"¿Porqué? ¿Porqué tienes que hacerme sentir de esta manera?" La misma pregunta que se hacía una y otra vez el rubio cada vez que veía a ese enano de reojo.


No podía quitarle los ojos de encima, miraba cada minúsculo movimiento que hacía el pequeño peliblanco aún acumulando los dados en lugares determinados para ya casi terminar su construcción, en esa habitación se sintió una sensación de incomodidad, el niño finalmente había terminado su construcción, se levantó del lugar en el que estuvo las últimas dos horas ignorando el dolor en sus piernas por haberlas dejado inmóviles, retrocedió unos pasos sin darse la vuelta para observar con cierta determinación su maravillosa construcción.


El albino suspiró y se encaminó hasta la salida al jardín, el invierno llegaba, la nieve no tardaría en hacer su aparición, pero el chico necesitaba descansar, después volvería a guardar los dados para no dejar un enorme desorden en la sala, si la estructura se caía, habrían ciertos problemas, miró hacia el cielo viendo la luna aparecer, tan blanca y brillante, observando cómo se mecían lentamente las pocas hojas que cubrían los árboles con el frío viento de otoño. Se alejó más de la entrada perdiéndose en los jardines, se recostó en el tronco de árbol más viejo de todo el lugar y contempló las primeras estrellas que comenzaban a aparecer en el hermoso cielo nocturno.


Mientras tanto aún en la sala común, reposando en el sofá, Mello había terminado su última barra de la tarde, guardó el envoltorio metálico en un bolsillo y se levantó del sillón, caminó unos pasos hacia la estructura que había construido el menor hace un rato y la miró detenidamente, los dados estaban perfectamente colocados, los números cambiaban sus órdenes para disimulas las ventanas, se podría decir que estaba cada cosa en su lugar, chasqueó la lengua y miró hacia la puerta.


"Maldito Near, ¿porqué siempre tienes que ser tan perfecto?" Exasperado caminó hasta la puerta del jardín.


 Miró en todas direcciones buscando lo que quería ver, hasta que lo encontró, a Near recostado delicadamente sobre el seco tronco de árbol, observando totalmente absorto el cielo, la luz de la luna brillaba sobre su cuerpo, dándole un toque delicado y angelical. El rubio casi con la boca abierta se quedó paralizado mirando el cuerpo del pequeño albino, ladeó su cabeza para volver a la realidad y se dio la vuelta para irse de una vez a su habitación.


El pequeño giró su cabeza, le pareció haber visto a alguien en la entrada observándolo, pero al no ver a nadie pensó que era su imaginación, se levantó y regresó a la sala común, y comenzó a quitar los dados de su estructura uno a uno.


El rubio subió las escaleras y se encaminó a su habitación, al entrar escuchó los típicos ruiditos del videojuego favorito de su compañero.


—Hola Mello. —Dijo Matt sin apartar la vista de su pequeña consola.


El rubio no le respondió se tumbó en su cama y observó el techo, suspiró y miró a su amigo sentado en su cama al otro lado de la habitación.


—Matt, ¿te puedo preguntar algo? —Dijo Mello observando el suelo de madera.


—Dime. —Dijo el pelirrojo poniéndole pausa a su juego para prestarle más atención a su compañero que estaba frente a él.


—¿Crees que me gusta Near? —Preguntó finalmente con cierto color rosa en sus mejillas.


Matt miró a Mello con sorpresa, sonrió ladinamente y volvió a prestar su atención a su consola.


—No lo sé, averígualo tú mismo, Mello.—Dijo comenzando a apretar los botones.


Mello  se recostó nuevamente sobre su cama, levantó su mano derecha y apretó su puño.


"¿Averiguarlo por mí mismo?" Se preguntó antes de bajar su brazo. ¿Cómo haría para averiguarlo?


En la sala común Near estaba terminando de guardar los dados que utilizó para crear su torre, al finalizar caminó por el desolado y enorme pasillo del orfanato, caminando hacía su habitación, entró y se sentó en el suelo a jugar con unos de sus robots favoritos.


Cuando se cansó decidió salir, casi nunca duerme y en ese momento no tenía sueño, así que decidió hacer lo de siempre, explorar el orfanato en la noche, caminó por diversos pasillos, se detuvo en la biblioteca al notar que estaba abierta, entró sigilosamente, no podía encender las luces, podría armar un escándalo si alguien lo viese ahí a altas horas de la noche, la luz de la luna entraban por las enormes ventanas de la biblioteca, ofreciéndole una luz natural, recorrió todas las estanterías en busca de algún libro interesante.


Al encontrarlo en una de las estanterías más altas estiró su brazo lo más que pudo haciendo que su blanco y holgado pijama se deslizara por su brazo quedando hasta su codo mostrando la nívea piel de su brazo.


A su espalda un rubio lo miraba quedándose como piedra al ver visto la blancura de su pequeño y delgado brazo, apretó sus puños y movió sus labios.


—¿Qué haces aquí? —Preguntó el rubio aún fijo en el brazo de Near.
El chico se dio la vuelta sorprendido, se relajó al ver a Mello, tomó su libro y se acercó un poco a él.


—Cómo puede ver, estoy buscando un libro. —Dijo el albino con un toque de desinterés.


Esa era otra de las cosas que le llamaban la atención a Mello de él, su actitud inexpresiva, su rostro sin ninguna expresión definida, siempre relajado y tranquilo, le atraía, pero a la vez, le enfurecía.


"Te odio, pero a la vez no..." Pensó dándose la vuelta para evitar el impulso de hacer algo de lo que después se arrepentiría.


­—Buenas noches, Mello —Dijo Near a su espalda.


El rubio tiritó al escuchar otra vez esa suavidad de su voz, levantó una mano como señal de despedida y abandonó a la biblioteca dejando solo al enano que lo volvía loco con solo verlo...


Continuará...

Notas finales:

Yolo, la emoción se siente muy fuerte :3

Jeje, espero que les haya gustado! porfa, déjenme review para crítica, opinión, sugerencia, contraseña de wifi, lo que quieran decir! no les de pena! XD

Nos leemos pronto! Hasta la próxima!

Adiós! ;D

 


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