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Amores imposibles por gaaranosabaku

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Notas del fanfic:

Nuevo fanfic :3 

Tenia tiempo sin escribir y una historia atravesó, no por mi mente, si no por mi vida (:

“En los amores imposibles la esperanza es lo primero que hay que perder”

-Walter Riso

 

“En los amores imposibles la esperanza es lo primero que hay que perder” dijo Walter Riso en alguno de sus libros, muchas veces me cuestione hasta qué punto esto era palabrería, en qué medida amor propio, en qué proporción era egoísmo, en qué medida mediocridad y conformismo y en qué medida era una necesidad.

Mi nombre es Marcos, tengo 21 años y un amor imposible. Es por eso que hasta ahora he podido comprender las palabras que hace años leí.

La frase que Walter Riso escribió tiene un poco de todo, pero sobre todo tiene amor propio, un poco de egoísmo que va acompañado del amor por uno mismo y en absoluto mediocridad.

Hoy después de seis meses deje a esa persona con la que salí, ¿Qué porque le digo amor imposible?, fácil. Yo lo amaba y el tal vez en algún momento también lo hizo, pero no en la forma que yo quería. Si bien es cierto que las cosas se dieron y que por mucho o poco que fuese el tiempo que compartimos, no deja él de ser mi amor imposible. Ese sueño que nunca cumpliré.

Mi relación con Antonio siempre fue difícil, y no solo por los estereotipos de la sociedad. Él y yo no compartíamos nada, éramos polos opuestos, y antes que nada déjenme decirles que eso de que “polos opuestos se atraen” no es más que una manera de aferrarse a lo imposible. No hay nada mejor que encontrar una persona que comparta tus mismos gustos, una persona a la que le apasione las mismas cosas que a ti, en fin. No solo éramos distintos, también teníamos amistades distintas, creencias distintas.

Lo conocí en la escuela, eso es lo único que compartimos, ambos estudiamos economía, durante la escuela solo coincidimos en algunas materias, nunca hablamos, hasta aquel día.

El día que él y yo empezamos a tratarnos fue un día como cualquier otro, nada fuera de lo normal, solo era otra persona dentro de la escuela, cualquier otro compañero… que equivocado estaba.

Mi homosexualidad nunca ha sido un secreto, aunque claro no soy como ustedes posiblemente me imaginen, un afeminado despechado, no. Soy un muchacho como cualquier otro, me gustan los video juegos, el futbol, la cerveza, los cigarros, las motos, los carros y demás cosas que la sociedad piensa que aun gay no le interesan.

Antonio muy por el contrario si es como se lo están imaginando, todo un macho, un hombre que gusta de estar en fiesta, emborracharse, amante del punk, el rock y el ska.

Un día él falto a clases, la verdad es que le tomaba poca importancia así que no había notado su ausencia. Hasta ya algo entrada la noche, cuando yo estaba conectado en Facebook y una venta del chat se abrió. Era él, obviamente preguntando por la tarea. Le conteste como a cualquier otra persona, pero él dijo algo que me sorprendió mucho: “Te invito un helado”… Viniendo de él no podía ser otra cosa que una burla, un macho homofóbico ¿Qué más? Acepte su oferta jugando, acordamos fecha y hora, aunque yo estaba consiente que no se realizaría esa “cita”, aun así le di mi numero celular porque acordó que me mandaría mensaje para confirmar y que nada saliera mal.

El día que él me pidió la tarea fue un viernes, el viernes en que iniciaban las vacaciones de semana santa, por tanto no lo vi durante ese tiempo y tampoco volví a saber nada él.

Para cuando llego el día de verlo, yo tenia planes para salir con mis amigos, aunque he de confesar que nunca perdí la esperanza de recibir ese mensaje suyo. Para cuando dieron las ocho de la noche yo me encontraba en la terraza de un bar del centro, revisaba mi celular cada dos segundos, al final me decidí a apagarlo, total nunca llegaría su mensaje. Cuando volví a prender el celular para reportarme a mi casa, tenía dos mensajes uno decía “Ya mero llegas” y el otro “Estas bien, te paso algo”. El segundo mensaje me hizo sonreír cual estúpido, fue ahí donde empecé a enamorarme… El gran Antonio, el chico malo y rebelde de la escuela se preocupaba por mí. Después de marcar a mi casa entro una llamada, era un número desconocido, aunque diferente al de los mensajes. Conteste, mi sorpresa fue grande cuando escuche su voz, era él. Esa noche dormí con una sonrisa en el rostro ¿podía confiar en él, no?

Entramos a la escuela un día después de eso, compartíamos clase de finanzas, pero él se portó tan frio tan distante, como si no me conociera, reconozco que me dolió, aunque fue solo un poco.

El tiempo paso y el sábado de esa misma semana volví a recibir su llamada, sabía que tenía que negarme, pero para el poco tiempo que había pasado yo ya estaba ilusionado con él tipo malo. Accedí a salir con él.

El primer día que salimos fuimos al cine y por el prometido helado, me la pase muy bien y espero que él igual recuerde nuestra primera cita como algo especial. Cuando estábamos viendo la película, tome una tirita de dulce y la puse entre mis labios, sabía que me estaba arriesgando pero, él que no arriesga no gana ¿cierto?, como sea, coloque el dulce entre mis labios y deje colgando un poco de dulce, toque su hombro y puse mi cara de frente como si fuera a besarlo pero solo le estaba ofreciendo el dulce, se sorprendió un poco pero comió el dulce y me beso, fue un beso corto porque yo me separe ¿me había besado? Un poco desconcentrado seguí “viendo” la película, la verdad es que después del beso ya no le puse atención.

Ya en la noche él me pidió que me quedara con él, obviamente no tome sus palabras como si fueran seria, tiempo después me confeso que era muy seria su proposición de esa noche.

Fue ese día cuando empezamos nuestra relación, él nunca me pidió discreción pero yo supuse que él lo quería así. Ese fue mi primer error con él, suponer. No sé con certeza que tanto él deseaba “esconder” la relación y que tanto era yo el que la escondía.

La segunda vez que salimos ya fue algo más “nuestro”, nunca establecimos que tipo de relación teníamos y en ese entonces me molestaba mucho ¿Era mi amigo? ¿Mi novio? ¿Mi nada?, no quería atosigarlo con ese tipo de “insignificancias” así que ahí estaba mi segundo error, no hablar claramente de nuestra relación.

En la escuela él y yo seguíamos tratándonos indiferentemente, en realidad lo correcto es decir que yo lo trataba indiferentemente, ahí mi tercer error, hubo un tiempo en el que él se acercaba a mi e intentaba hablar, incluso hizo amistades con mis amigos, pero yo siempre lo trate indiferente, como si no me importara y la verdad es que cada uno de esos detalles me mataba, la insistencia con la que intentaba “ser mi amigo” enfrente de todos, al final no lo culpo, él lo intento, pero todos tienen un límite.

Nuestra relación o lo que fuera que tuviéramos continuo, las vacaciones de fin de semestre llegaron y con ello el mundial… Después de vacaciones no nos vimos, hablábamos cada fin de semana, porque él no tenía internet en su casa, así que solo hablábamos los fines de semana cuando trabajaba. Un día sin que yo me lo esperara entre conversación me dijo que quería estar conmigo, esas palabras yo siempre las he traducido de una sola forma “SEXO”, así que un poco incómodo intente darle largas, pero después de días de esa propuesta la verdad es que no podía negarme, lo deseaba, ahora recordando todo no sé si lo quería o no, pero lo deseaba eso no tengo duda alguna, aun lo deseo.

Durante la final del mundial de Alemania vs. Argentina, todos sabíamos el desenlace, todos sabíamos que Alemania de una u otra forma terminaría ganando, la final fue en domingo, así que él tenía internet, decidí arriesgar, empezamos a hablar de que apostaríamos, obvio ambos le íbamos a Alemania, pero termine convenciéndolo de que apostara por Argentina, la apuesta iba a ser pagada con cuerpo… haríamos el amor…

El resultado todos lo sabemos, el ganador fue Alemania, y con Alemania gane yo… quedamos de vernos a finales de julio, la idea era clara “pagarnos mutuamente la apuesta”, nos vimos donde siempre, cuando el llego me saludo con un pequeño beso, aun teníamos cierto pudor para besarnos, como si fuese nuestro primer beso. Me pregunto que a donde nos dirigiríamos, yo no me canse de decirle “no se” aunque me moría de ganas de decirle que quería estar con él. Al final después de preguntar una y otra vez que haríamos dándome la espalda me dijo “¿Quieres que te pague?”, eran tan jodidamente tímido, le dije que si sin más preámbulos, caminos un rato y después de tomar un taxi llegamos a un hotel.

El hotel se encontraba en una zona baldía, solo se veían un par de gasolineras y una casa de construcciones, el hotel era bonito. Cuando entramos pago y subimos a la habitación. La habitación era amplia con un par de sillones uno frente al otro con una mesa en medio de ambas, una cama (obviamente), y un jacuzzi, era hermoso…

Cuando entramos me tumbe en la cama.

-Déjame dormir, tengo mucho sueño.- Le dije.

-¿Quieres que te deje dormir?- Me pregunto en un tono muy pícaro.

Sonreí y acostado boca arriba cerré mis ojos, estaba nervioso, de repente sentí un peso extra encima mío, no abrí los ojos, entonces el empezó a besarme, era un beso distinto a todos los besos que nos habíamos dado antes, este beso no era tímido, era por el contrario, muy apasionado, lleno de deseo. Durante el beso sentí como mi rostro se ponía rojo, todo el calor del mundo se concentró ahí… ahí y en otra parte de mi cuerpo.

La tarde que compartí con él, fue bonita, el sexo no fue realmente excelente, pero éramos nosotros… a mí me había encantado esa tarde, aunque a él no le había parecido del todo agradable. Ese día yo tuve que regresar a mi casa y pocos días después todo era “normal” de nuevo.

La segunda vez que tuvimos sexo, fue en el mismo hotel, con la misma tina de jacuzzi, aunque ahora ambos estábamos un poco más desenvueltos o eso creía yo.

Después de ese día las cosas empezaron a cambiar, el me reprochaba una y otra vez lo mismo.

-Es que tienes que poner más empeño.- Me comento una tarde en la escuela, cuando nadie nos veía.

-¿Más empeño?- Pregunte intrigado.

-Al sexo…-Respondió

Me quede callado… las dos veces que habíamos estado juntos a mí me habían gustado…

-¿No te han gustado?- Le pregunte, sabia esa respuesta, pero aun así necesitaba oírla de él.

-Claro que me gusto, pero aun puedes dar más.- Contesto, en ese momento lo odie y odie la poca experiencia que tenía en el ámbito sexual, me hubiera gustado ser una puta…

La tercera vez que salimos yo pague el hotel, pague la comida y pague todo, ese día pasamos la noche juntos, era entre semana y yo había estado trabajando hasta muy tarde el día anterior en un proyecto, por lo tanto estaba cansado y no le pude rendir como yo esperaba, así que después de ese día no solo me falta empeño, si no también interés…

No sé cuánto llore a partir de ese día, la aparición de su exnovia celosa me había atormentado, la tipa no se cansaba de publicarle en Facebook canciones, mensajes de amor y demás cursilerías que me hubiera gustado hacer yo. Le reclame más de una vez por eso, pero su respuesta siempre era la misma “Ella quiere regresar conmigo, pero yo le dije que solo la quiero como amiga”… No me trago ese cuento. Así que después de miles de publicaciones, decidí que no dejaría que me siguieran viendo la cara de estúpido, y le dije que ya no quería saber nada de él. Pero sus palabras me convencieron de no dejarlo.

Para ese entonces ya teníamos programada una “próxima noche”, pero como estábamos en clases distintas la suya acabo el martes y la mía acababa el viernes, así que le pedí que nos viéramos el miércoles, pero no accedió, dijo que iba a festejar con sus amigos el fin de clases que yo estudiara antes para mi examen. Ese día fue el decisivo, ese día supe que si él en algún momento me había querido ya no lo hacía, me di cuenta que dentro de sus prioridades no estaba yo, así que decidí dejarlo sin decirle nada, pero no quería dejarlo sin cerrar completamente el circulo, así que accedí a salir con él una última vez.

Irónicamente íbamos a cerrar el círculo en la misma habitación en la que habíamos estado  la primera vez, fue una noche “mágica” para mí, así que al día siguiente le dije todo lo que sentía, el hecho de no formar parte de sus prioridades y demás cosas, el acepto que yo lo dejara y así fue.

Ese día lo deje, ahora mientras escribo esto algunas lagrima salen de mis ojos, me duele haber sido tan estúpido, haber caído en un juego absurdo, no haber tenido un poco más de amor propio.

Hasta hace algunos días aún mantenía contacto con él, me hablaba como si me extrañara, como si me deseara, aunque nunca lo dijo claramente, pero su "Exnovia" seguia presente, no se si en algun momento dejo de ser su novia así que hoy he decidido dejarlo para siempre, porque Walter Riso tiene razón, en los amores imposibles lo primero que hay que perder es la esperanza.

 

 

 

Notas finales:

Bueno, es la primera vez que escribo así, con solo el POV, si dialogos... No se que tal les paresca, pero me encantaria saber su opinion.

 

Besos y saludos

 

PD: Basada en hecho reales :P


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