Las miradas de ambos eran tristes, pero nada más se podía hacer.
¿Cómo iban a saber que su amor se disolvería en el tiempo al igual que una lágrima en un vaso con agua?
No fueron tontos, tampoco impulsivos. Tan sólo jóvenes que no esperaban mucho del amor. Ambos pensaron que esa relación duraría unos meses, pero los días felices no los dejaba retroceder, estaban atrapados en una hermosa relación sin fin.
Y quizás fue eso lo que los asustó. Quizás fue por el miedo a la eternidad que JongIn prefirió no ir a la casa de KyungSoo una tarde cualquiera. Quizás fue por miedo a lo inevitable que KyungSoo no esperó a JongIn para irse juntos a casa después del instituto. Finalmente su relación se enfrió lentamente hasta que ambos despertaron dándose cuenta que no podían más.
-Lo siento, no sé qué pasó- Murmuró JongIn.
-Perdóname, debí cuidarte mejor- Murmuró KyungSoo.
-¿Amigos?- El mayor negó con la cabeza.
-Lo mejor sería alejarnos un poco, ya sabes, para que no sea tan incómodo.-
JongIn apartó la mirada, sin poder creer que estuviera pasando aquello. ¿Qué les había pasado?
-No creas que te odio, es solo que me molestaría que hablaran a nuestras espaldas si es que nos ven juntos en éstos días. De cualquier forma, gracias por los momentos vividos. No me arrepiento de haberte amado tanto.-
-Yo tampoco, siempre serás una persona importante para mí hyung. Si algún día me necesitas, ahí estaré. Te deseo lo mejor.-
-Entonces... Este es el "Hasta pronto"-KyungSoo dejó salir una pequeña sonrisa antes de alejarse unos pasos y dar media vuelta para marcharse.
El moreno pudo ver como su -ahora- ex-novio se alejaba de él. Antes no le importaba si es que KyungSoo se marchaba, porque aunque le dolía, sabía que volvería a él, y si no, JongIn iría hacia KyungSoo.
Pero ahora era distinto, KyungSoo se alejaba para no volver hacía él, y él se quedaba ahí para no buscarlo otra vez.
-¡KyungSoo!-
El mayor se dio vuelta ante el llamado. JongIn no se había movido, sin embargo, a pesar de la distancia KyungSoo pudo escuchar las palabras del menor:
-¡No te devolveré los regalos! ¡Tampoco tu ropa en mi casa! ¡Tampoco nuestro anillo de pareja! ¡Pero si quieres te devuelvo todos los besos que me diste!-
KyungSoo rió. El menor nunca cambiaría su coquetería. Con una sonrisa sincera ambos caminaron hacia lados opuestos.
---------------------------------------------------
-¿Es una broma?-
-No, JongIn y yo terminamos ayer-
-¿Por qué?-
-Simplemente... No era lo mismo, ambos lo sentíamos. Lo que nos unía ya no era amor-
-Y... ¿Cómo estás?-
-Bien, nos separamos en buenos términos. No somos amigos, pero tampoco nos odiamos. Estamos dejando que el tiempo haga lo suyo-
-No dejo de pensar que cometiste un error. ¿Lo pensaste dos veces antes de darlo por hecho?-
-Lo pensé mil veces, y llegué a la misma conclusión: Ya no da más-
-¿Y qué si no da más? Quizás la relación no daba más, pero el amor siempre tiene algo para dar.-
-Nos besamos, nos abrazamos, compramos cosas juntos, nos apoyamos en los tiempos difíciles, peleamos, nos reconciliamos, hicimos el amor. No sé, hay algo que nos impide estar juntos-
-¿Qué es eso?
-No lo sé, sólo sé que está dentro de ambos-
-¿Sangre?-
-No es gracioso-
-Lo siento-
-No importa, no soy tu amigo por tu sentido del humor-
-¿Gracias?-
-No hay de que-
Colgó.
----------------------------------------------------------------
Taemin no apartaba la vista de la pantalla, no necesitaba ver los controles para manejar al personaje del video juego. A pesar de que sus ojos miraban la pantalla, su mente estaba en otro lugar fuera de los golpes y combinaciones posibles.
-No lo entiendo- Dijo al aire.
-Aprietas las teclas y golpeas hasta que te maten-
-Hablo de lo que sucedió con KyungSoo-
-Terminamos, eso es todo.-
-Eso es lo que no entiendo- Taemin pausó el juego y se acomodó en el sillón. Miró a JongIn atentamente, analizando su rostro -¿Lo quieres?-
-Si, por supuesto-
-Entonces, ¿Por qué no están juntos?- Preguntó Taemin -¿Él dejó de quererte?-
-No, él tampoco ha dejado de quererme- Respondió JongIn reanudando el juego y comenzando a apretar las teclas del mando. Taemin volvió a pausar el juego haciendo que JongIn suspirara y se acomodara en el sillón dejando el mando en el suelo. Le esperaba un buen interrogatorio.
-¿Por qué no están juntos?- Volvió a preguntar Taemin.
-El amor se acabó, ya no podíamos sostener la relación-
-Pero aún se quieren. Si tú lo quieres y él te quiere ¿Qué mierda esperas?-
-No es tan fácil. No quiero estar en una relación deprimiéndome por no pensar en que hacer para que cada día fuese especial. En algún momento estaba más preocupado de quedarme sin ideas para romper la rutina que en dormir.-
-En otras palabras, es tu culpa- Dedujo Taemin.
-En parte, sí. KyungSoo me confesó cuando terminamos que se sentía presionado en ser el novio perfecto para mí, quería demostrarle a todos que él me merecía. Creo que estaba más preocupado de mi felicidad que de la suya, mejor dicho, nuestra felicidad.-
-¿No has pensado en arreglar las cosas?-
-No, pienso que nos haríamos más daño-
Taemin se cruzó de brazos y lo miró profundamente sin pestañar. Inclinó su cabeza hacia un lado, no apartó la vista de JongIn. El moreno se estremeció de miedo ante la mirada del otro.
-¿Qué sucede?- Le preguntó temeroso. Taemin pestañó para alivio de JongIn.
-Nada, es solo que eres un idiota-
-¿Por qué?- Le preguntó el moreno algo molesto. Taemin se levantó del sillón y se dirigió hacia la salida. Ambos estaban en la casa de JongIn.
-Sólo un idiota le tiene miedo a ser feliz-
JongIn se quedó acompañado del silencio y sus alborotados pensamientos.
----------------------------------------------------------------
Cuando JongIn cruzó su mirada con KyungSoo el lunes no supo cómo reaccionar. No se preocupó mucho porque se notaba que KyungSoo tampoco sabía que hacer.
Ambos esbozaron una tímida sonrisa y siguieron con sus caminos.
Ambos eran unos idiotas.
Ambos tenían miedo.
Sí, quizás estar separados era lo mejor para ellos.
Pero no contaban con el aburrimiento de sus amigos.