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Amores a prueba por prince_erevt

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Notas del fanfic:

Fic creado para un desafio, espero le guste a Misaki Chan. 

La dama se acercó de manera felina hasta donde se encontraba Hiro San, poso delicadamente sus labios sobre los suyos, labios que habían robado su atención durante toda la velada, labios como de seda roja, era tan bella como el chico “especial” del profesor Miyagi y claro que ambos eran igual de hermosos pues eran hermanos. Cabello castaño con un dulce  aroma se arremolino en el rostro de Hiro San, esté ayudo a Risako a bajar el cierre de su vestido, gentilmente bajo la prenda para dejar la espalda descubierta, era una mujer hermosa, piel blanca como marfil pero tan suave como la seda, cálida al tacto, Hiro San rodeo la cintura de la dama con sus brazos, para besar gentilmente los hombros de la dama de seda, esta dejo escapar un quedo gemido. Escoltándola por la cintura Hiro San la guio hasta la cama, Hiro prefirió no mirar su cuerpo, al subirse encima de ella para besar nuevamente sus labios sintió la extraña sensación de los senos de la mujer contra su pecho,  está poso sus manos en la espalda de Hiro San, recorriendo dulcemente su espalda y hasta sus caderas, las manos de la dama eran frías y delicadas no como las de Nowaki unas manos grandes y cálidas, las manos de ese idiota que siempre hacia sufrir a Hiro, las manos no bajaron más allá de sus caderas, Nowaki siempre llegaba a los rincones más íntimos  de su cuerpo.

La dama se había retirado con una gran sonrisa incluso cuando Hiro San rechazo de manera amable el desayuno que esta la preparo, la enorme sonrisa de Hiro se convirtió en lágrimas en cuanto Risako salió de la habitación, hundió su rostro entre sus piernas y comenzó a llorar, lloró como un niño, lloró  por el amor de Nowaki, lloró por la traición de Nowaki, lloró por haber confiado en Nowaki, lloró por Akihiko, y lloró por su juventud perdida, lloró por su fracasada vida, lloró hasta no poder más, lloró por no poder romper las reglas e ir a trabajar aun cuando se sentía pequeñito, en los pasillos de la universidad no veía más que fantasmas, y él estaba aislado, o tal vez era el fantasma y era invisible para todo el mundo.

Al llegar al salón lo vio, al “especial” de Akihiko un chico común y corriente, un alumno que ni siquiera era sobresaliente y sin embargo había robado el corazón de Akihiko, su primer amor, su primer amor no correspondido, Hiro San se sintió vacío, ni siquiera sus amados libros y la literatura lo reconfortaban ahora por lo que decidió  acabar temprano la clase, vio salir a sus estudiantes y comenzó a odiar a la juventud.

Hiro San camino sin rumbo, como un fantasma entre el resto del mundo, hasta que mecánicamente llego a aquel café, frente a la florería donde antiguamente trabajó Nowaki, dio un trago al café y no pudo contener una lagrima.

La puerta del establecimiento se abrió, dejando pasar a Nowaki, el corazón de Hiro San parecía quererse salir de su cuerpo e ir directo al lado de Nowaki, su respiración se entrecorto al ver al oji verde agarrado del brazo de Nowaki, sabía que su actitud era inmadura pero no pudo resistirlo, dejo el dinero de la cuenta sobre la mesa y salió corriendo, Hiro San, escucho decir a Nowaki, pero no podía enfrentarlo, Nowaki lo había cambiado por un chico unos cuantos años más joven que él, además era hermoso, su cabello castaño y ojos verdes resaltaban aún más su angelical rostro, sabía que él no podía competir contra él, pero aun así creía que necesitaba una explicación de Nowaki, sin embargo al mismo tiempo tenía miedo que Nowaki confirmará lo que él ya sabía, Nowaki se había aburrido de Hiro San.

*

Sin dudarlo más Hiro marco el número de Risako y la cito en un exclusivo restaurant, esta acepto emocionada, Hiro paso a su casa a darse un baño y arreglarse para su cita con la dama de seda, se enfundo en su mejor traje, que resaltaba los atributos de Hiro, se miró al espejo y a su pesar se encontró con un hombre bastante atractivo, no quería hacer esperar a la dama y se dirigió al lugar de la cita no sin antes tomarse un Martini. Se encontró con la dama en la entrada del establecimiento, está rodeo su brazo con sus manos de la misma manera que el oji verde con Nowaki, Hiro era consciente de todas las miradas sobre ellos, que linda pareja, alcanzo a oír a la lejanía, el comentario lo hizo sentir bien, ayudó a sentarse a la dama, trascurrió una agradable velada al son de una música baja, un par de copas de vino y Hiro y Risako eran el centro de atención en la pista de baile, se miró al espejo y tanto él como Risako eran atractivos y lucían bien juntos, le sonrió a la dama quien lo besó, un beso casto pero firme, un poco tímido como en los cuentos de hadas, y Hiro San se sentía como el príncipe de la historia.

Un baile más y otra copa, Risako, ¿quieres ser mi novia?, por supuesto que si respondió la castaña, un baile y otro más, una copa de vino y otra, un beso de cuento de hadas, el chofer de la dama se la llevo dejando a Hiro en un parque cercano a su apartamento, la luz de la luna iluminándolo, el frio viento y una nube que oscureció todo le dijeron a Hiro San que no estaba en un cuento de hadas y que ahora tenía una novia.   

 


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