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Café a medias por StrawberryMilk

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Notas del fanfic:

(Personajes de Iwatobi Swim Club serie propiedad de sus autores y KyotoAnimation)

No se permite la reproducción total o parcial del la siguiente historia sin consultar al autor.

Antes de comenzar necesito aclarar que la siguiente historia es originalmente una historia original (valga la redundancia) por lo que las personalidades de los personajes no son del todo canonicas a las mostradas dentro del manga y anime de Free!

 

Notas del capitulo:

(Personajes de Iwatobi Swim Club serie propiedad de sus autores y KyotoAnimation)

No se permite la reproducción total o parcial del la siguiente historia sin consultar al autor.

Antes de comenzar necesito aclarar que la siguiente historia es originalmente una historia original (valga la redundancia) por lo que las personalidades de los personajes no son del todo canonicas a las mostradas dentro del manga y anime de Free!

 

El mundo siempre se encuentra a medias, eso es algo observable en los aspectos más primitivos de la conducta humana, basta con ir a una cafetería y observar uno de esos curiosos menús con estampados <<old-fashioned>> de color marrón que están tan de moda. Puedes ver toda clase de mezclas extrañas, combinaciones que se fueron dando con el tiempo. En el pasado, un café era sólo agua caliente con un toque de semillas  de sabor amargo con un poco de azúcar, algunos decidieron que aquello era demasiado simplista, así que agregaron leche y surgió el tan aclamado “latte”, para llegar a las interminables versiones que tenemos hoy en día como;  vainilla francesa y frambuesa salvaje.

Las personas a su vez, no son tan diferentes al café.  Rin era un chico muy al estilo café negro, de sabor amargo y con un dulzor apenas distinguible después de un par de “tragos” de su compañía, pero aun con eso  una base maleable. Sus zapatillas deportivas gastadas delataban que rondaba los 23 años y a diferencia de muchos de sus amigos seguía viviendo con sus padres, lo cual de cierta forma le frustraba aunque podía vivir con ello, él miraba el mundo a través de un grueso par de gafas que se empañaban con facilidad en los momentos más inoportunos.  Era ya 25 de abril y con ello se cumplían ya los 6 meses de haberse graduado de la universidad, realmente era duro conseguir un empleo, se repetía a su mismo mientras caminaba sin rumbo por las calles de su ciudad.

Su vida apestaba, de eso estaba seguro, siempre lo había sabido. La tarde caía mientras el pateaba una roca por el pavimento mientras recapitulaba todas las vivencias de su corta vida. Jamás había destacado en nada; deportes, artes, calificaciones, era lo mismo con todo, se sabía un completo mediocre. Los buses le pasaban silbando por un lado yendo al doble del límite de velocidad de la avenida, las luces de los restaurantes de comida rápida y del casino cercano eran los que le alumbraban la vereda.

En total 10 semestres de carrera invertidos para terminar siendo un desempleado, aquello no era para nada lo que se había imaginado el día que entro a la universidad, aunque de cualquier forma había entrado a ella para evadir su inminente responsabilidad sobre…

-          ¡CLAC! – Un sonido estridente le saco de sus pensamientos y girándose vio a un grupo de chicos que bramaban desde un auto gritando tonterías sin límites que no podía entender del todo por el sonido del tráfico, le habían lanzado una piedra que afortunadamente termino por golpear el poste de metal que tenía a un lado.

Dio un suspiro más al notar aquello, rebuscando en su bolsillo saco su teléfono móvil para ver la hora, 7:45 pm ¡Llegaría tarde! Comenzó a correr cuanto pudo y finalmente llego a su destino, el “Litérafe” una cafetería rustica de su ciudad, jadeante se presento en la oficina del gerente con quién había concertado una citá, le entrevistaría para el trabajo de mesero, puesto que no podía soportar más el sentirse como una carga para sus padres.

Litérafe era un sitio agradable para visitar, un concepto nuevo si así quieres nombrarlo, en realidad no era cosa de otro mundo, solo la fusión de dos negocios locales en peligro de cierre, la librería Mérida y el café “D’Verne” . El local contaba con dos pisos, uno interior cerrado en donde también se encontraba el área de preparación de alimentos y la terraza superior. Sin duda alguna el paraíso de los amantes de beber café o té mientras   se lee un buen libro, el cual podías llevar ti mismo  o tomar de la biblioteca privada del lugar.  Además de esto Litérafe siempre tenía los brazos abiertos para artistas locales que deseasen darse a conocer, lo cual lo había convertido en un lugar muy recurrido por adolescentes y jóvenes adultos.

 El <<manager>> le observaba fijamente e Rin solo atinaba a mantener sujetas sus manos para no llevárselas a la boca y morderse las uñas, un molesto hábito que desde siempre había tenido.

-          Universitario dices entonces… licenciado en literatura universal… hahaha, ¿No crees que te estas equivocando? Digo,  aquí la gente viene a leer y tomar café, no a escuchar críticas sobre sus libros ¿Me explico?

Rin escucho todo aquello con atención y aunque le desagradaba aquel todo de voz, asentía condescendientemente cada cuanto, no podía evitar ser endemoniadamente políticamente correcto, era algo que le habían inyectado en la sangre. Se relamió suavemente los labios y contesto de la forma más educada.

-          Estoy consciente de que mi perfil profesional no es del todo acorde a este trabajo, pero me gustaría acercarme a esta área laboral pues creo que será un aporte vivencial bastante provechoso para mí, le puedo asegurar que haré todo lo posible por ser un buen empleado, además necesito el dinero.

El gerente le observo un tanto titubeante, mientras daba un par de hojeadas más al curriculum que tenía sobre sus manos y estirándose un poco lo entro al chico que tenía ante sí para observarle directo a  los ojos por un momento.

-          Vale, te daré el puesto pero estas aprueba universitario, pasa con Lola para que te de tu uniforme y comienzas mañana mismo, estarás en el puesto de mesero, pero puede que te utilice también para los inventarios. – dijo para después dar un hondo trago a una taza de café con el logo del lugar.

Rin sonrió ante aquella respuesta, al menos así tendría algo de plata y no tendría que escuchar más a su padre reclamarle por su falta de “apoyo” al hogar. Salió de la oficina directamente hacia su casa, miro su móvil, 8: 30 pm, la familia seguramente ya estaría cenando y le reñirían por no estar a tiempo para la oración por los alimentos. Dicho y hecho entro a la casa lo más silenciosamente posible. La voz de su padre resonaba por toda la habitación, mientras con voz ronca y fuerte pronunciaba una plegaria hacia dios, pidiéndole que bendijese los alimentos y les resguardara de todo mal, para dar cierre con un amen que fue contestado a coro por todos para comenzar a comer.

 Su madre había preparado un estofado de vegetales con carne, haciendo un gesto interno de desagrado, él tenía ganas de pollo frito. La cena transcurrió sin pena ni gloria y al terminar lavo su plato para irse a la cama. Su habitación era su recinto sagrado, el único sitio en el cual se sentía realmente a salvo y libre de forma genuina, sólo él sabía cuántos escondites secretos había en aquella habitación, que resguardaban con recelo todos sus secretos acumulados con los años.

Se lanzó a su cama junto a un suspiro profundo, teniendo como visión “la pared del cielo” que era en realidad el techo de su cuarto, convertido en una mini galería de fragmentos de poemas de diversos autores, los cuales estaba seguro, habían sido sus vidas pasadas, algo que jamás se atrevería a confesar, pues le tomarían por loco en el mejor de los casos. La noche hizo su efecto obligándolo a dormirse sobre sus mantos y despertándolo con brusquedad al marcharse dejándolo a merced del sol.

El despertador gritó al ritmo de “Let me hear” de  Fear, Loathing In Las Vegas

“all them be enemies, maybe they do say i'm coward, did i said it
thinking that, someday we will, beat them down”

(Todos ellos son enemigos, quizás digan que soy un cobarde,  He dicho que pienso que algún día los derrotaremos.)

Y estirándose Rin lo calló. Con pereza se colocó el uniforme y las gafas, bajando para desayunar un cereal con rapidez, yéndose directo hacia el trabajo.  Tenía tanto por aprender, su primera semana de trabajo se fue entre capacitaciones y hacer mandados para el manager, dejándolo hecho un trapo, pero listo para la batalla. Pesé al cansancio que sentía, no se seria con el derecho a quejarse, pues realmente estaba gustándole aquel sitió, su quietud y dinamismo era una mezcla extraña en realidad que le hacía sentir como si hubiese viajado a otra dimensión.

La segunda semana sin embargo no fue tan movida físicamente hablando, estaba habituándose al trabajo duro de un mesero, pues nunca faltaba el cliente difícil que no dejaba propina o el que intentaba irse sin pagar. Aquello le resultaba sumamente frustrante, pues aunque siempre intentaba sacar su carácter, este parecía estar más atorado que el culo de Winnie the Pooh al intentar meterse a la  madriguera del conejo. Siempre era lo mismo, podía estar harto, pero esa maldita media sonrisa se mantenía engrapada a su rostro.  En ocasiones al verse al espejo, llegaba a imaginarse que se sentiría poder quitarse el rostro y cambiarlo por otro a voluntad.

-          ¡Hey! Universitario, tienes una orden, ven acá. – Grito Claudia, la supervisora de turno y cajera al verle embobado limpiando la misma mesa por más de tres minutos. Era una orden sencilla, un café negro, con una media copilla de leche por separado más una magdalena, el combo del día.

-          ¡Eh! ¡Ah, ya voy!

Rin tomo la bandeja con firmeza, la mesa número 10 tendría un excelente café en menos de un minuto. O aquello habría sido lo ideal, pues al llegar a la mesa correspondiente, por poco deja caer la bandeja al momento que su corazón parecía querer estallar como una bomba y es que jamás espero toparse con algo semejante en su vida…

Notas finales:

¿Qué les ha parecido? me gustaría mucho leer sus opiniones, consejos, criticas y sugerencias~ pues con estas alimento a mi Dragón Pancho~ y si no tengo pues se muere de hambre (?)


Muchas gracias por leer!


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