Era una bastante tranquila tal vez algo fría pero aun asi me parecía sumamente hermosa.
Manejaba al bar que Isaka me indico, vaya parece que para lo único que es bueno mi jefe es para hacer fiestas.
Se preguntaran para que es esta fiesta, bueno, la fiesta según el idiota de mi jefe es para celebrar que el departamento Esmerald del cual soy editor en jefe, salió del abismo del que se encontraba, haciéndose un de los departamentos más productivos de toda Marukawa Shoten
Mi nombre es Takano Masamune, tengo 23 años, eso me convierte en el editor en jefe más joven, tengo una novia, llevo cuatro meses saliendo con ella, es linda debo de admitir, la quiero pero sin embargo no la amo.
Llegue al bar, entre encontrándome con todo el equipo Esmerald, se notaban felices, al parecer ninguno estaba borracho aun, también estaba Isaka junto a su secretario.
- Takano-san – dijo Kisa – al fin llegas.
- Lamento la tardanza – conteste mientras tomaba asiento.
- No importa, acabamos de llegar de todos modos – dijo Hatori.
- Al parecer ya están todos – dijo Isaka sonriendo – entonces ya podemos empezar a beber.
Después de esa pequeña conversación comenzamos a beber, sin darnos cuenta se había hecho bastante tarde, yo no bebí demasiado traje mi auto así que tenía que conducir, debía de mantenerme consciente, y creo que fui el único que pensó de esa forma porque los demás…
- Yukina… hip… dame un beso – decía Kisa completamente borracho mientras abrazaba a Mino, quien se notaba sumamente incómodo.
- Ya te lo he dicho… hip… no me llamo Yukina – dijo Mino mientras apartaba levemente a Kisa.
No pude evitar reírme al igual que Hatori, quien al igual que yo estaba lo suficientemente consiente como para conducir.
- Ya dejen de reírse – dijo Mino algo molesto porque nos burláramos de la incómoda situación en la que estaba.
- Perdón – contesto Hatori – creo que será mejor que me vaya, ya es tarde
- Nosotros... hip… también nos vamos – dijo Isaka mientras hacía en intento de levantarse, suerte que su secretario lo sostuvo antes de que callera.
- Será mejor que lleve a Kisa a su casa – dijo Mino.
- ¿Eh? Yukina… hip… ¿Ya nos vamos? – dijo Kisa que ni se podía mantener de pie
- Que no soy Yukina – dijo Mino con aun sonriendo pero con un aura negra rodeándolo.
- Nos vemos – dije en modo de despedida.
Me levante de mi lugar para salir del bar, estaba caminando cuando choque con alguien.
- Fíjate por dónde vas – exclamo molesto un castaño de ojos verdes, era más bajo que yo, de piel ligeramente más morena que la mía, también parecía más joven que yo como de 17 tal vez 18 años.
- Lo siento – me disculpe, ni sabía porque lo hacía si él también tenía algo de la culpa, el castaño estaba ligeramente sonrojado supuse que había bebido un poco
- No importa, perdón, yo también estaba distraído –dijo algo más calmado desviando la mirada.
- ¿Estás solo? – pregunte, de alguna manera el chico me atraía, era demasiado “lindo”
- Si, vine a beber con unos amigos pero ya es tarde, estaba a punto de irme – explico alzando la mirada nuevamente dejándome admirar sus hermosos ojos verdes.
- Entonces te invito a beber algo – le invite mientras lo tomaba ligeramente del brazo para llevarlo a la barra de bebidas sin importarme si quería o no, ni loco dejaría pasar una oportunidad como esa.
- De acuerdo pero solo una – cedió mientras se dejaba arrastrar por mí.
Una vez que nos sentamos y pedí una bebida para el castaño
- Oye ¿No vas a beber? – pregunto al ver que solo había pedido de beber para él.
- No, tengo que conducir, además ya bebí demasiado – me excuse el me miro extrañado por un momento, tratando de descifrar si le ocultaba algo.
- Ok – contesto sonriente mientras tomaba un trago de su bebida – no has dicho ¿cómo te llamas?
- Takano Masamune – conteste – y tú ¿Cuál es tu nombre?
- Onodera Ritsu – respondió mientras se acababa su trago.
- ¿Quieres otro? – pregunte.
- Si – contesto, cada vez se veía más borracho.
- como tú digas – pedí otro trago.
Así paso la noche, Ritsu tomaba cerveza tras cerveza, cosa que a mí me gustaba, era muy lindo e inocente, eso me convenía, también hablábamos, me entere que tenía 18 años, estuve cerca de atinarle a su edad, estaba estudiando en la universidad de Tokio, pero al parecer se iría a estudiar a una universidad en Inglaterra, lastima.
- Takano-san… hip… ya me ten… hip… go… que… hip… ir – apenas y podía hablar de lo ebrio que estaba.
- Te llevo – le sugerí.
- De acuer… hip… do – contesto.
Vaya, pensé que sería más difícil, subimos al auto y comencé a conducir.
- Takano-san… hip… ¿Adónde… hip… me llevas? – al parecer ya se dio cuenta.
- A mi apartamento – conteste como si fuera lo más obvio del mundo.
- Pero… hip… dijiste que me… hip… llevarías a mi casa – me reclamaba por mi pequeña mentira.
- Mi casa está más cerca – le acaricio el cabello – además solo será por hoy, en la mañana te llevare a tu casa si es necesario.
- Está bien… hip… Pero solo por hoy – contesta hundiéndose en el asiento de copiloto.
Después de un tiempo llegamos al edificio en el que vivo, estaciono el auto, bajo de él, y ayudo a Ritsu a bajar, el pobre ni siquiera puede ponerse de pie, tomamos el ascensor, bajamos en mi piso y entramos al departamento
- Donde… hip… estamos – lo tomo de la mano llevándolo a mi habitación.
- En mi casa – respondo, entramos a la habitación y lo aviento en la cama colocándome encima de él.
- Takano-san… que hace… mng…- no lo dejo hablar y comienzo a besarlo.
Al principio opone resistencia pero luego se deja llevar correspondiendo el beso, sus labios saben a una combinación entre dulce y alcohol, comienzo a acariciarlo dándome cuenta de lo delgado y frágil que es su cuerpo, como el de una chica, abandono sus labios, comienzo a lamer y morder su cuello, mientras llevo una mano hacia sus pantalones para quitárselos, noto como su cuerpo tiembla y se eriza ante mi contacto, se nota que es virgen, dejo de lamer su cuello y le quito los pantalones junto con su bóxer, al igual que su camisa dejándolo desnudo.
- Ah… -suelta un gemido al sentir que aprieto uno de sus pezones.
- ¿Quieres que pare? – la verdad no quería forzarlo a nada que no quisiera.
- No – responde de inmediato, cosa que me sorprende – bueno… yo… digo… si quieres hacerlo... está bien – esta sonrojado no sé si es por el alcohol o por vergüenza, me quite toda la ropa que tenía puesta y le mostré tres dedos.
- Lámelos – le ordene, el comenzó a lamerlos de forma erótica logrando que me excitara más.
Saque mis dedos de su boca cuando sentí que estaban bien lubricados, separe sus delgadas y suaves piernas colocándome entre ellas, metí un dedo en su entrada.
- Ah…duele… - se quejó en voz baja mientras mordía su labio inferior.
- Descuida pronto se sentirá mejor – aumente otro dedo, para después agregar el tercero, cuando sentía que ya podía meter mis dedos con facilidad, los saque
- Ahhhhh… -- lo penetre de una solo estocada, espere a que se acostumbrara, movió sus caderas ligeramente dándome a entender que podía continuar, comencé a embestirlo al principio lento pero aumente las embestidas haciéndolas frenéticas – ahhhh… ngh… ah… ah – era lo único que salía de la boca del castaño, abrazo mi cadera con sus pierna –ahhh… mas… mas... AHH… ahhh... me vengo
- Yo también –
- AHHHHH – dio un gran gemido al mismo tiempo que se venía entre nuestros vientres, sus paredes internas se contrajeron apretando mi erección haciendo que me corriera en su interior.
Salí de el con cuidado, me recosté a su lado tratando de normalizar mi agitada respiración. Era el mejor sexo que había tenido hasta ahora.
- ¿Te encuentras bien? – pregunte volteando a ver al castaño, me preocupaba el haberlo lastimado.
- … – no recibí respuesta me incorpore un poco para verlo, ya se había dormido, se veía tan lindo dormido, hice lo mismo que él y me quede dormido.
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Me desperté algo tarde, gire mi vista hacia el lado opuesto de la cama encontrándolo vacío.
El castaño ya se había ido, divise una nota en la mesita de noche, la tome y comencé a leer.
“Gracias por todo y disculpe las molestias”
Al parecer se fue apenas despertó, aunque debo de admitir que me gusto lo de anoche a pesar que fue mi primera vez con un hombre, no sé qué me paso jamás había hecho algo así, pero es que era tan lindo y estaba tan vulnerable que no me resistí, hasta ni me importo el hecho de que tengo novia, bueno ya es tarde será mejor que me vaya a trabajar lo más seguro es que todos estén con resaca el día de hoy, especialmente Kisa.
Espero algún día nos volvamos a ver Onodera Ritsu.
Continuara…