Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quisiera aprender a olvidarte. por Babusita

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No es mi primer fic publicado,

Todos los personajes son inventados por mí, al igual que la historia. ^-^

 

 

Notas del capitulo:

Espero que sea de vuestro agrado. La historia y los personajes son todos inventados por mí, así que estoy feliz de poder compartirlo. ¡Disfruten leyendooo~!

Se supone que las graduaciones son algo bonito. Al fin has terminado el bachiller y podrás trabajar, o ir a la universidad que hayas elegido. Sí… algo ‘’bonito’’…

Salí de casa exactamente a las ocho menos cuarto. Era el último día de clases y deseaba llegar a tiempo. En cuanto llegué al instituto, le recibí con una sonrisa. Ahí estaba, mi gran amigo… Esperándome, como siempre. Me acerqué a él, observándole de los pies a la cabeza. Para mirarle a la cara, necesitaba ponerme de puntillas. Me percaté de cómo arqueaba una ceja y entonces, me dio un suave toque en el hombro. Como todas las mañanas.

-Ryo-kun… -Murmuré bastante feliz de que estuviera allí de nuevo.- Gracias por venir.

-Vamos, Kou… -Dijo con una sonrisa, mientras empezaba a caminar hacia el gran edificio.- Sabes que todas las mañanas estoy aquí, esperándote.

-Por eso es que te agradezco.

-Entonces, yo debería de agradecerte todos los días.

-¿¡Eh!? –Exclamé- ¿Por qué?

No obtuve respuesta. Aizawa Ryosuke, un apuesto chico que repitió varias veces la secundaria. Él era frío y cruel con todo el mundo. Excepto conmigo. Es por eso que todos los días me pregunto: ¿Por qué?

Conocí a Ryosuke en mi primer año de bachillerato. Entré nuevo a este instituto ya que mis padres se habían divorciado y mamá y yo nos tuvimos que mudar. Desde el principio, no encajaba bien con mis compañeros y jamás logré hacer un amigo. Así pasé el primer trimestre: Solo. A mediados del segundo, en la biblioteca, le conocí. Estaba intentando alcanzar un libro y él lo hizo por mí. Suena bastante cursi, pero yo me sentí la persona más imbécil del mundo. Desde ese momento, se mete con mi altura. No es que yo sea bajo, sino que él es alto.

-¡Kimura Kou! –Interrumpieron mis pensamientos de tal forma, que incluso me asusté. Cuando me percaté de que quien me llamaba era una chica, me sorprendí aun más. Ryo y yo acabábamos de entrar en el instituto y nada más hacerlo, una panda de chicas me estaba acosando. Una de ellas, la que me estaba hablando, la más bajita pero guapa de todas.- ¡Kimura Kou! –Repitió.- ¡Tenemos que hablar!

-¿C-Conmigo? –Dije muy nervioso, negando varias veces. Estaba seguro de que fue una equivocación.- No sé quienes sois…

-Pero nosotras sí sabemos quién eres, y…

-… Suéltalo ya. –Interrumpió Ryo- Eres molesta.

Aquella chica se quedó totalmente ruborizada cuando escuchó la voz de mi amigo. No sabía de qué iba todo aquello, pero deseaba irme ya.

-Kimura. Te espero en el descanso del almuerzo aquí mismo, ¿entiendes?

Antes de que pudiera decir nada, Ryo ya se había adelantado y estaba subiendo las escaleras que conducían a las aulas, entre toda la gente. Asentí mirando a la chica y salí corriendo detrás de él.

El transcurso de las clases fue lento, y cuando llegó la hora del descanso se me abrió un mundo. Mientras todos se levantaban para irse, yo esperaba a que Ryo volviese de la cafetería. No tenía intención de hablar con esa chica, no me gustaba cómo la gente me trataba. Había sido tan manipulado por las personas, que ya no confiaba en nadie. En nadie, a excepción de Ryo.

Me bastó con esperar unos diez minutos, cuando él ya estaba en la puerta, haciéndome un gesto para que pudiésemos irnos. Me levanté y fuimos al sitio de siempre: La azotea. Allí, no solía haber gente, pero por si acaso, siempre íbamos a la parte trasera, donde nadie pudiera molestarnos. Me senté a su lado, apoyando mi espalda en la pared. No hacía demasiado calor esa mañana, pero bajo la sombra se estaba mejor. Me pegué a su cuerpo, notando un rubor en mis mejillas.

-Kou… ¿Qué quería aquella chica? ¿La conoces?

Le miré a los ojos negando varias veces con la cabeza. Ryo dejó la bolsa que trajo de la cafetería en un lado y posó sus suaves manos en mis mejillas. Fue acercándose a mi rostro y entonces, el contacto de sus perfectos labios hizo que relajase totalmente mi cuerpo. Estaba enamorado de él desde que había entrado a este instituto, y cuando me confesé hace tan solo unos meses, él no me respondió. Sentí sus profundos ojos verdosos clavados en mí, pero no dijo nada. En ese momento, estábamos en su casa. Cuando quise irme al pensar que eso significaba que no era mutuo, cogió mi brazo con fuerza y me tiró a la cama. Me besó, fue mi primer beso. Jamás me había sentido tan bien como ese día. Después de eso, sentí su lengua en mi boca, y luego… Luego Ryo me hizo el amor. Al principio fue muy doloroso, pero poco a poco lo único que sentía era placer.  ¿Por qué Ryo era tan amable conmigo? ¿Por qué decidió quererme a mí?

-Kou, ¿estás bien? Últimamente te veo sumergido en tus pensamientos a todas horas.

-Ryo… -Dije.- ¿Qué va a pasar después de la graduación?

-¿Después de la graduación? ¿A qué te refieres?

-Una vez me mencionaste que, aunque no fuese en cuanto acabaras el instituto, deseabas irte de aquí. Y trabajar con tu tío en otra ciudad… Eso dijiste.

-Ya se verá, Kou. No todo sale como se dice desde el principio. Pueden pasar muchas cosas.

Aunque no acabó de convencerme, me conformé con esas vacías palabras y le di la razón. Llegó la hora de volver a casa. Menos de un día para la graduación. Esperé fuera a Ryo, ya que su papel de delegado hacía que se tardara muchas veces. Tras unos minutos, sentí a alguien detrás de mí. Me giré entusiasmado, esperando ver su perfecto rostro. Pero no era él. Se trataba de la chica que me había hablado esa mañana, pero esta vez estaba sola. Y parecía deprimida.

-Kimura-kun…

-Lo siento. No fui a donde me dijiste.

-No importa. Ya me lo suponía, viniendo de ti.

-Entonces… ¿qué querías? -Pregunté, ahora con algo de más curiosidad por el simple hecho de que hubiese venido hasta mí.

-Tienes mucho contacto con… Aizawa, ¿verdad?

-¿Aizawa…? –Murmuré, ya que no estaba acostumbrado a llamarlo por su apellido- Sí, ¿por qué?

-¡Genial! ¿Podrías darle esto? –Me preguntó mientras me entregaba un sobre color rosa, perfumado- Resulta que mi mejor amiga, Yui-chan, está enamorada de él. Al parecer, tienen bastante en común y son amigos, así que… Bueno, ella no se atreve a dársela, y yo no me llevo con Aizawa. Así que pensé que tú podrías dársela.

Me quedé unos segundos en silencio, observando aquel sobre. No me hacía gracia la idea, así que pensé en buscar alguna excusa, pero cuando quise decirle algo, salió corriendo, lo que me dejó extrañado. Cuando miré al frente, divisé a Ryo saliendo al fin. Aquella era la razón por la que se fue. En seguida, guardé la carta en el pequeño bolsillo de mi cartera. Cuando estuvo frente a mí, revolvió mi oscuro pelo.

-Kou, perdona por hacerte esperar de nuevo. ¿Vamos a casa?

Cuando llevábamos más de la mitad del camino recorrido, me estaba angustiando a mí mismo con el asunto de la carta de amor. ¿Debía dársela? No sé si antes de salir conmigo Ryo había estado con alguna chica. ¿Y si me dejaba por ella…? ¿Qué tipo de chica sería? ¿Guapa? ¿Alta…? No tenía ni idea.

Llegué a casa aun con esos pensamientos inútiles en mi cabeza. Solté un suspiro mientras sacaba mis llaves y le daba la espalda para abrir la puerta.

-Hoy no creo que me quede un rato en tu casa.

-Eh… ¿Por qué no? –Me quejé, girándome para mirarle.

-Tengo cosas que hacer. Además, estás muy raro…

-No estoy ra…

-Kou, está bien. Deberías ir pensando si realmente vas a decirme qué te pasa o no.

-¡No me pasa nada, Ryo!

-Nos vemos, Kou.

Me quedé parado hasta que finalmente dobló la esquina del final de la calle y no pude verlo más. Lo único que me pasaba, es que estaba preocupado de nuestra posible separación. Pero no sería capaz de decírselo… nunca.

Notas finales:

¡Espero que les haya gustado! Actualizaré cuando me sea posible. ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).