-Key... vamos, déjalo ya- decía su mejor amigo Taemin, al ver que lo del rubio se había vuelto obsesión- llevas AÑOS intentando conquistar a Minho de todas las maneras posibles y nunca te da el mínimo resultado- se quedó pensativo un momento, con el dedo índice en el labio inferior y mirando al suelo- de hecho, creo que te ignora más- ahogó una carcajada.
-Ash... baby, que pesimista eres- el rubio salió del baño de su muy rosa habitación y se paró al frente de su espejo de cuerpo entero- es sólo que... le gusta hacerse del rogar- se observó detalladamente, dándose el visto bueno con una sonrisa- y presiento que pronto lo conseguiré- se voltió a ver a su amigo.
-¿No es más realista pensar que es heterosexual y por eso no te hace caso?- Key frunció el ceño.
-Te gusta aplastar mis esperanzas, ¿verdad?- el estaba estaba seguro de que conquistaría el corazón de ese dios griego exiliado del olimpo.
-¡Eso no es verdad!. Es sólo que no quiero ver que te estrelles contra un muro de concreto y resultes lastimado- Tae hizo un puchero muy adorable, se paró de la gran cama donde estaba sentado y fue a abrazar a su querido rubito- yo te quiero mucho omma- dijo con tono infantil, sacando una sonrisa a Key.
-Y yo a ti baby, pero vámonos rápido que se nos hace tarde- el castaño deshizo el abrazo y ambos tomaron sus mochilas para salir del departamento de Key rumbo al auto de Taemin.
Cuando Key cumplió 16 años, su madre le regaló un lujoso departamento en una zona de clase alta....su padre no quedándose atrás le regaló un auto igual de lujoso. Ellos llevaban muchos años de divorciados, pero siempre competían para ver quien obtenía más amor de su adorado hijo. Key los amaba por igual, pero se divertía observando sus comportamientos infantiles y además salía bien beneficiado. Lo único malo es que no podía hacer uso de su lindo auto, ya que no era buen conductor, de hecho, era un peligro para la sociedad, pero el siempre alegaba que todo se le atravesaba, y eso no le bastó para conseguir su licencia. Así fue como terminó dependiendo de su querido TaeTae para que lo llevase a los lugares y este gustoso aceptaba.
Ya en el estacionamiento de la escuela ambos bajaron del flamante auto rojo de Taemin, ganándose miradas y suspiros de quienes los veían, ya que eran por demás, una pareja bastante atractiva.
Ellos, junto con Choi Minho, sus amigos y otras chicas, representaban el grupo de chicos más populares, hermosos e inalcanzables de todo el instituto. Donde los reyes son Key y Minho, ambos de mundos distintos: Key es la diva, deseado y admirado por la mayoría, y Minho el talentoso capitán del equipo de fútbol, igual de admirado y deseado.
Ya en la entrada del instituto ambos se detuvieron.
-Bien, nos vemos en la hora de descanso. Bye baby- dijo Key yendo a su salón, ya que habían quedado en secciones distintas.
POV de Key
Antes de entrar al salón paso rápido al baño para verificar mi aspecto, se que soy algo narcisista, pero quiero impresionar a Minho.
Entro en el salón y lo primero que noto es que él ya está en su asiento, y por dentro doy brinquitos de la emoción. También está el dinoperro de su amigo que siempre parece desnudarme con su mirada de lujuria; es muy molesto. Voy pasando entre ellos 2, ya que el puesto del dinoperro esta al lado de Minho y yo voy detrás de él. Lo veo disimuladamente, está concentrado en su lectura y Jonghyun está sentado en su escritorio con el celular. Me siento tranquilamente y saco mi cuaderno de dibujo.
-Hola Key. Hoy estas mucho más lindo que ayer- me dice el dinoperro... ¿a eso le llama cumplido?, JÁ.
-Gracias...- respondo con desinterés y abro mi cuaderno.
-Oye, he estado pensando- ¿tú piensas?- deberías ser mi acompañante en el baile de este viernes, seríamos la pareja más hermosa y envidiada, ¿que dices?-
-Lo siento Jjong- lo miro a la cara- pero espero la invitación de alguien más- digo esto un poco alto, pero Minho ni se inmuta.
-¡Dios Key!, ¿a quien esperas? Porque medio instituto te ha invitado y los has rechazado a todos- me mira con incredulidad.
-No es tu problema. Si me da la gana esperaré al príncipe azul que llegue cabalgando en su blanco corcel- le digo de la forma más odiosa, sacando a relucir mi diva interior.
Jjong rueda los ojos y se para del escritorio para sentarse correctamente- de igual manera piénsalo- me dice.
Llega el profesor y comienza la clase de historia, pero no le presto la mas mínima atención, hay asuntos más urgentes, como hacer que Minho me invite al baile, ya que si no es con él no iré, sería un golpe muy fuerte verlo disfrutar la velada con otra persona. Hoy es martes, faltan 3 días para el baile y muy poco tiempo para elegir el atuendo perfecto.
Hago mi primer acercamiento, un tanto- MUY- patético. Le toco ligeramente el hombro y me acerco a él.
-Minho, disculpa, ¿tienes un bolígrafo extra?, al mío se le acabo la tinta- le digo en susurros para que el profesor no se de cuenta. El toma el boli y lo acerca sin mirarme y decir nada. Me entristece un poco pero lo tomo- gracias...- primer intento fallido.
Al terminar la clase recojo mis cosas e intento otro acercamiento.
-Minho... ten, muchas gracias- el mira el bolígrafo y sigue con sus cosas.
-No importa, quedatelo, tengo varios-dijo sin mirarme, se colocó su mochila y salió del salón seguido por Jonghyun.
Me tomo 10 sg procesar lo sucedido. ¡TENGO UNA PERTENENCIA DE CHOI MINHO! DIOS DIOS DIOS... SOY TAN FELIZ, POR FIN. Salgo dando brinquitos mentales y veo a Tae recargado en una pared con su celular, me acerco y pongo el boli cerca de su cara.
-Es una señal... ¡Me quiere!- le digo emocionado
-Ah... ¿de que hablas?- me mira confundido
- Que Choi Minho me regaló este boli, lo que significa que le gusto. También es la señal que necesito para invitarlo al baile- no me aguanto y doy brinquitos reales, sin importarme ser mirado.
-Key... eso no significa nada, quizá sólo trató de ser amable- estaba tan emocionado que no le hice caso al pesimista de Tae.
El resto del día pasó aburrido para todos menos para mi, hoy al salir me le declararía a mi amado, ya no podía esperar.
El timbre suena indicando el fin del día escolar, que emoción. Voy directamente a mi casillero y noto que Tae no está, ya que el suyo es contiguo al mío, el de Minho está a 2 casilleros más. No es casualidad que estemos en la misma sección y tengamos casilleros cercanos, a veces es bueno tener influencias en el instituto.Taemin también iba a quedar en mi sección, pero dijo que no quería ser parte de esta historia de amor unilateral.
Narrador
El rubio estaba absorto en sus pensamientos, no se dio que llegaba un grupo de 3 chicos, 2 de ellos bromeando y riendo y el otro con cara de fastio.
Minho abrió su casillero y notó como caía hacia el suelo un sobre rosa, lo toma y mira extrañado.
-¿Qué es esto?- pregunta a la nada. Jjong nota el sobre, lo arrebata de sus manos para abrir y leer en voz alta.
Todo siendo disimuladamente captado por Kibum.
-"Querido Minho, por favor acepta mis sentimientos. De tu admirador, J.S"- lee Jjong en voz alta
-A ver...-dice Onew quitandole el papel y comienza a leer para el- admirador...- repite extrañado- ¡un chico!. Minho, un chico te dejo esta nota.
Minho no dijo absolutamente.
-¿Y bien?- le preguntaron sus dos amigos, expectantes.
-¿Y bien, que?- devolvió la pregunta acomodando sus cosas en el casillero.
-¿Que harás?- Jjong esperaba impaciente por la respuesta de Minho.
Minho cerró su casillero y miró a ambos- no haré nada, es una acción desesperada y me parece patético. Tampoco me gustan los hombres, es anti-natural- les respondió tranquilo.
Lo que oyeron después fue que alguien azotó la puerta de un casillero y salió corriendo. Pero ninguno volteó, Minho porque no le importaba y los otros 2 porque no salían de su estupefacción ante tal declaración.
El rubio bonito corría por los pasillos llorando, no podía creer lo que acababa de escuchar, ahora todo tenía sentido, sólo que antes no quería ver la realidad.
Todos esos años tratando de conquistarlo, ahora todo estaba claro.
Minho sabía perfectamente sus intenciones, por eso nunca le hacía caso e ignoraba. Además... todos sabían las preferencias sexuales de Kibum, sólo alguien que no querría ver la realidad o fuese muy estúpido pensaría que el rubio es hetero, y claro... Minho no es de esos tipos de personas.
Key salió desesperado del instituto, sin importarle nada, corrió hasta divisar un taxi disponible en el cual se montó y pidió que le llevase a su casa, no a su departamento, sino a la mansión donde vivió su niñez y parte de su adolescencia.
Key no podía dejar de llorar, era mucho dolor, su amado jamás se fijaria en el y todo por culpa de un estúpido par de pecho y otras cosas.
-Joven... ¿puedo ayudarle en algo?- le preguntó el taxista preocupado mirándolo por el retrovisor, le partía el corazón ver a un niño tan hermoso sufriendo de esa manera.
Key negó con la cabeza- no... sólo necesito ir a mi casa- hizo acopio de toda su fuerza para responder. El taxista asintió y no insistió más
POV de Key
Me siento impotente, todos mis sueños se vienen abajo y no puedo hacer nada para impedirlo.
¿Por que Choi Minho? Si yo te amo tanto, daría mi vida por ti, y de igual forma siento como mi alma muere...
El taxi se detiene y me doy cuenta que estoy frente a mi hogar, le pago más de lo debido, salgo corriendo y me dirijo a la entrada, el señor de seguridad al darse cuenta que se trata de mi abre rápidamente.
Corro hacia adentro y la veo, mi hogar... siempre de ese blanco inmaculado, volteo hacía todas partes y todo está igual de hermoso, en especial los jardines. Sigo corriendo, hacia el jardín trasero, donde muy en sus adentros se encuentra mi pequeño paraíso, o edén, como lo llamo, es el único lugar en todo el mundo donde logro tranquilizarme.
Llego y no me detengo a observarlo, caigo de rodillas al suelo llorando. Es lo único que quiero, sacar todo ese dolor, hasta que no quede vestigio de el en mi cuerpo, aunque se que es imposible, pero es lo único quiero ahora.
-Ya... ya... mi hermoso niño, no llores, duele verte así- mis pensamientos se ven interrumpidos por una voz femenina.
Levanto la vista y busco por todos lados a la dueña de esa voz, y la encuentro, sentada en una banca observándome. Me levanto rápidamente y la observo mejor: es una mujer delgada, de piel blanca, cabello largo y rojizo, de ojos azules y rasgos occidentales, lleva un vestido rosa ceñido a su esbelto torso y fluido a partir de las caderas, tiene accesorios y marcas en la piel bastante inusuales... no lleva zapatos; una imagen totalmente hermosa para cualquiera.
-¿Quién eres?- le pregunto, secándome las lágrimas.
-Yo, mi niño... soy tu hada madrina- dice sonriente y orgullosa.
Wait... ¿hada madrina? ¿y espera que yo me crea eso?. Seguro es una loca que se escapó de algún manicomio- noto como me mira con el ceño fruncido- o alguien de esos programas donde le juegan bromas pesadas a las personas... ¿pero como entraron? aunque no me sorprende, esas personas irían en bicicleta a la luna por buen material para su programa.
Ella se para de su asiento aún con el ceño fruncido y me encara.
-No soy una loca- dice molesta- y tampoco pertenezco a ningún programa. Soy tu hada madrina- vuelve a repetir.
¿Cómo supo lo que pensé? ¿y si es una de esas gitanas que están en los circos y leen el futuro, ven cosas... pero... también leen mentes?
-Kibum deja de pensar tonterías, no soy nada de eso-.
-Lo siento si no te creo... pero como ves ya estoy bastante crecidito para creer en ese tipo de fantasía- le digo con tono molesto. No puede esperar menos si viene a molestarme y tomarme el pelo justo hoy- así que váyase antes de que llame a seguridad- le indico con el dedo la salida.
Ella suelta un bufido de frustración, y después observa hacia la nada pensativa.
-¡Ya se!- dice para después chasquear los dedos y... ¿desaparecer? Espera... ¿qué?. Volteo a todos lados sorprendido y no la veo. ¿todo fue producto de mi imaginación?- ¿ahora si me crees?- dice la voz a mis espaldas y pego un respingo. Volteo y la veo, esta parada en medio del lugar.
Vuelvo a inspeccionar el lugar buscando algún cable, espejo o algo que me indique que fue un truco... pero nada.
-Aún no te creo- digo altanero.
Ella ríe y camina hacia acá, de un momento a otro se transforma en una réplica exacta de mi. DIOS... ¡NO LO CREO!, no puedo haber truco en eso, ¿o si?
-No hay trucos, Kibum. Y tampoco es un sueño- ¿ahora también anticipa mis pensamientos?.
-Digamos que te creo- digo aún desconfiado- ¿que haces aquí?- pregunto sin más.
Ella sonríe y vuelve a su forma original.
-Los seres como yo, somos los guardianes de las almas nobles, y acudimos a ellas cuando mas nos necesitan- me mira de arriba a abajo y vuelve hacia mis ojos- no me equivoco ¿verdad, Kibum?- no, para que negarlo, estoy totalmente destrozado. Así que asiento- para eso estoy aquí, te ayudaré a ser feliz. Puedes pedirme lo que sea, mi niño-
-Quiero ser una chica- le digo sin pensarlo 2 veces.