La oscuridad envolvía la ciudad con su manto, un poco de neblina estaba presente y las calles estaban a rebosar de gente caminando de aquí para allá, entre conversaciones y risas. Las puertas ostentaban, como cada año, sus mejores adornos, coloridos y brillantes.
El clima fuera era frío, pero dentro de cada casa y local se podía percibir calidez emanada de cada uno de los que ahí llegaban.
Los niños corrían sonrientes de aquí para allá, mientras que sus padres les supervisaban, pero también eran felices. Todo el mundo es feliz en esta época del año, bueno, no todos, ay algunos, por ejemplo, que la Navidad es una época en la que se está más sólo que nunca, ya sea porque estás lejos de tu familia y seres queridos, o bien, porque no tienes una familia con la cual celebrar.
Esté es el particular caso de un par de jovencitos, que en tiempos como éstos, se sumergen de manera profunda en sus reflexiones, pero cada uno, siendo tan diferentes como son, tienen su propia manera de afrontarlo.
Podemos ver muchos casos, para que, se preguntarán, sólo es una manera de aprender sobre el dolor y la soledad, muchos dirán, "no me interesa" "estoy bien como estoy", o tal vez "sí no los conozco no son mí problema".
Muchas veces vivimos diariamente basados en este pensamiento egoísta, y sí, porque no decirlo, hipócrita también, pero ¿porqué hipócrita?
Está es una pregunta sencilla, la respuesta tal vez no tanto.
Fácil, se dice que está, es la época en la que debes dar sin esperar nada a cambio, en la que las personas se perdonan las uñas a las otras y conviven con quienes no lo hacen el resto del año, regalan y les regalan a personas que sí tienen suerte sólo ven una vez al año.
Y es que están tan aspectos viviendo sus vidas dentro de burbujas, bien alejados de la realidad ajena, que cuando la revientan un momento para convivir, deciden ignorar con más fervor lo que aqueja a los demás, convenciendose de que todos estan bien, y que esa tristeza e infelicidad en sus semblantes, es sólo un producto de su gran imaginación.
Bueno, creo que me desvíe un poco del tema.
Para ver un poco esto, tomemos como ejemplo al par de jóvenes antes mencionados. Uno es el día, el otro la noche, vidas opuestas pero a la vez tan iguales que se deben relatar por separado, aunque ciertamente el destino siempre entrelaza a cada uno con su contrario, con el único fin de complementarse y sostenerse mutuamente.
Capítulo duplicado a partir de aquí:
La oscuridad envolvía la ciudad con su manto, un poco de neblina estaba presente y las calles estaban a rebosar de gente caminando de aquí para allá, entre conversaciones y risas. Las puertas ostentaban, como cada año, sus mejores adornos, coloridos y brillantes.
El clima fuera era frío, pero dentro de cada casa y local se podía percibir calidez emanada de cada uno de los que ahí llegaban.
Los niños corrían sonrientes de aquí para allá, mientras que sus padres les supervisaban, pero también eran felices. Todo el mundo es feliz en esta época del año, bueno, no todos, ay algunos, por ejemplo, que la Navidad es una época en la que se está más sólo que nunca, ya sea porque estás lejos de tu familia y seres queridos, o bien, porque no tienes una familia con la cual celebrar.
Esté es el particular caso de un par de jovencitos, que en tiempos como éstos, se sumergen de manera profunda en sus reflexiones, pero cada uno, siendo tan diferentes como son, tienen su propia manera de afrontarlo.
Podemos ver muchos casos, para que, se preguntarán, sólo es una manera de aprender sobre el dolor y la soledad, muchos dirán, "no me interesa" "estoy bien como estoy", o tal vez "sí no los conozco no son mí problema".
Muchas veces vivimos diariamente basados en este pensamiento egoísta, y sí, porque no decirlo, hipócrita también, pero ¿porqué hipócrita?
Está es una pregunta sencilla, la respuesta tal vez no tanto.
Fácil, se dice que está, es la época en la que debes dar sin esperar nada a cambio, en la que las personas se perdonan las uñas a las otras y conviven con quienes no lo hacen el resto del año, regalan y les regalan a personas que sí tienen suerte sólo ven una vez al año.
Y es que están tan aspectos viviendo sus vidas dentro de burbujas, bien alejados de la realidad ajena, que cuando la revientan un momento para convivir, deciden ignorar con más fervor lo que aqueja a los demás, convenciendose de que todos estan bien, y que esa tristeza e infelicidad en sus semblantes, es sólo un producto de su gran imaginación.
Bueno, creo que me desvíe un poco del tema.
Para ver un poco esto, tomemos como ejemplo al par de jóvenes antes mencionados. Uno es el día, el otro la noche, vidas opuestas pero a la vez tan iguales que se deben relatar por separado, aunque ciertamente el destino siempre entrelaza a cada uno con su contrario, con el único fin de complementarse y sostenerse mutuamente.