Being ... You.
Jinki dió un par de vueltas en la cama, palpando a su lado en búsqueda de su prometido, pero se encontró solamente con más y más mantas de seda. Algo gruñón por despertar solo, se destapó por completo, sintiendo el fresco clima que atravesaba la ventana ya abierta debido al invierno que atravesaban.
Se desperezó antes de rascarse el cabello, anotándose mentalmente que debía teñírselo antes de la próxima semana que vería a los inversores y se reincorporó con uno de sus ojos aún cerrado. Como pudo calzó las chanclas de conejitos celestes en sus pies y se dirigió al baño, debía comenzar el día e ir a trabajar...
Luego de darse una relajante ducha, lavarse sus dientes y vestirse con su traje, notó que realmente no estaba la presencia de su pareja por ninguna parte del enorme pent-house. Algo preocupado, fue a la sala en búsqueda de su teléfono móvil que había dejado cargando y se sorprendió al no encontrar absolutamente nada.
-¿Pero qu... Debo ir a la oficina... Ya casi son las diez, realmente me he dormido...-
Junto a su susurro al ver el lujoso y artístico reloj que ocupaba casi toda una pared; frunció sus labios sin comprender qué sucedía esa mañana... Hasta que recordó que era domingo. Una fuerte risa escapó de sus labios y se quitó el saco elegante que llevaba puesto, desajustando luego su corbata. Por suerte los idols que trabajaban hoy estarían con sus managers y él podía tomarse aquél día como descanso....
Pero la pregunta principal era ¿dónde demonios estaba su Kibummie?
Se dirigió al teléfono fijo de la casa en la cocina para discar el teléfono del ulzzang que sabía perfectamente de memoria, pero al descolgar notó un post-it rosado pegado en la parte inferior del aparato.
" ¿Y si hacemos un muñeco~? Ven vamos a jugar~ "
Luego de leer aquello con la prolija letra de su pareja, necesitó unos momentos antes de relacionarlo con Frozen, y rió cortamente antes de dejar el teléfono a un lado, pensando en que tal vez la siguiente pista estaba cerca. Se dirigió a su piano de cristal, sentándose allí y tomó su cuaderno de partituras repleto de covers hechos por ambos; entre ellos de la animada película, pero no parecía ver nada allí; así que aun meditando dónde seguir se reincorporó y pudo ver entre dos teclas otro papelito de color amarillo fuerte.
"Esta es la pista tres. Has entendido mal la primera ¿cierto? ... Kkk es broma. ¿Qué es lo segundo más importante de las mañanas?"
-Lo primero es un beso de Kibummie aunque no le agrade mi aliento en las mañanas... Lo segundo.. ¡Desayuno! -
Exclamó aún riéndose por el pequeño regaño en la nota y la guardó junto a la rosada en el bolsillo de su pantalón para poder dirigirse a la cocina. ¿Qué era exactamente lo que debía buscar allí?. Jinki curioseó los diferentes ingredientes del saludable desayuno que tenían con su pareja en la semana, incluso los dulces que consumían los días permitidos de la dieta pero nada parecía ver allí...
Kibum, desayuno... Desayuno, Kibum... Kibum despeinado preparando el desayuno... El desayuno siendo preparado por un sexy Kibum con sólo unos boxers... Jinki atacando a Kibum cocinando...
¡Espátula! con lo que siempre recibía un golpe en la cabeza a modo de regaño por molestar al menor mientras preparaba la comida de ambos. Buscó el utencillo que cada vez odiaba más y por supuesto pudo encontrar el pequeño papel violeta.
"Aunque sea con dolor, es con amor... Es tu culpa por ser un anciano pervertido en las mañanas... En fin; x-mas is coming! ¿Está mi conejito listo? "
El productor estaba comenzando a impacientarse aunque le gustase el juego, por lo que corrió al arbolito de navidad, sacando detrás de la estrella (rosada, por supuesto) una nota azul.
"Easy easy easy . ¿Aún no comprendes que es todo ésto mi yonggam? ... Tal vez deberías verte en el espejo..."
Algo sorprendido, Jinki se dirigió al cuarto aunque sabía que no podría ver algo que no hubiese notado... Pero se equivocó al ver varios papelitos amarillos formando un corazón sobre el espejo.
-¡Kibum! Eso no estaba cuando he despertado ¿dónde demonios estás? ¡Te haré pagar por abandonarme un domingo en la mañana!-
A pesar de su amenaza aún estaba riéndose cuando se acercó al bonito decorado, notando que en uno de los post it decía la siguiente pista.
"Come and get me ~ ... Work! "
Trabajo... Su despacho.
Ansioso por ver a su prometido, se dirigió a su habitación de trabajo, la querida oficina que tenía al lado del salón de arte que le había obsequiado al menor unos meses atrás. Al entrar en dicho lugar se encontró con una gran caja de regalo rosada, y escuchó una corta risa algo infantil dentro , por lo que con una cálida sonrisa se acercó al gran empaque que poseía una tira del listón con una última nota que indicaba que tirase, así que obedeció para ver cómo la caja completa se abría en cuatro partes, y de adentros salió un rubio Kibum saltando a sus brazos, besándole los labios fuertemente.
Jinki, con su torpeza anta, acabó en el suelo sentado con su prometido encima pero correspondió gustoso mientras sus manos se guiaban a su cintura para abrazarle con fuerza, y pudo notar por su tacto que el menor iba bastante ligero de ropas para estar en pleno diciembre.
-¡Sorpresa yeobo! ¡Feliz cumpleaños!-
-...-
-¿Jinki? ...-
-¿Hoy es mi cumpleaños?-
-¡YAH!-Recibió un fuerte golpe en el brazo que le hizo reír antes de estrujar con fuerza a su prometido.-¡He preparado todo un día especial para tí! ¿cómo puedes olvidar tu cumpleaños? De igual forma sabía que así sería por eso he ocultado tu teléfono para que no lo recordaras hasta que yo te saludara... Ya casi tienes cuarenta mi anciano hermoso~~ -
-Oye, aún no llego... Déjame disfrutar mi década treintista...-Afirmó el mayor con una corta risa al estar más cerca de los treintaicinco y sin dejar de embriagarse por la fuerte colonia del menor, se apartó un poco para escanear a su prometido vestido con una ligera lencería masculina púrpura.-Así que mi primer obsequio...-Susurró sugerente enarcando ambas cejas, elevándolas repetidas veces a lo que recibió como respuesta un fuerte suspiro del ulzzang.
-Así es, pervertido... Luego te daré los obsequios que yo mismo he hecho para tí, iremos de paseo, te prepararé tu pollito favorito y por último más regalos que he comprado para tí... Tengo suerte de que mi jefe no me diera agenda para este día ¿no lo crees?-
-Vaya jefe generoso, de seguro es muy buen mozo también~.-Afirmó orgulloso antes de que el menor le hiciera guardar silencio con un nuevo beso, un tanto más apasionado que el anterior, y por supuesto Jinki se dejó llevar por las cálidas caricias de su pareja que tanto amaba...
Había cosas que no iban a cambiar desde que se habían conocido, y ése era el mejor regalo de cumpleaños que Jinki podía pedir.