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Safe and Sound por Soul-CaT

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Notas del capitulo:

Todas ustedes van a pagar por la incomodidad que siento ahora 7-7
Estoy en un ciber y el tipo de al lado me mira con cara de WTF por abrir la pagina xD pero pos ya que xD

Bueno este es el fic de hoy, espero les guste u.u

Katekyo Hitman Reborn no me pertenece sino a la sensei de Akira Amano

PD: Diego me dejo :(

Ambos cuerpos prácticamente inmóviles reposados uno sobre otro en el rígido suelo, poseían diversas heridas, unas leves, otras graves y otras mortales; se consolaban mutuamente. El mayor acariciaba su mejilla, alejando el flequillo que caía egoísta evitando contemplar tan bello par de ojos. Esos ojos que brillaban en melancolía suplicante por que no se apartase de su lado, húmedos por lo que pudo ser y no fue, tan solo un bello sueño que se quedó en eso: Un sueño, un deseo, un anhelo, una ilusión, y ahora, un tormento.

Sentía su respiración, su tórax subir y bajar brindándole un poco de calma en aquel confuso momento. El olor a humo, sangre y pólvora reinaba en el recinto y a pesar de eso, a pesar de las escenas tan descabelladas que se llevaban a cabo frente a él, solo se concentraba en inhalar la esencia de aquella bella nube que comenzaba a esfumarse entre sus brazos, que comenzaba a evaporarse en el vasto cielo perdiéndose a causa de la niebla, quien egoísta del afecto que el cielo y la nube poseen, distorsiona a la nube y la absorbe, acabando con su esencia, creando solo una ilusión que confunde al cielo, y el sol impotente no logra pasar por aquella oscura bruma, a la vez que el cielo pierde conexión para siempre con su amada nube.

¾    Amore –

Dejaba salir lenta y resentido, con una necesidad terrible de mencionar dicha palabra, aun si en el transcurso fuera como si mil y un espinas se le clavaran en la garganta y un terrible dolor golpeara su pecho. Porque esa palabra… esa pequeña e insignificante palabra era la que describía todos sus sentimientos, la que justificaba todas sus acciones. La alondra solo cerraba sus ojos y posaba su mano sobre la ajena que descansaba en su mejilla.

Le acunaba en sus brazos protegiéndole del ruido de las explosiones, de las armas siendo disparadas, de la carne siendo rebanada; de los gritos de guerra, desesperación y angustia. Se sumergían en su pequeño cálido mundo, donde no existía nada más que el cielo y la nube donde no había conflictos, batallas, pruebas, juegos sádicos, deberes y negocios, donde no había Vongola ni Cavallone, donde no eran ni guardián ni capo, donde ni había alianza más que la de sus labios al juntarse, solo ellos, su momento, aquel que a pesar de todo atesoraría para siempre.

Apretaba la mano del mayor e inhalaba profundo intentaba responderle, decirle que fuera fuerte, que todo estaría bien, que se machara y que volverían a encontrarse en la azotea de la escuela como en aquel tiempo en el que el potro sonreía como el sol y con inocencia, cuando le golpeaba avergonzado, cuando su pequeña gran historia inicio desapercibida. Pero la voz no le salía, solo atinaba a mirarle esperando que le adivinara como siempre lo hacía, pero sobre todo que pasara por desapercibido su propia desesperación su propio deseo porque el italiano se mantuviese a su lado hasta su ultimo respiro; pero no podía, no podía porque deseaba que huyera, que lo dejara ahí postrado en el suelo que le dedicara una sonrisa y se marchara con unas últimas palabras que no podría cumplir, con una promesa inalcanzable. La promesa de volverse a ver.

Aun había tiempo para el cielo Cavallone, él podría sobrevivir, tener una familia, una vida, conocer a un hermosa chica quien sanara sus heridas y le diera los tan deseados herederos: alguien que le pudiera cuidar y demostrar el amor y cariño que le tuviera, todos los días de su vida. Alguien que se mereciera el “cielo”.

Pero Dino se negaba a obedecer y se aferraba a su nube. Insistía en cuidarle y en prometer con sus carisias, en prometer con su mirada, en prometer con sus palabras que saldrían de esto juntos. Se negaba a ver su realidad y Kyouya se desesperaba  porque cada segundo que el potro pasaba a su lado le hacía lamentar más su muerte.

Le miraba desahuciado e intentaba hablarle de nuevo consiguiendo solo toser algo de sangre y lastimarse la garganta en el proceso. El cielo se aferró más a su nube y limpiando el rastro de sangre dejado con amor le dedicaba una mirada llena de amor pero a la vez de dolor, intentando consolar a su amado y negándose al cruel destino que hoy trataba de separarlos.

Ya que, bien sabía lo que la nube deseaba, pues aunque no pudiera formular palabra alguna nuestro cielo podía leerle. Pues bien, la nube pasea libremente, cambiando de forma a placer propio, imponente ante los demás; sin prisa alguna, y el cielo quien no le pierde de vista ni un segundo feliz de tener a tan bello ser adornando su alrededor, dándole un sentido y color a su día, porque el brillo de un sol es cansado y el azul de tranquilidad es aburrido, pero la nube; ese bello ser lo era todo, luz y tranquilidad en uno, alegría y paz sin necesidad de aburrimiento. Porque el cielo no posee a la nube, ni la nube posee al cielo; porque el cielo es el hogar de la nube y la nube el tesoro del cielo.

Una explosión cercana y algunos hombres y miembros del cuerpo salían volando siendo destrozados junto con una gran cantidad de sangre. Y tomaba un solo segundo para maldecirle.

Ustedes se preguntaran ¿Qué acaba de pasar? ¿En qué momento todo acabo asi?, pues bien nuestro querido anfitrión se encontraba del otro lado de una barrera que le permitia ser espectador de lo sucedido sin  tener que involucrarse en todo ello. Esa sonrisa llena de rencor, malicia y  deseos de sangre. Nuestro cielo deseaba, deseó más de mil veces que aquello fuera una de sus múltiples ilusiones, tan solo una artimaña cruel para hacerle sufrir, sin embargo no era así. Kyouya, SU Kyoya se estaba muriendo en sus brazos y todo por culpa de la niebla quien se obsesiono con su amada nube y al ser rechazado y humillado perdió la poca cordura que le quedaba…

Le había arrebatado de su lado, le había esclavizado, le había humillado hasta lo más bajo. Le había cortado las alas, y ahora solo tenía un Kyouya herido y lastimado. Sentía una rabia terrible al notar las marcas en su cuerpo que no fueron provocadas en la batalla y mucho menos por él.

¾    Dino –

Pronunciaba al fin con mucha dedicación y esfuerzo. Aun no podía dejar de culparse por lo que pasaba, de no ser por su maldito ego. De no ser por su culpa ambos bandos aun seria como hermanos, porque por sorprendente que sonase, justo ahora tanto Vongola como Cavallone  se enfrentaban a muerte.
Uno por recuperar a su guardián, otro por recuperar a la persona que amaba.

 Pues fue en la ausencia del guardián que la relación entre ambas familias se rompió, y ante los ojos Vongola el capo era el único culpable, mientras que el caballo se negaba a pelear aun estando tan desubicado por la ausencia de su amado. Fue hasta que su paciencia se acabó que todo esto acabo en malos términos.

Mientras tanto la niebla pasaba desapercibida por el tan abrumador escenario de violencia y sangre. Sin siquiera proponérselo logro su objetivo inicial: Destruir a la mafia. Jamás se llegó a imaginar que la clave estaba en tan bella y orgullosa nube, a quien encerró en su ilusión y distorsiono a su antojo, tan solo por placer propio.

¾    Dino… huye –

Lo dijo apenas en un hilo de voz que dejo al mayor en shock, esa palabra esa simple palabra había bastado para destrozarlo por completo.

¾    Kyoya, no… estarás bien… –

Acariciaba su mejilla y acercaba más a si el cuerpo ajeno que empezaba a enfriarse

¾    Todo estará bien… no te preocupes –

 La mirada era suplicante, y se aferraba aún más negándole la partida, rogando por un milagro, rogando que todo aquello fuera una simple pesadilla, esperando despertar de ese terrible sueño y ver a su amada nube al lado, tan bella y fresca como siempre… el cielo rogaba por una mentira.

¾    … volveremos a Nammi… te lo aseguro… dejare el puesto… tu y yo estaremos juntos… así que por favor… no me digas adiós… –

Las lágrimas caían solas y en contra de su voluntad, juntaba su frente a la del menor y cerraba los ojos por un momento, solo pedía que al abrirlos estuviera recostado en las piernas del menor, solo pedía que todo fuera como antes… pero era pedir demasiado.

La nube y el cielo se despedían, mientras la nube estaba consciente de que desaparecería, el cielo se negaba a comprender, y la nube tenía en claro que otra más llegaría a ocupar su lugar, que aparecería alguna otra que tomara su papel cómo el tesoro del cielo… pero el cielo no deseaba eso, el cielo se volvería gris sin su nube, y ya no habría razón para mostrarse todos los días, ya no habría azul relajante, ya no habría luz que ilumina, ya no sería nada sin su nube.

¾    Dino… por favor… y-yo… no p-puedo… –

Se le rompía el alma de ver al cielo en esa situación, de sentir sus lágrimas humedeciendo su rostro, que más hubiera querido él que haber podido estar a su lado, porque el cielo y la nube se amaban mutuamente, y se amaban en secreto… el cielo cuidaba de la nube y le servía de hogar, le mimaba y amaba, pero nunca se atrevió a decirlo, por miedo, miedo a ser rechazado y perder a su tesoro más preciado… y la nube, siempre con tanto orgullo, se negaba a aceptar lo que sentía por el cielo, se negaba a aceptar lo reconfortante que era su presencia, se negaba a admitir que su estadía en el cielo le era reconfortante, pero siempre estuvo consciente de que le amaba, de que le esperaría por toda la vida, desde aquella vez hace 10 años, en que el capo se fue de su lado por primera vez, cuando el conflicto de los anillos termino, cuando con una sonrisa se despidió y entonces él supo que lo esperaría, que volvería, no sabía cuándo volvería, no sabía si realmente volvería y si lo hacía no sabía si lo vería… pero lo esperaría… y paso a ser una costumbre para el… lo esperaba sin importar cuando era y lo recibía… tal vez no como él quería, pero lo hacía a su manera, le demostraba afecto a su manera… jamás le dijo lo que sentía… todo eran palabras con miradas, amar sin saberse amado, aunque lo era.

Siempre velo por él, por su amado cielo sin que este supiera, la única y verdadera razón por la que entro a ese mundo no fue para proteger a Nammimori, ni para conseguir más peleas… fue para poder estar a su lado, fue para poder alcanzar a su cielo que sentía se alejaba de su lado cada vez más, fue para poder oír su voz una vez más, fue para poder ver sus sonrisa, su cabello, fue para poder escuchar su nombre pronunciado por esa boca, la única a la que le permitía hacerlo, porque era la única que le ocasionaba un cosquilleo al oírse nombrado.

La nube amaba al cielo y el cielo amaba a la nube, cual bella hubiera sido su historia… si tan solo hubiese iniciado.

¾    Dino… e-escucha… tu t-tienes un deber… t-tú tienes a tu familia… a tu hermanito… ¿n-no?... p-por eso… v-vete –

Sonreía lo más que podía, y cerraba los ojos dejando salir unas cuantas lágrimas, con un gesto de amor mientras acariciaba su mejilla, cuanto le dolía todo lo ocurrido, cuanto le dolía saber que no volvería a ver al cielo, que no volvería a oír su voz, que nunca pudo vivir una historia a su lado, pero no podía ser egoísta… no ahora, él no tenía nada, por el contrario Dino lo tenía todo, tenía gente que le quería, que le amaba y se preocupaba por él, tenía una familia, tal vez no la busco ni era lo que siempre quiso, pero los tenia y sabía bien que Dino los quería, y por eso necesitaba que se alejara cuanto antes y acabara con todo ese conflicto, necesitaba saber que estaría bien, lo necesitaba antes de partir.

¾    Kyoya… por favor… no me hagas esto… yo te amo… –

Y por más que quisiera no podía parar de rogar, y comenzaba a crearse un charco de sangre alrededor de su nube, estaba siendo manchada, su nube había sido corrompida, le habían lastimado tanto, solo se encontraba con trozos de lo que una vez fue, de esa persona que amo tanto, su propia esencia se había perdido, pero el cielo le reconocía, sabía quién era y le amaba, le seguía amando.

¾    También te amo… p-por… -p-por eso… te lo ruego… –

Abría los ojos y miraba los metálico, se miraban por un segundo que les supo a eternidad para luego juntar sus labios, un beso con amor, suave, sabia a melancolía, un beso tan deseado y por tantos años, saboreaba sus labios, fue más un roce superficial se separaban después de unos segundos, a una distancia donde podían sentir su aliento e inhalar el mismo, los ojos metálico brillaban y de pronto se cerraban, con una sonrisa, una gran sonrisa.

¾    Te amo… d-desde siempre lo hice… –

Su voz fue pacífica y con un especial cariño en ella en un tono bajo, en un tono calmado.

¾    …desde hace 10 años… –

De pronto la mano que acariciaba su mejilla paró y se resbalo cayendo sin fuerza… sin vida. El cielo se sintió caer, estaba destrozado. Apena logro confesarse se sintió satisfecho, su cuerpo no tenía más fuerzas, y la nube se desvaneció por completo

¾    Kyoya… no… por favor… no me dejes… -

Lo movía con la esperanza de que reaccionara, escondía su rostro en su pecho y daba rienda suelta a su dolor… fue entonces que el cielo se destrozó por completo. Fue entonces que todo su mundo se derrumbó.

 

 

 

 

 

 

 

 

HACE 10 AÑOS

– Ne, Kyoya ¿Porque no vienes a mi mansión en Italia? –

– ¿Por qué habría de hacerlo? –

– Mmm… porque… así podríamos estar juntos –

– Eso porque me habría de importar –

– Porque… así podría cuidarte –

– Yo no necesito eso –

– ¡Vamos! Por favor –

El mayor se pasó toda la tarde rogándole aunque en ningún momento acepto, aun así le espero en el aeropuerto el día siguiente.

– Eres tan torpe… yo cuidare de ti Haneuma – lo miraba partir en el avión y ese día sostuvo una promesa… que haría hasta lo imposible por cuidar del cielo… y si no lo lograba… al menos se lo haría saber. Que estaría sano y salvo.

Notas finales:

espero les haya gustado, le remodelacion de mi casa va avanzando y el internet va para largo :C asi que no se enojen si no sale como yo deseaba, estoy haciendo todo lo posible por subirlos xD  hoy me la pase buscando un ciber para poder enviar el fic porque donde iba estaba cerrado 7-7

bueno eso es todo!

REVIEW(?)

MARTES 16: QUEDATE (hecho)

MIERCOLES 17: CONFESIÒN: Recuerdo (Hecho)

JUEVES 18: MI PROPIEDAD (Hecho)

VIERNES 19: Safe and Sound (Hecho)

SABADO 20: Family Cello

DOMINGO 21: (aun no se :v)

LUNES 22: (sorprecha(?))

 


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