El instituto es grande, demasiado.
Hay muchas personas intimidándome con la mirada. Me siento incómodo pero no lo demuestro, porque sé que van a fastidiarme. Al primer acto de debilidad ellos me atacarían, ya tenía suficiente con medir 1.67; era un enano comparado con los demás.
Iba pensando en estas cosas cuando de pronto choqué con un muro humano.
-P-perdón.
-Fíjate idiota. –era un chico muy atractivo con una chaqueta de cuero, ojos azules y cabello negro un tanto ondulado.
No tenía que fijarme mucho en él como para saber que era el matón de la escuela. Seguido de él había otro chico, pero no me fijé mucho en él porque me fui corriendo.
Genial, es el primer día y ya estoy huyendo de alguien.
·~·
Ese idiota me ensució al chocarse conmigo, debe de ser un nuevo porque nunca lo había visto antes, mejor.
Sonó la campana y entre al salón con Henry detrás de mí, él era un pelirrojo de ojos verdes. Éramos amigos desde la primaria, nos llevábamos bien, aunque él no habla mucho.
Me decepcioné al ver a ese idiota del nuevo sentado en el salón, se tensó de solo verme entrar, bueno, no solo él, todos se tensaron.
Iba a fastidiarlo pero entró la profesora, nos tocaría historia, demasiado aburrido. Al parecer, él era el único nuevo, tenía el cabello negro y ojos verdosos, una combinación MUY aburrida, si me lo preguntan.
Estaba dispuesto a sentarme en un algún lugar muy alejado de él. Busqué con la mirada por todo el salón, pero solo había un maldito asiento al lado suyo.
Genial.
Deslicé la silla con brusquedad y me senté de golpe, dejando mi mochila tirada a un lado.
Miré de reojo a Henry, el cual se sentó en un asiento que seguramente dejó algún cobarde al mirarlo. Se encogió de hombros y se sentó.
Voltee a mirar a aquel idiota al lado mío; se asustó al sentir mi mirada sobre él. Sonreí. Demasiado patético.
Suspiré nuevamente y saqué un cuaderno y lápiz, aunque sólo lo usaba para dibujar cualquier cosa que se me ocurriera.
·~·
Me sobresalté al verlo sentado a mi lado. La profesora se estaba presentando y el sólo estaba dibujando. Era intimidante con su mirada y todo eso, pero no parecía mala persona.
Quise hablarle pero no me atreví, así que solo presté atención a la clase.
*~*
Terminó la clase de historia, por lo que salí rápido para dirigirme a la próxima clase, que era la de Ciencias en el laboratorio.
La profesora ni siquiera se presentó, sólo entró y comenzó a explicarnos como se disecaba una rana. Para esto debíamos hacer grupos de tres.
Genial, como yo conozco a todo el salón.
Ni el sarcasmo me era divertido ahora.
-Hola, me llamo Andrés, ¿quieres hacer grupo conmigo?
El que habló era un chico un poco más bajo que yo, era rubio y tenía ojos negros.
-Sí, estaría bien.
·~·
Siempre tiene que haber una profesora así, joder, estoy cansado.
Henry sabe que prefiero hacer las cosas solo, así que ni siquiera se acercó a mí cuando la profesora dijo para hacer grupos.
Estaba a un lado esperando que la profesora me dijera que hiciera el trabajo solo, pero no fue así.
-Alumno, ¿qué hace ahí? Únete al grupo de allá, solo faltas tú –dijo señalando detrás mío.
-No, prefiero hacerlo solo.
-No te estoy preguntando.
Esta puta me va a molestar todo el año. Me volteé para ver con quien me tocaba y… Sorpresa, sorpresa. Era el idiota del nuevo y Andrés; sé su nombre ya que por desgracias lo conozco desde el año pasado.
Esto va a ser divertido.
Agarré mis cosas y me senté al lado del nuevo, es divertido ver como se asusta con mi sola presencia.
-Y bueno, ¿qué hacemos? –dijo Andrés.
-Yo que voy a saber.
-Ha dicho que esperemos a que traigan las ranas.
Llegó la profesora con las ranas y las repartió. Pude ver como Andrés casi se desmaya y parece que el nuevo no tenía miedo, ni asco, pero no quería herir al animal.
Agarré el bisturí y corté como la profesora había dicho. Teníamos que abrirle el estómago y quitarle las patas. Andrés se tapó la boca, apuesto que va a vomitar.
El nuevo solo miraba la rana mientras la cortaba, tenía que quitarle las tripas y no dañar el cuerpo. Mientras lo hacía sentí que alguien me estaba mirando, era muy molesto. Voltee con el ceño fruncido y vi a un chico entre rubio y castaño con ojos azules, me sonrío en cuanto lo vi y como respuesta le saqué el dedo medio.
·~·
Es algo asqueroso, no sé cómo Robert puede hacer esto con tanta naturalidad; osea, le está quitando las tripas a un maldito sapo, o bueno, rana. A Bryan no le disgustaba, pero no decía nada.
-Bryan, ¿cómo puedes ver eso? Ugh…
-Está muerto de todos modos. –dijo Bryan.
·~·
No sabía que más hacer con la rana, así que le di el bisturí a Bryan y le pedí permiso a la profesora para ir al baño. Me miró con mala cara y luego me dio el permiso.
*~*
Terminé de ir al baño y salí para lavarme las manos. Él estaba viéndome con su estúpida sonrisa en la cara, lo ignoré y me seguí lavando las manos. Cuando terminé, él extendió su mano hacia mí.
-Soy Michael, ¿cómo te llamas?
-Que te importa.
-Sólo quiero ser amable…
Se acercó demasiado a mí, no sé por qué no lo detuve.
-…contigo.
-Vete a joder a otro lado. –diciendo esto le di un rodillazo en el estómago y me fui corriendo de allí, dejándolo que se retorciera de dolor.