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Las palabras perdidas por SunaLove51

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Notas del fanfic:

Quiera agregar que me basaré un poco en los tan conocidos viajes temporales/dimensionales que vemos en general en el manga/anime y si no aclaré si será SasuNaru o NaruSasu es que podría darse ambos casos (ya entenderán mejor en el 3° cap. a que me refiero). Pero como sé que no a todos les gustan ambos (en mi caso me da igual mientras estén juntos, pero respeto gustos). Avisaré cuando se de uno u otro por si las dudas y se puedan saltear eso si así lo prefieren...

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto.

Bienvenidos a mi nueva historia y espero que les guste.

 — ¡¿POR QUÉ SASUKE?! ¡¿POR QUÉ NO PUEDES ENTENDERLO?! —Gritaba un rubio desesperado.

 —El que no entiende eres tú, Naruto —Encontrándose de espaldas, solo se volteó levemente—. La única forma de enderezar este podrido sistema shinobi y sus errores es acabando con todo. Haré arder todo desde sus cimientos y erigiré una nueva era sobre sus cenizas —Su voz era fría.

 — ¡EL PASADO NO SE PUEDE CAMBIAR, PERO PODEMOS APRENDER DE ÉL! —Naruto trataba de hacerlo entrar en razón como muchas veces antes— ¡NO DIGO QUE LO OLVIDES TODO, SOLO QUE PERDONES MALDICIÓN!

 —A pesar de los años sigues siendo infantil e ingenuo... —Miró al cielo y sonrió como burlándose de la inocencia del otro.

 — ¿Cuanto más?... ¿Cuánto más tienes que perder para poder entenderlo? —Masculló el blondo con rabia.

 — ¡Ya no tengo nada que perder! —Estaba exasperado, ¿Acaso ese idiota no podía entenderlo?— ¡Ya no hay nada que me preocupe perder! Es hora de la purificación... —Extendió los brazos como abarcándolo todo.

 Se giró, quedando frente al otro. Se miraron a los ojos y los segundos se volvieron eternos.

 —Entiendo... —Esa simple palabra en los labios de Naruto llevaba consigo una carga tan importante. En ella se agolpaban tristeza, resignación y la certeza de que ya no había marcha atrás.

 —Hasta que por fin lo haces... —Su gesto era de sorna y resentimiento— Ya no hay nada que me importe más que ganar y para eso tú no debes estar en este mundo —A medida que hablaba el chakra se exteriorizaba fluyendo en relampagueantes destellos a su alrededor. El chidori nagashi era visible.

 Naruto no se quedó atrás, dejando fluir por su parte el chakra de Kurama que aún almacenaba en su interior.

 —Sabes que eso no te resultará eternamente, ¿Verdad? —Sonrió de medio lado.

 —No importa cómo, ¡Te detendré! —Dijo el rubio con resolución inquebrantable.

 Ya no hubo más que discutir, la batalla se desató sin cuartel dando a conocer los mejores jutsus que se habían estado reservando y extendiéndose por horas al ser los dos los más poderosos shinobis de elite.

 Tanto el rubio como el moreno no apartaban los ojos del otro tratando de adivinar un futuro movimiento o hallar un hueco en la defensa del rival.

 —Supongo que este es el final... —El Uzumaki echó una última mirada a Sasuke con añoranza.

 El Uchiha por su parte no pronunció nada, solo entre cerró los ojos y se lanzó (al que sabía), sería el último ataque siendo imitado por el blondo.

 Sus poderes colisionaron logrando que la energía se esparciera en todas direcciones creando una monumental explosión…

*

*

 Sasuke tardó en abrir los ojos cegado por el resplandor y era de esperarse luego del esfuerzo que le había tomado el utilizar jutsus tan poderosos por primera vez y sin haber acostumbrado su Sharingan antes de esa pelea.

 Miró hacia todos lados con rapidez e identificó el sitio en el que se encontraba: Era ese limbo o dimensión (no sabía bien como definirla), a la que solo Naruto y él tenían acceso.

 Ese lugar tan brillante le recordaba al chakra del rubio. Sin embargo, esta vez se sentía diferente, más frió y oscuro, como un nublado día de otoño.

 — ¡Sácame de aquí, Naruto! ¡Ya no hay nada que deba hablar contigo! —Ordenó.

 —Él no está aquí, Uchiha Sasuke. O debería llamarte Indra...

 —Tú... —El asombro apenas desfiguró sus facciones— Fuiste sellada.

 —Es verdad, pero no olvides que el chakra existente me pertenece y una parte de mi conciencia fue invocada aquí para cumplir una petición —Kaguya le dio una pequeña sonrisa, como insinuando un secreto.

 Sasuke se puso en guardia.

 — ¿A qué te refieres?

 —Ya no podrás utilizar tu keke genkai por motivos egoístas y malignos —Sentenció la diosa—. Esa fue su última voluntad...

 — ¿Qué mierda quieres... —Pero la frase se cortó abruptamente al desvanecerse.

 Cuando volvió en sí, se encontraba recostado sobre unas rocas, prueba de la devastación que había sufrido el terreno a causa de su enfrentamiento con el Uzumaki. De reojo busco en la zona circundante y percibió como dos chakras conocidos se acercaban a toda velocidad. Eran los otros dos integrantes del equipo 7.

 El moreno intentó pararse para enfrentarlos cuando se dio cuenta que su cuerpo no le respondía.

 — ¡Maldición! —Murmuró al verse a merced de los otros, ya que no podía utilizar el Rinnegan, ni siquiera el Sharingan. Por tal razón optó por hacerse el dormido, esperando que con el correr de los minutos su entumecimiento desapareciera.

 — ¡Sakura, apúrate! —Oyó la voz de Kakashi.

 Poco después percibió como pasaba a su lado seguido de cerca por la pelirosa.

 — ¡Por Kami! —Sintió a través del vibrar de la tierra como apresuraban sus pasos.

 Abrió un poco los ojos y vio como a unos metros detenían su marcha. Sakura se arrodilló juntó al cuerpo de Naruto y empezó a sollozar.

 — ¡Sakura concéntrate! —Su sensei pidió en tono serio, aunque no menos preocupado.

 La chica se mordió los labios y asintió, tratando de contener las lágrimas y concentrar energía vital en sus manos para hacer una revisión rápida al cuerpo del rubio.

 —Él... Él esta... —El hipido de la pelirosa se detuvo a causa de un gran estruendo, que aunque lejano, hizo temblar varias regiones y provocó un agudo dolor en los ojos del Uchiha.

 A kilómetros el gigantesco árbol creado por el Tsuki no mi y que había sido rodeado por una barrera protectora (creada por una porción del chakra de Kurama que había sido enviada por Naruto antes de su batalla final), comenzó a ceder liberando a los millones de shinobi de la alianza. Mientras, la energía roja viajaba como un rayo de vuelta a su contenedor.

 — ¡SAKURA APÁRTATE! —Advirtió el Hatake tirando del brazo de la chica para alejarla.

 El chakra entró de golpe en el cuerpo del Uzumaki, al tiempo que (a lo lejos), los bijuu escapaban de su prisión.

 —Está... —Balbuceó Sakura— ¡Vivo! —Sin poder contenerse más liberó su llanto sin restricciones, que esta vez era de felicidad.

 Kakashi, a su modo discreto, liberó el aliento que había estado conteniendo y giró su rostro para mirar al Uchiha aún tirado en el suelo.

 Lo meditó y se acercó a su ex alumno.

 —No hubiera querido decir esto... —Su tono era paternal y con autoridad— Pero quedas bajo arresto —Sasuke apenas lo escuchó, perdido como estaba en sus pensamientos.

 Sin saber cómo, había recuperado la movilidad en la mano donde tenía el símbolo de la luna creciente y que, en esta oportunidad, tenía sobre ella un kanji a modo de sello.

 — "¿Qué demonios es esto?" —Pensó.

*

*

 Las horas corrieron y para el anochecer, la alianza al completo llagaba al lugar encabezada por los Kages.

 — ¿Qué pasó aquí? —Preguntó Tsunade.

 —Tsunade-shishiou —Sakura estaba a punto de tomar la palabra, pero la advertencia silenciosa del peli plata la frenó.

 —Es un poco largo de explicar y recomiendo hacerlo en una reunión con los otros Kages —Dijo Kakashi.

 La rubia asintió hasta que notó el cuerpo de Naruto.

 — ¡¿Qué le sucede?! —Preguntó Gaara que se acercó corriendo a pesar del cansancio que había experimentaba por la extracción de chakra.

  —Su condición es estable —Informó la pelirosa—. Pero deberíamos llevarlo a Konoha cuanto antes —Todos estuvieron de acuerdo.

 Los demás amigos de Naruto llegaron, entre ellos Lee que cargaba en su espalda el cuerpo de Neji.

 — ¿Qué hacemos con él? —Shikamaru movió su cabeza en dirección a Sasuke que aún seguía postrado.

 —Llevarlo con nosotros. Salvo que Hokage-sama disponga lo contrario —Agregó Kakashi.

 —No tengo objeción —La rubia de grandes atributos mantenía la vista clavada en el rubio—. Lo más importante ahora es tratar a Naruto.

 Sin más ambos jóvenes fueron cargados. Uno por su ex-sensei al nadie haberse ofrecido a hacerlo y el otro por la propia quinta que comenzó una carrera a toda prisa seguida de cerca por Sakura, Gaara y los restantes compañeros de generación.

 —Naruto-kun se pondrá bien, ¿Verdad? —Hinata preguntó con temor a Kiba.

 — ¡Por supuesto! A ese idiota solo le gusta llamar la atención —El castaño intentó sonar animado sin lograrlo por completo— "No nos puede dejar"

 La alianza en su totalidad cruzó los bosques del país del fuego y dejando el cansancio de la guerra a un lado, llegaron relativamente pronto a las puertas de Konoha.

 —Son demasiados para albergarlos en la aldea —Onoki comentó a los demás.

 —Eso no será necesario —Mei acotó—. Con que levanten campamento a las afueras será suficiente.

 —Es verdad, solo necesitan agua y comida para reponerse, ¿Estás de acuerdo Tsunade-hime? —A, el Reikage pidió la opinión de la mujer.

 —Sí y enviaré a los chunnin que se quedaron al cuidado de los aldeanos a entregar provisiones y ayudar con las curaciones. Trataré que los medic-nin que estén en condiciones también ayuden.

 —Se lo agradecemos. Cuando estén en condiciones volverán a sus respectivos países —Gaara prometió y los otros lo secundaron.

 —Eso no importa, mientras dure su estadía en estas tierras serán tratados como amigos —Los otros líderes sonrieron—. Por lo pronto, Uds. serán guiados a un edificio donde se dispondrán sus habitaciones —Agradecieron con una leve inclinación y la quinta partió hacia el hospital dejando la tarea en mano de varios ambus.

 Al cruzar las puertas del nosocomio, Shizune junto a Sakura ya la esperaban.

 —Ya dispusimos un cuarto para examinarlo —Informó y sin decir nada la rubia se dejó guiar hacia el lugar, para luego junto a sus alumnas y médicos de confianza encerrarse por horas.

*

*

 — ¿No vas a decir nada? —La pregunta fue contestada cuando el pelinegro habló y le respondió con otra.

 — ¿Por qué no le dijiste nada a la Hokage?

 — ¿De qué hablas? —El mayor miró a un costado como si realmente no entendiera.

 —No juegues conmigo, Kakashi... —Su entonación sonaba peligrosa y el sensei suspiró.

 —Solo te estoy dando una nueva oportunidad para reflexionar. Quizá no sirva de nada, pero quiero creer que Naruto no se sacrificó en vano.

 —Que él sea un estúpido no es novedad, pero veo que es contagioso.

 —Y yo que creí que tú eras el genio del equipo 7. Tal vez también estoy equivocado en eso —Dejó la frase en el aire antes de desaparecer en una voluta de humo.

 Antes de la pelea con Naruto había decidido eliminar a los Kages para crear un nuevo orden mundial, dejando atrás la venganza contra la aldea que lo vio nacer. No obstante, en ese momento la idea de acabar con todos los habitantes, desde el primer shinobi hasta el último maldito aldeano se le hacía tentadora.

 — "Y ni siquiera acabé con él... —Caviló al sentir a Naruto, que aunque parecía lejano sabía que no era así, pues podía percibir mediante su chakra a qué distancia se hallaba— Maldición".

*

*

  El día pasó, dando lugar a la noche y Sasuke agradeció no tener más visitas molestas. Sin embargo, eso no podía durar para siempre.

 La puerta se abrió lentamente y no fue necesario observar a la persona que había ingresado.

 — ¿Qué quieres, confesarte otra vez? —Se burló— Pensé que enviarían a algún ambu a sacarme información y no a alguien tan débil y patética.

 — ¿Qué fue lo que le hiciste? —Las palabras de Sakura rezumaban desprecio.

 —Siempre supe que eras una tonta pero, ¿De eso a no saber lo obvio? Intenté eliminarlo.

 — Eso ya lo sé... Quiero saber que técnica utilizaste —Arrastró y alzó la voz— ¡Y quiero saberlo ahora!

 — ¡Ja! Encima de mediocre, graciosa —Desvió su oscura mirada hacia el lugar donde la chica se paraba estoica—. Pregúntale a tu amiguito —Esto hizo que ella se mordiera los labios.

 — ¡Él no reacciona!

 —Eso no es verdad, percibo sus movimientos incluso más que antes —Y agregó para sí mismo— "Y eso no me agrada".

 —Eso... —Una lágrima resbaló por su mejilla y se volteó para que el Uchiha no la viera— No es lo mismo.

 —No tengo ganas de seguir aguantando tus estupideces...

 — ¡Yo tampoco tengo ganas de volverte a ver y me maldigo por obligar a Naruto a seguirte todos estos años! —Sakura sabía eso no era del todo cierto, pero no le daría a Sasuke la satisfacción de saberse importante para el blondo— Es mi culpa que él esté así y jamás me lo perdonaré... —Salió dando un portazo y dejando la duda clavada en el moreno. Algo que este odió.

*

*

  Las semanas siguientes recibió solo la visita de Tsunade escoltada por sus ambus personales para hacerle preguntas que lo dejaron aún más confundido.

 Al recapitular todo lo dicho por la quinta, pudo hacer algunas conclusiones.

 Primero: Kakashi había omitido información (y obligado a Sakura a hacerlo), frente a los Kages. Por consiguiente, estos solo estaban al tanto de lo que habían presenciado en la guerra y de que había ayudado a sellar a Kaguya, dejándolo en una buena posición frente a las naciones shinobis. Claro, con algunas reservas ya que su pasado de desertor y traidor (que lo habían convertido en un criminal de rango S), no podía ser pasado por alto.

 Y segundo: Al parecer Naruto había decidido por fin olvidarse de su "amistad", al haber pasado 3 semanas y no haber puesto un pie en ese lugar para verlo.

 Quizá lo dicho por la pelirosa era verdad y el Uzumaki solo había representado el papel de amigo abnegado para impresionar a la Haruno. Después de todo siempre había tratado de mostrar su fuerza y valentía para ganar su afecto.

 — "Estúpido... —Eso lo molestaba. Si creía que iba a utilizarlo como peón para un propósito tan superficial, él le mostraría quien era realmente— Esta vez voy a terminar lo que empecé".

 A lo largo de los días había estado (en secreto), recuperar el movimiento en sus extremidades y poco a poco lo fue logrando. Aún así el poder en sus ojos era otro tema, pero ya no podía esperar más para largarse de ese sitio y poco le importaba los ambus que lo vigilaban, pues no sería la primera vez que huía de un contingente de ellos.

 Con sigilo se puso en pie, sin importarle estar semidesnudo, e hizo un clon de sombra al tiempo que desaparecía su propia presencia. El clon en silencio tomó su puesto en la cama en la misma posición en la que se encontraba unos minutos antes. Algo lo alertó y optó por fundirse con las sombras del lugar.

 — ¿Qué pasa? —Preguntó uno de los ambu a otro que había entrado por la ventana.

 —Me pareció sentir algo...

 —Solo es tu imaginación.

 —No está de más asegurarse y comprobar de vez en cuando —Miró hacía la cama donde el falso Sasuke fingía dormir—. Con un tipo como este cualquier precaución es necesaria.

 —En eso te apoyo —Concordó su compañero.

 Ambos retomaron sus posiciones en las afueras del edificio.

 —Hump... —Solo exclamó el pelinegro para luego desaparecer en el jutsu de fuego que una vez le había visto hacer Naruto junto a Kabuto y Orochimaru, cuando se reencontraron después de años.

 Apareció un par de minutos después en un cuarto que se ubicaba en la torre Hokage.

 —Así que aquí te escondías... —Observó fijamente al joven rubio dormir ajeno a sus intenciones— Supongo que tu estúpida sonrisa se metió en el bolsillo a la vieja esa. O, ¿Acaso te acuestas con ella? —Preguntó con rencor, creyendo que Naruto no lo oiría.

 Los ojos del durmiente se abrieron de pronto posándose sobre él.

  —Hasta que despiertas... —Se aproximó— En este instante extraño a Chôkuto entre mis manos. Supongo que esto será suficiente —Una suave electricidad se concentró en sus dedos. Una técnica que había basado en el bisturí de chakra que había visto utilizar a Kabuto infinidad de veces y mezclándolo con su propio estilo de rayo.

 Dirigió su mano hacia el cuello del blondo, pero este no dio signos de defenderse, ni de ningún tipo.

 El Uchiha se creyó subestimado.

 — ¿No vas a decir tus últimas palabras? ¿Alguna cursilería, por ejemplo? —Y fue ahí que por fin se dio cuenta.

 El rostro, ante la cercanía de la electricidad de Sasuke, se vio iluminado y el moreno pudo apreciar el vacio en los ojos azules.

 Miraban en su dirección, pero parecían mirar a la nada. Ni una emoción bailaba en ellos y Sasuke habría jurado que tenía frente a él un cadáver, si no fuera porque lo vio pestañar y a su pecho subir y bajar al ritmo de su respiración.

 Ese no era Naruto Uzumaki.

 El Naruto que conocía desprendía emociones a flor de piel. Sus ojos eran tan expresivos y vivaces que eran capaces de hacer amigos allá a donde fuera y ablandar al corazón más duro. Podía dar fe de ello mejor que nadie aunque jamás lo admitiera en voz alta.

 ¿Quién era ese recostado en esa cama? ¿Un clon?

 El rubio se había vuelto un maestro en ellos. Sin embargo, por más que pudiera crear réplicas perfectas en todo sentido, él era capaz de identificar al original sin problemas.

 Sin saber por qué, se vio retrocediendo y salió de aquel sitio al exterior.

 Caminó sobre los tejados sin saber a dónde ir, hasta que se decidió y se encaminó hacia un lugar que de otro modo jamás pisaría en su vida.

 Sin perder tiempo se escabulló por una de las ventanas que (por lo que adivinó), daban al dormitorio de la dueña del lugar. Advirtió el ataque y con velocidad asombrosa esquivó los kunai que fueron lanzados a su persona.

 —No me sorprende que huyeras. Hasta te estabas tardando —Dijo Sakura con recelo—. Lo que me asombra es que vengas aquí.

 —Dime todo lo que pasó desde que llegamos a la aldea —Ordenó con voz monótona.

 — ¿Por qué debería? —La chica se mostró altanera.

 —No me desafíes o esta vez no será un genjutsu... —Refiriéndose a aquel que le había hecho antes de pelear con Naruto.

 — ¡No te tengo miedo! —Ella se puso a la defensiva.

 —Entonces tal vez prefieras que empiece a asesinar a cualquiera hasta que te decidas a hablar —La kunoichi empuñó sus manos sabiendo que no era rival para el Uchiha.

 — ¿Qué quieres saber?

 —Todo —Sin moverse ni un centímetro la chica no tuvo elección e inició el relato de como al llegar a Konoha habían empleado en Naruto todas las técnicas habidas y por haber. Incluso Tsunade al verlo estable, pero en coma había utilizado jutsus prohibidos. Sin embargo, nada funcionaba.

 —Hasta liberó a Orochimaru de su encierro y estaba dispuesta a hacer un trato con él para salvar a Naruto —Confesó y su mirada descendió.

 Ya no importaba que estuviera hablando con un enemigo.

 —Sigue.

 —Gracias a eso tuvimos un pequeño avance...

 —Ese que vi hoy no es él —Agregó el pelinegro.

 —Sí y no... Logramos despertar su cuerpo pero su alma no está ahí —Su orgullo fue dejado de lado al derramar algunas lágrimas.

 —Eso no es cierto, ¡¡MIENTES!! —Esa reacción tan ajena al Sasuke actual sobresaltó a la pelirosa.

 —Acabas de decir que lo viste, ¿No? —Lo volvió a encarar gesticulando con las manos por el nerviosismo— Eso no es Naruto, ¡Solo es un cascarón vacío!

 —Lo que pasa es que Uds. son unos inútiles.

 —Y a resumidas cuentas, ¿A ti que te importa lo que pase con él? —Sasuke se giró para cruzar la ventana nuevamente, pero paró al escuchar lo que ella dijo a continuación.

 —Querías verlo muerto, ¡Alégrate! —Dijo con sarcasmo— ¡Esto es aún peor!

 Sin más intentó dejar atrás los reclamos de su antigua compañera, aunque esta tenía algo que agregar y se asomó al exterior para hacerlo.

 — ¡Maldigo el día que te conocí! ¡Maldito el día en que te cruzaste en la vida de Naruto! ¡Ojalá hubieras muerto como todos los de tu maldito clan! —No recibió respuesta y tampoco la esperaba.

 El moreno, en otra ocasión, hubiera retrocedido sobre sus pasos y con seguridad la hubiera asesinado o como mínimo la hubiera sometido a una sádica y cruel sesión del Tsukuyomi por osar nombrar a su familia. No obstante, si no lo hizo fue porque en el fondo un pequeño dolor en el pecho (que parecía incrementar con el correr del tiempo), lo hizo desear por un momento que aquello último hubiera sido cierto.

*

*

 —La vista es impresionante y hermosa, algo irónico considerando el suceso que le dio nombre a este valle.

 —Hump... Me molesta el parloteo de todos ustedes. Si vienes a pelear ataca de una vez —Retó el pelinegro.

 El sensei suspiró.

 —Pasa el tiempo y tu paciencia se hace más escasa —Opinó mirando hacia el extenso bosque que podía apreciar al encontrarse parado sobre la estatua de uno de los fundadores de la aldea (Madara), a solo pasos de Sasuke que se encontraba sentado y con una pierna flexionada, al borde de esta y dándole la espalda.

 —Estoy esperando...

 —No vine a enfrentarte, aunque debería pues Tsunade-sama ordenó tu búsqueda y captura —Kakashi dejó que la suave brisa meciera su rebelde cabello —. Sasuke... Siempre fuiste solitario y por más que intenté guiarte, hace tiempo acepté que no puedo interferir en tus decisiones. Debes descubrir cuáles son tus verdaderas prioridades y ponerlas en orden. A pesar de lo que ha pasado y aunque suene tonto, creo en ti —El menor se giró para hacer un comentario cortante, como que no necesitaba de su confianza, cuando se encontró totalmente solo.

 — "Ese jounin no pierde la maldita costumbre de hacer eso" —Pensó fastidiado, pero su fastidio paso a segundo plano cuando cayó en cuenta de lo que había dejado el otro.

 Eran dos objetos: Un pergamino y una de las máscaras del Dios de la muerte.

 — "Esta máscara..." —Supo que había visto algunas similares y recordó a donde lo había llevado Orochimaru alguna vez— El templo Uzumaki.

 Su instinto lo llevó a una conclusión: Debía hablar con el sannin, porque si de algo estaba seguro es que este poseía información muy valiosa adquirida con la experiencia de los años y gracias a su obsesión de recolectar la mayor cantidad de jutsus posibles.

 Estaba decidido, iría a verlo aunque ahora se le presentaba un nuevo problema, volver a infiltrarse en la aldea.

 Escapar había sido fácil al hacerlo en secreto en medio de la noche. No obstante, no podía contar otra vez con esa ventaja al estar alertas y en su caza, sumando a eso que el sannin loco debería estar fuertemente custodiado al ser quien era.

 ¿Cómo lo lograría? No lo sabía, pero no por nada había avanzado tanto en su corta vida.

 No era alguien de amedrentarse ante el peligro y aceptar una negación o imposición. Era un renegado que rompía las reglas y utilizaría lo que fuera necesario para lograr su objetivo.

 

 

 Continuará...

 

Notas finales:

Ahora sí, me despido y espero que les haya gustado.

Hasta pronto! (^u^)/


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