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Cada ola que se rompe por Clarity

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Notas del fanfic:

Este en mi primer One-Shot. No es un song-fic, pero me inspiré en la canción "Every Breaking Wave" de U2 versión acustica. 

Espero que disfruten la lectura como yo lo hice al escribirla. 

"Cada ola que se rompe"

Mantenía su vista en algún punto del horizonte con sus ojos perdidos que se humedecían por momentos, luego volvían a ser expectantes. Personas que caminaban por la zona lo admiraban por segundos para después retirarse. Se podría decir, al ver aquella escena, que sólo era un hombre maravillándose con el atardecer en la costa. No era así; sus ojos sólo estaban enfocando la escena pero en ningún momento su cerebro procesó la imagen. Un chico parado en la costa, su pelo meciéndose con la brisa al vaivén del agua salada que se arrastraba a la orilla; daba la impresión que cada ola que se esparcía por la arena intentaba alcanzar sus pies descalzos, pero el agua no alcanzaba a tocarlo. A lo lejos había barcos pesqueros, parecían desaparecer con los rayos del sol que cegaban a momentos y descendía. El lugar radiaba con su simplicidad, pero él no veía. No quería ver.

-“Mi tiempo aquí termina hoy”- pensó- “Esperé encontrarte aquí, pero al parecer me volví a equivocar. No me malinterpretes, en realidad disfruté mi estancia por estos rumbos, es muy bonito y he descubierto que la gente es más amable y expresiva en lugares cálidos que en lugares fríos; algo que aprendí viajando. Creo que esa fue una de las razones por lo que creí que te conocería en este lugar; te imagino de ese modo: expresiva o expresivo. Pero si no eres así también no tengo problemas, yo por mi solo ya soy demasiado expresivo, mis amigos me consideran hasta ruidoso ¿puedes creerlo? Bueno, pero también hay muchas playas en el mundo, y un lugar cálido no tiene que ser cerca del mar por exactitud, también podrías estar cerca del trópico, o en algún desierto. Las posibilidades son infinitas, pero… pero bueno yo no soy eterno”- tragó saliva y apretó su mandíbula sin ser consiente –“Sé que te lo he dicho muchas veces, pero no me importaría mucho si aparecieras, digo, si tampoco apareces como lo has hecho los últimos siete años también está bien, puedo vivir sin ti, lo he hecho todo este tiempo”- una lagrima logró deslizarse fuera de su pupila, rodó por su mejilla pasando tres líneas que tenía allí para por fin extinguirse al caer en la arena, él sintió la humedad pero no se detuvo –“También algo que he aprendido es que no necesitas a alguien para ser feliz; muchos creen que para ser ‘felices por siempre’ necesitan tener pareja, pero yo no lo creo así, yo creo que puedes ser feliz si así quieres serlo, porque la felicidad es algo que tú eliges. Por eso soy feliz con mis amigos y con las personas a mí alrededor, y también soy feliz hablando contigo, aunque no estés aquí y tal vez ni existas” – pudo notar el cambio de iluminación, el sol casi se había ocultado por completo y el viento salado se volvía frio, pero siguió parado observando el infinito –“Tal vez seas un invento de mi imaginación para no darme cuenta que en verdad me siento solo y que considero estar acompañado, pero si ese fuera el caso hubiera aceptado las proposiciones que he tenido, no te lo había dicho pero incluso Hinata se me declaró, ahora que lo pienso me siento un poco triste por ella. Consideré decirle que sí pero no lo hice. Al final no pude hacerlo. Sigo esperándote ¿sabes? Eso es aun más triste”.

El sol ya se había ocultado para dar amanecer a otro lugar, sus ojos azules captaban la señal de luz atrás de él  gracias al reflejo que le proyectaba el mar tambaleante, sentía el rozar de nuevas lagrimas por sus mejillas y un poco de humedad en sus pies, pero siguió parado. Absorto.

-“Si es que estás allá afuera, por favor no te tardes, y si tienes a alguien por favor sé feliz, aunque sea imposible de alguna manera hazme saber que no necesito buscarte, o que estás muerta ¿estás muerta? ¿Estás muerto?” – su vista ahora se colocó en alguna parte del cielo. Se podían ver pocas estrellas – “Si lo estás por favor mándame una señal ahora y dejaré de buscar, siento cálido mi corazón pero no sé reconocer si estás muerto o vivo” – Se quedó mirando el cielo y atento a todo al mismo tiempo, esperando algún ruido o movimiento. Durante 3 minutos todo permaneció en calma y de él se encorvó una sonrisa – “No sé cómo tomarme tanta tranquilidad ¿eso es un sí o un no? Enserio me gustaría conocerte, saber si eres real, saber si eres una chica, o de casualidad eres un chico. Sería raro que fueras un chico pero no me molestaría, no tengo repercusiones por el sexo aunque me considero heterosexual. Sólo quiero conocerte, pero ¿cuándo? ¿Dónde? ¿Estás ahí?” – Naruto se recostó en la arena mirando la noche, su cuerpo daba pequeñas sacudidas por el frio  - “A veces siento que me cansaré de esto algún día, ya sabes, viajar de vez en cuando para buscar a no sé quién ¿qué tal si ya te conozco y no te he reconocido? ¿Qué tal si ya te saludé pero no supe identificarte? Sabes que saludo a mucha gente ¿ya pasé a tu lado?”- Su mirada enfocó su alrededor – “El mundo es tan grande y esplendido, me alegro de buscarte porque así salgo. Me gusta mi rutina; viajar cada vez que tengo dinero para hacerlo y el resto trabajar de lo que pueda. Es una bella rutina. Sabes, cuando logre ahorrar más empezaré a recorrer lugares más lejanos. Aunque no te encuentre al menos conoceré más personas. Me gusta la gente. Creo que me gusta la gente y te hablo porque en verdad me siento solo”.

El viento que ofrecía la marea era un poco frio pero soportable. Las personas que quedaban en la playa se acercaban a los puestos de comida nocturna, unos pocos, un poco más distantes de dónde se hallaba Naruto, seguían nadando a una distancia considerable de la orilla para no adentrarse en lo hondo. Él se estiró en la arena.

-“Bien, supongo que ya tengo que irme, me está dando frio. Considera que sólo tengo un traje de baño y una playera. No es el mejor vestuario para quedarme mucho tiempo en la playa, de noche, con toda esta humedad”.

Tardó todavía un tiempo para levantarse. Al hacerlo, volteó hacia atrás y vio las luces. Como si sus sentidos volvieran a conectarse escuchó el ruido de el agua chocando entre ella y las pláticas de turistas y pueblerinos. Sus ojos azules brillaron ante la expectativa y se volvió para correr hacia el mar. Cuando sus pies descalzos tocaron el agua dudó, pero en ningún momento se detuvo. Sentía el mar frío subir entre sus piernas y cómo sus pies tocaba tierra que era fácil de moldear. Un poco después ya le cubría la cadera y se inclinó para meter su pecho también en la marea; remojó su cara para limpiarse las lágrimas secas.

-Bueno, el mar ya es salado así que no creo que importe- se dijo.

Jugueteó todavía un rato.

-¡Hey!- Naruto volteó cohibido -¿No es muy tarde para jugar en el agua? Además pareces muy grandecito como para chapotear.

Sus ojos azules inspeccionaron a la persona que lo había sacado de su trance y lo había inculcado en otro. Parecía un turista de su misma edad. Miró su cara y en ella deslumbró una sonrisa que le parecía egocéntrica. Sintió calor recorrerle el pecho.

A regañadientes salió del agua para pararse frente a él.

-No me hables de esa manera cabrón ¿quién te crees que eres?

-Ha, siempre pensé que eras una chica, tampoco creí que fueras tan estúpido y escandaloso- su sonrisa era más grande. Alzó su mano, la colocó en su frente y luego la deslizó en el aire antes de tocar la frente del individuo que tenía delante- Y eres más bajo.

-¿Por qué pensaste que era una chica si desde lejos se nota que mi cabello es corto, no largo?- dijo exasperado.

-No lo decía por eso- se volteó y empezó a caminar lejos de él. Un poco más lejos algunas personas volteaban a su dirección, interesadas por lo que sucedía.

Él se incorporó y corrió un poco rebasando al otro y parándosele enfrente, deteniéndolo. Observó sus ojos negros y sintió cómo penetraban en él. Lo último que le había dicho todavía resonaba en su cabeza hasta que le dio sentido a sus palabras.  El calor en su cabeza y en su pecho sólo se incrementó. Su corazón latía fuerte y rápido. El de ambos.

-¿Eres tú, verdad?-

-Siempre sentí como si alguien me estuviera hablando a lo lejos, no escuchaba nada, sólo lo sentía, era muy irritante y a veces pensaba que me estaba volviendo loco- dijo, respondiendo a sus palabras. Levantó una mano y la extendió hacia el otro – Uchiha Sasuke

Sus ojos seguían conectados, él también levantó una mano y la estrechó con la ajena.

-Uzumaki Naruto- después de un ligero apretón deshicieron el contacto. Naruto seguía sin hablar, el shock que le había producido era más grande del que nunca había tenido. Su cerebro se inundaba con millones de pensamientos incoherentes.

-Sentémonos- dijo, mientras cumplía su acto, dando el pecho al mar pero con la cara volteada al rubio.

Naruto lo imitó. Ambos se miraban mientras recibían las ráfagas de viento, junto con el sonido de las olas que se rompen en la orilla, y las personas detrás de ellos, pero no escuchaban. No querían escuchar.

-Por fin te encontré- dijo Sasuke.

-Por fin te encontré- dijo Naruto.


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