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Hermanos Uchiha 1: Maise Adharail por KatsukoSenpai

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Notas del fanfic:

 

Kya es mi primer NaruSasu asi que no sean muy duros, tratare de escribir lo mejor que pueda :D

Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto le pertenecen a Masashi Kishimoto, a mi solo me pertenece esta historia con algo de ayuda de folklore escoces

Prologo

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LOS tardíos y cálidos rayos del astro rey se filtraban suavemente entre las hojas de los arboles que inundaban el bosque. La tenue luz naranja junto al leve viento que corría por entre los árboles y el olor a tierra mojada y a Acre le daba un toque mágico, casi celestial a todo el verde del lugar. La vista era indescriptible para todo ojo que la viera, lástima que este fuera un lugar habitado solo por Faes y los animales nativos del lugar.

Mikoto Uchiha, madre de una pequeña pero linda familia de Faes Ghillie Dhu* terminaba los preparativos de la cena para que sus tres pequeños junto a su marido fueran a comer después de un arduo día de travesuras y trabajo en el bosque.

-¡Ya es hora de la cena!- grito desde la cocina y como por arte de magia sus tres bellos hijos aparecieron por la puerta trasera de la cocina.

Como ya era un hecho por ser Faes Ghillie Dhu, los tres infantes eran muy similares. Los tres poseían una cabellera negra al igual que sus ojos, sus pieles eran blancas y eran de gran belleza. Los tres vestían con ropas hechas de hojas y musgos. Era algo típico de estos seres. Ellos eran simplemente hermosos como solo los Faes podían ser.

-¿Quieres que te ayude en algo madre?- pregunto el mayor. Itachi.

-Por supuesto cariño.- dijo sonriéndole amablemente al joven, quien no tardo en responderle de la misma manera a su madre.

-¿Nosotros en que podemos ayudar madre?- pregunto Sai, el mayor de los mellizos.

-Tú y Haku pongan la mesa.- ambos chicos asintieron y corrieron a hacer lo que su madre les había pedido.

Mikoto volvió a los últimos preparativos mientras sonreía, sus hijos eran tan amables y obedientes, siempre tratándola de ayudar en cuanto se desocupaban de los quehaceres que les daba su marido. Su Itachi, un niño de apenas 11 años de edad, era muy responsable, siempre velando por el bienestar de sus hermanitos de 7 años, Sai y Haku. Los cuales eran tan diferentes a pesar de ser mellizos ya que Sai solía ser algo travieso cuando se lo proponía contando que era más enérgico que Haku, quien disfrutaba del silencio al contrario de su hermano.

Una vez que todo estuvo terminado, junto a la ayuda de Itachi, trasladaron los alimentos a la mesa que estaba en medio de una de las habitaciones de la pequeña casa que su marido había construido antes de casarse.

A los pocos minutos un hombre de unos 30 años entro a la sala ya con las manos limpias. Deposito un beso en los labios de la pelinegra y acaricio las cabelleras de sus hijos, entonces tomo asiento junto a los infantes y a la Fae y comenzó a comer tranquilamente.

 Así eran todas las noches en su familia. Hacia la cena, los chicos llegaban a ayudarle y por ultimo su marido entraba a cenar con ellos después de dar el último recorrido al bosque. Seguramente Sai haría una travesura y Haku iría a leer mientras Itachi le ayudaría a recoger la mesa y Fugaku, su marido, lavaría los trastes  para convencerla de ir a descansar.

Como amaba las noches con su familia.

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Ayuda…

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Ayuda

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¡AYUDA!

Se levanto con la respiración agitada, su boca estaba seca y un leve sudor cubría su frente. Había escuchado algo, estaba segura de que no había sido un sueño, había sido tan real que podría jurar que le habían pedido a ella personalmente. Miro a su marido, al lado suyo para saber si él fue quien le llamo en sueños pero este tenía una expresión tranquila en su rostro por lo que descarto a Fugaku de haberla despertado.

Se levanto con parsimonia y camino hasta la habitación que compartían sus hijos. Dio gracias a todo ser vivo que sus aposentos no estuvieran lejos del de sus hijos. Se asomo por la puerta y vio a los tres pequeños dormir plácidamente, fue entonces que se pregunto a sí misma, ¿Quién pidió por ayuda?

Su corazón comenzó a latir a un ritmo desenfrenado. Alguien le estaba pidiendo ayuda, no lo sentía tan tangible pero estaba ahí. El sentimiento de desesperación por acudir al rescate del ser que le pedía auxilio. Estaba ahí,  estaba dentro de ella y la sensación era casi dolorosa.

Se encamino hasta la puerta principal de la pequeña morada y decidió salir de esta, mirando con sumo cuidado su entorno.

-Madre, ¿Qué haces?- dando un respingo se volteo para ver al pequeño Itachi en su pijama parado frente a la puerta. El infante estregaba sus ojitos a causa del sueño.

-No podía dormir, así que iré a dar una vuelta.- no le gustaba mentirle a su familia pero ese sentimiento de socorro era más fuerte que otra cosa.

-Entonces te acompañare.- el chico camino hasta tomar la mano de su progenitora y comenzó a caminar junto con ella, caminando por el denso y nubloso bosque.

Caminaron por entre los árboles, Mikoto caminaba por delante e Itachi la seguía unos pasos atrás. La pelinegra iba expectante a cualquier movimiento que ocurriera a su alrededor. Caminando unos pocos metros más hasta llegar al rio que corría en medio del bosque. Por alguna razón se dirigió a la orilla de este, examinándolo con ojo crítico. Tal vez todo eso era solo su imaginación y ella estaba exagerando.

-M-madre…- la pelinegra volteo a ver a su hijo y miro que el niño veía a una dirección mientras el temor invadía su rostro.

 Inmediatamente volvió la mirada a la misma dirección que Itachi y entonces su cuerpo se helo. En la orilla del rio había una mujer, Fae, ¿Daoine Maithe* tal vez? Esta estaba con algunos cortes en el rostro y sangre escurría de un costado de su abdomen, las heridas parecían no sanar como deberían. Lo que significaba que su estado era critico.

-¿Está bien?- pregunta algo asustada mientras corría en dirección a la mujer de cabellos rizados y rojoe.

-Y-yo… viniste…

-No hable, necesita ayuda.- la alejo del rio. –Itachi ve por tu padr-

-¡N-no!- la mujer la detuvo. –Pr-proteja-lo…- pidió en un gemino.

-¿A quién?- la pelinegra la miro confundida y fue entonces cuando se percato del pequeño bulto que la mujer llevaba en sus brazos. Un recién nacido.

-Es un bebe… ¿Cómo?- susurro atónita mientras miraba la cascada que se alzaba a lo largo del rio arriba.

-E-está protegido por mi magia, no sentirán su glamour*. No d-dejes que lo tengan.- le entrego al infante. –Protégelo con tu vida, a-ahora váyanse an-antes de que ellos lleguen.- Mikoto quiso obtener mas respuestas de la mujer pero una tenue luz al otro lado del rio, dentro del bosque llamo su atención.

-Itachi…- llamo a su hijo en un susurro apenas audible. El pelinegro se apego a ella en un instante. –Disminuye todo tu glamour, así como te lo enseñe.- miro al niño mientras le sonreía para disipar el miedo que reflejaban sus negros ojos.

-Gracias.- fue lo último que dijo la mujer antes de extinguirse entre polvo de luz. Mikoto supo que ella había muerto.

Tomando la mano de su hijo y aferrando a su pecho al bebe que parecía dormir el más dulce de los sueños, comenzó a correr como nunca había corrido. Itachi a trompicones le seguía el paso puesto que un paso de su madre eran tres de los suyos.

-Madre. Ya no puedo.- el pelinegro jadeaba constantemente.

-Pero tenemos que ir a casa. Es más seguro.- sentía pena por su hijo ya que lucía algo cansado además de apenado por no poderle seguir el paso.

-Conozco un lugar seguro.- dijo el menor sonriendo mientras halaba a su madre por entre los árboles.

Llegaron hasta un enorme árbol de cedro y el pequeño se adentro en un agujero que había debajo de este, podría pasar por una guarida de osos.

-Itachi, es peligroso.- dijo en un susurro.

-No lo es.- el infante asomo la cabeza a la superficie. –Vengo aquí siempre que quiero reflexionar, no está habitada y con unas ramas con hojas y tu magia podremos pasar desapercibidos.

Chico listo pensó la pelinegra, la idea de su hijo era de mucha ayuda por lo tanto le paso el bebe a su hijo y luego ella se adentro para luego cubrir la salida con algunas ramas evitando usar su magia porque no sabía su los que buscaban al bebe podrían sentirla. Se sentó al lado de su hijo y volvió a cargar al bebe, examinándolo con ojo crítico.

Era sencillamente hermoso.

Por lo que dejaban ver la poca luz y la manta que le cubrían el cuerpecito, Mikoto dedujo que el nene era de cabello negro igual al suyo, su piel era pálida y tenía las mejillas sonrojadas. ¿Cómo lo supo? Pues por el brillo luminoso que lanzaba la cadenita que colgaba de su cuello… se percato de ese hecho y tomo el objeto en su mano, era una cadenita de diamantes con un dije de oro, ese dije le parecía familiar. Lo miro fijamente y noto que en este estaba escrito algo.

Sasuke

Miro al infante y dedujo que ese sería el nombre del pequeño.  Suspiro, esa noche sí que era complicada y ella junto a su hijo mayor tendrían que dormir fuera de casa. ¿Cómo estarían el resto de su familia? Supuso que bien puesto que Fugaku había creado un  hechizo que hacia invisible su propiedad y alejaba del lugar a todo aquel que quisiera acercarse a su morada a hacer algún daño.

 

Miro a su hijo que ya había comenzado a dormitar por lo tanto lo acomodo en su regazo y así este pudiera descansar lo suficiente. Miro nuevamente al bebe mientras sus ojos comenzaban a cerrarse.

¿Quién había sido esa mujer?

¿Por qué la había llamado a ella?

¿Quién era en verdad Sasuke y porque le perseguían?

 

Solo esperaba que esas preguntas pudieran responderse con el tiempo. 

Notas finales:

Espero les haya gustado mucho por favor dejen sus reviews o algunos tomatasos!!

 

Maise Adharail= es Belleza etérea

 

Fae= seres mágicos como ser hadas, pixies, elfos, ninfas etc.

Ghillie Dhu= del folklore de escocia, es un hada guardián de los arboles. Son espiritus solitarios pero aquí los puse como familia.

Daoine maithe= Hadas del folklore irlandés, son muy benevolentes pero si las tratan con agresividad suelen ser crueles.

 

Glamour= es coo el “ki” de los Fae.


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