~Lately I been, I been losing sleep
Dreaming about the things that we could be
But baby, I been, I been prayin' hard
Said no more counting dollars
We'll be counting stars
Yeah, we'll be counting stars.~
~POV Jin~
Y aquí me encuentro.
Solo, en silencio, en mi apartamento de apenas 20 metros cuadrados.
¿Cómo pude acabar así? Yo, Kim Seok Jin, proviniente de una de las familias más ricas del país.
Todo se remontaba a dos, o.. ¿Quizá tres? años atrás, cada vez pienso menos en ello, y me odio por seguir torturandome cada día con el recuerdo de aquella familia de la cual ahora carezco. Pero claro, fuera de esta carcel de cuatro paredes en la que vivo, sigo siendo un triunfador, las chicas caen a mis pies. Pobrecillas, si supieran que no me queda ni un solo Won, seguro que la historia cambiaría, aunque no seré yo la persona que rompa sus esperanzas, desde bien pequeño me criaron con las creencias de un ganador, o al menos eso decía mi padre, el orgullo siempre debía ser lo primero.
Tonterias.
Pero a mis 20 años ya no puedo cambiar lo que soy.
Solo hay una persona que me conoce mejor que yo mismo, pero no es de extrañar, lleva a mi lado desde que eramos críos, ambos venimos de buena familia, pero en cambio su educación fue diferente, su familia nunca le presionó, es guapo, inteligente, carismático... No necesita hacer un papel para caerle bien a la gente. Le envidio, pero solo el sabe como realmente soy, el sabe mis aspiraciones, mi verdadero caracter, lo que me gusta, lo que odio, lo que me enfada... Todo sin necesidad de que yo abra la boca
A veces es odioso.
Pero sin el hoy probablemente estaría tirado en cualquier cuneta de alguna carretera de mala muerte. Cada vez que pienso en ello solo puedo reir. Reir por no llorar, como se suele decir, supongo.
¿Que quién es el? Jung Ho Seok, pero le llaman J-hope, que por otra parte, le viene como anillo al dedo. ''Esperanza'', quizá hasta ahora es el único que me a proporcionado ese sentimiento.
~Fin POV Jin~
3 años atrás
Jin despertó en su amplia habitación como cada mañana. No estaba decorada más que por los caros muebles que su madre había impuesto en su momento, pero tampoco es como si se le permitiese hacer el más mínimo cambio en esta. Aún túmbado en la cama, estiró sus brazos para comenzar a desperezarse. ¿Qué hora era?..Las 10. Mierda. Debería llevar dos horas en clase, aunque el llegar tarde ya era una costumbre, cada vez tenía menos interes en ir, aún así sus notas nunca bajaron, pero claro, ¿Quién va a ser el valiente que suspenda al hijo del dueño de una importante multinacional?. Cada día era más aburrido que el anterior, hiciese lo que hiciese, todos los que le rodeasen le hacían la pelota. Penoso. Se levantó por fin de aquella cama y miró su teléfono. 5 llamadas perdidas de J-hope. Sonrió ante los fallidos intentos de su mejor amigo, después de todo ese tiempo seguía creyendo que le despertaría para llegar a tiempo a clase. Se vistió con el uniforme después de una rápida ducha, se lavó los dientes, y comenzó a bajar las escaleras. Su madre se encontraba en el salón con unas amigas, seguramente hablando de las nuevas joyas o los nuevos abrigos de piel carísimos que habrían adquirido días antes. Como lo odiaba. Cogió su mochila y salió de la casa procurando no ser visto por ninguno de los criados, tenía ganas de caminar, y si le veían insistirían en llevarle en alguna ostentosa limusina que apenas pasaba por aquellas estrechas calles del barrio que había entre su casa y el instituto.
Después de una caminata más larga de lo que había imaginado, llego a aquel lugar. Esperó en la puerta no más de diez minutos hasta que sonó el timbre de cambio de clase, lo cual indicaba que ya podría entrar. Subió las escaleras y llegó a su aula, y allí estaba J-Hope, sentado al lado de una mesa vacía, apoyado en la suya hablando con el chico de delante. Jin se limitó a sentarse en esa mesa libre como de costumbre y dejó caer la mochila en el suelo
-Pensé que ya no vendrías. -Dijo Ho Seok con su caracteristica sonrísa. Siempre intentaba parecer molesto con Jin para reprenderlo por llegar tarde, pero no podía esconder su alegría por ver a su mejor amigo por fin.
-¿Aún no te acostumbras a que llegue tarde, o qué?. -Rió Jin sarcástico. J-Hope estaba acostumbrado a aquel caracter, sabía de sobra que Jin no lo decía para herirlo.
-Aaah Jin, no tienes remedio, abandonas a tu mejor amigo por más de dos horas en este infierno que llaman instituto y no sientes ni el más mínimo remordimiento. -J-Hope mostró un fingido puchero dramatizando la situación, le encantaba incomodar al 'perfecto' Jin.
-Como vuelvas a hacer eso haré que me cambien de instituto para que no me relacionen contigo. -volvió a reir Jin, esta vez de una forma más divertida, golpeandole en la cabeza con uno de los libros que acababa de sacar de la mochila.
J-Hope quiso responderle, pero en ese mismo instante entró el profesor por la puerta, por lo que tan solo miró a Jin frunciendo el ceño, el cual le respondió sacandole la lengua victorioso.
El resto del día pasó tranquilo, como siempre, solo algún que otro encontronazo en el pasillo con algunas chicas que se le quedaban mirando o le pedían ir a dar una vuelta. Siempre las mismas, Jin empezaba a pensar que ellas adoraban su rechazo, si no no se lo explicaba, solo en contadas ocasiones había accedido, con el objetivo de ''desfogarse'', pero sin duda hasta ahora ninguna chica le había hecho sentir nada. En el fondo se sentía mal por jugar así con aquellas personas, pero al fin y al cabo ellas no demostraban valer más que eso.
Al fin sonó la campana que indicaba el final de las clases, Jin y Jhope salieron juntos, acompañados de un tercer chico, el cual se hacía llamar Suga. Los tres se dirigieron a la biblioteca. No eran los chicos más estudiosos de la clase, pero se acercaban los exámenes, y al menos así podrían decir que lo habían intentado.
Jin se dirigió al mostrador para pedir un libro que se supone que dabía leer para ese trimestre, el cual al final terminaría buscando el resumen por internet o copiando de algún otro chico, mientras sus compañeros se sentaban a esperar en una de las mesas, entre risas en un tono casi inaudible, pero que en aquel lugar eran más que molestas. Jin recogió el libro e indicó a los otro dos que salieran, al menos antes de que alguna bibliotecaria con un mal día lo hiciese antes.
-¿Qué? ¿En serio se lo acaban de llevar?. -Escuchó mientras salían de la sala.
-Si, lo siento Jung Kook, era el último.
-Bueno, supongo que ya volveré.-Dijo el pelinegro resignado. Jin miró el libro que llevaba entre sus manos, ¿Sería ese el que el pequeño buscaba? Bueno, no era su problema al fin y al cabo... Se quedó unos segundo mirando a aquel chico, el cual parecía varios años más joven, aún así era más alto de lo normal. Algo en su interior le hizo sentirse mal. suspiró saliendo de la sala por completo, devolvería el libro la semana que viene, aunque no acostumbraba a hacerlo antes de uno o dos meses.
-Jin, ¿Estás bien?.- Preguntó J-Hope alzando una ceja sorprendido ante el suspiro del chico.
-¿No será que te gusta el enano?.-Rió Suga, que había visto toda la escena desde detrás de Jin.
-No digais más tonterías y vayamonos de aquí, tantos libros me dan escalofríos.-Dijo andando más rápido que sus compañeros dejandolos atrás, en el momento en que comenzó a sonarle el móvil, el cual cogió, parandose en seco
-Venga ya Jin, era una broma.-Dijo suga sonriendo, dejando a la vista sus gatunos ojos entrecerrados. ambos se acercaron cada uno a cada lado, palideciendo al ver como el chico dejaba caer su teléfono de entre sus dedos, dejandose caer él en el suelo de rodillas.
Jin, ¿Estás bien? ¿Quién era? ¿Que te dijo? ¿Que pasó?.-Dijeron ambos chicos preocupados, agachandose para sacar a su amigo de aquel trance.
No hubo respuesta.