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The way an assassin loves por Loredechoishawotic

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Notas del fanfic:

Un FanFic para comenzar bien el año :)

Año nuevo, nueva historia, nuevos romances...

Advertencias:

Lenguaje vulgar

Mención de violación

Escenas violentas

Lemon 

Menciones de: TaoHun y XiuHan 

Notas del capitulo:

¡Hola! He regresado con la historia paralela que prometí el año anterior. Lo sé, me tarde; pero tuve que hacer muchas cosas. :( 

Si no han leído Assassin´s Love, l@s invito a leerla. De igual manera, si no lo han leído, como es otra historia, podrán entenderlo sin ningún problema. 

Las nuevas parejas son: HunHan, TaoRis y de nuevo, SuLay, pero más desde el punto de vista de Lay. No habrá ChenMin porque no me dio tiempo, pero les tengo reservado un fic, sólo para ellos dos.

 

Espero disfruten de la lectura. 

Capítulo 1

 

Eran cerca de las dos de la madrugada, mientras se acomodaba en el lujoso sillón de terciopelo. De pronto, vio a su objetivo pasar; era una mujer de mucho dinero a la que tenía que sacarle una información muy valiosa. Se acercó con delicadeza al asiento adyacente al de ella y como costumbre, pidió al bartender una copa de whisky. Se dedicó a beberlo lo más rápido que pudo, pues eso causaba un efecto de calor en él. Le provocaba valor para enfrentar su trabajo y para olvidar asuntos personales. Dejó entrever su clavícula y se recostó sobre su hombro. No bastaron ni tres minutos, para que la señorita Kim le diera una mirada rápida, que con el tiempo, se volvieron miradas frecuentes. Se volteó para hacerle conversación. Sin duda el joven era todo un Casanova. Lo único que lo abrumaba era que el corazón de la persona que le gustaba, no le correspondiera de la forma en  que él quería.

 

Media hora después de que hubiera entablado conversación con la riquilla, la llevó a su habitación, no sin antes, haberla emborrachado lo suficiente para que fuera dando traspiés en todo el recorrido.

 

La recostó sobre la cama, mientras la besaba con “pasión”, más bien, la besaba como a todas las mujeres les hubiera gustado que un muchacho tan guapo como ese las hubiese besado. En efecto, le susurró una cosas, le preguntó acerca de las cuentas de banco de su esposo y en respuesta, recibió todo lo que necesitaba. Le pasó una copa de vino, que ella misma se encargó de beberla de un jalón. Él continuó con su trabajo, sólo hasta que la señorita Kim cayó en sus brazos. No sé podía decir que estaba inconsciente, pues ahora había dejado de respirar.  Acababa de matar a alguien porque ese era su trabajo.  Limpió toda la evidencia que pudiera incrimínalo y salió del hotel.

 

Un carro negro, lo esperaba en un estacionamiento cerca de una tienda de muebles. Al subir al automóvil se quitó las gafas falsas que llevaba puestas, los pupilentes de color verde y el traje que llevaba puesto, para luego dejar ver su apariencia normal. Aun sin todos los artilugios que llevaba puesto, era tremendamente guapo. Era atractivo a simple vista: alto, de piel como la nieve, tenía una bonita retaguardia, como solía decirle a veces su amigo de ojeras naturales. Además, ese pelo gris, le sentaba muy bien en todo momento.

 

Su teléfono comenzó a sonar. Sabía que tenía que dar informe de  la misión.

 

—Sí, hyung —respondió a su jefe Zhang YiXing.

 

— ¿Cómo fue todo Hun? –preguntó algo preocupado, sabía que ese trabajo era peligroso.  

 

—Todo fue un éxito jefe, llegaré en unos cuantas horas al cuartel.

 

—Espero tu regreso Oh Sehun —la llamada finalizó.

 

Mientras regresaba a su cuartel: al escondite, se recostó sobre el frio vidrio del automóvil. Cerró los ojos. Se sentía frustrado. No por haberle quitado la vida a alguien, eso ya era rutina. Tampoco era por tener que hacer los trabajos de Casanova, los podía manejar con mucha seriedad si de eso se tratase; más bien, era por estar pensando en Luhan. Ese pelirrosa que lo enloquecía.

 

Hacían apenas dos años que lo conocía. Luhan era nuevo en la industria del modelaje—más bien, era un rookie—, pero era un excelente maestro en defensa personal. Aunque al principio lo había pasado desapercibido, el pelirrosa tenía un cierto aura de amabilidad, que en ciertas ocasiones llegaba a hartar al modelo. Pero su torpeza e inocencia le removieron el corazón. Porque sí, tenia corazón, muy a pesar de que estuviera mallugado por el pasado. En ese mismo contexto, Luhan  estaba dotado de toda la belleza sobre humana que un joven adulto pudiese tener. Tenía todo lo que alguien le hubiera gustado tener como pareja, pero había un problema: No era suyo. Más el hecho de que Luhan lo odiaba, y a veces Sehun creía ver miedo latente reflejado en sus pupilas.

 

—Ah— resopló en el vidrio, cubriéndolo de vaho; mientras visualizaba la paz que no encontraría una vez llegando, porque tenía que guardar su imagen, tenía que ponerse una máscara ante las personas para que ellas no pudieran penetrar en sus sentimientos y que se dieran cuenta de que era como ellos, igual de débiles y frágiles. Pero Oh Sehun era un chico conocido por ser frío, guapo, amable, lo que equivalía a la primera mitad de su ser, y la otra, nadie la había llenado hasta ahora, ni siquiera su familia.

 

Lo primero que hizo al llegar a su “guarida”, fue nada más y nada menos, que caer muerto en su cama. Para su poca sorpresa una persona lo esperaba con el corazón y los brazos abiertos.

 

—Hun ¿Estás herido? ¿Te pasó algo? –Tao le preguntó como de costumbre. Si no fuera por el castaño, Sehun hubiera vivido sabiendo que nadie se preocupaba de él, salvó Tao, su Hyung, que se encontraba en Filipinas y un puñado de personas que se contaban con los dedos. Y… “su familia”, la verdad es  que eran un conjunto de personas, que le organizarían la vida desde el momento en que pusiera los pies en su antigua casa.

 

—Estoy bien –dijo entre bostezos cerrando los ojos.

 

—Descansa  —fue lo último que el peligris pudo escuchar. El mundo de los sueños estaba a la vuelta de la esquina.

 

Entre sueños, y como siempre, soñó en las víctimas que había asesinado. No se podía decir que era una pesadilla, porque después de un tiempo se había acostumbrado a los gritos suplicantes que emanaban, pero tampoco significaba un sueño como tal, porque no era algo que a un ser humano le gustaría soñar. Muchas de las personas preferían “soñar” con el futuro, o con el amor; algo que no estaba a discusión si de “vida normal” se tratase.

 

A la mañana siguiente no fue peor como de costumbre; su empalagoso jefe Zhang Yixing le había dado un día de descanso. No es como si lo odiará, solamente que era demasiado condescendiente y alegre, cosa que tampoco le molestaba, pero parecía tener una buena vida, a pesar tener montañas de trabajo a cada momento, siempre sonreía. Más bien, muy en el fondo, lo estimaba, ya que era una de las pocas personas en quien se podía confiar en la agencia.

 

—Buenos días —de nuevo, su mejor amigo entró en la habitación; llevando un sándwich consigo.

 

—Hola tú –sonrió. Sí, también sonreía, sentía felicidad y dolor pero podía hacer el trabajo de contraer y mover todos sus músculos para abrir ligeramente sus labios. Después de todo existen diferentes tipos de sonrisas.

 

Tao se sentó al borde de la cama y le compartió parte de su desayuno. Discutieron algunos problemas acerca de la próxima sesión de fotos que el modelo tendría y cómo sería su vestuario. Sólo en un espacio de tiempo, Tao vio la oportunidad para preguntar:

 

— ¿Lo has pensado? –No titubeó ni un momento.

 

—Claro que lo he hecho —le respondió sin mirarlo a los ojos.

 

—Bien… ¿Y? –Ahora sus miradas se entrelazaron. Sehun se acercó hasta sus labios y los mordisqueó. El castaño unió sus labios con ansias, mientras se deshacían de las programaciones del día; eso quedaría para otro momento. Tao fue empujado hasta la pared más cercana, con una extraordinaria fuerza, dejando que  todo el aire se le escapara de los pulmones. Mientras Sehun se acercaba lentamente a él, cerró los ojos. De nuevo volvieron a besarse, entrelazando sus lenguas una y otra vez, hasta que sus fluidos se mezclaron y los hilos de saliva llegaban hasta sus barbillas. La lengua del modelo, comenzó a descender poco a poco hasta los pezones del castaño, y los atacó con fiereza, tensándolos ante el contacto. Incontables ruidos de la boca de Tao salían desesperadamente. Sehun hacía lo mismo pero con más calma. Ahora los besos del peligris marcaban todo el abdomen de su compañero, hasta llegar al borde de su pantalón, bajándoselo hasta las piernas, junto con los bóxers. Antes de introducir el pene semi-erecto de Tao a su boca, Sehun se relamió los labios, haciendo un click con su lengua al comenzar por la punta.

 

El Castaño comenzó a jadear con más intensidad, mientras  penetraba la boca del modelo. Un vaivén se desarrollaba en su intimidad. Sus caderas comenzaron a moverse en torno a la situación, mientras que sus gemidos, eran un chillido de placer. Se tapó la boca para que no se oyeran tanto sus pesados suspiros, mordiéndose los dedos para amortiguar la onda de calor que sintió venir a su corrida. Sehun se separó del miembro de su amigo y le dio una toalla.

 

—No puedo ser más que tu amigo –dijo Sehun —. Esto es lo más lejos a lo que puedo llegar, Tao –se disculpó. Sabía perfectamente que su mejor amigo estaba enamorado de él. No quería lastimarlo, fue por eso, que no se negó a complacer al castaño una vez que se lo pidió, pero tampoco se podía decir que se sentía muy a gusto haciéndole sexo oral a su amigo.

 

—Voy a buscar a nuestro jefe –se despidió de Tao, saliendo por la puerta. El castaño asintió sin ser visto. Aún se recuperaba física y emocionalmente. Después de todo, Tao  sabía que Sehun no lo hacía con gusto y que su amistad estaba en juego si le obligaba a completar lo que era una buena cogida, pero no quería obligarlo. Se había propuesto firmemente en olvidarlo, porque a largo plazo le dolería no ser correspondido, pero simplemente era imposible, debido a que, dormía prácticamente al lado de él.  Era mejor que siguiera  con su trabajo de secretario y de modelo de anuncios deportivos, como lo había hecho siempre.

 

El edificio de la SM era demasiado confuso, era casi un laberinto. Sehun se metió entre las paredes y comenzó a recorrer caminos invisibles a  ojos de ciertos trabajadores. Estaba prohibido usar los pasillos “secretos” pero para él las reglas valían menos que una mierda, porque aunque lo descubrieran, le tenían mucho respeto y eso le sumaba puntos a su actitud de amabilidad que mostraba en el trabajo.

 

Se detuvo en una puerta color amarillo; que estaba oxidada por el poco uso que se le daba. En ella, había un pequeño agujero que dejaba entre ver los camerinos principales. Abrió la puerta y entró en el salón, para luego dirigirse hasta el “Salón de Vestuario”.

 

Una silueta pelirrosa se movía entre los cientos de trajes que se encontraban colgados. Lo observó por un momento, nutriéndose con la mirada. Alimentando más las ansias, porque desde que tenía memoria no había deseado otra cosa que se le comparase a Luhan. Tal vez, era obsesión o un simple capricho.

 

—El naranja te sienta mejor –habló Sehun, haciendo que todos en la habitación se voltearan a verlo. Las modistas desde luego saludaron, ellas al igual que todas, sentían atracción por el joven de cabello gris.

 

—Gracias… —Luhan respondió con cierta indiferencia, o más bien, cansancio. No era broma que los artistas daban su vida para ser exitosos. Sumándole el hecho de que tenían otro trabajo más.

 

Luhan se sonrojó un poco mientras buscaba con desesperación entre la ropa.

 

— ¿No me vas a dejar de observar? –preguntó irritado. No era la única vez que el modelo lo acosaba de ese modo. Quizá era por eso que lo evitaba en todo momento.

 

Recibió una negativa por parte de Sehun. Y en cambio éste último se acercó más a él. Luhan por acto de reflejo se fue alejando más y más.

 

—No te acerques más –reprochó con una mueca. Eso era lo que más le dolía a  Sehun; el ser despreciado por alguien. Y no cualquier persona. Por desgracia, Luhan no podía utilizar sus técnicas de defensa personal porque estaba estrictamente prohibido hacerlo mientras eran horas de trabajo “normales”.

 

Sin importarle la negación, Sehun agarró la cara de Luhan entre sus manos y se acerco a él. Todos los espectadores murmuraban impacientemente como fanáticos, pero el de pelo gris estaba únicamente concentrado en una persona.

 

Luhan apretó más sus labios, casi escondiéndolos y cerró los ojos, como si de la muerte inminente se tratase. Sehun se separó ante tal escena, dejando a todos con los nervios de punta, al salir de la habitación.

 

Volvió a ir por los pasillos secretos, ahora con un carácter más voluble. Al salir de ellos sintió un tremendo dolor en el pecho; uno del que el pelirosa era el culpable, o eso creía. Caminó un poco más tratando de olvidar lo que hace unos pocos segundos había ocurrido, hasta que sintió como algo vibraba en su chaqueta, haciéndolo despertar de su ensimismamiento.

 

— ¿Si?… —Escuchó con atención cada una de las palabras que su primo lejano le decía. Prácticamente puro parloteo–. Escúchame bien Jackson, no voy a volver –se despidió. ¡Ah! Sería su primo pero qué bien lo molestaba con la misma plática de: “Familia y negocios van juntos”.

 

— ¿Otra vez te están obligando? —. Esa voz la conocía, pero…

 

—Hola, YiFan, pensé que estabas en Filipinas.

 

—Lo estaba, hace unas tres horas –Se volteó y volvió a ver la sonrisa de su Hyung — ¿Problemas de familia?

 

—Lo normal supongo y ¿vienes por algo en específico? —alzó la ceja divertido. YiFan para él no sólo era un simple hermano; era como un padre.

 

—Tengo asuntos pendientes aquí —hizo una mueca.

 

Ambos salieron del escondite, que Kris se había encargado de enseñarle a Sehun años antes, y se dirigieron hasta el pasillo central.

 

—Te veo en un momento–el rubio se precipito a hablar –, tengo que saludar a alguien primero —Sehun asintió. Sabía que Kris no había vuelto porque sus negocios se vieran involucrados en Corea, más bien, había una persona en específico a quién debía de ver primero. Una persona a la que le debía pedir disculpas y una a la que seguía amando.

 

Tanto como el peligris como el YiFan, tenían problemas en el amor. Pero ambos, estaban dispuestos a intentar ganárselo; después de todo tenían que descubrir si eran aptos para amar y ser amados.

 

 

Notas finales:

Así finalizó el primer capítulo. Espero que lo apoyen y le den mucho amor. 

Tanto este, como el otro cap son para dar un panorama de la historia y de las parejas :)

Nos vemos el otro Lunes. 

 


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