Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

crónicas del oso de Marukawa por schwarze Wolf

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

acabo de empezar a escribir, espero les guste, es la primera vez que expongo mis ideas a las otras personas 

Notas del capitulo:

jejeje espero les guste, primera vez que escribo un fic, solo escribos poesias, pero hice lo que pude

Esa mañana todos en la editorial parecían de un humor bastante alegre, bueno, casi todos, pero que se podía esperar del oso de Marukawa Shoten, tiene una imagen que mantener, a parte de que nuevamente había sido blanco de burla por parte del famoso editor estrella de Japun, encargado del manga mas famoso hasta el momento The Kan, a pesar de que Yokozawa prefería guardar las apariencias en vez de explotar ese editor lo sacaba de sus casillas, con sus celos injustificados y sus molestos chistes, todo lo que salía de la boca de Kirishima sacaba de quicio a nuestro osito, que ya por costumbre intentaba ignorarlo, mas no podía, odiaba la manera tan fácil de como capturaba su atención.

- ¡oh Yokozawa! ¿de mal humor tan temprano?-

- Masamune… no sabes lo que he tenido que aguantar… ese tipo es enfermante…- Takano miraba incrédulo a su amigo, si viene siendo cierto a veces le contaba unas cosas, por lo general las quejas se las guardaba para el mismo.

- acaso te sobre explota mucho-

- ¡¿EH?!- “a que se refiere”.

- bueno te lo digo por que a lo mejor entre tanto dale que dale no has tenido tiempo de descansar…- en ese mismo instante Yokozawa agarro al castaño de la polera.

- ¡tu maldito bastardo! Y yo que confió en ti-

- vamos Yokozawa no te esponjes, sabes que solo bromeo, como sea, ahí que volver al trabajo- en ese momento una tercera voz se hizo presente.

- Yokozawa, te vine a entregar las llaves del departamento, Hiyori se fue por una semana a casa de sus abuelos maternos, así que no podrá abrirte la puerta-

- y por que querría yo ir a tu departamento si no esta Hiyori- en ese momento el ojimiel se acerco peligrosamente al oído del azabache para susurrarle sin que el oji cafe escuchara.

- para que me hagas la cena, por supuesto- contesto Kirishima con una voz seductora, haciendo que Yokozawa se sonrojara a mas no poder, separándose al instante.

- ¡Kirishima bastardo!- una vez dicho esto el ojimiel salió con una sonrisa en los labios camino al ascensor.

- JAJAJA Yokozawa eres uke- “ya me las pagaras estúpido imbécil, en cuanto a Masamune ya se que hacer”. Una pequeña sonrisa se veía aparecer en el rostro del peli azul, sonrisa que le dio escalofríos al castaño, que luego de molestarlo lo suficiente se fue a trabajar.

 

KIRISHIMA HOUSE

- no puedo creer que ese imbécil no pueda prepararse nada por si solo-

- OI, Takafumi, hasta aquí se escuchan tus quejas-

- tu pequeño bastardo, es que no tienes habilidad en nada mas que el manga- ante eso Kirishima solo sonrió de lado, había escuchado unas cuantas conversaciones acerca de como era Yokozawa por parte de sus compañeros, seguramente el ya no podía ver al Yokozawa juvenil, pero aprendió unas cuantas cosas, a pesar de que al principio se enojo por saber quien conocía mas a su osito, luego tuvo tiempo de regocijarse, lo usaría a su favor.

FLASH BACK

- Takano-san, usted conoce a Yokozawa-san de joven verdad-

- así es Henmi, ¿por que lo preguntas?-

- quería saber de que manera Yokozawa-san conquistaba a las personas- al escuchar eso el mayor se sorprendió, pero no le molesto responder.

- Yokozawa por lo general intenta provocar a la gente para que ellas den el primer paso y el quede como la victima, realmente era muy entretenido ver como todas las chicas de la universidad caían a sus pies por su forma de ser, era una lastima que a el no le interesaran, también recuerdo que tuvo una novia, parecían muy cercanos, pero Yokozawa casi nunca le daba tiempo, por lo general pasaba en mi casa cuidando de mi gato, Sorata y de mi…-

FIN DEL FLASH BACK

- deja de hacerte el interesante y ven a cenar, antes de que me arrepienta de hacerte compañía- “provocación…eh”.

- voy, voy, estoy cansado…, Takafumi…podrías besare para que se me pase…-

- tu infeliz, una palabra mas y me voy- Yokozawa estaba mas rojo que tomate, el idiota de Kirishima lo estaba provocando.

 

Al otro día ambos fueron a la editorial, Yokozawa llevaba una sorpresita para su tan preciado amigo, le dijo que se las pagaría y ahora lo cumpliría. El azabache había seguido a Takano a la sala de descanso y en un descuido de este le había puesto un fármaco terapéutico (sirve para evitar las erecciones) a su café, ya quería ver la cara del infeliz cuando intentara calentarse. Al fin había terminado su venganza, ahora vería los resultados, si no se equivocaba el efecto duraría una semana, como se divertiría con esto. Después de haber terminado de hacer todo se dirigió calmadamente a su área de trabajo, ahora solo tenia que jugarle una a Kirishima y seria el hombre mas feliz de la tierra.

- Yokozawa-san, se ve alegre, ¿ocurrió algo bueno?-

- no preguntes Henmi- por mas buen humor que tuviera tenia que seguir siendo el oso gruñón, tenia una imagen que mantener.

- se puede saber por que estas de tan buen humor Ta-ka-fu-mi- “mierda, justo cuando el día empezaba a mejorar”. El azabache se giro lentamente sobre su silla para encontrarse con una cara ya conocida por el- ¿paso algo bueno?-

- n-nada importante, ¿Por qué lo preguntas?- ante el comentario del oji azul el castaño arqueo una ceja.

- emanas un aura bastante alegre hoy-  “diablos, tan evidente soy”.

- ¡¿de todas maneras no deberías estar en tu trabajo?!-

- vine a dejar unas encuestas y me encontré contigo extrañamente feliz- Kirishima tenia una sombra oscura a su alrededor que daba a entender que cualquiera que lo molestase debía acatar las consecuencias, los celos del castaño no eran nada fáciles de apaciguar.

El resto del día Yokozawa lo paso tranquilo, hoy tenia mas trabajo de lo normal por lo cual se quedaría en su departamento, ya le había dejado comida congelada a Kirishima y creía que el hombre era lo suficientemente capas como para poder usar un microondas sin incendiar la casa. Una vez terminado el trabajo se dirigió bastante alegre a la estación de trenes para después dirigirse a su departamento y alimentar a Sorata, que a pesar de que por lo general se quedaba en la casa de los Kirishima, ahora no había tenido la suficiente confianza para dejarlo solo con el castaño. Al otro día Yokozawa se levanto para asistir al trabajo, quería ver si su buen amigo ya se había dado cuenta de su condición, como lo disfrutaría. Al llegar a la editorial se encontró con Kirishima y a pesar de que nunca se lo diría se había preocupado si alcanzaría a ver al hombre intacto al día siguiente.

- parece que sobreviviste bien el día anterior-

- por poco, no me vuelvas a dejar solo osito- y en un abrir y cerrar de ojos ya tenia a Zen abrazándolo por la espalda, como pudo se lo quito de encima para subirse al ascensor, estaban a punto de cerrarlo cuando un desesperado Takano se adentro en el ascensor.

- ¡Yokozawa, que mierda le echaste a mi café ayer!- ignorando olímpicamente la presencia de Kirishima agarro de los hombros al oso de Marukawa para empezar a interrogarlo.

- ¿a que te refieres?- se hizo el desentendido.

- no te hagas el idiota, ¡por tu culpa ya no se me para!- Takano estaba desesperado, había intentado violar a Onodera y su amigo no respondía, pensaba que la pastilla que encontró en el fondo de su taza no era nada importante, pero al ver la reacción de su cuerpo y el hecho de que el no había echado ninguna pastilla a su taza, el único que pudo haber sido era Yokozawa, después de todo el estaba sentado a su lado en la hora de descanso.

- por mi culpa ¡¿Qué?!- interiormente el azabache estaba muerto de risa, pero no lo demostraría.

- vas a decirme que me echaste ayer cuando tome el café-

- yo nunca te haría algo como eso, ¿Qué te hace pensar así de mi?- pregunto con sorna al momento que se abría el ascensor en el piso de ventas, dejando bajar a un Yokozawa con una sonrisa casi imperceptible seguido de cerca por Kirishima y Takano- ya te he dicho que yo no fui…, ahora si no te importa tengo que trabajar- después de eso el castaño oscuro se retiro a regañadientes del piso de ventas- Kirishima-san, ¿se le ofrece algo?- pregunto con sarcasmo el oji azul.

- ¡ah!, así que te diste cuenta de mi presencia en el ascensor y yo que creía que era invisible-

Mientras hablaban en el piso de ventas el jefe de las doncellas estaba maquinando un plan para devolvérselas a su “amigo” lo haría pagar por su broma y como conocía tan bien a Yokozawa le jugaría una buena broma para adultos.

Takano iba avanzando sigilosamente por el piso de ventas, había visto a Yokozawa subir en el ascensor, así que seria el momento perfecto para poner su plan en acción, ya casi era hora del almuerzo y como siempre el oso gruñón se tomaría una taza de café, solo que en vez de echarle azúcar normal le pondría un afrodisiaco en ella, que según había leído, hasta la persona mas rígida sexualmente caía con el, eso le enseñaría una lección, el castaño salió lo mas rápido que pudo y se dirigió a las escaleras, con algo de suerte vería en primera fila los efectos del afrodisiaco. Pronto llego Yokozawa que sin ser consiente de la presencia del jefe de las doncellas se dirigió a su escritorio a prepararse su tan acostumbrado café a la hora de almuerzo, una vez preparado se dispuso a tomarlo y a pesar de que le encontró un sabor raro lo siguió bebiendo. Habían pasado unos diez minutos y Takano seguía observando desde el hueco de la escalera, hasta que vio al azabache comportarse mas inquieto que lo común y supo que era hora de actuar, fue directamente hacia donde estaba el oji azul y lo arrastro hacia una de las salas de juntas para después cerrar la puerta.

- bien, esta es mi venganza, le abras notado un sabor raro a tu café, eso fue por que en vez de echarle azúcar le echaste un potente afrodisiaco, por supuesto, cortesía mía-

- tu…maldito bastardo…- al escuchar eso el castaño comenzó a reír como maniaco para luego sonreír con autosuficiencia y llevar una mano hacia la parte baja del oso y apretarla- nghn…-

-vaya, tiene rápido efecto- Yokozawa iba a protestar cuando el oji café le saco el celular y le envió un mensaje a alguien- espero que puedas caminar para mañana- y así sin mas tiro al oji azul al sillón haciendo que soltara un quejido bastante excitante, claro si no te hubieras tomado una pastilla que te quite el poder de tener una erección, bueno, ahora se vengaría.

Takano estaba por subir al ascensor cuando vio al editor de The Kan corriendo como alma que lleva el diablo, solo atino a sonreír, ya tenia segura su venganza contra el oso de Marukawa Shoten, pero una idea a un mas macabra cruzo por su cabeza, sabia que Kirishima era celoso y usaría eso a su favor, una vez estuvo seguro de que el oji miel ya había llegado a la sala de juntas llamo a Yokozawa, jugaría un ratito más su pequeño juego.

- Yokozawa, lamento no poder seguir atendiéndote, pero surgió un percance que tenia que atender, cuando termine acabamos lo que empezamos- una vez termino de hablar pudo escuchar un fuerte y claro “no gracias” por parte de Kirishima para que después le colgara.

MIENTRAS TANTO EN LA SALA DE JUNTAS

Yokozawa odiaba admitirlo pero se sentía necesitado, el simple hecho de que Takano apretara su parte baja la había hecho despertar y ahora se encontraba ahí, no sabia con que cara mirar a Kirishima, sabia que el bastardo de Masamune había hecho adrede lo de llamar a su celular para asegurar que lo violaran, maldecía el día en el que le dijo que el oji miel era celoso.

- y bien, ¿tienes algo que decir?- pregunto el editor con un tono tétrico.

- …duele…, nghn…-

- Takafumi, te he hecho una pregunta- Kirishima tenia un aura oscura alrededor y su entrecejo estaba fruncido, como nunca, pero el no tenia tiempo para eso, el afrodisiaco era muy potente y su cuerpo le estaba empezando a exigir atención, aun contra su voluntad tuvo que dejar su orgullo a un lado para poder calmar sus ansias.

- Kirishima…por favor…ayúdame- no podía creer que había partido su orgullo por necesidad, demás esta decir que el editor se sorprendió, pero no era eso lo que quería escuchar, necesitaba una explicación en ese momento.

- es lo único que vas a decir- pregunto en un tono serio.

- por favor…, házmelo…- Yokozawa se encontraba al borde de las lagrimas, realmente dolía y no podía hacer nada para evitarlo, sentía la cara arder por lo que estaba diciendo.

- lo siento Takafumi, pero si solo me quieres para esto yo me retiro- Kirishima estaba a punto de abrir la puerta cuando unos brazos lo rodearon por detrás.

- por favor- mierda, esto era incomodo, no podía creer que su cuerpo actuara por si solo con tal de obtener lo que quería, se sentía como una puta rogando por que se la metieran.

- no sigas…, no sabes cuanto duele saber que tu pareja tiene sentimientos por otro…y te engaña cada vez que puede…- “¿de donde saca esos diálogos de mierda? Esto no es una telenovela para que se haga la victima”  la voz del castaño era apagada, ya no sentía esa energía radiante.

- ¡¡maldición, por una vez no le creas a ese idiota, solo lo hizo para asegurarse de que me dejaras invalido!!- una  vez se dio cuenta de lo que había dicho soltó al castaño y cubrió su boca con ambas manos, ante eso al ojimiel se le escapo una sonrisa, no dudaba de la palabra del azabache, solo le molestaba la confianza que se tenían entre ellos.

- entonces no lo vamos a decepcionar, ¿verdad osito?-

- bastardo…-era increíble como se le subía el auto estima solo con unas simples palabras, estaba empezando a sospechar de que lo anterior solo había sido actuado, pero tendría que aguantar, por lo menos lo suficiente hasta que se le acabara la calentura.

- nghn…- Kirishima no había perdido el tiempo y había tirado a Yokozawa al pequeño sofá que se encontraba en la sala para luego subirse encima con agilidad gatuna, desabotonándole la camisa para lamer su cuello y sus tetillas, exponiendo una evidente marca de su presencia, dejando recorrer sus manos, estirándolas al trasero del azabache y metiéndolas dentro del pantalón explorando un poco- ha…nhgn…-

- ya estas todo mojado aquí…, que te dieron, ¿un afrodisiaco?- mientras el castaño seguía palpando la mente del oso de ventas no podía distinguir la realidad de la ficción, lo estaba haciendo en su trabajo, en uno de los tantos lugares que comparte con sus compañeros, era una vergüenza. Pronto empezó a sentir unos dedos que se aventuraban hacia su entrada, que al igual que su parte delantera estaba deseosa de atención- pensar que casi desaprovecho esta oportunidad…mmm, me alegra que me lo pidieras- dijo devolviéndole los colores a Yokozawa para luego darle un tierno beso en los labios.

- nghn…, no… ¡SIGAS!- el ojimiel estaba jugando con la entrada del azabache, mientras que este seguía quejándose por la espera- ¡métela de una vez!-

- JAJAJA ¿te acabas de escuchar Takafumi?-

- bastardo… nghn…, deja de jugar…-

- como quieras osito- Kirishima se bajo lentamente el cierre del pantalón, torturando al ojiazul, que incapaz de hacer algo solo pedía clemencia- prepárate Takafumi- el ojimiel se fue posicionando lentamente dentro del contrario, pronto empezaría su castigo por provocarlo. Fue sacándole la ropa interior a Yokozawa de las piernas, mientras que este sentía que todo lo que traía puesto estaba sobrando- bien, después de esto no me hago responsable-

- a que te refieres… ¡HA…! Apreciaría… una advertencia nghn… de por… medio-

- ¿para que? No la necesitamos- dicho esto tomo al contrario de la cintura y lo estampo contra su miembro, sacándole sonoros gemidos al azabache- sabes, deberías controlar tu voz, estamos en el trabajo, aunque no me molesta escucharte- mordiendo el cuello del contrario.

- nghn… cállate y continua…-

- pensar que viviría hasta el día que lo pidieras- volvió a penetrarlo lentamente, para luego ir acelerando sacando excitantes sonidos del ojiazul.

- ¡nghn!… ¡AH! … mmm… ¡ghng!… más… ¡Zen!- si, lo había encontrado, el punto bueno de Yokozawa, normalmente se quedaba mordiendo el almohadón o rasguñando a Kirishima, era la primera vez que lo escuchaba gemir con tanta fuerza y pedir por más, dios si seguía así no lo dejaría ir por días- mmm… ¡AHÍ!... ¡MÁS FUERTE!…-

- Takafumi…mmm, te sientes tan…ha…bien, eres increíble…- seguía estampando al menor contra su miembro mientras este reforzaba el agarre de Kirishima cruzando las piernas en la cadera del castaño y cubriendo su rostro con las manos.

- ¡HA…! Más…Zen…-conteniendo las lagrimas- ¡HA!...¡HA!...nghn…-el azabache se sentía al borde del éxtasis, pero no había olvidado la traición de su amigo, por su culpa había tenido que decir cosas más que vergonzosas.

- yo…estoy a punto de… ¡HA…!- “mierda, Takafumi me va a colgar”, se había corrido en su interior- …lo siento- dijo mientras Yokozawa seguía intentando recuperar la respiración.

-ha… ha… no es como que fueras a sacar algo disculpándote, ha…, hazte cargo- dijo con un tono amenazante.

- jump, también es tu culpa… ha…ha…, no debiste provocarme-

- bastardo, no te he obligado a nada…-

- tampoco me has detenido o mostrado resistencia que digamos-

- eres un infeliz, te aprovechas del momento de debilidad de las otras personas-

- jejeje pues espero que sigas con ese momento de debilidad, por que yo aun no termino- dijo con una sonrisa mientras restregaba su erección contra el trasero de Yokozawa, quien solo pudo tragar saliva.

MÁS TARDE

- sabes, deberían revisarte, no es normal que un ancianito de tu edad este tan caliente-

- bueno, ya sabes, cuando me pones esa cara enojada me pongo a mil-

- idiota cállate, que si alguien nos escuchas, estamos en el trabajo-

- hace un momento ni siquiera te importo donde estabas parado…, y me podrías decir ¿Por qué estabas tan lanzado?-

- Masamune…- al escuchar ese nombre Kirishima frunció el ceño- ¡ah! No es lo que piensas, el muy infeliz me puso un afrodisiaco en el café y te llamo a ti, lo preparo todo el muy bastardo, aunque mi broma fue mejor- la sonrisa en el rostro del azabache se ensancho, “o como disfrutaría esa semana”.

- así que admites haber sido tu…-

-¡Masamune! ¿lo escuchaste?-

- absolutamente todo…, ¿me vas a decir que le pusiste a mi café?-

- bien, supongo que somos lo suficiente mayores para dejar estos comportamientos-

- el que inicio esto fuiste tu, dime de una vez que me diste- murmuro enojado.

- solo te di un fármaco terapéutico…, dura una semana…- no pudo continuar por que el castaño lo agarro de los hombros para luego mecerlo.

-no puedo creerlo, me diste el peor de los castigos, abstinencia por una semana, ¿Qué rayos tenias en la cabeza?, bien, si yo estoy en abstinencia, tú también- y sin esperar respuestas agarro al ojiazul para llevarlo lejos de su pareja.

-que demonios, ¡oi Takafumi! ¡amore mío, vuelve!-

-¡deja de gritar mierda en el trabajo¡- se pudo oír una dulce voz a lo lejos.

MÁS TARDE

-¿y se puede saber como piensas mantenerme alejado de Kirishima?-

-mmm… ¿ahora no es “ZEN”?- dijo con voz melosa.

-tu maldito infeliz, mira que por tu culpa lo he hecho en el trabajo- susurro molesto el azabache.

-te recuerdo que tú empezaste esta chiquillada, de todas maneras tendrás que dormir en mi apartamento, lo de la abstinencia era en serio-

-no puedo, Sorata no come si no hay alguien en casa, a pesar de ser un gato se preocupa-

-jump, no te salvas con eso, el también viene-

-entonces no hay problema, pero…¿piensas vigilarme para que no tenga diversión? ¿Por qué no simplemente te tomas un afrodisiaco a ver si contrarresta lo que te di?-

-uno si, pienso vigilarte todo el puto día, al parecer ya estas acostumbrado a que te partan el culo y dos, no se que haría si anduviera necesitado todo el día, no creas que puedo cogerme a Onodera todo el tiempo, son oportunidades únicas, a diferencia de Kirishima-san supongo, mira que tener un uke tan necesitado-

-ya veo, creo que entiendo un poco tu enojo, ¿pero que piensas obtener dejándome en abstinencia a mi? No es como si fuera un puto urgido- respondió el azabache ignorando el último comentario de su amigo.

-hasta tu debiste notarlo, es imposible que con solo una sesión de sexo estés satisfecho, te compre uno de los mejores afrodisíacos, el hecho es que si quieres satisfacerte solo lo podrás hacer en el trabajo y conociéndote, prefieres reprimirte ¿verdad? Con el tiempo sufrirás- respondió con sorna.

-¿quieres apostar bastardo? Te recuerdo que esta semana no eres más que un viejo senil-

- y tu un calienta camas de primera-

Notas finales:

espero les haya gustado, realmente creo que solo seran dos capitulos, por que voy a viajar y no tendre mi notebook a mano, gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).