Mi nombre es Eustass Kid tengo 23 años y no estoy loco, solo he venido por algo así como un consejo. Realmente no sé cuál es el trabajo de ustedes los psicólogos
¿Te pago para que hagas eso? Nisiquiera sé por qué lo hago, pero bueno dejare de juzgar tu “ocupación” y te diré mi problema, ya sabes, para que hagas tu “trabajo” jajajajaja bueno, ya me reí un rato.
¿Para qué quieres que te cuente sobre mi jodida infancia? No creo que ninguno de mis problemas actuales se deriven de ella…hey! ¿No se supone que solo escucharías?
¡Y una mierda, no soy temperamental! Es solo que tú me estas cabreando y ¡no me pidas que me calme! Estoy perfectamente bien. Si dices que es tan “importante” que te cuente sobre ello lo haré, eres el “profesional” después de todo. Veamos, por donde empiezo…me crie con mi padre desde que tengo memoria. No sé nada de mi madre, papá siempre dijo que era una perra, a mí no me consta pero nunca le creí. La mayor parte de mi infancia transcurrió entre diésel y comida rápida, mi padre es mecánico y solíamos trabajar juntos en su taller, nunca se ocupó de cosas como cocinar o limpiar y yo mucho menos iba a hacerlo, por eso peleábamos constantemente; ese viejo testarudo…Cuando entre en secundaria…
¿Eh? ¿Vas a interrumpirme o vas a dejarme hablar? Sentimientos…Veamos, esto es estúpido ¿sabes? Pero que va; los sentimientos con respecto a ella siempre los reprimí (se refiere a su madre), mi padre no tenía ni puta idea de cómo ser un padre. Yo también desarrolle el amor por los autos, es mi… ¿Cómo le llamarías? ¿Pasión? De cualquier forma, tuve que aprender a valérmelas solo, sobreviviendo a mi manera, osea con estilo.
Jajajaja, puedes pensar lo que quieras, el amor por los autos y maquinas industriales no ha sido, ni nunca será un mecanismo para acercarme al amor y aprobación de mi padre ¿Qué hombre no ama los automóviles? En cualquier caso te lo describiré antes que me lo pidas, porque enserio hombre, eres un maldito fastidioso. Mi padre es un hombre alto, gordo, con poco cabello de color rojo y ojos negros. El muy imbécil siempre que estaba borracho y me miraba decía que odiaba mis ojos, porque le recordaban a ella, perdona si me rio de eso pero esa era su manera de decir que la extrañaba. Siempre fue un tipo débil, a veces lo veía en el garaje con varias latas de cerveza, un papel que nunca me mostro y varias lagrimas alrededor de sus ojos y en ese momento decidí que nunca iba a cometer la reverenda estupidez de enamorarme. Orgullosamente he cumplido mi promesa ¿Qué te decía? ¡Ah sí! Él es un tipo machista, rudo y que no se anda con rodeos, como te había dicho adora el olor a gasolina… ¡Oye! Me estoy cansando de hablar de cosas estúpidas e innecesarias, mi vida ha sido perfecta todos me catalogarían como un busca-pleito ¿y que tendría de malo? Es como me gusta ser, de esa manera tengo el respeto de todos
Por favor ¿inseguridad? esa palabra no existe para mi ¿acaso existiría un ser humano más seguro que yo? Que molesto resultaste ser. Las personas como tú me rompen las bolas de fastidio
¡La madre que te parió! Ya sé que nada de palabrotas ni frases “vulgares” pero es que actúas como un jodido cabron, y como no quieres que me cabree si de una cosa me haces hablar de otra. No vine hasta aquí para que me catalogaras de inseguro y con miedo al abandono. Todas las cosas de mi pasado me importan una reverenda mierda. No voy a desperdiciar otro puto segundo de mi valioso tiempo; me largo y el dinero lo dejare con tu secretaria, puedes guardar el cambio. Yo sabía que esto de los psicólogos era una estafa, todo esto me sirvió para nada.