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Nuestras Cartas de Amor por Uzuna

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Notas del fanfic:

Maldición! 

Perdonen la grosería, pero es la tercera vez que intento subir el fic u_u'

Este final, es mi final alternativo a Naruto.

Se situa inmediatamente después del capitulo 699 del manga -el cual es el verdadero final, el 700 no existe para mi, es una mentira, y no es real, no hablo de él ni siquiera pienso en él. No lo mencionen 

 

Naruto pertenece a Kishimoto, creo, a menos claro que ya lo vendiera completamente para que lo destruyan con NaruHina y SasuSaku :P

 

PD: Dejen Reviews!! xD por alguna razón no puedo dejar notas finales ._. y por lo tanto lo demando aquí!

Saludos

Enero

Verlo desaparecer tras el horizonte, muy por el contrario a lo que pensó que sería, lo tenía tranquilo.

Las cosas con Sasuke se había solucionado, ya no eran el vengador y el héroe, el último Uchiha y el jinchuriki del kyubi, simplemente eran Sasuke y Naruto, amigos, camaradas, hermanos.

No temía que el azabache, lejos de la aldea, volviera por los caminos llenos de oscuridad, como en su momento Ino había comentado en una reunión. Por el contrario, estaba seguro que un tiempo lejos de la aldea era lo que necesitaba. De otra forma nunca habría hablado con la gente de Konoha para perdonarle sus crímenes. Y sí que le había costado.

Además, estaba esa promesa no dicha entre ellos. Cuando le entregó el protector que dejó atrás cuando aún eran niños, Naruto sintió como un enorme peso se quitaba de sus hombros. Le estaba haciendo entrega de todos los recuerdos que una vez apreció, pero que decidió dejar de lado buscando fortalecerse. Todos sus años de entrenamiento, su esfuerzo, la sangre, el sudor y las lágrimas que derramó para traerlo de vuelta. Recordar todas estas cosas lo hacían sonreír.

–Y pensar que ahora estas de vuelta –habló a la habitación vacía y desordenada en la que se encontraba. Estaba recostado sobre su cama sin hacer, ya en penumbra por el próximo anochecer.

¿Cuánto tiempo había estado recostado así? No lo sabía, quizás varias horas. Se le estaba haciendo una rutina hacer eso después de recorrer la aldea buscando que hacer.

Habían pasado tres meses desde su pelea con Sasuke, y un mes desde que éste se fue. Aún no recibía el brazo en el que Sakura y Tsunade estaban trabajando y por ello no podía ir a ninguna misión, por lo que se pasaba todos los días en la oficina de Kakashi intentando ser de ayuda y de paso familiarizarse con el trabajo de Hokage.

Con la ausencia de su brazo dominante tareas tan simples como cerrar su cremallera eran una gran aventura, que decir intentar entrenar o preparar su ramen instantáneo. Sí, quizás las cosas con Sasuke se había solucionado, pero ese bastardo debía responder por todos esos ramen que no pudo comer estos tres meses.

Justo cuando en su mente contabilizaba los ramen diarios que solía consumir un ruido en su ventana lo alertó. Ávido, tomo un kunai tras su almohada y se puso a la defensiva frente a la ventana. Corrió la cortina con cuidado al reconocer el ruido de un picoteó sobre su vidrio y se sorprendió un poco al ver un cuervo expectante. De inmediato la imagen de Sasuke se presentó ante él y dejando el arma de lado abrió la ventana permitiéndole el paso al ave.

El cuervo pasó al interior y se posó sobre la mesa de centro esperando a que Naruto se acercara y tomase el mensaje que venía amarrado en su pata izquierda.

Le costó un poco abrir el pergamino, pero luego de 30 minutos de lucha, finalmente pudo leer el contenido.

 

“Naruto:

Me encuentro a las afueras de la aldea de la arena.

Sasuke”

 

Miro y releyó el pergamino dos o tres veces no entendiendo nada, hasta que el recuerdo de una conversación con Kakashi en la torre del Hokage dejo las cosas un poco más claras en su mente.

 

Flashback

–Ha sido difícil conseguir el perdón para el teme –Se quejaba Naruto cayendo pesadamente en uno de los sillones en la oficina del Hokage.

–Por supuesto que sí, es un criminal de clase S –Respondió Kakashi sin apartar sus ojos de los papeles que tenía en sus manos.

–Era –Corrigió mirando hacia otro lado inflando sus mejillas de manera infantil.

–Pues eso será difícil de borrar, deberá reportarse mensualmente de otra forma todos sus crímenes serán efectivos y su ejecución inminente –Continuó leyendo los documentos mientras Naruto observaba al techo como si fuera de lo más interesante.

Fin Flashback

 

Seguro a eso se refería Kakashi con reportarse, pero le quedaba una duda. ¿Por qué a él?

Seguramente podía hacerlo directamente con el Hokage, pero en vez de eso, le enviaba el cuervo a él y por otro lado –Un cuervo –Habló como convenciéndose de lo que veía frente a él.

Acercó su mano hacía el ave y ésta reaccionando alzó las alas y levantó vuelo, pero solo para posarse sobre el hombro de Naruto.

–Eres amigable –Se sorprendió el rubio acariciando la cabeza del ave negra –. No eres como los de Itachi ¿no? –Pregunto algo desconfiado recordando las “hermosas” memorias y sensaciones que le dejó la última vez que un cuervo se cruzó por su camino.

El cuervo como si fuera capaz de entender lo que Naruto decía graznóen respuesta.

Nuevamente Naruto observó el papel con el mensaje de Sasuke y pensó que lo mejor sería devolverle el ave.

–Eres una invocación ¿no? –Le habló al cuervo no esperando contestación –. Es decir que si te envió llegarás a él.

Se puso de pie y apresuradamente sacó de un cajón papel y tinta para escribir. Tomó asiento bajo la mirada roja del cuervo y empezó a escribir.

Luego de 15 minutos únicamente había logrado escribir una línea.

 

“Sasuke:

Ni siquiera eres capaz de saludar, bastardo.”

 

Miraba el pergamino de Sasuke y el suyo propio y no podía simplemente ignorar las diferencias. El de Sasuke parecía una maldita obra de arte, de esas que maravillan a multitudes, mientras el suyo, parecía algo que un caballo vomitaría. Esto de escribir con la mano izquierda se le estaba haciendo muy difícil y estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

No pudo evitar preguntarse, ¿cómo lo hacía Sasuke para escribir y que se entendiera? y mucho más allá, si estaba solo ¿cómo lo hacía para defenderse? De pronto su vista se fijó en el cuervo que curioso picoteaba un trozo de pan duro sobre la mesa.

–¡El bastardo hizo una invocación! –Exclamo frente a algo más que obvio –, eso quiere decir que utiliza ninjutsu –Cayó derrotado de espaldas suspirando.

No alcanzo a pasar ni un minuto cuando alzando su mano hecha puño –Yoshh –Hablo con renovada energía, desde mañana empezaría su entrenamiento, pero antes terminaría la respuesta para Sasuke.

 

“Sasuke:

Ni siquiera eres capaz de saludar, bastardo.

Podrías pasar a saludar a Gaara.

Naruto”

 

Y nuevamente, tardándose más de media hora, fijó la nota en la pata del ave y la envió.

Una vez que ya no pudo verla, sonrió y se dejó caer sobre la cama con brusquedad.

 

Febrero

–Has estado entrenando muy duro estas últimas semanas –La muchacha de cabello rosa miraba a Naruto que tendido en el suelo respiraba agitado –. Tsunade-sama tendrá el brazo listo para las primeras pruebas.

–Genial –Exclamó el rubio recuperando sus energías.

De pronto ambos fueron interrumpidos por el graznido de un ave entre las copas de los árboles, y Naruto al reconocer a aquel cuervo, sonrió alegre.

–¡Veo que ha pasado un mes! –Le habló al ave extrañando en cierta medida a Sakura.

Extendió el brazo y como si el cuervo entendiera se posó delicadamente sobre el brazo –¿Lo estás adiestrando? –Pregunto algo sorprendida.

–No, es una invocación de Sasuke –dijo sin más para concentrarse y hacer aparecer a un clon a su lado.

–¿De Sasuke-kun? –Pregunto extrañada para luego fijarse en el clon de Naruto –. Has avanzado mucho Naruto –exclamo alegre –, ya puede hacer clones con solo una mano.

–Sí, ¡pero ha sido muy difícil! –Se quejó mientras extendía hacia el clon el cuervo para que desatara el mensaje, una vez se lo entregó el clon desapareció.

 

“Naruto:

Hola, estoy a las afueras del país del rayo, pronto iré hacia el oeste.

Sasuke.

PD: Gaara te saluda.”

 

Naruto no pudo evitar esbozar una radiante sonrisa y antes de que Sakura se acercara  ver el mensaje, se puso en pie guardando la carta en su bolsillo.

–Iré a ver a Kakashi, debo informarle –Sin esperar a que la mujer dijera nada, se alejó de allí.

No es que le molestara que Sakura leyera el mensaje, pero por alguna razón no podía mostrarlo.

Cuando hubo informado a Kakashi de la ubicación de Sasuke, Naruto volvió raudo a su departamento y tomando un baño rápido se dispuso a contestar el mensaje. Justo antes de tomar asiento observó como el cuervo esperaba anidado entre unas ramas a las afueras de su casa.

 

“Sasuke:

Si vas a pasar por la aldea del rayo, debes ir a la tienda del viejo Kobayashi, el mejor ramen del lugar, nada claro se compara al Ichiraku, pero está bien para paliar el hambre, aunque ahora que lo pienso, ¿de dónde sacas dinero para comer? ¿O incluso dormir? No me digas que estas de mendigo por ahí.

Naruto.”

 

Marzo

–¡Rasengan! –El grito se escuchó fuerte y claro, y luego una gran cantidad de polvo en suspensión junto a astillas y escombro voló por los aires.

–Excelente, Naruto –Sonrió con orgullo Tsunade –. ¿Cómo lo sientes? –Hizo alusión al brazo derecho vendado que ahora lucía el rubio.

–Genial obachan, como si fuera mío –Rió haciendo que una gota cayera por la cien de Sakura.

–¡Intenta no excederte Naruto! –Le regaño con autoridad –, tu cuerpo debe acomodarse al brazo.

–Sakura tiene razón –Hablo la rubia antes que refutara nada –. Deberá pasar por lo menos dos semanas antes de asignarte alguna misión, por lo que empezarás con entrenamiento básico.

–Si –Dijo algo disminuido por el carácter de ambas mujeres.

Estaba ansioso por poder entrenar con su nuevo brazo, pero lo estaba más por contarle al azabache sobre él. Justamente venía pensando en que faltaban únicamente 3 días para que se cumpliera un mes y por ende que la invocación de Sasuke llegara, por eso, se sorprendió tanto al ver al cuervo picoteando un plato, ahora vacío, sobre la mesa.

–¿Qué haces aquí? –Pregunto sonriente acariciando la cabeza negra para luego quedar inmóvil notando que algo faltaba –. ¡Espera! ¿Acaso te comiste mi pastel? –Tomó el plato vacío entre sus manos y lloró amargamente.

Decidió dejar la tragedia de su pastel de lado cuando el cuervo se posó sobre su cabeza anidando en ella.

–Por favor, ponte cómodo –Dijo sarcástico y sacó el pergamino que el ave traía, sonrió al ver que era un mensaje mucho más largo que el anterior.

 

“Naruto:

Hola, me encuentro en la aldea de la nieve, pero pronto me iré hacia la aldea de las rozas por eso te escribo antes.

Con respecto a lo que me escribiste con anterioridad, a veces olvido que con quien estoy hablando, eres un dobe.

 

Una vena se presentó sobre la ceja de Naruto, pero decidió seguir leyendo.

 

Por si lo olvidaste, soy un criminal clase S, no es como si las aldeas me fueran a recibir con alfombra o celebración.

Sasuke.

PD: el ramen no puede ser considerado como comida, sin embargo la sopa de tomate del viejo Kobayashi no está mal.

 

Por breves segundos en el rostro de Naruto una sonrisa se dibujó, sin embargo al ir repasando el mensaje, por alguna no tan extraña razón se sintió cabreado.

Rápidamente buscó papel y lápiz aún con el cuervo sobre su cabeza y se dedicó a escribir.

 

“¡Teme!

Primero, el ramen es lo mejor que hay en la vida.

Segundo, te dije que el viejo cocinaba bien.

Tercero, ex criminal de clase S, cuya clasificación creo, está sobrevalorada, además, simplemente tienes que decir que gracias a ti, y por supuesto a mí, es que sus traseros fueron salvados de un tsukuyomi infinito.

 

Naruto realmente no se sentía el héroe de la guerra ninja como todos en la aldea solían llamarlo, pero sabía que detrás de las palabras de Sasuke en el mensaje, había mucho más que aparente indiferencia.

 

Hablando de cosas más importantes, Tsunade oba-chan y Sakura-chan me han entregado el brazo nuevo, deberías verlo, luce genial. Si todo sale bien, volveré a las misiones en dos semanas. Dime, ¿volverás por tu brazo?

Naruto.”

 

Algo ansioso enrolló el pergamino y camino con el ave sobre su cabeza hasta su balcón. Alzó el brazo y el cuervo obediente se posó sobre este dejándose atar el mensaje.

–Si sigo así, tendré que atarlo a tu espalda la próxima vez –le acarició la cabeza antes de mandarlo a volar.

–¡Gaara! –Exclamó Naruto acercándose al pelirrojo que con una sonrisa mucho más sutil lo recibía –. Tanto tiempo

–¿Cómo estuvo el viaje Naruto? –Pregunto cortes invitándolo a tomar asiento frente a él en la oficina del Kazekage.

–Aburrido –Reclamó el rubio haciendo sonreír al otro –. Ya quiero probar el brazo con alguien –Dijo emocionado mostrándole a su amigo su nueva adquisición.

–Por otro lado Naruto, tienes algo para mí ¿no? –Pregunto extendiendo la mano para recibir un pergamino sellado.

–Kakashi te lo envía y además te manda saludos –Dijo sin quitar la sonrisa, mientras Gaara revisaba el papel en silencio.

Una vez termino de leerlo se puso en pie provocando que Naruto actuará de la misma forma.

–¿Me acompañas? –Dijo enigmático caminando hacia la salida y Naruto obediente lo siguió.

Cuando ambos se encontraron en la cima de la torre del Kazekage, respiraron profundamente llenándose de la imagen frente a ellos. La aldea de Suna cubierta por los rayos del atardecer a lo lejos dejaba ver las primeras estrellas en el firmamento y Naruto no podía evitar preguntarse si Sasuke vio esto cuando visitó Suna. Estaba a punto de preguntarle a Gaara cuando este hablo.

–Sasuke estuvo aquí –Dijo de pronto con un rostro que Naruto no supo identificar.

Cuando su amigo no dijo nada más, Naruto supuso que estaba preocupado por lo que decidió hablar.

–Lo sé, él me lo dijo –La mirada sorprendida de Gaara divirtió un poco al rubio –, no te preocupes por nada Gaara, las cosas con Sasuke están bien –Dijo cerrando los ojos dejando que los últimos rayos de sol lo golpearan de lleno en el rostro.

–¿Estás seguro de eso? –Dijo sorprendiendo a Naruto.

–¿A qué te refieres? ¿Él te dijo algo? –Pregunto centrando toda su atención en Gaara, pero el pelirrojo únicamente negó con la cabeza.

–Me dijo que todo estaba bien –El rubio sonrió aún extrañado por el comentario de su amigo, pero decidió guardar silencio y disfrutar del paisaje.

 

Abril

Hace solo dos semanas había vuelto a tener misiones y aunque la mayoría eran de bajo rango Naruto se mostraba muy animado a realizarlas, por eso, cuando el rubio insistió en pedir ese día libre, Kakashi supo que algo más había ahí además de “hacer descansar al brazo”. El rubio nunca fue bueno para mentir.

Estaba al pendiente de su ventana con una hoja y lápiz a mano para escribir la respuesta para Sasuke. Se encontraba tan ansioso que, cuando un ave común se posó sobre el marco de la ventana, se puso de pie tan bruscamente que derramó el vaso de jugo sobre la mesa y su propia ropa.

–Maldición –Exclamó molesto y pasando al baño a dejar su ropa sucia, se regañó a sí mismo –. Naruto no seas idiota, es solo una carta –Se había mentalizado en ese hecho cuando el cuervo apareció frente a sus narices. El rubio no pudo ocultar la gran sonrisa que le trajo ver al ave de Sasuke con el mensaje. Sin esperar mucho más, le sirvió al cuervo unas cuantas semillas de trigo y se dispuso a leer la carta.

 

“Dobe:

No necesito el brazo, estoy perfectamente, además lo que piensen los demás de mí me tiene sin cuidado.

Por otro lado creo que deberías hacerte ver por esa extraña obsesión tuya hacia el ramen, de otra forma estoy seguro que serás un peligro en las misiones que te asignen.

Sasuke

PD: Estoy en la aldea de las Olas, pasando por un puente que tiene el nombre de un idiota.”

 

Ante esto último Naruto rápidamente escribió una respuesta.

 

“Teme:

Si estás por ahí, deberías ir y dejar flores a la tumba de ellos, ya sabes, por respeto.

Cambiando de tema, ¿acaso me recriminas mi amor incondicional por el ramen cuando tú eres un obsesionado por los tomates? Quién debería revisar su cabeza eres tú, bastardo.

Con respecto a las misiones, tú mejor que nadie sabe lo fuerte que puedo llegar a ser, de otra forma mira tu brazo izquierdo.

No deberías ser tan malagradecido con obachan y Sakura-chan, de hecho, deberías traer tu trasero de vuelta para que te den tu brazo.

Naruto”

 

Antes de colocar el mensaje en la pata del cuervo, acarició la cabeza negra agradeciéndole el esfuerzo por traer los mensajes de Sasuke. De alguna forma había llegado a tomarle cariño a aquella ave.

Una vez Naruto había informado a Kakashi del paradero de Sasuke, este impidió que se marchará haciéndole una pregunta.

–Naruto, ¿él te ha dicho si piensa volver?

La pregunta tomó por sorpresa al rubio y negando con la cabeza acotó a su respuesta –Le he dicho que Sakura-Chan le tiene el brazo listo, pero parece no quererlo, supongo que se tardará en volver –Finalizó sonriendo forzadamente y sin más que decir abandonó la oficina del Hokage.

Caminando por los pasillos se encontró con Shikamaru, quien dejando de lado los papeles que venía leyendo lo saludo.

–¿Vas de misión Shikamaru? –Pregunto para hacer conversación.

–A decir verdad busco quien pueda entregar un mensaje al líder de la aldea de las Olas –Al acto Naruto recordó el mensaje de Sasuke y sin escuchar nada más de lo que Shikamaru le decía lo interrumpió.

–¡Yo puedo! –Al ver que había sobre reaccionado se calmó un poco para continuar –. Digo, como últimamente solo me asignan este tipo de misiones, no tengo problema en hacerla –Miró hacia otro lado intentando lucir obligado y cuando el Nara le entregó el mensaje, ni siquiera se despidió apropiadamente para salir del lugar.

Lo habían retenido más del tiempo necesario en la oficina del líder. Apenas había llegado a la aldea, la guardia oficial lo había guiado sin dejarlo merodear por el lugar y ahora que tenía algo de tiempo libre, camino por los lugares que antes como equipo 7 habían visitado.

La aldea le traía mucha nostalgia y cuando puso sus pies en el Gran Puente Naruto, no pudo esconder una sonrisa divertida.

Por alguna razón sabía que Sasuke ya no estaba allí, quizás ilusamente había pensado que lo encontraría y ahora se sentía como antes, persiguiéndolo sin cansancio, cuando en realidad Sasuke no estaba huyendo de él ni de nadie, sino que estaba en este viaje buscándose a sí mismo.

Camino por una pradera verde con un ramo de flores blancas en las manos y cuando llego al lugar que buscaba, sonrió al ver un ramo de flores azules en la tumba de Zabuza y Haku. Dejó el suyo a un lado del de Sasuke e hizo una oración.

 

Julio

Durante tres meses más Naruto recibió los mensajes de Sasuke que cada vez eran más extensos y amenos. Ya no podía esconder lo ansioso que se sentía cuando la fecha de llegada de los mensajes se aproximaba, sin embargo no permitía que nadie leyera los mensajes y los guardaba con sumo cuidado en un baúl de su cuarto.

Ya que próximo estaba en la fecha de llegada del cuervo, decidió salir de compras pues también sería el cumpleaños de Sasuke. Paseando entre la multitud no lograba encontrar nada que fuera acorde al azabache y que además el cuervo pudiera transportar. Casi sintiéndose rendido paso por una tienda donde hacían grabados en metal y teniendo una muy buena idea ingreso al local.

Cuando el ave de Sasuke llegó Naruto ya tenía su mensaje a medio escribir.

 

“Teme:

Antes de discutir contigo por cualquier insulto hacia mí que escribiste en tu carta, te envío tu regalo de cumpleaños. Quizás no es algo que el gran Uchiha Sasuke usaría, pero te aguantas, maldito malagradecido.”

 

Luego de leer y completar su mensaje en respuesta a los insultos de Sasuke en su carta, Naruto ató con cuidado la cadena alrededor del papel tomando entre sus manos el medallón con la insignia Uchiha y releyó el grabado del reverso.

 

-Uchiha Sasuke-

 

Antes de enviar al ave le acarició el plumaje y le habló –Kuro, ten especial cuidado con este mensaje.

 

Agosto

Cuando el día del arribo del cuervo llegó sin ningún mensaje, Naruto se preocupó un poco. Espero durante una semana que llegara el mensaje y cuando no ocurrió, decidió ir a la oficina del Hokage a informarle lo sucedido. Quizás si salían ahora aún podrían ayudarle.

–Su mensaje me llego hace 4 días –Naruto no creía lo que Kakashi le decía.

Cuando el rubio le preguntó por el paradero de Sasuke, Kakashi le negó la información –No puedo dártela Naruto, lo siento –Entonces el rubio molesto salió de allí.

El enojo hacia Kakashi solo le duró unas cuantas horas, con quien estaba verdaderamente enfadado era con Sasuke. De pronto las cosas pasaron de ir más que bien, a un completo y tristemente conocido silencio. Las cosas de pronto eran como antes.

 

Octubre

La fiesta organizada por Sakura lo tomó por sorpresa y aunque estos últimos meses había estado algo deprimido por el asunto de Sasuke, había logrado pasarla bien.

Con esfuerzo abrió la puerta de su habitación dejando caer uno que otro regalo de sus brazos, y cuando alzó la vista se sorprendió de ver unos ojos rojos fijos sobre él.

–¿Sasuke? –Hablo dejando caer el resto de los paquetes al suelo y caminó hacia el cuervo sobre la mesa de centro. Tomo el pergamino y quito la amarra que lo envolvía notando el emblema Uzumaki con un grabado por el reverso.

 

-Uzumaki Naruto-

 

Sostuvo la cadena dorada entre sus manos, mientras apresurado, y con el corazón desbocado, estiraba el papel para leer el mensaje.

 

“Naruto:

No sé, honestamente, que tan buena idea es que te escriba ahora, pero creo que me permitiré decirte algunas cosas que llevo pensando estos últimos meses.

Hace un año, cuando luchamos en ese lugar, me di cuenta que eres la única persona con la que tengo un lazo real. Nunca me importo formar ningún tipo de relación con nadie, excepto contigo. Entonces caí en cuenta de la importancia que tomaste en mi vida y me vi a mi mismo incapaz de clasificarlo. Lo que quiero decir, es que ya no puedo considerarte mi rival, ni compañero de equipo, ni amigo, ni hermano. Para mí, ahora eres mucho más que eso, y si aún no lo entiendes, pues es algo que no se puede evitar. Supongo que esta será la última carta que recibas de mí.

Feliz cumpleaños.

Sasuke”

 

Dejó caer el papel al suelo y rápidamente cogió una hoja blanca, escribiendo un mensaje y atándole a la pata de aquella ave. Una vez vio como el cuervo alzó las alas, saltó tras él por su balcón.

Sentir el viento frío en la cara le recordaba que la noche había llegado y su respiración agitada y errática, además de la fatiga en sus piernas, le hacían pensar en cuánto tiempo llevaba corriendo tras el cuervo que volando bajo le daba la impresión de que quería ser seguido.

Luego de 25 minutos de incesante carrera, disminuyo la velocidad de sus pasos, sintiéndose derrotado. No dejo de avanzar por el bosque y cuando escuchó el graznido del ave alzó el rostro encontrándose con la mirada sorprendida de Sasuke.

Lucía un poco más alto que hace un año, su cabello estaba algo más largo y sus ropas mucho más desgastadas. Pasó su mirada azul hasta el trozo de papel que el azabache sostenía incrédulo y no pudo evitar ser víctima de un pronunciado sonrojo.

Decidió hablar frente a la estupefacción del otro –No puedo creer que me hagas decir esto nuevamente –Dijo fingiendo molestia –. Vuelve a Konoha Sasuke –Hizo una pausa avergonzado –, conmigo.

El azabache no pudo evitar sonreír y acortando su distancia dejó caer al suelo la nota para acariciar la mejilla del rubio.

Justo antes de besarlo hablo en susurro –Volvamos.

                                              

Epílogo

–¿Sasuke-kun aún está en misión? –la voz de Sakura lo sacó del trance en el que se encontraba, llevándolo a tocar por inercia el medallón que colgaba de su cuello.

–Se supone que volverá hoy –Respondió con una sonrisa alegre a su amiga.

–Cuando llegue, debemos salir todos juntos –Dijo para luego despedirse y dejar que Naruto continuara su camino a casa.

Una vez en ella decidió que sería bueno preparar la cena, dado que a cierto azabache no le gustaba ser recibido con ramen recalentado, cosa que no entendía para nada, se quitó la chamarra y paso al baño. Cuando ya iba de vuelta a la cocina, se detuvo a ver su aspecto en el espejo, especialmente el medallón con el símbolo Uchiha que colgaba de su cuello, releyó el grabado del reverso y no pudo evitar sentirse avergonzado.

Nunca, jamás, desaparecería esa vergüenza adosada al embarazoso mensaje en respuesta que le dio al azabache hace ya 4 meses atrás. ¿A quién, en su sano juicio, se le ocurre escribir únicamente te amo en un mensaje?

Frotó su frente para luego sobresaltarse por el ruido de la puerta cerrarse.

–Tadaima, Naruto.

–Okaeri.

 

 


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