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El regreso [MINKEY] por Laualva

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Notas del capitulo:

¡Hola! volví con este proyecto que tenía pensado hace mucho tiempo, va a ser corto pero aún lo estoy esciribendo y decidiendo cual será el final, espero que les guste y nos estamos leyendo en lo próximos capitulos, gracias por leer mi anterior minkey, de verdad.

Y si no lo leyeron aquí está, solo lo dejo por si las dudas quieren leerlo, tengan en cuenta que no es una continuación de éste, ni nada.

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Capítulo 1.

 

 

 

Kim Kibum.
Choi Minho.
Lee Taemin.
Kim Jonghyun.

 

 

Cuatro jóvenes, totalmente adinerados, de familias ricas, sin ningún problema más que la moda, los chicos y algunas que otras atracciones.

 

 

Kim Kibum, un chico totalmente glamuroso, dedicado a la moda con toda la pasión que llevaba dentro, muy popular en todo el circulo amistoso que se lo rodeara, todo lo que le pasaba era alimento para los o las jóvenes que querían ser como él, el mismo era totalmente difícil…difícil de conseguir, estaba enredado en varias situaciones con distintos chicos pero eso no era inconveniente para un chico como él. Pero como todas las personas… tenía un problema o más bien un pasado que lo atormentaba y no quería recordar, era una traición que no quería ni mejor mencionar, se arrepentía todo el tiempo o no arrepentir… sino no querer admitir que era lo que le pasaba con ese tal llamado error.

 

 

 

Choi Minho, moreno, deseable, ojos de gran tamaño con una mirada totalmente penetrante, estaba de novio con Lee Taemin, un joven al parecer inocente, pero no era así, tenía su lado malo y competitivo y que más esperar de alguien rico. Eran el centro de atención de todas las personas ya que se denominaban “la pareja perfecta” siendo que tras de ella habían muchos secretos tal como demasiadas verdades que descubrir.

 

Kim Jonghyun, el típico adinerado encargado de solo jugar, acostarse con todas las que quisiera pero como todos tenía una debilidad, esa debilidad era Kibum, se la pasaba acostándose con chicas pero con Kibum había cierta diferencia, no era homosexual pero si era por Kibum estaba dispuesto a serlo, le encantaba mucho, era su reciente y siempre atracción. Él sabía el secreto, sabía su pasado y estaba encargado de atormentarlo por el error que había cometido.

 

 

 

 

Fue hace exactamente un año que Kim Kibum desapareció de raíz, sin saber nada más de él hasta su regreso, el chico de moda se encontraba en el aeropuerto totalmente con valijas dispuesto a regresar.
¿La razón por la que se fue? Quien sabe, se hablaba de un supuesto internado pero muchas dudas se encontraban detrás de ese rumor.

 

 

 

Un encuentro, una fiesta con miles de personas y un Taemin totalmente apuesto terminando de ponerse la corbata para entrar al lugar del evento. Estaba por salir de aquella habitación de hotel cuando un pequeño sonido lo hizo detenerse, era su celular con un mensaje.

 

“Kibum is back” al parecer toda la gente se estaba enterando de esta noticia, pero él no caía, o no quería caer, todo iba tan perfecto pero… ¿Por qué volvía? ¿Por qué le molestaba? Kibum era su mejor amigo desde la primaria pero aun así había cierta rivalidad, ¿Esa rivalidad? Minho…
Taemin no estaba seguro, pero sospechaba, él gustaba de Minho y Kibum lo sabía en ese tiempo pero presentía una atmósfera extraña, no era normal, había cierta atracción entre Minho y Kibum que era mejor alertarse que lamentar pero aunque haya pasado un año eso no cambiaba nada. Con el regreso de Kibum tenía que estar más atento de Minho que nunca, no vaya a ser que estos supuestos sentimientos volviesen a despertar.

 

 

- Quiero hacerlo.- Un Taemin totalmente ansioso susurraba en la oreja morena mientras la mordía, quería llevarlo lo más rápido posible a la habitación antes que se enterara que Kibum había regresado. No iba a tardar tanto en enterarse pero quería ocultárselo, por lo menos por ahora.

 

Taemin y Minho se conocían desde la guardaría, habían sido criados prácticamente juntos, llevaban solo un año de relación pero aún no habían tenido su noche, su noche íntima, su noche mágica ya que Minho siempre tenía excusa para todo.

 

- ¿A-ahora? Taemin estamos en un evento no podem…

- Shhh, vamos a la habitación.-Interrumpió el pelinegro.

 

 

Desde el ascensor a la habitación todo fueron besos, desesperados de parte de Taemin mientras tanto Minho siempre tenía esa cara extraña, como si le costara tener tal relación con el menor y no era que le molestara sino que sentía una carga ya que tal como la familia de parte de los dos tenían toda su vida planificada, siempre había sido así, solo por temas de negocios.

 

- ¿E-Estas seguro Taemin? ¿Quieres hacerlo ahora? ¿No querías esperar?

- Pues ya no quiero esperar más.-Contestaba el menor con un tono totalmente desesperado y claro que más, el tiempo vuela y cuando menos lo espere Minho se acabara enterando del regreso de Kibum.

 

 

 

 

 

- A que no te das una idea de lo que se anda rumoreando.-Le contaba una de la cuantas chicas que estaban alrededor de Jonghyun.

- ¿Qué cosa es ahora?

- Se dice que Kim Kibum ha vuelto.

- Bien, ya era muy aburrido esto sin él.

 

 

 

- Te quiero Minho… por siempre y para siempre.-Susurraba Taemin encima del moreno.

- Yo también. Minho sabía más que nadie que esas palabras eran totalmente frías, de saber sabía pero de querer admitirlo, le costaba.

 

 

 

Finalmente Kibum hizo su gran aparición en el evento llamando la atención de todos, quiso darse la vuelta e irse por incomodidad pero una voz conocida no se lo permitió.

 

- ¿Kim… Kibum? ¿Eres tú? Era la madre de Taemin, su segunda madre si se podía decir estaba muy sorprendida de verlo, abrazándolo como si lo hubiera creído muerto.

 

 

 

- ¿Kibum?-Minho se separaba de los labios de Taemin al escuchar a la madre del mismo pronunciar el nombre que tanto estaba deseando hace un año, Kibum.

- Kibum está en el internado, bésame.

- No, para, si tu madre dijo que está aquí no creo que esté mintiendo.-Minho se levanta rápidamente de la cama buscando su ropa por alrededor.- ¿No quieres saludarlo?

- Si, como no voy a querer.-Contestaba Taemin con odio.

 

 

Kibum caminaba alrededor del evento, ya había saludado a la madre de Taemin y por supuesto a su propia madre que igual se encontraba en el mismo. Se dio vuelta por instinto y ahí estaba, Minho,  totalmente alto, moreno, despeinado, como siempre con su mirada penetrante que en ese momento sólo se la dedicaba a él. Las miradas hablaban por sí solas, sin ninguna palabra hasta el momento, Minho se comenzó a acercar lento, suave hasta que Taemin tapó la vista de los dos dándole la espalda a Minho, era el momento de empezar a fingir.

 

 

- ¡Hola Kibum! Me alegro tanto de verte.-Lo abraza Taemin con un tono de falsedad, porque así lo era.

- Hola Taeminnie, cuanto tiempo ha pasado.

- Si la verdad que sí, ven, vamos a cenar.

- Mm no, de verdad me siento mal, sólo venía a saludar.

- Ah…

- Bueno Tae nos vemos mañana en clase, adiós.

- Adiós.-Ósea que viene totalmente para quedarse-Pensó Taemin mientras que la idea de que Kibum se iba a quedar le empezaba a aterrar, todas las inseguridades y preocupaciones iban a volver y eso no le gustaba para nada.

 

 

Kibum salió rápido del hotel para ir al internado donde encontraba su hermano Lee Jinki, era hijo de otro padre, pero lo sentía como si fuera de sangre, como si fuera su hermano de verdad, realmente le preocupaba su condición, se sentía totalmente culpable ya que él se fue, se fue por condiciones propias, por pensar solo en él y en el error que había cometido, sólo se sabía que Kibum había viajado por una enfermedad y no era del todo falso, Kibum solía vomitar todo lo que comía pero no porque fuera gordo o algo por el estilo, lo hacía raramente para desahogarse pero nadie le creía y estaban en su sano juicio, Kibum no se había ido por eso sino por otros motivos…

 

- Perdone, no es horario de visita.

- Soy su hermano… Kim Kibum.

 

Kibum entro al dormitorio y vio dormir a su hermano totalmente relajado, se nota que hubo demasiados resultados y cambios en todo el año en que él no estuvo presente. Busco una manta y se dejó caer sobre el sillón, con la ropa puesta queriendo pasar la noche allí, lo necesitaba, necesitaba acompañar a su hermano y reparar más que nada su ausencia. 


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