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Recuerdos olvidados. por YuueIsa

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Notas del fanfic:

este long fic sera un borron y cuenta nueva despues de perder todos mis trabajos anteriores espero le den una oportunidad a mi desperdigada mente he aqui lo primero... puede iniciar aburrido pero el trasfondo de todo esto puede llegar a interesarte.

Desclaimer: soy Eiichiro oda escribiendo yaoi en una paguina al español... jaja okey no ya quisiera todo de oda yo solo lo tomo prestado para mis locuras.

puede contener Ooc en los personajes pero no es sencillo adaptarce a ellos jeje besos

Notas del capitulo:

primer capitulo puede empezar aburrido pero den una oportunidad a mi loca mente, la intriga quetengo planeada nos sacara un infarto ambos, dejen Review ayudenme a avanzar en esto juntos jejeje ^^

los dejo con el primer cap e introduccion, puede contener Ooc pero es que no soy perfecta escribiendo, espero les guste, se aceptan criticas, flores y tomates es más hasta una papaya o calabaza jeje xD

 

   

     Las luces resplandecientes cegaron su mirada breves minutos antes de desvanecerse, escuchando a lo lejos las sirenas apresuradas, y erráticas de una ambulancia.

 

 - Me largo - su propia voz resonó dentro de sí, fuera de control, desesperada junto al estridente sonido de una puerta azotándose, estaba oscuro sus propios recuerdos se carcomían en su subconsciente haciéndolo gritar, desesperándolo    

 

 - basta - fue su única exclamación entre el desvarió de todas las voces estridentes de sí mismo a través del tiempo.

 

 - ya no más - y todo paro-

 

 - Sanji-kun - la chica al lado de la camilla le llamo al ver el repentino estremecimiento de su amigo de años, el cuerpo inerte del rubio recostado, lleno de cables y vendaje le estremecía el corazón y más a un al saber de boca de sus doctores y amigos que cabía la posibilidad de que al despertar no los reconociera debido al impacto del accidente.

 

   la peli naranja subió la mirada hacia el hombre parado al otro extremo de la camilla con cara de cansancio pero imperturbable como siempre, su único ojo abierto reflejaban la angustia que su cara no podía expresar y aunque su actitud mostrara la tranquilidad de un mar apacible el cabello verde revuelto y las ojeras bajo sus ojos lo delataban, traía el mismo vestuario que hacía dos días atrás, vaqueros, botas negras, polera blanca y camisa de manga larga a cuadros rojos contrastando entre sí, se había negado siquiera a moverse de al lado del rubio, de soltar su mano, la sombra de una barba amenazaba su mentón, paso los dedos por su vieja cicatriz en el ojo izquierdo -una vieja costumbre arraigada por los años a su nerviosismo disimulado -apretó la quijada y paso su mano por el costado revolviéndose la mata verde de pelo - Marimo- el dulce apodo que le daba recorrió su cabeza dándole una desganada y mental sonrisa.

 

    Su mirada perdida en algún punto de la cara del rubio cubierta por la mascarilla y los lacios mechones color oro iluminados por la luz vespertina colándose entre las cortinas, no tenía el mismo brillo, la misma tez, pero se veía mejorado, al menos más que hacía tres días, el día fatídico del accidente, todo era su culpa, el Peli Verde desvió la mirada hacia la cara preocupada de la chica en frente de él.  

 

   Nami era Fuerte una gran amiga y lo había acompañado todos eso días al lado del inerte cuerpo pálido entre ellos, Sanji llevaba dos días inconsciente y la Peli naranja había obrado maravillas junto a sus demás amigos apoyándolo con el papeleo, llevándole comida y ropa para su uso y el de Sanji cuando despertara al desistir de intentar sacarlo aunque fuera unos momentos de esa habitación de hospital con paredes blancas una silla reclinable que usaba Nami para sentarse, un banquillo que Zoro acercaba a la cama para tomar la mano de Sanji y el Sillón amplio de cuero al lado del pequeño balcón que daba hacia enfrente del hospital, la ventana se encontraba abierta dejando pasar el aire cálido y húmedo, típico de una mañana de primavera cerca del mar, Luffy había convencido a la temperamental chica con olor a mandarina de que dejara estar al Peli Verde, que era algo en lo que no tenían derecho a preguntar, dado que nadie sabía cómo es que Sanji había terminado en su auto a tan alta velocidad lleno a chocar con aquel anuncio publicitario, pero sabían que no era un asunto muy sencillo de tratar y que se los diría cuando fuera preciso hacerlo. 

 

    El moreno sabía que sus amigos morían de curiosidad por una respuesta clara, pero no podía darla simplemente no sabía cómo, el siempre tan seguro de sí, no tenía ni una jodida idea de cómo explicar todo esto, solo sabía que era su culpa como había murmurado al enterarse del estado del Rubio poniendo a todos en alerta y confusión -cerro los ojos y suspiro tratando de contener las lágrimas quemando sus parpados, el no lloraba solo lo había hecho dos veces en su vida, no lo haría ahora de nuevo, el chico frente a el seguía respirando, vivo, así que jamás se dejaría ver así de débil en su presencia, lo contuvo, la culpa lo dejaba sin aliento.

 

      Nami no sabía que hacer ver a su amigo frente a ella así de mal debido al otro de sus amigos que se encontraba en medio de ambos todavía peor la estaba exasperando en sobre manera, no podía hacer nada al respecto y eso era frustrante, preferiría ver al moreno llorando, cortando algo o haciendo algo por el estilo a ver como se ahogaba internamente en su agonía, en la culpa, y es que se sentía así, culpable en medidas exorbitantes. 

 

  Su rostro impasible dejaría a todos impactados por la inexpresividad pero con el paso de los años de amistad Nami se daba cuenta de su mirada, un adonis enmarcado en melancolía, tristeza y culpa, sus ojos mostraban todo aquello que su cuerpo no recalcaba, digno de las más cruel de las agonías relatadas por Shakespeare, - pensó la mujer- era la segunda vez que esa mirada fiera, decidida, calculadora como la de un tiburón salvaje mostraban tal tristeza ,la primera vez había sido hacía ya más de diez años, la mente de la peli naranja evoco aquel momento, cuando eran mucho más jóvenes, con todas esas preguntas de qué hacer con su vida y sin embargo con tan pocas respuestas, lo recordó entre los presentes, sufriendo en silencio como ahora, con esa mirada justo cuando Sanji arrodillado le pidió matrimonio a la peli naranja con todos sus amigos alrededor, no lo noto en esos momentos sino después recuerda como sin que ellos lo supieran estaban en ese momento destrozando parte de su alma dejándola a la deriva y llevándose consigo el corazón de alguien más, un recuerdo tan lejano y a la vez tan importante en sus vidas, el final de una etapa y el inicio de todo.

 

 Sus días de universidad, aquellos en los que no había pensado hacía ya varios años le vinieron Como ráfaga mental a la mujer con la cabellera naranja, ese tiempo en el que creían saberlo todo y no tenían idea ni de la mitad de las cosas que pasaban a su al rededor, la peli naranja acomodo la falda de su vestido blanco a encaje - su mirada paseo entre los dos frente a ella, de hito en hito -suspiro antes de atreverse a hablar

 

 -Zoro - el aludido la ignoro justo como si no la hubiera escuchado, y es que era así, simplemente no la escucho el bullicio en su interior no daba cabida a ningún ruido fuera de sus gritos de culpa tal altos que dejarían callado al mismísimo Wall Street debido al ruido ensordecedor - Nami suspiro, realmente le molestaban ser ignorada y es que la peli naranja se caracterizaba por su gran manejo de la paciencia -nótese el sarcasmo- Zoro!- volvió a llamar por tercera vez consecutiva y más fuerte sacándolo de su trance, la volteo a ver sin emitir ningún sonido dando un silencioso y gruñón qué? Con la cabeza, mientras se erguía en su asiento, sus ojos muertos, sin brillo la miraron.

 

 - deberías dormir un poco yo cuidare de Sanji-kun, si algo pasa te despertare enseguida - intento mediar en vano con la roca de hombre frente ella.

 

 - No - sentencio su voz sonó seca, ronca, una voz que no había sido usada en bastante tiempo

 

 - tienes que dormir a Sanji-kun no le gustaría para nada que descuidaras tu salud - Nami sonó firme  pero en el fondo sabía perfectamente que no sería escuchada, Zoro la miro y volvió a posar su mirada en el Rubio - la mujer suspiro-

 

 - ¡HOLA! - un grito los hizo voltear por pura inercia hacia la puerta de la habitación para ver que sucedía, la voz cantarina, juvenil e inalterable a través del tiempo, un poco más madura tal vez pero inocente como solo el podía lo delataban llenando el sombrío ambiente de la habitación, tenía la huella infranqueable de un D.

 

 - LUFFY NO HAGAS RUIDO EN EL HOSPITAL MOLESTARAS A ALGUIEN -la peli naranja parándose recibió de un golpe al pelinegro haciendo que sobara su cabeza agachándose por unos minutos, el tiempo sin dormir no ayudaban a su carácter Nami era toda una salvaje cuando regañaba.

 

 - Pero si tú haces más ruido que yo - hizo un puchero parándose de un brinco del suelo.

 

 - eso no importa - sentenció la peli naranja decidida con las manos a la cadera - sanji-kun aun está mal así que pórtate bien mientras estés aquí, - los brazos de la chica se cruzaron bajo su busto, el menor asintió mientras se acercó a darle un beso en la mejilla a la mujer, sacándole su primera sonrisa sincera de la mañana-madrugada-noche, -la primera en muchas horas-, este se la regreso antes de observar a sus dos amigos frente a él, Zoro había dejado de hacerles caso regresando su mirada a sanji y recorriendo con los dedos cada uno de los nudillos inmóviles de la maño cruzada por la aguja del suero y los demás artilugios médicos.

 

 - Zoro - Luffy habló con voz firme al peli verde mientras ocultaba las manos en la chaqueta color negro apretando hasta cortar la circulación. Impotencia.

 

 -Luffy - respondió el mencionado usando el nombre como saludo, no volteo a verlo sentía que si quitaba sus ojos aunque fueran unos segundos del Rubio este se le escaparía entre los dedos, desvaneciéndose, Nami volvió en silencio a su asiento, solo observando Luffy sabia mejor como comunicarse con Zoro.

 

 - Sanji estará bien Chopper y Law están haciendo lo mejor pronto volverá a estar frente a la cocina,...

 

 

 

- se acercó en silencio al frente de la camilla, colocando a los pies de esta su sombrero.- Lo juro -

 

 - Gracias Luffy lo sé y se los agradezco enormemente - contesto con su voz ronca por fin mirándolo a los ojos como si ese juramento lo hubiera hecho reaccionar, se paró del banquillo su cara impasible se curvo en una pequeña sonrisa de lado, Luffy la devolvió y Nami Sonrió para sí, por un breve momento sintió de nuevo ese apoyo que caracterizaban sus amigos sobre él, su familia de años y aun que faltaban algunos en esa sala Luffy los representaba a todos en espíritu e intención.

 

 - (...) - sanji se sentía pesado todas las extremidades le dolían y los parpados parecían pegados a sus ojos con cemento, ¿qué había pasado? ¿Dónde estaba? Escucho a lo lejos la voz de Luffy "Lo juro" resonó en sus oídos y después unas palabras algo distorsionadas para su confusión mental de. El  marimo? No estaba seguro le dolía el cerebro de una manera muy literal, intento hablar pero solo salió un gruñido, su garganta estaba seca, necesitaba agua, movió sus dedos y sus parpados por fin parecieron querer reaccionar abriéndose torpemente, despacio, la luz lo cegó, obligándolo a abrirlos con mayor lentitud.

 

- Mnghhh - ese sonido los sobre salto todos miraron al rubio en la camilla reaccionar, empezaba a mover las manos junto a pequeños espasmos, sus ojos parecías querer abrirse - Ag...hu - un sonido algo confuso salió de sus labios, Nami se paró rápidamente a ver que podía hacer, acerco su oído a los labios del rubio sujetando su pelo largo con una liga, e intentando descifrar que quería por entre la mascarilla, Luffy estaba alegre gritaba de felicidad y Zoro simplemente quedo estático estaba feliz, aliviado de que el rubio estuviera bien pero igualmente aterrado de lo que fuera a venir después, aun recordaba la razón por la que el rubio había salido de la casa colérico y terminado estrellándose por culpa de su puto error como podía olvidarlo.

 

 - Zoro ve a buscar al médico - dijo la mujer sacando al peli verde de su estupor, era mejor el para llamar que Luffy el cual no paraba de saltar en medio de la habitación y reír con su característica risa, vieran que el hecho de tener 27 no le quitaba lo infantil, Zoro asintió corriendo hacia la puerta para llamar a gritos y agarrar del hombro a primera enfermera que vio pegándole un susto de los mil demonios por su cara de poseso, antes de explicarse y pedirle que fuera a buscar a Law o a Chopper esta asintió pidiendo el número de habitación en el que eran requeridos y se dirigió como rayo a la dirección del hospital Regional Straw heart's a buscar al Director Law y su aprendiz y también heredero del hospital asociado Drom's Tony Tony Chopper, la chica peli rosa prácticamente volaba, la habitación que le había mencionado el hombre peli verde y aterrador estaba fichada como prioritaria por el Director.

 

 

 

 

 

En la habitación unos ojos azules como el mismísimo mar abrieron de improviso, un mar lleno de marea.

 

 

 

 

Notas finales:

 ESPERO REVIEW´s tratare de actualizar cada semana o cada 2 jeje

soy alguien timida asi que no se si esto salio bien, en un punto abra lemon :0


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